Partida Rol por web

En ese momento, las puertas del turboascensor se abrieron y entró Kepaar Landor. La situación en el puente no era precisamente tranquila, y se notaba la inquietud en todos los que estabais allí.

Kepaar accedió al puente mirando directamente a la capitana a fin de obtener su permiso.

Permiso para ingresar en el puente

La situación sin duda no parecía la mejor para las presentaciones pero Kepaar conocía bien los protocolos que habían de cumplirse en cualquier circustancia.

La capitana, quien hasta el momento permanecía en su puesto atenta a sus oficiales en el puente, fue quien saludó al consejero y otorgó el permiso necesario.

-Permiso concedido señor Landor – dijo, alzando la mano.

Y una vez que este ingresó al puente ella se levanto y se acercó al consejero para estrechar su mano.

-Supongo que tiene mucho para contar sobre Kointinar- añadió.

Shev, al recibir la comunicación del alférez tanto como la capitana, se puso discretamente al lado de la última y le susurró: “Capitana, le pido no dejar entrar a la doctora en la cabina de Vrako, salvo si el último reclama atención médica, lo que no fue el caso aquí. La doctora Connor no presenta una excepción a los demás tripulantes, a los que queda prohibido el contacto con el teniente Vrako – o más bien, es al revés, le queda prohibido a él el contacto con los demás, para no poder difundir más su irrespeto hacia la cadena de mando de la nave.”

Por eso mismo no pienso dejar ingresar a la doctora a solas a la cabina junto a Vrako. Si ella desea hacerlo deberá entrar acompaña y durante un breve momento. Nada más. No voy a prohibir a mi jefa de doctores la visita a cualquier tripulante, sin importar su condición.

Landor accedio al puente tras el permiso de la capitán.

Me temo que la mayor parte del tiempo estuve encerrado en el planeta, supongo que les servía más como rehen que otra cosa, pero tendremos tiempo de los detalles.

¿Si me permité, podría decirme alguien cual es la situación?

¿Si me permité, podría decirme alguien cual es la situación?

Con paciencia sacada de algún sitio imposible la capitana respondió adecuadamente al consejero. No es que le molestase la pregunta, en cambio la situación general le supuso un malestar general.

Nos dirigimos al sistema Damonis, a unirnos a nuestra flota en la batalla contra una armada Cardasiana. Parece que siempre fueron ellos en todo momento. – contestó al bajorano.
Y ahora dígame, porque tiempo hay. ¿Qué puede decirnos sobre su estadía en Kointinar? – insistió nuevamente Cira.

Shev tambaleó con los dedos sobre el apoyabrazos de su asiento de Segundo al mando.

En realidad no podían hacer nada que fuera ni siquiera mínimamente sensato sin tener la seguridad que la nave no iba a estallarles bajo los pies. O encima de la cabeza. De todas formas, con la amenaza pendiendo sobre ellos de más actos de sabotaje, el proyecto inmediato de lanzarse a una batalla estelar no le inspiró mucho entusiasmo a Shev, para decirlo de alguna forma…

Pulsó el comunicador. “Sin voluntad de presionarles, pero díganme, Lightman, Da’Par, ¿dónde están en sus pesquisas? ¿Les vendría bien mi ayuda desinformada, o sólo el peso de mi mirada severa para que trabajen más rápido?” No habló de todo en serio, pero sí se notó la preocupación en su voz.

Al tiempo que hablaba recorrió el puente con su mirada… No veo claro. No veo claro. No veo al traidor, y esto basta para ver todo mal. Me equivoco tremendamente en algo, y no sé en qué... Nos equivocamos todos, la capitana, yo, y todo el mundo aquí quien cree en alguien quien no se merece que se cree en él. 

La teniente Da'Par se apresuró a contestar.

Comandante, la Alférez O'Brennan ha encontrado un dispositivo extraño que pudiera ser el causante del problema, pero no estamos seguros si sea seguro retirarlo. Si conoce alguien que pudiera ser hábil en desactivación de mecanismos quizás sea buena idea enviarlo a nuestra dirección.

