Partida Rol por web

- Sí, Fern, he barajado esa posibilidad y tienes razón, tengo que hacer fotos de esto, no disponemos del tiempo necesario para hacer un estudio comparativo, ni el material, tendré que llevarme el trabajo a casa - dijo el lingüista con una sonrisa, alzando los hombros.

Guardó el cuadernos y sacó de la mochila la cámara de fotos y le instaló el flash y comenzó a fotografiar los símbolos.

Algo era algo. Habíamos encontrado algo de interés y Aldo y Fern se estaban encargando de documentarlo para su posterior estudio de regreso a la base.

Aún quedaba saber como salir de allí sin volver a pasar por la puerta de entrada, aunque no veía que fuera posible.

¿Creen que es una especie de arma o algo así?

Me volví hacia Tara.

Tara. Vigila la entrada. Creo que tendremos que volver por nuestros pasos para salir de aquí. Mira que no venga nada.

Los restos humanos parece que no me dicen nada más así que tras examinar el cadáver me incorporo y remoloneo por la sala examinando las imágenes fantasmagóricas y el resto de la sala. 

Parece que pasaremos aquí un rato, así que tras dar una vuelta completa a la habitación busco un sitio dónde no moleste la mochila y para dejarla en el suelo, llevamos horas de misión y pesa. Aliviada y más ligera tras quitarme el peso extra, me quedo con el arma colgada del brazo, supervisando la labor de los científicos desde un rincón, dejándoles algo de espacio para no interferir en su labor.

Las palabras de Alan me interrumpen cuando estaba sacando la cantimplora y me disponía a beber. Puedo pasar por alto cierto grado de familiariadad en el trato, sobre todo por parte de los civiles, de hecho casi lo prefiero para mantener un buen clima de trabajo, pero de ahí a que me mangonee un subordinado dándome órdenes... 

-Desde luego, les das la mano y te cogen el brazo.

Alan, supongo que estás cansado, y es el cansancio el que ha hablado por tí, así que por esta vez fingiré no haber escuchado nada para evitarte un consejo de guerra - Digo acercándome a él para mantener cierta privacidad, y no hacer extensible el problema al resto, aunque por discreta que intente ser, dentro de la habitación poca privacidad podemos tener. -Pero que sea la primera y la última vez que me tratas cómo si fuera tu secretaria. Ahora asómate tú, y quédate tú vigilando la entrada.

Después de todo el día encerrados en la cueva me vino bien la reprimenda

Lo siento. Tengo ganas de salir de aquí cuanto antes, señor. Ya voy yo a vigilar la entrada.

Me dirigí, arma preparada hacia la entrada de la cueva intentando escudriñar la oscuridad por si detectaba algún movimiento extraño.

Quizás fuera por la frustración derivada de los pocos avances en la misión, o sólo fue un relajamiento de la disciplina, pero la tensión en la caverna subió algunos puntos cuando la mayor Davidson se llevó a un aparte al mayor Whiteface para discutir sobre jerarquía militar. Las dimensiones del lugar no facilitaban precisamente privacidad pero tanto Aldo como Fern estaban atareados indagando sobre la extraña maquinaria encontrada.

La relativa falta de conocimientos de ingeniería del doctor Andrews le impidió obtener información sobre la construcción o funcionamiento del artefacto. En cambio, el lingüista tuvo algo más de suerte; si bien Aldo no logró descifrar el lenguaje, había concluido que aquel idioma tenía un alfabeto de símbolos fonéticos muy probablemente.

Empujado por las ordenes de Tara, Alan terminó por volver a la salida de la cueva. La tormenta todavía parecía estar sobre la zona, a juzgar por la escasa iluminación del bosque, pero, extrañamente, aun no había caído ni una sola gota de lluvia. En la lejanía se podían escuchar los ecos de ocasionales truenos.

Aparte de aquellos detalles, el bosque permanecía inalterado. Silencioso y tranquilo, por la salvedad de que, afuera, debía rondar un caoleagla de grandes dimensiones, si los ojos de la mayor Davidson no le habían jugado una mala pasada. Pero desde que dijo avistarlo, el animal no había dado más señales de vida. Aunque tampoco las habían dado los dos ejemplares que les emboscaron, surgidos de la nada, como si un velo les hubiera ocultado a los ojos de los tau'ri.

Aldo acabó de hacer algunas fotos, tomar algunas notas en la libreta y se acercó a Fern.

- Parece que a alguien le va a tocar pagar una ronda a la vuelta - le confió en un susurro a Andrews mientras hacía como que inspeccionaba las consolas a su lado -. ¿Crees que podremos probar a presionar algo a ver si algo queda activado? Puede que no sepamos descifrar las grafías, pero si logramos que algo ceda bajo algo de presión y podemos ver el efecto, quizá tengamos posibilidad de intuir lo que dice... - dijo como propuesta a su colega científico, ya en un tono de voz normal, para disimular su susurro, por si alguien había pillado que lo hacía.

