Partida Rol por web

- Llegas tarde, Val - dijo Lucien cuando la chica entró.

Entonces entraron Nun'zacris y Baker y notó que las ropas de la chica estaban algo sucias y la herida del rostro del soldado.

-¡Val! - exclamó con sorpresa. El viejo que acompañaba a Wulryk, Suta y Sidias, se atragantó con su cerveza.

- Estoy bien - contestó Val, dirigiéndose con paso ligero hacia la barra y sacando un botiquín -. Se llevaron una buena paliza. Siéntate ahí - añadió indicándole a Baker una mesa libre.

Lucien se dirigió rápidamente hasta la puerta, con una porra de madera en la mano.

Nun abrió mucho los ojos y levantó las cejas en gesto de sorpresa, no esperaba encontrarse con sus compañeros. Imaginó que al  haber acabado todos en el mismo sitio la pista que seguían era la correcta.

-Vaya, me alegre sorpresa el encontraros aquí. Baker, creo que no necesitaremos hacer esa llamada.- Entonces recordó a Lucien y se dirigió a él - Disculpe, no me he persentado, Nun´zacris, usted debe ser Lucien ¿no?, Baker y yo nos hemos topado a Val mal acompañada y nos pareció correcto echarle una mano.- Dicho esto buscó asiento entre sus compañeros - pero bueno, creo que debemos ponernos al día.

Nun se había sorprendido a si mismo con ese exceso de verborrea, quizá la dosis de adrenalina que llevaba o el toparse de forma inesperada con sus compañeros le había ayudado a aflojar su lengua.

-Pues si usted es la hija de Lucien y lo que dice nuestro buen amigo Mitty es cierto, estamos ante la persona que podría conducirnos a un testigo de cómo las cosas se torcieron en la República Galáctica y se llegó al Imperio Galáctico, desde un singular punto de vista -contestó alegremente Wulryk a la petición de Nun de ponerse al día.

El viejo senador sonrió de manera afable a la joven, dirigiéndole un inesperado guiño de complicidad que pasaría fácilmente desapercibido si no se le estaba mirando directamente.

-Disculpe, señorita Val. Soy Vulryk Night, periodista senior del Noticias desde Dantooine, y este -dijo haciendo un movimiento amplio con el brazo- es mi equipo de investigación. Buscamos testigos de la caída de la República Galáctica para nuestro noticiario y este amable ciudadano -añadió con un gesto indicativo apuntado hacia el viejo y borrachuzo Mitty- ha tenido la bondad de indicarnos que el "viejo Talaan" podría ajustarse a lo que estamos buscando. Quisiéramos entrevistarlo y usted puede ser la llave para dar con él, por lo que parece. Será debidamente gratificada y estamos seguros que el señor Talaan estará encantado de hablar con nosotros. Nuestro editor jefe, el señor Skywalker, se muere de ganas de tener su testimonio...

A mitad de la infructuosa conversación aparecen por la puerta nuestros compañeros acompañados de la nombrada varias veces ya, Val. El hosco tabernero se dirigió como una exhalación hacia la puerta, fue perfecto porque me dio unos momentos para tratar de ocultar mi sorpresa por la aparición sin aviso de Nun'zacris y Baker.

Ya había conseguido mantener un perfecto rictus serio, sin ningún gesto que pudiera denotar que nos conocemos, pero… veo que Nun'zacris nos habla como si nos conociera de toda la vida y decide tirar al suelo cualquier coartada que tengamos y encima se sienta entre nosotros, no puedo evitar ponerme bastante nervioso y llevarme la mano a la frente… aficionados, hacer esto sin saber aún si estamos entre amigos o enemigos es bastante peligroso, le daría con el vaso de agua en la cabeza a mi azul compañero twilek.

El viejo senador parece tratar de arreglar la situación continuando la conversación con el viejo argumento de la entrevista aunque no se si ya va a convencer a alguien.

Si me disculpan un momento, necesito algo de aire, prefiero salir antes de enfadarme con alguien, así que me dirijo a la puerta para mirar si alguien está siguiendo a nuestros apresurados compañeros mientras palpo el arma debajo de los ropajes. Una vez allí decido quedarme en el quicio de la puerta, desde donde puedo escuchar la conversación pero sin nadie al lado.

El padre de la muchacha había salido despedido con alguna clase de arma hacia el exterior. Baker estaba herido, claro, pero era un tipo duro y curtido así que lo que tenía seguramente era un rasguño para él.

Por otro lado el tabernero era un... Bueno, un tabernero.

Cuando Sidas salió detrás simplemente lo seguí, además no tenía demasiado que agregar a la lengua de plata del senador.

-Hola- dice Baker al entrar en la taberna y ver al resto del grupo, antes de que pueda añadir algo mas el viejo senador hizo una apresurada presentacion para salvar la inusual verborrea de Nun, lo que depediendo de las opiniones puede ser un problema o una ventaja, ya que ahorraba el riesgo de comenter un error al fingir que no se conocian, lo que podia ahorrar muchas explicaciones -¿ha encontrado alguien de esa epoca? bien- dice Baker pues le entrevista y vamos a la siguete parada, que su editorial nos ha contrado para llevarle de un lado a otro por un tiempo limitado mister Brighnigth- termina de decir Baker con tono serio.

