Partida Rol por web

Mientras Caran hablaba, Seku se dedicó a revisar lo enviado por su padre y se lo reenvió con las correcciones aunque solo eran dos: La primera era descartar lo de la empresa de seguridad privada debido a que eso no haría más que causarles más problemas a los técnicos al tener que inventar también una empresa fantasma con su propio historial de trabajo y financiero; por eso lo mejor sería que fuerais un grupo privado sin ninguna afiliación, o sea prácticamente mercenarios pero de los profesionales. Y lo segundo, era eliminar el último párrafo ya que no era necesario ningún visado para visitar Alderaan.

Por último, la joven twi’lek agregó al final del mensaje una nota que decía que tanto ella como su hermano le extrañaban y que esperaba a que pudiera visitarlos pronto.

Tras revisar lo editado, le pareció razonable al fin de cuentas. Menos mal que a ella se le daban bien este tipo de detalles, hacían un buen equipo. Cuando leyó la parte final, escribió una respuesta rápida. Le habría gustado escribir algo más largo y tendido, pero sabía que ella estaba frente a su superior y debía dar uan buena imagen, así que no le puso las cosas díficiles, cuando le envió un:

"Pronto, lo prometo"

Pensaba hacerlo al finalizar éste favor, se tomaria unos dias de permiso, o uno almenos, y vería a ambos (y si hacia falta, cogería los mandos de la nave junto con Ayu, ya la convencería, e irían dijeran lo que dijeran las órdenes). Ya concretaría la fecha cuando acabara.

Tras eso, se quedó firme ante el holograma del comandante, por si deseaba añadir algo, sino, simplemente empezaria lo preparativos.

Ya parecían haber dado todo la información que había disponible, por lo que solo le quedaba ir a su habitación, "si me disculpáis, he de ira preparar todo mi equipo para la misión, tengo la sensación que vamos a necesitar mis habilidades con el rifle de francotirador" tras decir esas palabras, voy a mi habitación, ha comprobar el estado del equipo y que todo esta a máximo rendimiento posible y no hay desperfectos.

-No tiene de que preocuparse, nos adaptamos al terreno-respondió la piloto-. Si eso es todo nos pondremos en marcha cuanto antes, no deberíamos tardar demasiado en aterrizar en Alderaan.

 Asentí, mostrándome conforme ante la sugerencia de Ayuz'bepa y esperaba que los demás estuvieran de acuerdo en ponernos en camino a nuestro destino cuanto antes. Al menos parecía que la presencia imperial sería mínima, lo cual significaba que solo tenía que procurar evitar llamar su atención sobre mi persona más de la cuenta, hasta que todo terminase.

Viendo que no tenéis más preguntas y que estáis listos para el viaje, Caran vuelve a hablaros.

-Bien, me comunicaré con Trayl y les diré que ya estáis en camino. Buena caza -os dice el comandante mientras que Seku se despide de vosotros en silencio pero moviendo efusivamente la mano- Mando, fuera -agrega antes de cortar la comunicación.

Sin perder un solo instante y luego de que Trasher y Ayuz se encargan de dar el salto, todos os retiráis a vuestros respectivos camarotes para prepararos para la nueva e inminente misión. Después de un viaje relativamente corto ya que no os encontrabais muy lejos de vuestro destino, salís del hiperespacio y veis que ante vosotros se encuentra Alderaan, un planeta aparentemente de clima templado y compuesto por varios océanos y mares pero también por grandes masas de tierra que desde el espacio se ven verdes, lo que indica que sus recursos apenas han sido explotados o que se ha hecho intentando afectar lo menos posible al ecosistema.

