Partida Rol por web

-Desconocemos cuantos miembros forman parte de la banda y mucho menos cuantos puede haber en su guarida pero yo esperaría como mínimo poco más de una docena. Por eso, os aconsejo ser prudentes y en cuanto encontréis su centro de operaciones, contactad conmigo y os enviaré refuerzos -le responde el teniente a Ray- En cuanto a la información, lo que habéis visto es lo único que tenemos. No hemos podido infiltrar a nadie dentro del grupo y lo que conseguimos proviene de agentes encubiertos en otras bandas que han hecho negocios con los contrabandistas, por lo que podría decirse que hemos tenido suerte al enterarnos de quienes son los líderes y a la hora de acotar la búsqueda a un solo distrito… -acto seguido Trayl le dedica unas palabras al R2 y el droide os envía a cada uno de vosotros una copia del mapa de la zona- El distrito es bastante grande y para bloquear todas las salidas con efectividad se necesitaría el doble de la gente que tenemos aquí. No, vuestra mejor opción es moveros con cautela e intentar pillarlos por sorpresa.

Luego de haberle respondido a Ray, el teniente se gira hacia Gor.

-Dudo que encuentres una buena posición de tiro. Cada almacén tiene su propia altura y es imposible tener una línea de visión clara que abarque un área extensa, además al haber varias calles principales, secundarias y callejones solo podrías realizar un disparo con éxito antes de que el resto de los objetivos alcancen una cobertura.

 - Supongo que ninguno de vuestros agentes sabría de algún ex-miembro o alguien cercano a alguien de la banda que pudiera decirnos por donde empezar a buscar, ¿verdad?. - Pregunté al teniente.

-Supones bien. Si supiéramos de la existencia de un antiguo miembro o la identidad de algún conocido de un integrante de la banda no estaríamos aquí, listos para inspeccionar un distrito entero -aunque sus palabras llevan algo de sarcasmo, Trayl hace todo lo posible para que no se note, manteniendo siempre su respetuoso tono de voz.

Comprobó todos los datos que le mandaban, parecía que la cosa cada vez estaba más clara. Sin embargo, pensó en la posibilidad de reventarlo todo cargandose las estructuras e impidiendo que salieran de ahí.

Aunque era cierto que habían mencionado que mejor capturarlos con vida, no impedía eso que preguntara por si acaso.

-Por último, ¿hay algún daño material que debieramos evitar? Creo que con eso por mi parte ya estoy listo.

Al escuchar la pregunta de Ray, el teniente hace una pequeña mueca.

-Deberían evitar todo daño material que no pudieran compensar con vuestros propios bolsillos -responde Trayl- Más de la mitad de los almacenes del distrito les pertenecen a los gremios mercantiles y están llenos de bienes costosos, ya sea de importación o de exportación, por lo que si destruís algo que cueste más que una puerta no solo tendréis que usar la recompensa para reparar los daños sino que puede que también tengáis que vender vuestra nave y vuestro equipo.

Viendo que no hay más preguntas, Trayl vuelve a hablaros.

-Bien, aún falta un par de horas para empezar así que mientras tanto podéis quedaros aquí o dar una vuelta. Sin embargo, no podréis abandonar del edificio, esta es una operación cerrada lo que significa que hasta que sea el momento, las puertas quedarán cerradas a cal y canto y nadie podrá entrar o salir.

Luego de que el teniente y el astromecánico se marchan dejándoos a solas, vosotros os dedicáis a pasar el tiempo de la mejor forma que se os ocurre hasta que al cabo de unas horas, el oficial de la Guardia de Alderaan se vuelve a reunir con vosotros aunque sin la compañía del droide.

-Es el momento de actuar -os dice Trayl- Como ya os he informado en la reunión, mi grupo será el primero en salir así que a menos que encontremos la guarida o nos topemos con resistencia, dentro de veinte minutos os tocará a vosotros y al grupo del cabo Jenks desplegaros y empezar a investigar en vuestras respectivas zonas. Moveros con cuidado y buena caza.

Tras despedirse, el teniente se marcha y detrás de él se van dos tercios de los miembros de las fuerzas de seguridad que se encontraban acantonados en el edificio. Luego de una tensa espera en la que no recibís ninguna comunicación, el cabo Jenks se acerca a vosotros.

-Se ha cumplido el plazo así que es hora de desplegarnos. Subid al speeder que os dejó el teniente y seguidme de cerca, una vez lleguemos al distrito os indicaré en que dirección tenéis que ir.

