Partida Rol por web

La Capitana Graystone se retira a su despacho, situado en el mismo puente; camina rodeando su mesa y activa la terminal que tiene sobre ella. El rostro de la Almirante Willoughby aparece en pantalla.

-Saludos, Cira. Me temo que la situación se ha agravado rápidamente en Koinitinar. Nuestros oficiales han sido capturados por una facción religiosa radical y... acabamos de recibir este vídeo hace tan solo unos minutos.

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[Se trata de una especie de sótano y hay un hombre con aspecto algo extraño, parcialmente cubierto en una capa. Lleva un arma en la mano, una especie de arma de mano de energía cuya configuración te resulta muy familiar.

A su lado hay otro guardia armada con un rifle de energía de configuración similar. Y al fondo esperan dos oficiales de la Flota Estelar, los enviados para estudiar los yacimientos.

 ]

El hombre comienza a hablar.]

-Saludos, Federales. Mi nombre es Dn'vengar, consejero espiritual de los seguidores de nuestro dios, A'ng'ovar. Durante años hemos sufrido los continuos agravios por parte de la Federación y ya estamos cansados. Nuestro mundo necesita una única idea, y no falsos ídolos basados en una protección que no existe. Estamos a millones de kilómetros del Centro de la Galaxia y nadie nos protegerá, salvo nosotros mismos. Estos dos blasfemos y otros dos oficiales más han sido apresados destruyendo nuestra ciudad sagrada. Os pedimos que abandonéis nuestro territorio y que os llevéis a vuestra gente, o de lo contrario, sufriréis nuestra ira. Y para demostrároslo, dejaré que A'ng'ovar guíe mi mano.

Dn'vengar se da la vuelta, apunta a Innara y le dispara sin contemplaciones.

El cuerpo de Innara es impulsado hacia atrás antes de desintegrarse y dejar solo a Kepaar. Después, Dn'vengar se gira de nuevo.

[en plan tal que así... ]

Tienen 12 horas para llegar hasta nosotros y transportar a todos los miembros de la Federación, o haremos lo mismo con todos ellos.

La comunicación se cierra y aparece de nuevo el rostro de la almirante.]

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-Hemos confirmado visualmente la identificación de nuestros oficiales. La mujer era... la alférez Innara Halskin, una especialista en este tipo de estudios. El hombre es Kepaar Landor, una autoridad en primeros contactos y también uno de los asesores en el establecimiento de la nueva alianza. Además, como  habrá podido ver, las armas son cardasianas. 

Agradeció con la cabeza el informe a la cardassiana se alegraba que los sensores funcionaran como debían, aunque a penas se dio cuenta del movimiento del pelo, el enorme andoriano estaba más preocupado en revisar sistemas y los datos que le daba su pequeña consola.

Shev asintió ante la orden la capitán, sabía que la tripulación se esforzaba al máximo, pero la técnica daba para lo que daba. En cuanto ella abandonó la silla la ocupó él. -Señor Vrako, compruebe el funcionamiento de los sensores internos y de los campos de fuerza. Señorita Annaith compruebe el funcionamiento de las comunicaciones subespaciales. -Las de corto alcance parecían funcionar.

Siguió dando órdenes para tener la nave lista para partir, era un proceso complicado y quería saber si algo fallaba antes de tiempo. -Desconecten el umbilical, activen luces exteriores. Enciendan motores de impulso. -Quiso revisar bien todos los sistemas, al menos los que funcionaban. Era el primer viaje de la nave y a en esos casos a algunos capitanes les gustaba decir algunas palabras, quería darle a Greystone su oportunidad y comprobando todo se lo daría y no sería tiempo perdido. Además de darle a Lightman algo más de tiempo para trabajar con la nave parada.

Desde la estación de Utopia Planitia puede verse como la Enterprise se desconecta de la estructura que la rodea. Las luces exteriores de navegación se encienden y un pequeño fulgor hace su aparición en los motores. La Enterprise parece lista para salir.