Tras un tiempo volando por la atmósfera del planeta, finalmente avistáis en el horizonte la ciudad de Aldera, la capital de Alderaan, la cual para vuestra sorpresa no se parece a ninguna otra urbe en la que hayáis estado. La ciudad no solo se asienta en una elevada isla en medio de un lago rodeado de montañas sino sus lujosos edificios parecen encontrarse en armonía con la naturaleza ya que los árboles y los espacios verdes cubiertos de hierbas y arbustos son comunes y se ubican en los espacios entre cada edificación, haciendo que sea raro encontrar una estructura que no se halle cerca de una hilera de árboles o de un parque. Además también alcanzáis a ver el Palacio Real de Aldera, un imponente conjunto de edificios cercanos a un risco (entre el que se encuentra la torre más alta de la ciudad) y que es el hogar de la Casa Organa, la familia regente del planeta. Sin lugar a duda, si existiera algún paraíso en la galaxia Aldera sería lo más parecido a ello.

Una vez que estáis a la suficiente distancia, recibís un llamado de la torre de control del espaciopuerto de Aldera y después de responder a las preguntas de rutina, esta os asigna una de plataforma de aterrizaje que han sido construidas sobre el risco del margen oriental de la isla. Luego de aterrizar y de apagar los motores, todos os reunís frente a la rampa de acceso para después bajar juntos por ella, llegando así a la superficie del planeta y viendo que el espaciopuerto comparte las mismas características que la ciudad ya que el camino que lleva hacia la ciudad se encuentra bordeado por una hilera de árboles y de varios arbustos de llamativas flores.

Antes de que podáis dar el primer paso en dirección a la ciudad, veis que tres personas se dirigen hacia vosotros pero que estos no son los típicos inspectores de aduana sino que van equipados con ropa blindada, cascos abiertos y que en sus cinturones llevan una pistola blaster, una porra extensible y varias armas no-letales entre las que se destacan granadas aturdidoras y rociadores de gas antidisturbios. Al tenerlos a un par de metros de distancia os dais cuenta que los sujetos de la izquierda y de la derecha son miembros de las fuerzas de seguridad locales mientras que el que está en medio parece ser alguien más importante ya que, a diferencia de los otros, lleva una camisa blindada de color blanco que tiene una insignia dorada a la altura del corazón y su casco es gris aunque con una franja blanca a la altura de la frente y con detalles dorados en los bordes.

Al llegar junto a vosotros os dais cuenta que el que se encuentra en medio y el que parece ser el líder es un hombre de unos cinco o siete años más joven que el comandante Caran, de rostro anguloso con algunas arrugas, ojos castaños y bien afeitado.

-Quedaros haciendo guardia aquí, que nadie entre o salga de la nave -les dice a sus subordinados para luego miraros fijamente- Vosotros, seguidme.

Para vuestra sorpresa, el hombre no os guía hacia el exterior sino que sube por la rampa de acceso y se adentra sin tapujos en vuestra nave. Moviéndose como si conociera vuestra nave, o por lo menos la disposición de los “Clase Ciudadela”, el oficial ingresa en la sala de reuniones y ocupa uno de los asientos que hay junto a las paredes.

-Os pido disculpas por la falta de protocolo pero el tiempo apremia y cada segundo que desperdiciemos aumenta las probabilidades de que uno de mis compatriotas muera. Por lo tanto, no estoy dispuesto a perderlo con estériles saludos formales o inútiles preguntas rutinarias -os dice directamente el oficial- Soy Trayl Caltos, teniente de la Guardia de Alderaan y amigo de Vars Caran, el cual no solo me ha avisado de vuestra llegada sino que me ha dado indicaciones para reconoceros a simple vista. Si no me creéis, podéis contactar con él para que confirme mi identidad -agrega el tal Trayl con una apabullante seguridad en sus palabras- En cuanto al trabajo que ofrezco, al final os lo he simplificado ya que mientras os esperaba envié a varios de mis hombres de incognito y estos han averiguado que los contrabandistas llevan a cabo sus actividades en el distrito de almacenes de Ciudad Grieta así que vuestra tarea simplemente será ayudar en las redadas que llevaremos a cabo esta noche. La prioridad es acabar con la operación de contrabando, tanto usando la fuerza letal como la no-letal, pero si lográis capturar a los dos cabecillas con vida recibiréis una bonificación. La recompensa es de 2100 créditos por terminar exitosamente el trabajo y el bonificador por cada uno de los líderes es de 875 créditos.