Moviéndoos con rapidez junto al resto de los presentes, vais al garaje y subís al deslizador de Trayl, encendiéndolo luego de colocar la tarjeta de datos en el panel de acceso. Una vez que el cabo y sus hombres están acomodados sobre sus respectivos speeders, las puertas se abren y todos los vehículos salen a gran velocidad.
Con las fuerzas de seguridad encabezando la marcha en dirección norte y con vosotros en la retaguardia, alcanzáis a ver gracias al pequeño fragmento de cielo que se puede observar desde el fondo del cañón que la noche ha caído en el planeta y que la iluminación artificial de la ciudad ha bajado levemente su intensidad señalando este mismo hecho. Además, también notáis que a medida que pasáis y en una sección de unos trescientos metros, las luces a vuestra espalda adoptan una tonalidad naranja y al preguntar el cabo os responde por el comunicador que se trata de una de las características de la ciudad, las luces pueden adoptar varios colores y cada uno tiene su propio significado, en este caso el naranja señala alerta o peligro. Por lo que os comenta Jenks, se trata de una medida que Trayl tomó para que nadie se acerque al distrito de almacenes, formando así un perímetro que alerte a los habitantes pero que también esté a la suficiente distancia para que nadie del distrito al que vais pueda verlo.

Al cabo de varios minutos de viaje, finalmente llegáis a vuestro destino y aunque el lugar es exactamente igual que el mapa que visteis en la reunión, tenerlo de frente y poder verlo con vuestros propios ojos resulta ser mucho más impresionante. Ante vosotros se abre una vasta e imponente extensión compuesta por edificios de metal de diferentes formas y tamaños, algunos con carteles que señalan a quien pertenecen y otros sin señalización, además el espacio que hay entre cada uno de ellos varía formándose así desde calles tan anchas como avenidas en la que tres batallones de soldados podrían marchar de frente hasta otras tan estrechas como callejones en la que es imposible transitar con un speeder.

Después de deteneros frente en la entrada al distrito, el cabo os habla desde su speeder.

-Aquí nos separamos. A vosotros os toca la parte este así que seguir esa calle y llegaréis casi de inmediato -os dice señalando una calle de tamaño medio que hay a vuestra derecha- Buena suerte y comunicaos con el teniente si encontráis la guarida de los contrabandistas o si os topáis con problemas.

Acto seguido, los miembros de las fuerzas de seguridad aceleran sus vehículos y toman una calle que hay a la izquierda y que lleva hacia la pared occidental del cañón, desapareciendo de vuestra vista al cabo de unos minutos. Por vuestra parte y sin perder más tiempo, seguís las indicaciones y tomáis la calle que os señaló el cabo.
Después de unos pocos minutos de viaje, veis que ante vosotros se encuentra la pared oriental del cañón y que en ella hay una inmensa entrada semicircular de casi un kilómetro de diámetro. Tal y como os indicaba el mapa, tras cruzar la entrada arribáis a una amplia caverna ocupada completamente por otro variado conjunto de almacenes de diversas formas y tamaños: Habéis llegado a vuestra zona asignada y es hora de empezar con la investigación.

Después del tostón de espera, por fin nos ponemos en marcha y llegamos al impresionante distrito lleno de edificios hasta donde alcanza la vista, ahora ya es nuestro momento de brillar y buscar problemas...

- Bueno Ayuz, tu y yo somos bastante atractivas, Talikah te quedo fuera que no veo muy buena para ciertas conversaciones... podemos ir andando tranquilamente y hacernos las despistadas  con quien nos crucemos, no creo que se muestren muy desconfiados con unas "pobres señoritas" aburridas que salen de currar...

Espero la respuesta de Ayuz, si las cubrían bien podían observar mucho sin levantar sorpresas.

Tras despedirse unos de otros, y llegar a la zona desde dónde empezaría la misión, Ray observó conteniendo la respiración la calle del semicírculo cuan grande era.

Era evidente que usar desplazamiento motorizado les ahorraria tiempo y cansancio, pero el comando, sabía que a veces las comodidades eran contraproducentes.

Y ya de camino hacia la "cueva" les comentó a sus compañeros:

-Es mejor no llevar vehículos, aparte de que para maniobrar en terreno desconocido a gran velocidad es una mala idea, podríamos saltarnos cualquier pista debido a la velocidad, por no hablar de tentar a la suerte de ser reconocidos.

