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Stargate SG-4: Duendes

[Escena 4] El bosque de los Sidhe

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29/07/2019, 08:21
Aldo Evans

Asalto 10

El lingüista estaba exhausto, mareado y a merced del animal. Pensaba que estaba todo perdido cuando el caoleagla le miró de forma amenazante antes de caer redondo en el suelo.

Aldo suspiró y llevó la cabeza hacia atrás exhalando tanto aire como pudo antes de girar la cabeza para atender a Fern, al que había escuchado.

- Va...vale - titubeó.

Dejó a Tara tumbada en el suelo, visiblemente inconsciente y disparó al felino propinándole un último disparo de gracia.

Notas de juego

Utilizaré el Golpe de gracia como acción completa para acabar con el caoleagla, tengo que tirar el daño directamente?

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29/07/2019, 12:55
Director

Notas de juego

El daño y la tirada de ataque. Ésta es más un mero formalismo para asegurarme de que Aldo no hace nada gracioso como dispararse en un pie :P

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29/07/2019, 12:57
Aldo Evans
- Tiradas (3)

Notas de juego

Gasto un dado de acción para mejorar el daño pero PSE... xD soy el personaje de las mierdas de tiradas, esperemos que para mis interacciones sociales esto no ocurra T_T

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29/07/2019, 16:01
Director

Los ecos del combate se apagaron rápidamente con el regreso del silencio antinatural al bosque. Sólo la detonación seca del disparo efectuado por Aldo trastornó la inquietante quietud, casi como si el bosque fuera un ser vivo que pretendiera ignorar el derramamiento de sangre ocurrido en el último minuto.

Arrodillado junto al cuerpo inerte del felino alienígena, Fern pudo comprobar cómo su respiración cesaba tras hundirle su cuchillo. A pesar de las dudas del biólogo y de su vacilación a la hora de propinar el golpe mortal, éste pareció funcionar. Quizás más tarde llegaría el momento de plantearse si aquella acción había sido la apropiada pero, por el momento, los dos tau'ri que permanecían en pie se enfrentaban a otro problema: sus dos compañeros militares yacían en el suelo y no reaccionaban. La mayor Davidson, además, presentaba profusión de cortes que sangraban y empapaban su ropa, dejando restos oscuros al contacto de la sangre con la tela caqui.

Por su parte, Aldo observaba con incredulidad al caoleagla al que acababa de disparar en un intento por rematarlo. En el cuerpo del animal apareció una herida sangrante allí donde la bala había impactado, pero su respiración delataba que seguía con vida, tan inconsciente como los militares del SG-4.
 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Damos por finalizado el combate tras ver las reacciones de los últimos en pie. El caoleagla que está con Fern ha muerto, pero el de Aldo parece que es más duro y ha sobrevivido al intento de ejecución.

Alan y Tara siguen inconscientes y puede pasar un buen rato antes de que lleguen a recuperar la consciencia por su cuenta.

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30/07/2019, 12:13
Aldo Evans

- Mierda, estos animales no tienen piedad alguna - dijo el lingüista llevándose la mano a la cabeza, todavía sentía un chirrido sonar dentro de ella -. Encima te pegan uno de esos gritos y te dejan lelo - se quejó.

Miró al biólogo y luego repasó la mirada entre ambos soldados.

- Llevas algo que pueda sacarlos de ese estado, les han dado de lo lindo - comentó -. Yo no recuerdo llevar botiquín encima, pero quizá ellos sí.

Se agacho, y giró a la Mayor Davidson en busca de su mochila. Rebuscó por los bolsillos buscando un botiquín o algo que les ayudase a acelerar el tiempo en el que se despertarían.

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01/08/2019, 15:36
Director

Apremiado por las circunstancias, Aldo registró el equipo de la mayor Davidson, consciente de que su equipo de operaciones no incluía material médico. Desafortunadamente, tras pasar varios minutos revolviendo entre las mochilas y bolsas de la oficial, el lingüista no encontró nada útil para proporcionar atención médica de forma eficaz.

Mientras tanto, Fern seguía arrodillado junto al cadáver del caoleagla. No se había movido ni respondido a las quejas y llamamientos del sociólogo. Quizás se encontraba conmocionado por la acción brutal que acababa de realizar o sólo pensaba en las posibles consecuencias para el ecosistema derivadas de la eliminación de uno de aquellos depredadores.

En cualquier caso, el tiempo jugaba en contra de los tau'ri. Estaban en medio de un bosque, sin mucha cobertura y desconocían cuántos animales más acecharían a su alrededor. Sobre todo si, como ya habían visto, podían usar aquella extraña ocultación a plena vista.