Talikah se habia quedado ensimismada mirando Alderaan mientras bajaban. Era precioso! El planeta y sus habitantes tambien exhudaban una especie de paz y tranquilidad que permeaba la Fuerza. Era un murmullo agradable, sin mensaje definido pero que te relajaba. Como el ruido de agua corriendo de fondo o el repiquetear de la lluvia en las ventanas un dia de invierno mientras estabas metida debajo de las sabanas. Si algun dia acababan con el Imperio, tendria que mudarse alli. 

Llegaron al espacio-puerto y bajaron de la nave, encontrandose con su contacto. Sin perderse en detalles, debido a la situacion, les explicó lo que tenian que hacer.

 al final os lo he simplificado ya que mientras os esperaba envié a varios de mis hombres de incognito y estos han averiguado que los contrabandistas llevan a cabo sus actividades en el distrito de almacenes de Ciudad Grieta así que vuestra tarea simplemente será ayudar en las redadas que llevaremos a cabo esta noche. La prioridad es acabar con la operación de contrabando, tanto usando la fuerza letal como la no-letal, pero si lográis capturar a los dos cabecillas con vida recibiréis una bonificación. La recompensa es de 2100 créditos por terminar exitosamente el trabajo y el bonificador por cada uno de los líderes es de 875 créditos.

Pues nada, al menos no necesitaban acordarse de cual era su identidad nueva. Talikah no entendia muy bien para que les necesitaban ahora que habian descubierto la base de operaciones de los contrabandistas. Seguramente, les querian porque varios mercenarios muertos crearia menos problemas en las noticias que varios policias o ciudadanos muertos. 

Habra que mantenerles con vida. - se dijo la jedi mirando a sus compañeros, mientras esperaba que alguno respondiese. 

Alderaan era un planeta precioso, tan alejado de Balosar que le dan ganas de potar y darle una patada a todos los afortunados que viven ahí, suerte que cobramos por venir.

El tipo que nos recibe parece tan profesional como el jefe, es de agradecer que sea tan directo y nos dejen hacer nuestro trabajo.

- Mire señor, esa recompensa está bien para un local, pero nosotros venimos de fuera, somos competentes y mientras nos llevemos los tiros no se los llevarán los suyos, seguro que puede subir algo más, aquí no se ve que falten créditos.

Alderaan era muy parecida en a limpieza y orden en las calles a Bothawui, todo limpio y que nadie sospecharía de que realmente hay una red tan peligrosa que el propio territorio es neutral para todos los bandos, pero en Alderaan eso no pasa tanto, pero aquello no le importaba, y con la llegada del teniente amigo del comandante y con su nueva información, me dispongo a hablar, haciendo caso omiso a que a entrado como si esta fuera su nave y sin preocuparme por la recompensa "yo soy el francotirador del grupo, voy a necesitar un mapa de la zona o lugares de la redada para poder saber donde podre posicionarme y ser lo mas útil posible" le digo tras la intervención de Nina, para ir planeando mi parte.

 Viendo que parecía que nadie se acordaba de decir la frase clave, lo hice yo:

 - Venimos por la investigación, las redadas y por supuesto por la paga.

 Estaríamos buenos si estuviera esperando a que se dijera y decidiera que fuéramos unos impostores o algo por el estilo. O que él no fuera nuestro verdadero contacto, por lo que esperé a ver su reacción con mucha atención.

Todo lo que le contaba estaba muy bien, y se alegraba de eliminar las formalidades que nunca fueron lo suyo. Sus compañeros parecían interesados en la paga, pero le preocupaba algo. Aquello era demasiado fácil. O estaba siendo muy despistado o tramaba algo.

-Disculpa Taryl pero aún tengo que ajustar las identificaciónes falsas de mi equipo. ¿Que oficio tendremos? ¿Cual es la excusa por la que nos contratas?-le preguntó tratando de sacarle la contraseña a la inversa. Si no era quien decía y le daba cualquier otra excusa... tendrían un problema. 

