Partida Rol por web

Equipados, el grupo partió en dirección al bosque de piedra. El asentamiento no era excesivamente grande, así que no tardarían en llegar a su destino.

Kavvarad aun despertaba. Sólo unos pocos comercios ya estaban abiertos, el resto, la mayoría, se preparaban para iniciar el largo día de trabajo. Sólo las instalaciones mineras, a lo lejos, bullían de actividad, si es que alguna vez descansaban.

Tras una larga caminata, las construcciones que formaban la ciudad de Kavvarad, se terminaron abruptamente. Unos cientos de metros más allá, poco a poco, y de forma creciente, el terreno se accidentaba. Primero unas rocas sueltas. Luego montones de rocas. Y, finalmente, las formaciones rocosas adoptaban extrañas estructuras, muchas de ellas verticales, ensanchándose en su parte superior, y dando la impresión de árboles de petrificados. Habían llegado al bosque de piedra.

¿Dónde se ocultaría Talaan?

Caminamos durante largo trecho, cuando comenzamos a dejar atrás Kavvarad ya se observaron las primeras rocas. Señalé con el dedo índice nos estamos acercando, estar con un ojo abierto comenté a mis compañeros mientras avanzábamos en grupo.

Poco a poco las piedras fueron creciendo, no se veía nada verde, ni una hoja. Me detuve al pie del "bosque", rascándome la cabeza con la mano derecha, ¿Dónde demonios se puede esconder alguien aquí?, comenté en voz alta y después me volví hacia mis compañeros, quizá exista alguna cavidad natural, no me imaginaba a un supuesto caballero jedi excavando, a lo mejor podemos separarnos para cubrir más trozo.

Tras llegar al famoso "bosque", el porque del nombre quedao claro a Baker, y tambien la dificultad para poder encotrar alguien o algo en semejante lugar, lo que hacia el escondite perfecto para alguine que no quisiera ser encontrado y estaba lo sifucientemente cerca de la poblacion como para conseguir suminitros y con los suficientes escondientes como para que resulte imposible de encontrar alguein, A efectos practicos el escondite perfecto para un fugitivo.

-en muchos sitis chicos, puede que en demasiados-responde Baker -puede ser, pero en lugar así a mil sitios donde esconderte si saber como hacerlo y no solo bajo tierra- indica Baker mientras observa el terreno -No creo que sea buena idea Sidias- le responde Baker a la idea de separase mientras busca algun rastro en el suelo -dado el terreno y lo que paso ayer podria ser peligroso el separarse- termina de decir Baker mientras termina de sacar y preparar las armas y demas cosas de la bolsa en las que las ha llevado hasta el sitio.

Al parecer había problemas, el bosque de pierdra parecía un laberinto mas que un bosque. Maldije nuestra suerte en comercial y otros tres idiomas ¿Por qué no podía ser una tarea sencilla como contrabandear especias?

Puse mis manos a cada lado de mi boca, tomé aire y lo solté con vigor, exclamando un par de palabras. No era un gran comunicador pero sí sabía de muchas otras cosas, por lo que asumí que las formas geológicas de aquel lugar permitirían el rebote de las ondas sonoras. Lo que normalmente se conoce como "eco".

-SEEEÑOOOR YEEEDAAAAIIII ¿DÓNDE ESTÁAA?- exclamé pues había olvidado su nombre -NECESITAMOS SU AYUDA, LA GALAXIA LO NECESITA, POR FAVOR-.

Menudo idiota... pensó Wulryk al oír como el twil'ek se ponía a dar gritos llamando al jedi.

- Cierra esa bocaza - gruñó al tiempo que le daba una bofetada en la parte de atrás de la cabeza, justo por detrás del nacimiento de los lekku - ¿cómo se te ocurre ponerte a gritar como una colegiala? ¿piensas que estás en una excursión de campo?

Wulryk se alejó de Suta renegando con la cabeza. En que momento me busqué semejantes compañeros...

Una vez que Baker terminó de sacar su pequeño arsenal de la bolsa se acercó a donde estaba el soldado. - Me parece buena idea permanecer juntos, aunque eso suponga que nos lleve más tiempo explorar la zona... sobre todo ahora que éste se ha encargado de despertar a todas las alimañas de este maldito bosque - añadió en dirección a Suta...

Habiendo sido golpeado tantas veces por pedazos de metal (y muchas veces a altas o bajas temperaturas) el intento de ataque de Brightnight fue más bien como una palmada, a modo de llamada, en el hombro para el Twi'Lek.

-Es una excursión- dijo mirando a ambos lados -y es por un campo, por pedregoso que sea- añadió extendiendo los brazos hacia adelante y replegando los lekku contra su cuerpo -así que sí ¿Por qué preguntas?-.

Si cualquier cosa los atacaba podrían hacerlos puré con sus blasters, no había peligro pues las bestias nativas de los asteroides, aun los depredadores, solían ser pequeñas. Eso debido a las pobres atmósferas de los mismos, que había excepciones había, pero nadie mantendría esa pobre comunidad minera (apenas defendida) de estar plagado de animales salvajes.