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05/08/2019, 00:15
Fern Andrews

El científico miraba la sangre que había salpicado sus manos al hundir el cuchillo y sacarlo del cuerpo del animal, había quitado una vida de un animal y aunque era necesaria por las circunstancias, no estaba muy contento, pensando en si podría haberse evitado y de qué manera.
Reaccionó al rato ante las palabras y el ruido que hacía Evans, tanto tiempo mirando lo que había tenido que hacer que no se percató de lo que debía hacer ahora. Un rápido vistazo le llevó ante lo que era el herido más necesitado y sin duda que la mayor necesitaría de toda la pericia posible.

-Llevó material médico, vamos a ver a la mayor. dijo Andrews conmocionado y con la boca pastosa al tratar de digerir lo sucedido. Sin duda que no me gustaría ver a otro de éstos en este planeta ahora tocamos nosotros.
Sacó de su mochila el instrumental médico que tenía para tratar las heridas de la mayor. Para eso estaba más preparado y le ayudó a despejar la mente de la vida que había quitado hace un momento. Junto al cuerpo de la mayor sacó el instrumental y el resto del material, con el entrenamiento que le habían dado identificó las heridas más peligrosas y las fue tratando con lo que disponía, taponando, suturando y vendando, poco a poco parecía que la situación se iba controlando, pero seguro que necesitaría un médico de verdad al llegar al comando.

-Pon la mano aquí y tapona esto. Le dijo a Evans mientras sin esperar reacción cogió la mano de su compañero científico para frenar el sangrado de un corte de esas terribles garras mientras él trataba de cerrar otra herida. Así, muy bien mayor, resista. Al tiempo se detuvieron las hemorragias o eso parecía mientras el uniforme manchado de la oficial le recordaba que aunque los coleaglas debían ser respetados, no estaban por encima del equipo.

- Tiradas (1)
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05/08/2019, 11:00
Aldo Evans

El lingüista miraba con estupefacción las reacciones del biólogo Fern. Hacía unas horas estaba totalmente en contra de herir a los animales pero en caso de haberlo necesitado había puesto todo de su parte para dar buena cuenta de ellos.

- Vale vale - dijo al recibir las instrucciones pertinentes mientras el biólogo trataba las heridas de la Mayor.

Las reacciones de las heridas y los comentarios de Andrews ayudaban a Aldo a entender que no sería el último combate de la Mayor.

- ¿Y que haremos ahora, Fern? - preguntó.

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06/08/2019, 16:30
Director

Aldo y Fern se afanaron por limpiar, desinfectar y vendar las heridas de Tara, quien parecía mucho más afectada que Alan. En unos minutos, el biólogo había terminado la tarea asistido por el sociólogo. Pero antes de poder hacer lo mismo con el ranger, incluso de decidir algo más, ambos tau'ri pudieron escuchar en la lejanía, amortiguadas por la peculiar acústica del bosque, una serie de explosiones.

Los foraoisetíre no les habían parecido un pueblo con los conocimientos para fabricar o manejar explosivos y la rápida sucesión de las detonaciones distaba mucho de aparentar un fenómeno natural. Más allá del bosque estaba sucediendo algo, que se sumaba al más inminente riesgo que suponía la posible presencia de más caoleaglas a su alrededor. A pesar de los cuidados proporcionados a la mayor Davidson, y los que que podían dar al mayor Whiteface, el tiempo se estaba convirtiendo en un lujo que el SG-4 no podía permitirse. Quizás, entre los utensilios médicos de Fern, podían encontrar algo para apresurar la puesta en pie de sus compañeros inconscientes.

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07/08/2019, 22:01
Fern Andrews

La situación era complicada para los científicos, con sus compañeros militares fuera de combate y la mayor herida de consideración aunque afortunadamente estable. Sin embargo si querían salir de ahí debían despertar por lo menos a Whiteface que parecía en mejores condiciones.
- Evans, lo mejor pienso será tratar de despertarlos y buscar un refugio hasta que la mayor se estabilice algo más y luego volver corriendo al comando. Si la movemos ahora, sus heridas fácilmente se abrirán de nuevo, y esos sonidos no me agradan para estar moviéndonos con dos heridos y cruzando ese rio que nos puede arrastras mientras cruzamos. Pongámosles un parche a cada uno, busquemos un refugio para que descansen una hora más o menos, hasta que no sangre la mayor y regresemos al stargate.

Mientras estaba observando las heridas y colocando los parches en los heridos, el científico no podía dejara de mirar la dirección en la que parecían provenir las explosiones.
-Igual con media hora de descanso es suficiente, aunque sería interesante saber qué son esas explosiones. Despertad angelitos, que os necesitamos con nosotros.
La voz apenas podía contener los nervios y la inquietud de Andrews, necesitaban que los militares despertasen y rápido.