Me uno a lo que dice Gor, mientras los demás detallan los créditos y las máscaradas. Tiene toda la razón, si la redada será pronto, es mejor que dejemos esos detalles para luego, ya que no va a haber mucho tiempo.

-Yo también soy francotirador, aunque seguro que no tan bueno como mi compañero. En cualquier caso, yo buscaré el lado opuesto de su posición, para cruzar los disparos y dejarles menos sitios dónde ocultarse. Ah, yo sólo disparo de forma letal. Si lo quieren vivo, ¿es problema si disparo a la pierna y les dejo cojos de por vida? Aunque necesitaremos imagenes de sus lideres, si quereis que sigan vivos.

Tras eso, me dispongo a investigar el sitio con Gor, con la información que nos presta en busca de la mejor posición para ambos.

-¿Que opinas de esto? ¿Crees que por aquí cubririramos bien la zona entre ambos? le señalo posibles puntos por el holomapa.*

-Si fuera por mi no tendría problemas en mejoraros la oferta pero se trata de una recompensa gubernamental por lo que no puedo hacerlo ni aunque quisiera -le dice el teniente a Nina.

Al escuchar la frase de Dacen, Trayl lanza un suspiro y mueve negativamente su cabeza

-Vars y su manía con las frases en clave... ¿es qué ese viejo zorro también ha acostumbrado así a su gente? Bah, da igual, por si os quedaban dudas soy el verdadero Trayl Caltos y como ya os dije antes, podéis comunicaros con vuestro comandante y él os lo confirmará con solo verme -acto seguido, el teniente le responde a Ayuz- Seréis contratistas privados de seguridad pero esperaba que vuestra gente ya se hubiera encargado de eso, se lo dije a Vars en la primera comunicación que tuvimos… En cuanto a la razón de la contratación, más que una excusa diría que es una realidad ya que en verdad nuestras fuerzas de seguridad necesitan refuerzos externos. De hecho, el contrato es oficial aunque intenté retrasar todo lo posible su anuncio para así daros tiempo a llegar primero.

Por último, Trayl mira a Gor y a Ray antes de responder aunque centra su atención en ese último.

-No creo que puedas dejar a alguien cojo de por vida, aquí tenemos buenos centros médicos -le dice el teniente a Ray con una pizca de humor para luego miraros a todos- Me da igual como disparéis o hagáis las cosas pero tengo cuatro simples reglas: Que no haya bajas civiles por vuestra parte, que no haya destrucción indiscriminada, que no aparezca un contrabandista con heridas que no pueda explicar ante mis superiores, y que trabajéis en equipo con mi gente y no que vayáis por libre. Dicho de otra forma y sin ánimos de ofender, no causéis más problemas de los que ya tengo -explica finalizando con una ligera sonrisa.

Inmediatamente, el Guardia de Alderaan se pone de pie.

-Por cuestiones de seguridad, el plan de acción y todos sus detalles los sabréis una vez que nos reunamos con mis hombres en el cuartel pero a grandes rasgos os diré que consiste en inspeccionar el distrito de almacenes, localizar la guarida de los contrabandistas y capturar, o en su defecto eliminar, a todos los responsables -os comenta el teniente- Tenéis veinte minutos para reunir vuestras pertenencias y prepararos ya que Ciudad Grieta está a unas pocas horas en speeder y no podréis volver a vuestra nave hasta que el trabajo esté hecho. Mientras tanto, os esperaré fuera.

-Por mi parte, de momento no hay nada más que aclarar, hasta que empezemos con los detalles de la misión. Te sigo.

Es evidente que no es tan sencillo como ir y coger el primer speeder que veamos, así que seguiré a Trayl, para que nos ceda algunos.

En cuanto a los preparativos, iba con su equipamiento estándar, pues ya habia salido preparado de la nave antes con las armas listas. Si resolvían la operación pronto, igual ponían de buen humor a comandante rebelde y lograba un permiso para ver a sus hijos. Eso esperaba, que pudieran prescindir de él por un dia.