Las chicas estaban dispuestas a seguir su plan de chicas de afecto negociable, por lo que Ray comentó:

-Si os parece bien, Gor y yo os damos cobertura desde los tejados, iremos siguiendoos poco a poco, lo que tardemos al manejarnos por arriba, quedará compensado por el alcance de las armas. Sólo por si acaso. Los... -reprimió el impulso de decir Jedis, por si acaso- ...Dacen, Kimbria y Talikah, deberían ir tras ellas, a una distancia razonable, por si surgen imprevistos poder reaccionar de cerca de ser necesario. ¿Estáis de acuerdo?

Una vez las cosas se aclararon, se puso en marcha.

 No veía nada malo en el plan expuesto, así que me limité a asentí en silencio. Confiaba en que todo marchara sin incidentes, más allá de los que esperados.

 De todas maneras, aunque entendía que era necesario, no me gustaba usar a parte del grupo como cebo, aunque la idea fuera de una de ellos, así que dejé que mi cara de disgusto lo reflejara.

Sin mas, salto del vehículo cuando este ha parado, "me iré acercando al frente y viendo lo que hay" digo cuando estoy abajo, pero con las palabras de Ray, "apoyo a Ray, creo que sería mejor cubriendo vuestras espaldas desde los tejados, no tendré una posición de francotirador, pero algo podre hacer" les digo a mis compañeros cuando cojo el rifle blaster y lo apunto delante mía y hecho un vistazo a mi alrededor, en la búsqueda de algo de peligro.

Tallish siguió al grupo en silencio, intentando pasar desapercibida. Expandió su mente junto a la del otro Jedi, intentando encontrar pistas

- No es que sea el plan más agradable, pero es un buen plan-respondió a Nina- aunque me temo que con estas ropas poco podemos hacer, creo que deberíamos cambiarnos a un modelo más...-se aclaró la garganta- más propio de las mujeres de compañia que de unas mercernarias. Yo tengo algo en mi cabina pero no creo que sea lo suficientemente... llamativo-intentaba no darle mucha importancia al hecho de tener que disfrazarse como una prostituta aunque no era la primera vez que lo hacía y no le gustaba mucho la idea de tener que ir medio desnuda por las calles frente a un posible peligro, por suerte confiaba en sus habilidades y en las de su equipo.

Tras acordar el plan de acción, lo primero que hacéis es ocultar el speeder en uno de los callejones cercanos y quitarle la tarjeta de acceso para que así no puedan robároslo, o por lo menos no con facilidad. Acto seguido, cada grupo se ocupa de sus respectivos roles: Gor y Ray examinan con la mirada los almacenes cercanos y tras encontrar uno que le permitirá vigilar desde la distancia la zona cercana, suben hasta el techo valiéndose de los lanzaclavos que llevan en sus cinturones; Ayuz y Nina acomodan su vestimenta para aparentar que están en el “oficio” y les dejan sus pertenencias a sus compañeros, quedándose como protección únicamente las armas que llevan en las pistoleras ocultas, las cuales pueden disimular entre sus ropas; y Dacen, Kimbria y Talikah se reparten el equipo de sus compañeras para que así el peso extra no limite sus movimientos.
Una vez que todos están listos, Ayuz y Nina comienzan a andar por la calle mientras que el resto las cubre desde la distancia, unos desde los techos y otros moviéndose sigilosamente entre los callejones para no ser detectados.

Luego de un buen tiempo andando y de recorrer varias calles de un extremo a otro sin descubrir nada que os llame la atención, finalmente percibís movimiento a unos trescientos metros de donde se encuentran Ayuz y Nina. Por lo que alcanzáis a ver, se trata de un sujeto con una mano apoyada contra la pared de uno de los almacenes y cuyo cuerpo está inclinado formando casi un ángulo de noventa grados, si no fuera por la pila de cajas que os obstruye la visión diríais que de acuerdo con sus movimientos está vomitando. Luego de unos minutos, el hombre se entereza y comienza a andar con paso zigzagueante en dirección opuesta a la que avanzan vuestras compañeras, aunque no sin detenerse cada tanto para darle un trago a la botella que lleva firmemente agarrada en su mano izquierda. Ahora que está de frente a vosotros, todos podéis ver que se trata de un hombre que no tendrá más de treinta años, de ojos café, cabello corto rubio, barba de unos días y despareja del mismo tono que el cabello, vestimenta desarreglada pero rica que lo señala como alguien adinerado, y un gesto orgulloso y altivo que convive con unas claras señales de borrachera.

