Partida Rol por web

-Aunque aún no han opinado todos, creo que la mayoría parece decantarse por la otra opción... así que si es lo que queréis, lo haremos así...

Se encogió de hombros derrotado, su estado de ánimo no estaba nada bien desde que habia colgado esa llamada y estas cosas no hacian nada para mejorarlo. Algún dia se darían cuenta que el exceso de cautela tampoco era bueno, pero hasta que se dieran cuenta (o el Jedi lograra botarlo), decidió, que les acompañaría para protegerlos.

-Trasher, protocolo X-23.

-*Braaap breep drrripp baooop fraaap duuup friiiz -le dice Trasher a Ayuz- Bripppp diiizz beeep douuuu baaap. Arrrp -agrega jocosamente el droide pero siendo honesto a la vez.

Tras escuchar el comentario de Ray, Trasher vuelve a hablar.

-**¿Brrrrit baap? ¿Freeep diiiip booou? -pregunta el astromecánico- Brrrip daapt

Aunque las palabras o, mejor dicho, los pitidos que el droide intercambia con Ray no les inspiran confianza a algunos de vosotros, conociendo la personalidad de Trasher y su tendencia bromista es casi seguro que esté de guasa y que tanto él como Ray le estén buscando las cosquillas a Dacen, quien es el que tiene los valores morales más estrictos.

Viendo que la mayoría estáis de acuerdo en usar la esclusa, lo que claramente le alivia, Raalo os habla.

-Considerando que ya habéis tomado una decisión, es hora de cruzar esa “nube” de restos -os dice el neimoidiano- Ya podremos discutir quienes abordan el crucero una vez que estemos acoplados a la esclusa.

Ayuz asintió ante las palabras de Neimodiano y se volvió a la cabina de mando. No le gustaba mucho discutir acerca de que plan deberían o no hacer, le gustaba ir a la acción directamente pero ahora no estaba sola así que se estaba acostumbrando a esta clase de debates. Por suerte sus compañeros eran gente de bien y solían ponerse de acuerdo rápido, más o menos.

-Bueno, nos ponemos en marcha-dijo por el comunicador- todo el mundo a sus puestos, no me gustaría que nadie saliese herido si nos impacta un trozo de chatarra. Hare lo que pueda por evitarlos.

llego a mi puesto a intentar poner los escudos, dejo mis cosas a un lado y me preparo para iniciar el trabajo, pero los generadores de escudo se ponen a reírse de mi.  "maldito cacharros, funcionar de una maldita vez", le empiezo a dar golpes en la mesa, furioso, por los malditos cachivaches tecnológicos.

Todos se van a sus puestos y Nina prepara en el terminal el análisis de los restos para pasarlos a la cabina, con esos datos debería ser más fácil calcular la trayectoria de cada objeto y esquivarlo.

- Bueno ahí van mis cálculos, espero que lleguemos de una pieza.

Ya empezaba lo bueno, sólo queda esperar que consigamos llegar de una pieza.

Ray se puso en los mandos y fue asistiendo a Ayu en silencios, sólo rotos por comentarios para corregir rutas o calcular velocidades, estaba demasiado centrado y ofuscado para decir algo más.

Me ha parecido escuchar unos ruidos, como a golpes, por ahí... debe ser mi imaginación...*

Trató de concentrase en lo que estaba haciendo para proceder con eficacia con la misión. Tanta división no quedaba muy bien ante el cliente, y ahora deberían compensarlo mostrando cierta eficiencia y compenetración en el campo de operaciones.

 Desde mi asiento, observaba en silencio las maniobras que realizaban los demás, procurando no distraerlos, ya que lo último que quería era que nos la pegáramos contra unos escombros.

 Ahora mismo esto estábamos en una parte muy delicada de la operación y el equipo tenía que estar concentrado y actuar en perfecta armonía.

-  A ver Ayuz, llévanos con cuidado. Los trozos grandes se esquivan, los pequeños... se pasa por donde menos haya.

Aquello de momento era fácil y por fin avanzaban hacia el objetivo

-Tranquila Baronesa, no es la primera vez que cruzo un mar de chatarra-le dijo sin tomarse a mal las palabras de la Mon Calamari. No es que le gustara mucho que le dijeran cómo tenía que hacer su trabajo, pero tampoco es que hiciese mucho caso nunca asi que se limitó a seguir hacia la nave.