Pensando en sus hijos y en la redada que iba a haber pronto, se puso de buen humor.

El tipo no les iba a dar un crédito más, pero al menos lo había intentando ya que todos estaban más pendientes de hacerse los interesantes, ahora ya tenían un objetivo, un distrito de almacenes que seguramente sería gigante y liarse a tiros cuando encontraran a los malos, ya había dejado claro que no volverían hasta que terminaran, no tenían ganas de darles alojamiento ni nada eso, a la mierda ir a echar un vistazo por ahí alojándose de gratis.

- Bueno supongo que no tenemos mucho que preparar, que somos muy profesionales y todo eso...- mientras palpaba la pistola en su pistolera oculta, con suerte no tardarían en encontrar lo que buscaban en el distrito.

Tras terminar con los preparativos y dejar a Trasher a cargo de la nave, bajáis por la rampa de acceso y os reunís nuevamente con Caltos y sus hombres, el cual sin pronunciar ninguna palabra os hace una seña para que le sigáis. Luego de una corta caminata llegáis a la salida del espaciopuerto y allí el teniente les ordena a los dos guardias que le acompañan que regresen a sus puestos mientras que él os guía hacia un speeder cercano y os dice que subáis. Sin embargo, no tardáis en daros cuenta que este no es un deslizador común y corriente sino que se trata de uno el doble de largo (y también de ancho) que un speeder normal, de construcción robusta y con el suficiente espacio para ocho personas viajen con comodidad, con dos filas de tres asientos cada una y otra más con dos asientos para el piloto y el copiloto. Mientras que vosotros vais ocupando los lugares, Trayl se coloca frente a los controles del deslizador y una vez que estáis acomodados, enciende los motores y comienza a conducir rápidamente por las calles.

Para vuestra sorpresa, Trayl no se dirige hacia el interior de la ciudad sino que toma las calles que salen de Aldera y tras cruzar el puente que une la isla-urbe con el resto del continente, comenzáis a viajar a gran velocidad por una de las rutas que se adentran en el planeta. A medida que pasan las horas, veis como dejáis atrás las montañas y los bosques para ingresar en las verdes planicies de Alderaan aunque poco después estas no tardan en ser reemplazadas por una árida y accidentada región en la que predominan las rocas, las pétreas elevaciones, los zigzagueantes riscos y barrancos y las densas nubes de polvo que dejáis a vuestro paso. Al cabo de un buen tiempo viajando por este nuevo territorio, vislumbráis que frente a vosotros se abre un ancho e imponente cañón y a pesar de no haber ningún puente o alguna otra forma de cruzarlo, el teniente no se inmuta y mantiene el rumbo y la velocidad. Viendo que ni siquiera sería posible superarlo saltando con el speeder, os empezáis a inquietar e incluso a algunos os comienza a rondar la idea de que Trayl piensa suicidarse… Sin embargo, tras saltar hacia el interior del cañón, el teniente activa los repulsores del vehículo y al mismo tiempo que comenzáis a bajar lentamente por él, también descubrís que este es mucho más de lo que aparentaba desde la superficie.

Dentro del cañón se asienta una lujosa ciudad que bulle de actividad: con parques, fuentes, lagos naturales y varios espacios públicos en el fondo, y con diversos edificios y calles cuidadosamente construidas y excavadas tanto en las terrazas del cañón como en sus paredes. Gracias a los escasos rayos de sol que llegan desde la superficie y la gran cantidad de luces de diferentes colores que hay en el lugar, podéis ver con claridad que las estructuras van desde delegaciones gubernamentales hasta hoteles de lujos, pasando por tiendas de varios rubros, restaurantes, bares y oficinas de los distintos gremios de comercio. Además, también alcanzáis a vislumbrar que los transeúntes son una armoniosa amalgama de nobles, millonarios, comerciantes, empleados estatales, trabajadores e incluso refugiados cuyo estilo de vida daría envidia a cualquier proletario de otro planeta.