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08/08/2019, 02:21
Aldo Evans

- ¿Y no tienes nada más fuerte? - preguntó el lingüista al ver que Davidson seguía completamente KO.

Comenzó entonces a golpear suavemente el rostro de la mayor como si estuviera durmiendo y tuviera que despertar.

- Alguien la está liando - concluyó Aldo al oír las deflagraciones.

Esperaba con todas sus ganas que los enemigos que los sidhe ya habían echado con anterioridad no hubieran decidido volver a por la revancha, quizá sí no lo decía no se materializa se, pero si cabeza no podía dejar de sospechar.

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08/08/2019, 16:06
Director

Lo primero que rompió la oscuridad en la que yacía Alan fue un eco lejano, el sonido distorsionado de algo que, paulatinamente, identificó con voces. Al principio, le costó distinguir las palabras pero era claro que se trataba de Aldo y Fern; ambos civiles discutían o dialogaban, aunque pronto el ranger tuvo que preocuparse de otras cosas: conforme su conciencia regresaba, las señales de su cuerpo dolorido eran traducidas por su cada vez más despierto cerebro.

El dolor lacerante de sus heridas actuó como un detonante para terminar de despertar al afroamericano, que pronto estuvo en condiciones de incorporarse. Y de quejarse.

- Tiradas (2)
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08/08/2019, 16:15
Director

Lo primero que rompió la oscuridad que envolvía a Tara fue un eco lejano seguido del tacto de una mano contra su rostro. El sonido parecía amortiguado pero se aclaró progresivamente hasta que su cabeza cayó en la cuenta de que era Aldo quien hablaba. En un principio, resultaba difícil discernir lo que estaba diciendo pero las sensaciones comenzaban a ser más vívidas para la oficial de las Fuerzas Aéreas; tanto la voz del sociólogo como el dolor de sus heridas ocuparon rápidamente la atención de su cerebro consciente.

La capacidad de sentir dolor, entre otras cosas, sirvió a la mayor como estimulante para tratar de incorporarse y averiguar qué había ocurrido con los caoleaglas y sus compañeros.

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08/08/2019, 16:21
Director

La combinación de medicamentos aplicados a través de los parches dérmicos obró su milagro en algo menos de un minuto, cuando Alan y Tara comenzaron a gruñir por lo bajo y a moverse. Era obvio que estaban doloridos y no en plena forma, pero la consciencia volvía a ambos rápidamente. O, al menos, lo suficientemente rápido como para quejarse por el dolor debido a sus heridas.

El eco de las explosiones ya se había apagado y no se repitieron pero, esta vez, los tau'ri percibieron un nuevo sonido. A pesar de la distancia, dió la impresión de ser algún tipo de vehículo aéreo que había sobrevolado alguna zona a poca distancia del bosque. Incluso Alan y Tara, con sus sentidos algo embotados por la inconsciencia, fueron conscientes de ese movimiento en el aire. Pasado ese momento, la quietud antinatural del bosque envolvió de nuevo al SG-4, quienes parecían incapaces de quebrar aquel estadio incluso con sus quejidos y sus movimientos.

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09/08/2019, 00:56
My. Alan Whiteface

El combate había sido extenuante. El cuerpo entero gritaba de dolor y mantenerme de pie era un esfuerzo inmenso.

¿Habeis sido capaces de identificar lo que nos ha sobrevolado? No me gustaría tener que tener otro enfrentamiento en nuestro estado.

Mi vista se dirigió hacia Tara.

¿Estas bien?¿Podrás continuar?

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09/08/2019, 11:50
Tara Davidson

Gimo a medida que empiezo a recuperar la consciencia.

¡¡Mierdecilla!! El dolor es tu mejor amigo, el dolor te mantiene consciente, te recuerda que sigues con vida y que tienes que mover el culo ¡así que mueve el culo! -Aquellas palabras, dichas por el sargento instructor Chapman cuando yo aún era apenas una cadete en la academia, por alguna razón me vienen ahora a la cabeza.

-Su puta madre - Chapman era un cabrón, pero hizo un buen trabajo y parte de razón no le faltaba. -Sigo con vida. 

- ¿Aldo?- Mascullo confusa, al reconocer su cara mientras empiezo a incorporarme, haciendo un gesto de dolor durante el proceso. - Ahh  ¿Qué...  que ha pasado? - Digo sin acabar de comprender cómo es que seguimos con vida - ¿Habéis matado a esas cosas? -Les pregunto sorprendida positivamente, había infravalorado las aptitudes combativas de los dos científicos del grupo.