Tras su presentacion (y dar alguna explicacion adicional si fuera necesaria)Baker se siente en doce le han indicado y deja que le hagan la pertinete cura sin quejarse, mientras observa lo que hacen los demas. Baker ve como Sidias y Suta sale de la taberna, ciertamente el primero no parece nada feliz con el desarrollo de los hechos, lo que no le extraño demasiado a Baker, a el chaval le gustaban que los planes se mantuvieran, pero como el viejo dicho militar dice "ningun plan sobrvive al contacto con el enemigo, y a veces ni con las tropas propias". En cuanto al segundo seguramente este incomodo, por lo que sabia Baker del Twi`Lek, Suta esta mas comodo trato con maquinaria que con gente, así que optara por mantener la distacia no era extraño.

Lucien, porra en mano, miró al exterior de su establecimiento. Al parecer, no se acercaba nadie. Finalmente, tras las primeras palabras de Wulfyk, volvió su atención al interior. Val y él se miraron extrañados, mientras Mitty reía con sus carcajadas rasposas y ajadas.

- No soy su hija - Val se unió a las risas del viejo mientras Lucien fruncía el ceño y gruñía.

Las manos de la muchacha se movían con seguridad para tratar la herida de Baker.

- Talaan lleva aquí desde que tengo memoria - continuó Val -. Creo que lleva toda la vida aquí. Aunque dudo mucho que pueda ayudarles. Él... - Val echó una breve mirada a Lucien, quien negó brevemente -, bueno, no creo que la República y el Imperio sean sus temas preferidos.

- He-he - rió Mitty -. Vaya que no. He-he.

Lucien pasó por su lado, de vuelta a la barra, y le arrebató la casi vacía jarra de cerveza ante la sorpresa y las protestas del viejo.

- Viejo estúpido - gruñó el tabernero sin hacerle caso.

- Listo - indicó Val a Baker mientras recogía el botiquín.

Lucien limpiaba los vasos tras la barra, con la boca formando una final línea y mirando a Wulryk y a Baker.

Desde afuera podía escuchar el barullo que nuestros compañeros habían causado dentro -¿Acaso Baker había llamado al senador por su nombre real? Pero que idiotas- pensé pasandome los lekku por la cara.

-Sidas, Mitty nos ha dicho donde se encuentra el viejo. Quizás solo debamos buscarlo, ¿Verdad? Preguntar a esta gente es molestarla en el mejor de los casos y en el peor- mi mirada atravezó el umbral y media taberna para ver a Baker -espero que no les traigamos problemas-.
Mi voz era un susurro, solo para mi amigo.

Pensé en el Imperio y sus partidarios, aun tan vigentes. Quizás fuese peligroso, debería hacer modificaciones a la nave.

Al ver que Baker se despistaba y llamaba al viejo senador por su nombre real traté de ocultar la muesca de sorpresa con mi mano derecha, haciéndome como si me masajeara la barbilla, y también vi que Suta estaba bastante sorprendido. Me invade el desánimo, somos aficionados, yo el primero. Por suerte esta tropa que nos habíamos encontrado no tenían malas intenciones y solo el tal Lucien parecía ver a través de nuestra mascarada.

Asiento a las palabras de Suta y respondo también en un susurro nuestra presencia en esta taberna se está alargando demasiado y empiezan a aparecer huecos enormes en nuestra historia, cuanto menos contemos, mejor, resoplo, vamos a dejarles a ver si les dicen donde están, sino tenemos alguna pista por donde empezar, por lo que dicen, no será fácil reclutarle si es que es él.

Nun se sintió un poco ridículo al descubrir que casi destapa la coartada que tenían montada sus compañeros para localizar al jedi, por suerte Wulryk pareció salir del paso. Baker también había cometido un error utilizando el nombre auténtico pero al fin y al cabo se habían presentado con sus nombres reales a la joven Val, no pensó que hubiera necesidad de ocultarlos.

De todas formas ya tenían un candidato y un nombre, Talaan. Los indicios daban a entender que no sería fácil convencerle y habría que ser cautos, si desconfiaba lo más mínimo el "reclutamiento" se complicaría. Wulryk parecía un buen negociador, arte en la que Nun no estaba muy versado, su mejor arma de negociación eran sus puños. Por todo esto pensó que sería mejor mantenerse en silencio.

-Mierda- piensa para sus adentros Baker al darse cuenta de su metedura de pata -como decia Rex, si surge un problema, solucionalo- piensa Baker mientras se dirige a la barra.

Al llegar a ella Baker se dirige al tabernero -¿me pones una cerveza- le dice mientras mueve la cabeza con gesto burlon y dice como para si, pero asegurandose que el tabernero le oye -y el tipo si darse cuenta todavia- a lo que añade con el mismo tono -no se entera del mote ni a tiros- mientras pone un sonrisa burlona en sus labios.