-Bienvenidos a Ciudad Grieta, el mayor punto turístico de Alderaan y el centro de las actividades mineras del planeta -os dice Trayl- Hogar de los más ricos nobles y comerciantes del planeta y también de los contrabandistas que venimos a cazar.

Una vez que el speeder llega casi al nivel del suelo, el teniente lo conduce en dirección norte y después de un par de minutos más de viaje, ingresa en el amplio garaje de un edificio de dos plantas y sin ningún cartel visible que se encuentra justo en el límite entre la zona turística y comercial (la que habéis visto al principio) y la parte industrial y minera de la ciudad, que es la que se halla frente a vosotros. Luego de ver que en el garaje hay media docena de speeders aunque de los de tamaño normal, bajáis del deslizador y siguiendo a Trayl ingresáis en la edificación por una puerta lateral descubriendo así que este está ocupado por aproximadamente dos docenas de hombres y mujeres protegidos con cascos y armaduras de las fuerzas de seguridad de Alderaan y equipados con armas que van desde las pistolas hasta las porras aturdidoras, pasando por las carabinas, las granadas e incluso los escudos antidisturbios.
Al veros, los presentes abandonan sus tareas e inmediatamente os apuntan con sus armas aunque Trayl no tarda en levantar en levantar una mano dando la señal de alto.

-Tranquilos, son nuestros refuerzos de fuera del planeta -anuncia el teniente con voz alta y clara- Reunión en diez minutos y quiero a todos presentes, sin excepción.

Mientras que sus hombres vuelven a sus quehaceres, Trayl os hace una seña para que le sigáis y tras dar un par de vueltas por los pasillos del edificio arribáis a una estancia que antaño debió ser un comedor pero que ahora no cuenta con ninguna mesa aunque si con numerosas sillas dispuestas en varias filas en torno al centro de la sala. Luego de que el teniente os indica que os ocupéis una de las primeras hileras, os dedicáis a esperar y antes de que se cumpla el plazo de los diez minutos todos los ocupantes del edificio están sentados en sus respectivas sillas. Sin embargo, Trayl, otro miembro de las fuerzas de seguridad y un viejo droide astromecánico del modelo R2 están de pie en medio de la estancia.

-Antes de empezar, tengo dos avisos: El primero es que a partir de ahora todas las comunicaciones han sido anuladas y el segundo es que contamos con un grupo de contratistas de seguridad que nos ayudarán en esta misión -dice Trayl señalándoos- Puede que a simple vista no parezcan gran cosa pero no estarían aquí si no contaran un buen historial en sus espaldas -agrega el teniente indicándoos indirectamente que solo él conoce vuestra verdadera identidad- Hecho los avisos, pasaremos al asunto que tenemos entre manos. R2, el mapa.

Usando su proyector holográfico, el astromecánico hace que un mapa en tres dimensiones del distrito de almacenes aparezca en medio de la sala y de inmediato notáis que este está dividido en tres zonas por dos líneas rojas: La central se asienta en el fondo del cañón siendo casi la mitad del distrito y la única que durante el día recibe la luz solar, la oeste es la segunda en tamaño y está compuesta por una laberíntica red de túneles conectados entre sí, y la este es la más pequeña comparada con las anteriores y ocupa una inmensa caverna.

-Gracias a nuestros agentes encubiertos averiguamos que los contrabandistas tienen su negocio ilegal en el distrito de almacenes pero como desconocemos donde está con exactitud su centro de operaciones, tendremos que inspeccionar la zona a la vieja usanza. Eso significa que nos toca movernos con sigilo, detectar actividad sospechosa y patear puertas, aunque no os paséis mucho con esto último o tendremos a la mitad de los gremios pidiendo nuestras cabezas, ya sabéis como se ponen cuando alguien mete sus narices en sus chanchullos... -dice el teniente finalizando con una risa que no tarda en ser acompañada por el resto de los presentes- Volviendo al asunto que tenemos entre manos, nos dividiremos en tres grupos: El primero estará compuesto por mí y por dos tercios nuestras fuerzas y nos encargaremos de la parte central del distrito, el segundo lo liderará el cabo Jenks y revisará la parte oeste -dice Trayl señalando al hombre que tiene a su lado- y el tercero estará formado por nuestros compañeros contratistas e investigarán la sección este. Además, mi grupo y yo haremos de cebo y seremos los primeros en llegar, lo que significa que a menos que encontremos la guarida dentro de los primeros veinte minutos, los otros dos grupos se desplegarán y comenzarán a investigar sus respectivas zonas.