Nun era un twi´lek de ciudad, aunque estaba deseoso de poder salir de aventura al bajar al bosque de rocas se encontró bastante desorientado.

-Tal y como es este sitio, lo mas seguro es que haya alguna clase de cuevas ¿no?

Se sobresaltó con el grito de Suta y ahogó una risa con la respuesta de Wulryk, parecía un padre regañando a su hijo travieso.

-Creo que después del berrido de Suta o se esconde o no tarda en darnos señales de vida, solo espero que no sea hostil.

Las formaciones rocosas que formaban el lugar iban desde simples agrupaciones hasta grandes columnas, pasando por formas que recordaban a árboles. Y, desde luego, eran numerosas. Y, dado la extensión del lugar, tenía todo el derecho de llamarse bosque de rocas.

Formaciones y cuevas. Cuevas que podían ser tanto simples huecos en la roca, como profundas cavernas de indeterminada profundidad. No iba a resultar fácil encontrar a Talaan en ese lugar. No parecía haber señales o rastros de la presencia de habitantes de Kavvarad. No era de extrañar, al fin y al cabo, puesto que no parecía haber nada de interés para ellos. Ni para nadie que no quisiera permanecer apartado u oculto. Incluso el grito de Suta sólo había recibido la respuesta de un corto y triste eco.

La búsqueda ya parecía infructuosa cuando Wulryk hizo detenerse al grupo y guardar silencio. Inclinó la cabeza ligeramente para escuchar mejor y, finalmente, escaló un pequeño promontorio para tener una mejor visión.

- ¡Allí! - dijo el viejo senador desde su posición.

A unos docientos pasos, una figura tambaleante parecía dirigirse a la posición del grupo.

La figura se desplomó.

Baker respondió a mi pregunta, no es que no viera donde se podía esconder pero en fin. Asentí en silencio.

A mi sugerencia de separarnos no respondió afirmativamente, me encogí de hombros y suspiré, creo que era un error pero no mandaba aquí, al menos hasta que mi vida peligrara.

Me agaché a tantear el terreno, tocando con la yema de los dedos el suelo, casi me caí al suelo cuando escuché los gritos de Suta… ¡Suta! – respondí rápidamente al escuchar sus gritos mientras me llevaba el dedo índice a los labios. No era necesario la actitud del senador quien nos había dejado vendidos en el bar el día de antes mientras saboreaba los licores del lugar.

Aquello era un grupo deslavazado a más no poder, cada uno a su aire. Sin embargo más valía ponerse en guardia ante los posibles advertidos por los gritos. De pronto el senador pareció rejuvenecer y como si un explorador se tratara se subió a un promontorio a mirar, no pude dejar escapar una sonrisa al ver al tipo que le gustaba ir en deslizador a todas partes subido a una polvorienta elevación. Sin embargo debió encontrar algo pues señaló en una dirección.

Inmediatamente me puse algo tenso y miré en todas las direcciones, ¡vamos! exhorté al grupo mientras yo mismo avanzaba unos metros y me tapaba con una piedra que me cubría bastante. Baker, cúbrenos mientras nos acercamos. Con el blaster en la mano me acerqué agazapado hasta el cuerpo.

Tras poco tiempo de buscar, sorprendentemente, encontramos a alguien en aquella insufrible formación rocosa. La figura tambaleante estaba muy lejos pero sin dudas parecía herida o agotada.

Cuando se desplomó y Sidias fue hacia ella no hice más que seguirle, pese a nuestra edad ya eran varias las veces que habíamos visto algo similar. Si teníamos suerte sería un amigo del jedi al que buscábamos y este, agradecido, nos acompañaría.
De ser el viejo maestro me sentiría un poco decepcionado.

-Espero que no se haya muerto- murmuré a mi compañero al ponerme a su vera.

Cubiertos por sus compañeros, Sidias y Suta, se acercaron con cautela a la figura. A medida que se acercaban, iba siendo evidente de quién se trataba. Las sospechas se confirmaron cuando Sidias le dio la vuelta. Era Mitty.

El anciano tenía una brecha en la cabeza, causada por un fuerte golpe. Aunque ya casi había dejado de sangrar, se veía que era relativamente reciente.

- Muchacho... - dijo tratando de enfocar su mirada en Sidias y un intento de sonrisa -. Esos bastardos... - comenzó entre toses -. ¡Bastardos! - gritó estirándose como pudo ne la dirección en que había venido -. Esos bastardos la han obligado a llevarlos hasta él. Hasta Taalam.

Mitty parecía a punto de desvanecerse.

Mi mente comenzó a trabajar como una computadora de alta capacidad. Entendí a lo que aquel viejo se refería, al menos en parte: claramente la chica había sido secuestrada por parte de un grupo similar al nuestro, no era claro si tenían buenas intenciones pero no lo parecía...

Tomé de las solapas a Mitty y le dije -¡No te mueras viejo, si nos dices hacia donde se fueron te prometo construirte un alambique!-.