Una vez que todos estáis en vuestros respectivos puestos, Ayuz enciende los motores y con los sentidos alerta y la colaboración de los demás comienza a atravesar la nube de restos. Aunque la mayor parte de la travesía transcurre sin problemas y vuestra nave solo recibe un par de impactos menores que son fácilmente repelidos por los escudos, a mitad del trayecto os cruzáis de repente con un retorcido fragmento de metal de gran tamaño que por la forma debió haber sido una de las torretas turboláser del crucero. Por desgracia, no solo la piloto twi’lek no llega esquivarlo debido al reducido espacio de maniobra sino que Dacen no logra alcanzarle con los cañones y destruirlo antes de que impacte contra vosotros así que simplemente no os queda nada más que hacer aparte de cruzar los dedos y sujetaros con fuerza. A pesar de que pensabais que sería inevitable sufrir daños, el impacto no os alcanza de lleno sino que os da casi tangencialmente y además los escudos que tanta guerra le dan a Gor se mantienen firmes evitando así todo daño y que solo tengáis que sufrir un ligero sacudón que hace que los que estabais de pie perdierais la estabilidad pero sin caer al suelo.

Aliviados al saber que habéis salido indemnes, continuáis atravesando la nube de restos y en poco tiempo alcanzáis el crucero y os acopláis a la esclusa de la parte externa de la derruida nave.

Una vez que estáis enganchados al casco del crucero, Raalo os habla.

-A pesar de la ligera sacudida, debo decir que ha sido un agradable paseíto -os dice el neimodiano con un ligero tono bromista- En fin, ahora toca la parte difícil pero también la más rentable. Id a por vuestros trajes y reuniros conmigo frente a la esclusa de vuestra nave una vez que estéis listos. Mientras tanto, yo iré a ponerme el mío y a buscar a mi droide de energía -sin nada más que decir, Raalo se marcha dejándoos solos.

Luego de poneros vuestros trajes y de haber hecho todos los preparativos necesarios, os reunís en el punto acordado pero extrañamente el neimoidiano no se encuentra allí. Sin embargo, antes de que empecéis su búsqueda, la esclusa de vuestra nave se abre y tras ella aparecen Raalo, equipado con su traje espacial y con el blaster a la cintura, y el droide de energía.

-Bien, veo que ya estáis aquí -os dice el neimoidiano- Como me aburría de esperaros, me puse a examinar la esclusa del crucero y a trastear con el panel de acceso -agrega señalando con el pulgar la puerta que se halla al otro lado del pasillo- Al no haber energía ni tampoco un terminal donde conectar a mi rectangular amigo, no puede abrirse automáticamente así que tendremos que hacerlo a la vieja usanza, o sea a los tirones. Otra opción sería cortarla con algún arma de energía y hacer un agujero lo suficientemente grande por el que podamos pasar pero como los cortadores de fusión normales apenas le harían un rasguño, a menos que contéis con un sable de luz como usaban los jedi no creo que podamos hacer mucho -acto seguido, Raalo centra inmediatamente su mirada en Ray- Y antes de que nuestro amigo con tendencia a volar cosas diga algo, también podríamos usar explosivos pero si os soy sincero, temo que haya algún efecto colateral. La zona ya de por si es algo frágil y una explosión mal calculada no solo volaría la esclusa sino que puede llegar a afectar los soportes laterales haciendo que el pasillo al que queremos acceder se derrumbe -os comenta el ex-separatista aunque antes de terminar de hablar agrega unas últimas palabras- Y me olvidaba, lo ideal sería que vuestro droide anule la atmósfera y la gravedad del pasillo de acoplamiento ya que así no solo nos será más fácil abrir la esclusa a la fuerza sino que también evitaremos que el vacío del interior del crucero nos succione.

Como parece la costumbre Raalo se adelanta a todo el mundo y ya tiene las instrucciones preparadas para cuando el resto esta preparado, como no estemos atentos atentos este tipo nos la juega y ni nos enteramos...

- Bueno si nuestra lata no anula la gravedad quizás alguien cuente con una herramienta de corte bastante buena - no iba a decir que Dracen es un Jedi, pero esperemos que al tipo le de por sacar el sable y rajar la puerta, al menos para justificar su utilidad al grupo. 

 Le dediqué a Nina una sonrisa carente de humor, captando su indirecta. Procedí a ponerme el traje espacial, mientras esperaba que el grupo se dispusiera a entrar en la nave más grande...

Ayuz se reunió con el resto en cuanto pudo. La nave no había sufrido ningún daño por lo que había sido un éxito aunque, si los dos cazas los hubieran atacado en ese sitio hubieran tenido problemas para salir airosos. 
Cuando llegó Dracen ya estaba poniendose un traje, según supuso Ayuz, para abrir la escotilla.