Lucien terminó de limpiar un segundo vaso, sin dejar de mirar a Baker, antes de volverse a preparar la cerveza que le había pedido el soldado. Parte del contenido se derramó en la mesa cuando la depositó, con más fuerza de la necesaria, ante Baker.

Sin añadir nada más, el tabernero se apoyó en las estanterías a su espalda, con los brazos cruzados y observando a Wulryk.

Nun observó el gesto del tabernero y quitándole importancia pidió otra cerveza:

-Póngame otra cerveza a mi, agárica, si es posible.- dijo esto dedicandole al barman la mejor de sus sonrisas.

La situación se está descontrolando, el lenguaje corporal de Lucien dice que se está impacientando y hartando de nosotros y nuestra estúpida palabrería.

Observo el gesto de Lucien al apoyarse, esto no pinta nada bien. De nuevo con un tono muy bajo comento con mi amigo Suta, se están cargando la coartada. El viejo se está dando cuenta y se está mosqueando.

Me fijo que el anciano pone sus ojos en Wulryk, me vuelvo hacia mi compañero Suta tengo aquí el holodisco que en teoría se activa con la fuerza. Estamos buscando a un anciano que se llama Val y resulta que encontramos a una muchacha que se llama Val que conoce a un anciano extraño, ¿casualidad? No lo creo.

Saco el holodisco y lo llevo en la mano oculto para que no se vea, en teoría si Val tiene algo que ver con la Fuerza notará algo, o eso pienso. Me dirijo hacia donde está la chica señorita, ¿Quienes la perseguían? Sin duda no parece usted del tipo que busque problemas.

Praxon reaccionó rápidamente, al parecer había recordado un dato interesante acerca del nombre del jedi, yo no era bueno para esas cosas. Los nombres no eran realmente lo mío.

Me fuí detrás de él, intentando interceptarlo sutilmente sin éxito. No se me ocurría nada.

Miré entonces a Lucien, con temor, mientras pensaba -¿No era Val un humano masculino? Dios Suta, debes comenzar a notar esas diferencias-.
De reojo observé a la muchacha, según tenía entendido una de las cosas que distinguía a aquella especie eran los órganos reproductivos ¿Por qué tenían las hembras orejas también?

Baker coge su cerveza con tranquilidad -este tipo es perro viejo, va ser dificil venderle la historia- mientras se toma un trago de la cerveza con calma -aunque no imposible, lo mejor que se puede hacer es ahora es no darle mas motivos para que sospeche con un poco de suerte se calmara y se tragara la historia- termina de pensar Baker mientras le da otro sorbo a la cerveza.

En ese momento se dala vuelta para ver que hacen los demas y se da cuenta de que Sidias y Suta hablan de algo por lo bajo, aunque dado la distancia Baker no puede oirles, aunque por la cara que pone Suta parece importante, ¿pero el que?.

Val hizo una mueca ante la pregunta de Sidias.

- Guardias de la seguridad de la mina - contestó mientras recogía y limpiaba una de las mesas -. Algunos usan esa condición para sacar provecho.

Mitty se había levantado de la mesa y vagabundeaba por el local al acecho de cualquier bebida alcohólica que pudiera caer en sus manos, sin éxito; o importunando a otros clientes.

Lucien ignoraba al viejo. Sirvió la cerveza a Nun'zacris, y salió de detrás de la barra para llevar nuevas bebidas a otra mesa. Observaba ahora, sin disimulo, a Sidias.

Parece que mi pregunta no es del todo del agrado de la mujer, ni parece que el holodisco haya funcionado. Echo un vistazo a Wulryk quien no parece tener nada que aportar (*), y mis otros compañeros que vinieron con la mujer tampoco. Me paro al lado de ella, es seguro que tiene algo que ver pues Lucien no me quita el ojo de encima desde que me he acercado a preguntarle. Tuerzo ligeramente la boca y asiento, son peligrosas las minas, las corporaciones no tienen escrúpulos, mejor no andar cerca de donde estén.

Estaba teniendo una conversación insulsa. Estamos perdiendo el tiempo, ellos son pocos y nosotros más y armados.

Miro a mi compañero Baker y asiento levemente, doy unos pasos hacia Lucien, noto el arma en cintura al andar, calibro la distancia entre él y yo, para que en caso de necesidad pueda desenfundar y disparar. Mire…, aquí el que lleva la voz cantante es Wulryk pero por alguna razón no lo hace, así que decido intervenir, no se me dan bien estas cosas, tiene usted razón, somos unos chapuceros y no sabemos hacer las cosas, eso habla a pies claro que no somos profesionales ni tenemos malas intenciones. Necesitamos ayuda, sé que suena extraño, pero la precisamos. Venimos buscando a Val, señalo a la muchacha, pero nos han dicho que Val es un hombre ya entrado en años, luego no encaja mucho con la situación. No deseamos ningún mal, ni tenemos malos propósitos. Y para demostrarlo si nos indican donde está o nos acompañan en gesto de buena voluntad dejaremos aquí un compañero nuestro para que confíen en nosotros hasta que volvamos.

Las cartas estaban encima de la mesa, la moneda había sido lanzada al aire, podía salir cara y se abrirían las puertas o salir cruz y aquello sería una ensalada de tiros.