A la par pensaba que los idiotas se hubiesen ahorrado todo esto de hacernos caso -imbéciles-.

Nun había corrido junto con los demás hacia el hombre que había resultado ser Mitty, le habían atizado en la cabeza y tenía una herida bastante fea.

Miró en la dirección que señalaba el viejo, por donde él había venido, tratando de encontrar a "esos bastardos".

-Creo que tenemos que ir hacia allí.- Dijo Nun- Podemos tumbar a Mitty en la nave, parece que su herida ha dejado de sangrar, hemos de apurarnos, creo que se refiere a Val, seguro que necesita nuestra ayuda... otra vez.

¿Son muchos? -preguntó al herido.

¿Quién más busca al viejo? pensó Wulryk ante la mención de Mitty de que alguien más buscaba a Taalam. - ¿Por qué justo ahora? - susurró.

Recordando tiempos pasados, el viejo senador se puso a dar órdenes sin parar.

- ¡Llevadlo a la nave y que descanse! ¡Preparad vuestras armas! ¡No perdamos el tiempo! - decía mientras gesticulaba en varias direcciones

Eché un vistazo a la herida de Mitty, no se veía muy profunda. Seguramente lo habrían juzgado como poco peligroso y con un golpe lo habían abandonado. Si nos hubieran hecho caso…

Suta me arrancó al viejo de las manos para zarandearlo, y entonces llegaron el resto. - No hay tiempo para eso –, respondí a mi sugerencia de llevarlo a la nave. Ni siquiera aunque hubiéramos venido en la nave sería buena idea, podríamos perder el rastro. Durante un momento pensé en usar algo de medipac pero la herida podría seguir así un tiempo, seguro que se había dado más golpes contra alguna esquina de barra de bar.

Acerqué mi cantimplora hacia sus labios para que echara un trago y cuando acabó la volví a guardar, me dirigí a él para completar las preguntas de mis compañeros, ¿Quiénes han sido?. Me levanté dejando al viejo en el suelo, ¡debemos darnos prisa!

Me acerqué a Suta, vamos, ten cuidado a partir de ahora, hay que estar alerta.

Baker mueve la cabeza ante la actitud de Suta mientras se adentran en el bosque de piedra, desde luego se nota que se trata de alguin poco acostumbrado a moverse por el campo. La reaccion del senador tampoco le extraño demasiado, aunque puede que hoy estuviera mas gruñon de lo normal. -Seguramente Nun, y tambien espero que no sea hostil- responde Baker a Nun.

Tras un rato de busqueda infractuosa, Baker empiza sospechar de que puede que el cantinero le haya tomado el pelo o puesto a prueba para ver de que palo van, en ese momento ve la señal del senador y mira en esa dirrecion, al ver al tipo, Baker reacciona y empiza vigilar la zona alrededor y buscar una zona desde la que cubrir a los demas. Así que cuando Sidias le pide que cubra al grupo Baker ya esta en ello.

Baker observa los alrededores de su posicion, mientras que una oreja procura enterarse de que es lo que esta pasando. Por lo que puede enteneder, alguin le asaltado (seguramente los matones de la compañia) y se ha llevado a la chica para que le guie hasta el tal Taalam.

-¿Corre peligro la vida de hombre?- pregunta Baker -si no corre la mejor sera que Suta y Wuryk se queden con el y que los demas nos adelatemos para tratar de saslvar a la chica- propone Baker.

El zarandeo de Suta hizo que el rostro de Mitty se torciera en una agónica mueca y soltara un gemido. El golpe en la cabeza, aunque no parecía demasiado grave, tenía que estar provocándole un verdadero dolor.

- Guardias... - balbuceó tras tomar con dificultad un par de tragos de la cantimplora de Sidias -... y merc... merce... narios - Mitty luchaba con mantener la consciencia -. Nos... siguieron. También... buscaban a Talaan.

Mitty alzó una mano, tratando de señalar en la dirección de la que él mismo había llegado, para terminar extendiendo cuatro dedos. Sin poder extenderlos completamente, se desvaneció.

Miré al cuerpo de Mitty tendido en el suelo, puse una mano en su pecho y miré a mis compañeros necesitamos ir todos, simplemente está exhausto. Su depravada vida no le permite seguir consciente tras un gran esfuerzo. Me levanto y rebusco en mi cinturón una cápsula con nutrientes y un comprimido para el dolor.

Señalo una roca, apoyémoslo allí, estará bien. Una vez lo hemos dejado recostado coloco al lado suyo la cápsula y me giro a mis compañeros, ¡Vamos! Parece que son un grupo numeroso.

Nun desenfundó su blaster y asintió con la cabeza a Sidias. Miró hacia donde había señalado Mitty decidido a ir, estaba ligeramente enfadado, Mitty no parecía peligroso como para que fuera necesario tratarlo como habían hecho aquellos malechores.

Entonces se detuvo, no quería dejarse llevar, debían ser cautos.

-Debemos ir con cuidado, si les cogemos por sorpresa tendremos más posibilidades.