Luego de recibir una señal por parte de Caltos, el droide muestra las imágenes de un humano y de una criatura peluda que lleva un visor.

-De acuerdo con nuestra información, estos son los líderes de la operación: El primero es Kal Jorek, originario de Corellia y un peligroso contrabandista de armas ilegales buscado en varios sistemas, y el segundo es un defel que responde al nombre de Frizz, la mano derecha de Jorek y un asesino despiadado responsable de más de la mitad de las muertes causadas en el asalto contra una de las plantas geotérmicas de esta ciudad. La prioridad es capturarlos pero si veis en peligro vuestras vidas, tenéis mi autorización para utilizar toda la fuerza letal que sea necesaria -explica el teniente y en su tono de voz podéis intuir un más que claro odio hacia los líderes contrabandistas- A menos que tengáis alguna pregunta, podéis retiraros. El cabo Jenks se encargará de deciros en que grupo fue asignado cada uno.

Poco a poco, los miembros de las fuerzas de seguridad abandonan la sala y una vez que solo quedáis vosotros y Trayl, este se acerca a donde os encontráis.

-Si tenéis alguna duda, este es el momento de hacerla. En menos de una hora será de noche y entonces no habrá vuelta atrás -os dice el teniente con un tono de voz seguro pero que en el fondo contiene algo de intranquilidad- Por cierto, esto es para vosotros -agrega entregándoos un comunicador de mano un poco más voluminoso que lo normal y una tarjeta de datos- El comunicador no solo tiene una conexión directa con el mío sino que también podéis usarlo para interceptar comunicaciones ajenas, siempre y cuando sepáis como piratear una. En cuanto a la tarjeta de datos, como mi speeder es el único de capaz de trasladaros a todos juntos os lo cederé hasta que terminemos con el trabajo, simplemente insertadla en el panel de acceso y tendréis libre acceso a sus controles.

La ciudad grieta es bastante interesante, quizás pudiera sacar algo útil si tenían tiempo para echarle un vistazo a la ciudad, la explicación del teniente fue bastante clara, pero el echo de que no les asignara a nadie de su equipo y les dejará ir solos por la ciudad les demostraba su falta de confianza, pero bueno si eso eran menos problemas para ellos mejor, no tenían que preocuparse de la seguridad de los guardias.

- Bien yo me encargaré de ese dispositivo de comunicaciones, si descubrimos una señal sospechosa le informaremos - que buen juguete voy a disfrutar enredando con él.

Cuando llega el turno de las preguntas, hecho un último vistazo a las imagenes y asiento indicando que yo sí tengo preguntas.

-¿Cuantos creen que estará con ellos, apróximadamente? ¿Hay algun tipo de dato característico que pueda servirnos? Alguna rutina, táctica o arma favorita... por lo que tengo entendido, no les viene de nuevo este par de prendas, así que seguramente tengan algún perfil. También querría preguntarles si tienen información del complejo, para añadirlo a nuestras terminales. Un mapa, podría ayudarnos para evitar fugas innecesarias, si podemos taponar las salidas.

No era de hacer preguntas, y las pocas que tenía en mente las acaba de hacer Ray, "yo no tengo nada que preguntar, pero tengo una duda, si alguno conoce la zona, ¿podrían indicarme la mejor posición de tiro para la redada?, soy el francotirador del grupo y es lo unico que necesito saber" le pregunto al teniente e intento memorizar la cara de los 2 criminales importantes para poder derribarlos y no volarles la cabeza.