Shev interrumpió el canal de comunicación con Da’Par para dirigirse a Jor. “Teniente, la Alférez O'Brennan ha encontrado un dispositivo que podría ser la causa de nuestro percance presente. ¿Le tienta echar un ojo al dispositivo este en Ingeniería? De hecho, no puedo pensar en nadie más que usted con las competencias requeridas. Iría con usted.”

Realmente sólo había dos opciones: Jor y Vrako. El segundo estaba muy bien donde estaba, y Shev seguro no iba a confiarle otras tareas en la nave, y definitivamente no una tarea tan delicada.

Si Señor.  No se casi nada de ingeniería yo mismo, pero la acompaño. 

Jor iría acompañando a la alferez hasta el área de Ingeniería.  ¿Quién lo habrá puesto?  Ya averiguaría. 

Estaría atento, phaser a la mano.  Eliminar las pruebas seguramente era parte de los objetivos del saboteador o saboteadora. 

Que efectivo despliegue.  Se que una nave no hace la diferencia en una batalla mayor.  Somos una más.  Sin embargo, es desesperante no poder ir a ayudar. 

Además de sus habilidades de seguridad, pondría a funcionar su capacidad de lectura mental.

Shev le miró a Jor con un leve desconcierto, porque si no había oído mal, el último acaba de hablarle de ‘la’. Sin embargo, encogiéndose de hombros, Shev se levantó del asiento y quitó el Puente al lado del oficial táctico promoviendo la gramática de géneros equivocados. “No se quite los méritos”, le dijo el andoriano. “Además, el lado técnico lo pueden hacer Liam y los suyos. Lo que se necesita es una cierta pericia en cómo proceder en la desactivación de mecanismos.”

Kepaar asintió ante las respuesta de la capitán, no era mucho pero al menos aquel titular parecía indicar que de momento estaban fuera de peligro pero pronto eso cambiaría.

Toda la operación de Kointinar resulto ser una farsa, un fánatico religioso del lugar se puso en contra de las escavaciones, en un principio parecía una disputa religiosa e ideológica por eso fui enviado. Pero todo era una tapadera, los cardasianos estaban detrás de aquel movimiento y usando a su titere para levantar al pueblo con aquella excusa sin querer ningún tipo de explicación.

Landor avanzo unos pasos por el puente mientras miraba a la oficial al mando.

A partir de aquel momento todo sucedió muy rápido, la alferez y yo fuimos arrestados. Tras ser rescatado por la resistencia se inició un asalto sobre el palacio presidencial que acabo en fracaso y conmigo en prisión nuevamente, allí fue cuando volví a ver a la Alferez tomando una de las naves cardasianas y destruyendo el palacio

Luego de escuchar atentamente la historia de la revuelta en Kointinar decidió añadir algo más al relato del emisario bajorano.

Siempre fue todo una tapadera. Incluso hubo ataques de distracción en puntos sin importancia estratégica con la única finalidad de restar naves a la defensa general de los territorios de la Federación.

Entonces Cira hace una pausa en su charla para llamar a ingeniería.

- Aquí el puente. ¿Cómo van las reparaciones? ¿En cuánto tiempo estima poder disponer de los motores? –

El llamado al jefe de ingenieros era algo pendiente. Necesitaba conocer el grado de avance.

Ante la aceptación, por parte de la doctora, del traslado del paciente, la capitana llama a dos tripulantes de seguridad. Tiene un encargo para ellos.

Vayan a la enfermería a recibir a la doctora Connor y a su paciente, el tripulante Vrako. Debe extremar las medidas de seguridad sobre el tripulante Vrako y mantener vigilancia constante. ¿entendido? Vamos, muévanse. – ordenó y con una mano les señalo el turnoascensor.

Luego de que las fuerzas de seguridad arribaran a destino la capitana  ordenó un transporte de emergencia desde las cabinas hacia la enfermería.

Doctora. Prepararse que de inmediato se realizará el transporte de energía hacia la enfermería de usted y su paciente. Graystone fuera.
Y luego del breve mensaje la capitana ejecutó el transporte de emergencia según el protocolo médico.