Annaith teclea rápidamente mientras escucha a la Capitán, cumpliendo con la Orden en cuestión de minutos. Es una estación bastante movida por momentos y eso la mantiene entretenida aa Vulcana. 

- Ya la tiene a su disposición Capitán. - responde a Cira mientras observa que se retira, quedando el primero en el mando. - Estoy en ello Señor, de momento funcionan. Todo está en su pleno rendimiento por aquí. - afirma en un tono seguro, comprobando los canales de comunicación. 

Continuaba en la entrada del puente, esperando el permiso por parte de la Capitana para poder acceder a su interior. Pero parecía que ese momento no iba a llegar nunca.

Los comentarios en el puente me indicaba que algo no funcionaba bien en aquella nave y no me refería a la tripulación, sino más bien a la mecánica de la misma. La información fluía con rapidéz y parecía que aquel contratiempo no iba a detener el despegue de la Enterprise.

Para mi sorpresa, la Capitán Cira, delegó el mando al Comodoro y salió del puente sin responder a mi solicitud. Negué con la cabeza sin saber como tomarme aquello.

Al ver a Vrako parado, repitió sus órdenes. -Teniente Vrako, sensores internos, campos de fuerza, informe. -Lo dijo un poco más alto, la verdad es que el comandante estaba a demasiadas cosas y no se había percatado que el romulano estaba siendo tan respetuoso de las formas, en aquel momento el andoriano estaba preocupado porque la nave no tuviera un fallo en cascada o algo parecido.

Quien pareció no olvidarse de mí fue el Comodoro, un andoriano cuya altura podía intimidar a cualquiera junto aquella mirada firme. Le observé como ocupaba el asiento del Capitán y me daba mis primeras órdenes. - Sí señor. - Respondí de inmediato, moviéndome por el puente hacia el puesto que aún quedaba vacío.

No tardé demasiado en entrar en el sistema y comenzar a comprobar el funcionamiento de los sensores internos y de los campos de fuerza. Realmente no lo consideraba mi cometido, pero su lectura era bastante sencilla. - Todo correcto, señor. El sistema no indica ninguna anomalía. - Indiqué con voz clara y semblante serio, sin dejar de mirar los mensajes de la pantalla.

- Comandante, el puente es suyo hasta mi regreso. Aproveche el momento para que la nave se encuentre en condiciones – añade antes de salir del puente. A veces hay que delegar y saber muy bien cuando hacerlo.

Sin esperar la respuesta del teniente comandante Shev la capitana se dirige a su despacho, cruzando por donde el teniente Vrako aguarda la confirmación para ingresar al puente.

- Permiso concedido. Proceda. - responde brevemente y al vuelo, sin perder un segundo para atender la llamada en su despacho.

-Hemos confirmado visualmente la identificación de nuestros oficiales. La mujer era... la alférez Innara Halskin, una especialista en este tipo de estudios. El hombre es Kepaar Landor, una autoridad en primeros contactos y también uno de los asesores en el establecimiento de la nueva alianza. Además, como  habrá podido ver, las armas son cardasianas. 

 Cruzando los dedos y apoyando su mentón sobre sus manos Cira formula varias preguntas fundamentales para organizar su proceder.

- Nos encontramos ante un posible revés político no menor. ¿El gobierno de Koinitiar hizo alguna declaración al respecto? Son terroristas en un planeta aliado bajo un gobierno participe de la Federación y los rehenes son nuestra gente. No podemos entrar disparando y pateando puertas, no por mucho que quisiera; y si debo actuar según las regulaciones entonces habría que acceder a las demandas de esa facción. Pedir por nuestra gente y marcharnos de Koinitiar. -

En realidad la misión es tan urgente como parece, y no corresponde actuar por instinto en situaciones como la actual. Más aun cuando el almirantazgo no ha decidido aun como proceder. Seguramente es lo que vendrá a continuación.

- Posiblemente sea una jugarreta del imperio Cardasiano, al igual que intentaron hacerlo con Espacio profundo 9 y Bajor. -

No seria la primera vez que hicieran algo por el estilo.