-Supongo que Talikah te acompañará pero no estaría mal que Nina o Gor bajasen, 6 ojos ven mejor que cuatro-sabía que no les hacía falta ayuda. La fuerza ya era suficiente pero aún así no le gustaba eso que alguien de su tripulación se arriesgase tanto sin tener a alguien cubriendo su espalda.

Con el traje listo y las armas en mano me voy con mi compañeros, al oír las palabras de Ayuz, "Yo les acompañare, no creo que les venga mal un tirador cubriendo sus espaldas" les digo a mis compañeros con el blaster en mano, y compruebo que tengo todo, con los cargadores y la pistola blaster en la pistolera.

No se le pasó por alto el hecho de que Raalo era muy rapido. Y eso que Ray se consideraba veloz, pero cuando se hubo enfundado el traje e ido directamente tras equiparse, a la esclusa, el ex-separatista ya había ido y venido. Hasta fantaseó de que en verdad fueran dos hermanos gemelos.

-No entraba en mis planes volar este acceso, ya que tampoco hay una ganancia tan directa como si hubiéramos entrado por el otro lado.- con eso dejaba claro que aún lo consideraba un error, pero no era un tirano ni trataba de serlo, la mayoría había votado y se había adaptado al error que solía suceder en las democracias--Y no, a los humanos no nos crece detonita cuando nos riegan, para ir tirábdola alegremente. Todo es un preciso ajuste de la balanza entre riesgos y beneficios.

Sus palabras eran un poco sarcásticas pero en su tonalidad no hubo malestar ni intención de molestar a nadie, solo quería aclarar su perspectiva antes de que se tomaran errores en torno a él mas pronunciados.

--Trasher,¿ te encargas de la gravedad?

Pensó en los equipos de asalto, cada miembro del escuadrón y sus papeles.

-El primer equipo estara compuesto por Gor, Nina, Dacen y Talikah. Los dos primeros cubrirán a los demas que se encargarán de solventar los primeros accesos. 

Kimbria no iría en el primer grupo ya que su condición de noble merecía un trato de favor, y sería una pena perderla por enviarla en primera línea de una forma tonta si se podía evitar. En cuanto a Ayu, Trasher y el propio Ray, sospesó que serían los últimos ya que manejaban la nave y en caso de problemas nada más entrar, sería bueno que estuvieran en posición por si acaso.

-Tras confirmar que todo está bien, los siguientes seremos lady Kimbria, Raalo, Ayu y yo. Mas que nada, necesitaremos tener la nave lista por si hay que recular ante un imprevisto. Seguro que lo entendeis. Trasher permanecerá en la nave, custodiando la misma y todo lo que se quede en ella, hasta nuestro regreso. Que la fuerza os acompañe.

Tras las réplicas del grupo, volvio junto a Ayu a los controles para asistirla mientras esperaba que el primer grupo emprendiera la marcha.

- El roce de antes era inevitable, fue una maniobra complicada y la resolviste bien, además pudimos salvaguardar los Tie.

Rara vez se acordaban de agradecer la excelente labor de los pilotos, así que lo hizo con Ayu, porque él sabía que la desmoralización era un enemigo muy serio a tener en cuenta y la mejor manera de combatirlo era animando a los compañeros a seguir adelante pese a todo.

Ayuz miró extrañada a su compañero. Claro que había sido inevitable, estaba controlado. Ayuz nunca había perdido ninguna nave, como mucho algún arañazo, nada que se saliera de sus cálculos. Su vida, la vida que había llevado y llevaba, era un caos. A todos los niveles, pero cuando Ayuz pilotaba era como si fuera una maestra de Shabbak. Ningún movimiento se hacía sin calcular. 

Se encogió de hombros.

-Gracias Ray-le respondió sin darle mucha importancia

Kimbria se mantuvo en silencio mientras los demás debatían cómo abrir la puerta. Discretamente se colocó en segunda fila, justo detrás de Raalo, observando al contrabandista y evitando ser vista.

Cuando sugirió abrirlo con un sable jedi permaneció impasible, aunque miró imperceptiblementea Dacen* y negó casi imperceptiblemente. No le gustaba ni el neimodiano ni su manera de actuar ni lo que sugería continuamente, parecía ir un paso por delante y no necesitarlos para nada, como si fueran simplemente un cebo. Igual era muy paranoica, pero es lo que la había mantenido viva hasta hoy...