Mis palabras se ven interrumpidas por el sonido de la nave que nos sobrevuela. Me quedo mirando al cielo, cómo todos, pero supongo que la persistente niebla sigue siendo demasiado densa, o quizás es que mis ojos aún no enfocan del todo bien.

-Si, creo que si. - Respondo a Alan, mientras me levanto, tomando prestada la mano de Aldo, quien tira de mi para ayudarme a ponerme en pie.

Me masajeo el cuello mientras, de forma casi inconsciente, mecánica, lo primero que hago es recuperar el arma, examinar su estado y comprobar la cantidad de munión que me queda. Parece que estamos bastante machacados, pero creo que aún podemos proseguir con la misión. No pienso irme del planeta sin descubrir algo  aparte de una nueva especie de felinos hideputas.

-Echemos un vistazo, con precaución. 

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11/08/2019, 02:01
Aldo Evans

El lingüista suspiró profundamente cuando vio a ambos soldados abrir los ojos.

- Por el amor de... Nos habéis tenido en vilo - comentó mientras veía como se reponían -. Hemos logrado acabar con ellas, pero casi acaban con vosotros, no se qué hubiera pasado si no llega a estar Fern.

Aldo tragó saliva ante las palabras de la mayor, tendrían que ir a investigar que eran esas naves pero no le hacía no pizca de gracia. Asintió igualmente y se preparó para seguir avanzando.

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13/08/2019, 16:15
Director

Con cuidado, ambos militares terminaron por incorporarse. No hubo más explosiones ni sonidos de aeronaves al surcar el cielo sobre sus cabezas, más allá de las copas de los árboles. Pero, por muy intrigantes que fueran aquellos hechos, el SG-4 tenía una misión y, con eso en mente, recorrieron las pocas decenas de metros de senda marcada por las piedras blancas hasta la pared de roca gris que habían avistado antes de ser emboscados por los caoleaglas.

El farallón era un muro vertical natural de unos doce metros de altura; del borde superior sobresalían algunas raices y una tupida capa de hierba colgaba unos pocos centímetros. Volutas de niebla densa parecían precipitarse como una cascada por esa maleza, sólo para desvanecerse en el aire algunos metros más abajo, antes de llegar al suelo que los tau'ri hollaban. La cara del obstáculo natural era irregular, como si el suelo se hubiera resquebrajado por capas de distinta dureza al surgir el extraño acantilado; también presentaba suficientes rugosidades como para poder escalarse, llegado el caso. La muralla natural se extendía hacia el este y oeste, con un ligero desvio este-noreste, hasta donde el bosque permitía alcanzar a su vista.

Pero lo realmente extraño era que la "senda" definida por los pilares de piedras blancas les había apuntado hasta una grieta en el farallón; una hendidura en el terreno elevado que recorría la pared a lo largo de toda su altura. Aquella abertura en la roca tendría entre 80 y 90 centímetros de anchura y serpenteaba al internarse en el desnivel. Las irregularidades en las paredes de la grieta descartaban un origen artificial, al tiempo que les avisaba de posibles variaciones en la anchura del angosto pasaje.

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13/08/2019, 21:23
My. Alan Whiteface

Esperad un momento aqui

La imponente piedra delante abrumaba por su altura. Aquella grieta parecía llamar a pasar por ella y, evidentemente es lo que debíamos hacer, pero esta vez con cuidado. No sabía lo que podía guardarnos dentro pero mejor ir con prudencia.

Me acerqué a la hendidura y con la linterna alumbre dentro para comprobar que el camino estuviera libre y no se cerrara peligrosamente.

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13/08/2019, 22:28
Fern Andrews

Los parches hacían su efecto y los militares llegaron a despertarse por fortuna para todos. En cuanto el aturdimiento dejaba paso a la claridad de mente para tomar conciencia de la situación ante lo que podía ser lo que tenían encima, una nave sobrevolaba la zona o eso parecía, debían moverse y eso estaban haciendo, buscar lo que estaba apartado en este bosque.

- Ha sido mucha suerte la que hemos tenido, casi no lo contamos.
había sido más suerte que otra cosa el haber acabado con los caoleaglas, había tocado sudar mucho y los golpes que se llevaron los militares fueron los que posibilitaron la supervivencia del grupo, si no hubiesen aguantado tanto castigo y causado tanto daño, Evans y Andrews no hubiesen sido de mucha ayuda y el resultado habría sido muy diferente.

Tocaba continuar, adentrándose en el camino que tenían, el mayor Whiteface nos indica esperar mientras él se adelanta, sin ningún problema pensó el científico, por hoy ya tenía Andrews la ración de combate que podía soportar