- Nos encontramos ante un posible revés político no menor. ¿El gobierno de Koinitiar hizo alguna declaración al respecto?

La Almirante sonrió con amargura.

-No, no. Por lo que sabemos, el gobierno ignora completamente todos estos hechos y dice que son falsos. Los yacimientos están siendo estudiados, según ellos, por nuestro personal, y aluden a un fallo en las comunicaciones para las dificultades a la hora de contactar. Obviamente, tienen que saber que mandaríamos a alguien a investigar. En cuanto a ese Dn'vengar, según ellos, no lo conocen.

Son terroristas en un planeta aliado bajo un gobierno participe de la Federación y los rehenes son nuestra gente. No podemos entrar disparando y pateando puertas, no por mucho que quisiera; y si debo actuar según las regulaciones entonces habría que acceder a las demandas de esa facción. Pedir por nuestra gente y marcharnos de Koinitiar. -

-Es evidente que aquí hay mucho más de lo que parece, y eso que ya parece que haya bastante. Su principal objetivo será rescatar a los miembros del personal de la Federación con vida. 

- Posiblemente sea una jugarreta del imperio Cardasiano, al igual que intentaron hacerlo con Espacio profundo 9 y Bajor. 

La Almirante se echó hacia delante, como si quisiera compartir algún secreto con Cira.

-Por eso precisamente le enviamos a usted. Deberá intentar por todos los medios averiguar que demonios está ocurriendo allí. Parece obvio que el gobierno Kointiariano está mintiéndonos y debemos saber por qué. Recuerde que es un planeta miembro de la Federación y que su proximidad con la frontera cardasiana es lo que lo convierte en un enclave importante. Buena suerte. Willoughby fuera.

Suena el comunicador personal del comandante. Es la capitana.
- Comandante, acuda de inmediato a mí despacho. Es urgente. -

-Voy para allá. -Respondió con rapidez al comunicador. Esperaba ser informado con los demás en la más que segura reunión, pero que pidieran su presencia antes solo significaba una cosa, información reservada.

-Continuen con los preparativos para salir. -Dijo yendo para la oficina de la capitán con grandes zancadas recorriendo el oscuro y amplio puente.

La puerta del despacho se abrió dejando pasar el enorme corpachón del comandante. -Capitana. -Saludó escuetamente, mirándola a ella pero esperando ver si la pantalla con la comunicación con la almirante seguía encendida.

La capitana está sentada tras la mesa, con aspecto serio y la pantalla de su terminal plegándose. Es evidente que la conversación con la almirante ha concluido y su presencia denota que se trata de algo importante. A pesar de toda su experiencia, cuando un capitán comparte información con su primer oficial es siempre porque la situación requerirá de un importante nivel de compromiso por parte de toda la tripulación y, en especial, de su primer oficial.

Cira contempla a su primer oficial con una mirada que manifiesta preocupación. Sus manos tamborilean sobre la mesa de su despacho, intentando resumir sus pensamientos en pocas palabras un problema mayúsculo.

- La premura de partir se debe a un mensaje de suma urgencia por parte del almirante Willoughby. En el planeta Kointinar, en la frontera cardasiana, una facción religiosa radical ha secuestrado un equipo científico que bajo el permiso del gobierno oficial investigaba unos yacimientos. El gobierno niega el conocimiento y acusa no poder entablar comunicación con nuestro grupo, mientras tanto un mensaje de la facción religiosa ordena que la Federación evacue el planeta y a todos sus oficiales. Y para demostrar sus palabras han asesinado a una de nuestros investigadores. Por lo tanto nos dan doce horas para evacuar el planeta o mataran a todos los demás.

Nuestras ordenes son rescatar a nuestra gente, averiguar porque el gobierno de Kointinar nos miente y discernir si los cardasianos tienen algo que ver detrás de todo esto. Principalmente porque las armas de la facción religiosa son carsadianas. -

Intentando resumir todo lo posible y sin omitir los puntos importantes la capitana aguarda la devolución de su oficial de confianza.