Finalmente, el desconocido se percata de la presencia de Ayuz y Nina y de inmediato alisa sus ropas para después erguirse e intentar caminar en línea recta pero por cada tres pasos que da, dos se desvían de su rumbo haciendo que sus intentos de disimular su ebriedad sigan siendo inútiles. Aún así, el hombre llega junto a vuestras compañeras y se detiene frente a ellas, comenzando a hablarles.

Tras detenerse frente a vuestras compañeras y lanzarle una mirada de arriba a bajo con una pizca de lujuria que intenta disimular, el desconocido les habla.

-Buenash noshes, nobles y beshas damas -saluda con una breve y rápida reverencia- ¿Qué trae a tan notablesh beldades a este inoshpito lis… bis… dhistrito?

Ayuz no tenía muy buen humor en ese momento. Sabía que iba praticamente desnuda, escepto por la tira de cuero que apenas cubría sus pechos y la tela que tapaba su cintura y una de sus piernas. Por suerte el peso de su pistola, en su muslo, le daba la seguridad suficiente como para aguantar aquello. 

-Hola guapo- le dijo mientras se acercaba al tipo borracho rápidamente- menos mal que te hemos encontrado, mi amiga y yo estamos un poco perdidas, sabes?-mienttas hablaba con el le agarró suavemente de un brazo y empezó a palparle con disimulo tratando de buscar cualquier arma oculta para determinar si era una amenaza o no. Quería darle un bofetón cada vez que se quedaba embobado mirandole sus pechos, pero si no lo había hecho antes con alguno de sus compañeros no pretendía hacerlo ahora- menos mal que estas tu para indicarnos-le dijo con una sonrisa lo mas amplia que pudo.

Tremendo el primer tipo que nos encontramos es un borracho salido, lo mismo nos vale para algo, Nina dio un par de pasos dejando que el bamboleo de las caderas se marcará en el pantalón mas ceñido que tenía, y se aseguró que la pistolera no se notara en el corpiño que se había apiñado.

- Que suerte tenemos!  - mientras le da un ligero cachete a Ayuz - pensaba que nos quedaríamos atrapadas en este sitio tan aburrido, no serás un peligroso contrabandista verdad? Nos gusta un poco el peligro... que malas somos - mientras guiña el ojo descaradamente, esperemos que el imbecil no se desmaye de la emoción.

Ray tendía a desconfiar, como comando había participado en muchas misiones dónde se entrañaba juego sucio, y la suspicacia le hacía dudar de lo que veía.

-¿Un borracho en una zona que ha sido aislada de civiles? No me lo creo.

Comentó a su compañero, mientras revisaba con la mirilla a los alrededores, por si habían más observadores atentos a la escena.

-Creo que es un informador, de todas formas mejor no perderle de vista, por si trata de jugarnosla.

Aún con todo, mantuvo la vigilancia también en los alrededores por si asomaba algún actor oculto en esa pantómina.

-¿Que opinas, Gor?

 Miré abriendo mucho los ojos a mis compañeras, mientras interactuaban con el borracho, de tal peculiar manera. Definitivamente había cosas con las que nunca terminaba de acostumbrarme de ver, incluida la manera que tenían esas dos de sacar información algunas veces.

Escucho las palabras de Ray, tenia dudas, pero pronto la idea de Ray me parece coherente, "es verdad, habían dicho que la zona estaba libre de civiles para minimizar bajas en estos, no te preocupes por ese bastardo, ya me encargo yo de que no toque a Ayuz ni a Nina" y rápidamente, saco mi rifle blaster de francotirador, sabía que ellas se podían defender, pero una ayuda no les vendría mal por si las cosas se ponían feas, por lo que tras comprobar que el cargador esta en su sitio y cargado, apunto sobre el supuesto borracho.

Al ver como Ayuz y Nina se acercan hacia a él, el desconocido apura el último trago que quedaba en la botella y la arroja rápidamente y sin mirar hacia un lado, haciendo bastante ruido cuando esta estalla contra la pared de uno de los almacenes. A pesar de que el borracho levanta los hombros y hace una mueca al darse cuenta del ruido que ha hecho, su preocupación desaparece cuando vuestras compañeras ya están junto a él.

Mientras que la twi’lek le agarra de un brazo y comienza a palparle con sutileza, el sujeto emplea su mano libre para rodear suavemente la cintura de Nina.