Buscó entonces con la mirada botones o palancas que pudiera pulsar.

Una vez Aldo concluyó que poca información más podía sacar de aquel idioma, se acercó a Fern para ofrecer algunas ideas con las que proseguir su investigación. El lingüista, tal vez inspirado por el mecanismo que les había mantenido separados de la nueva caverna, se dedicó a buscar elementos con los que interactuar con la esperanza de provocar alguna respuesta en el artefacto.

Sin embargo, sus pesquisas no arrojaron luz alguna. No es sólo que el SG-4 no viera dispositivos móviles en la superficie del objeto, aparte de los afustes que sostenían los extraños contenedores llenos de pequeños objetos metálicos y ahusados. Es que tampoco parecía haber nada semejante oculto o camuflado en la estructura, ni botones ni palancas ni interruptores. Sólo unas finas ranuras, protegidas por un material cristalino, que parecían ser el punto proyector de las "laminas" de luz en las que flotaban mapas, gráficos y diagramas cubiertos por los símbolos que Aldo acababa de estudiar.

- Evans, te pagaré las que haga falta, no escatimaremos en la cantina. El aparato que está aquí parece dañado, no creo que sea muy buena idea el tratar de usarlo ahora. Sin duda que es un gran hallazgo que deben revisar otros expertos.

Andrews miró con detenimiento la parte que mantenía el extraño objeto, más por tratar de memorizar sus partes que por lo que lograba averiguar de él. Tenía en este momento tanto sentido como un manual en noruego.

Escuchaba las dudas de los científicos desde mi posición en la entrada de la caverna. Me giré un instante hacia el interior.

¿Habéis probado mover el panel desalineado? Parece que hay algo que lo golpea regularmente y ahce ruido. Puede que haya algo que impida que se mueva y se realinee.

Volvía a mirar al exterior para comprobar que nada rondaba por fuera.

Mmmm.- Me froto el mentón pensativa-  Si no hay palancas, ni teclado, ni ratón... tal vez no sea una vulgar máquina análogica, sino algo mucho más avanzado. Puede que responda a órdenes de voz. - Sugiero mirando al linguista- Tal vez podamos darle algunas órdenes o pronunciar algunas palabras de activación en el dialecto irlandés que usan los nativos. Quizás esos pictogramas sean la clave..

- ¿Quieres decir? - preguntó Aldo a Tara - Si nosotros no tenemos tecnología tan avanzada, ¿crees que es posible que ellos la tuvieran?

Parecía algo incrédulo pero levantó los hombros en un gesto que decía "Por probar...".

- <<HOLA>> - dijo entonces en el dialecto celta que conocía de los habitantes del planeta.

Pasaron algunos segundos tras el saludo de Aldo en viejo irlandés y el SG-4 no percibió cambio o reacción alguna en la maquina. Puede que no tuviera una interfaz vocal o que ésta respondiera a un idioma distinto al utilizado por los foraoisetíre; el motivo era, en el mejor de los casos, inexplicable dado el desconocimiento que tenían sobre el funcionamiento del artefacto. Sin embargo, el razonamiento de que el dispositivo utilizase controles más avanzados que simples mecanismos mecánicos más propios de los habitantes humanos que habían conocido en aquel planeta parecía más acertado o, al menos, más lógico.

- Nada - dijo algo desalentado Aldo -. Probaremos intentando deslizar paneles.

El lingüista se puso manos a la obra mientras intentaba ir pensando en otras cosas que le pudieran ayudar a vislumbrar cual era la forma de funcionar de aquel mecanismo. Puso sus manos sobre algunos paneles que parecían poder moverse o que tenían una junta entre ese y otros paneles, intentó deslizarlos de arriba a abajo.

Aldo se peleó infructuosamente con los paneles del dispositivo, tratando de desplazarlos o moverlos de alguna manera, pero la construcción de dichas partes imposibilita tal acción manual. La falta de asideros le impedía extraerlos hacia fuera y las juntas entre paneles eran tan estrechas que ninguna herramienta, salvo la hoja de un cuaderno, podía introducirse en ellas para hacer palanca.

El lingüista casi resbaló al hacer fuerza y empujar uno de los paneles inclinados hacia arriba cuando su mirada se posó en las fantasmagóricas "pantallas" de luz verdosa que presentaban datos, gráficos y diagramas. ¿Y si aquellas etéreas láminas fotónicas fueran más susceptibles al contacto que las placas metálicas?

Andrews miraba los progresos e ideas de sus compañeros.

- Es posible que si reconoce órdenes verbales sean específicas, de todas maneras creo que puede estar averiado, no parece que debamos tratar de usarlo antes de reparar o por lo menos desmontar lo dañado. Quizás haya algunos símbolos que estén en las paredes que se repitan en el aparato.

Dicho esto, buscó algún símbolo o marca que pudiera corresponderse con los de la pared por si podía establecer una correlación.