Partida Rol por web

Still Waiting...

ROOM.5

Cargando editor
05/10/2008, 20:47
Director
Cargando pj

El lugar en que solías despertar ha desaparecido. Ante tí hay un techo destartalado lleno de placas de amianto medio carcomidas por el tiempo, dispuestas en una estructura metálica que, más allá, muestra las tuberías y conductos comunes en un edificio, oxidadas como los barrotes que componen el camastro en el que estás, que sujeta un colchón hundido y viejo, manchado de Dios sabe qué fluidos secos de diversas tonalidades entre blanquecinos, amarillentos, rojizos e incluso marrones.
El suelo es de madera, guarda los restos del desprendimiento de las planchas de amianto del techo y el descascarillado de la pintura de las paredes, llenas de graffitis, alguna que otra inscripción hecha con rotulador o rayadas en la propia pared.

El olor es denso y empalagoso. Hay goteras que dan a charcos de agua sucia y sanguinolenta, algunas de éstas gotas te han caído encima.

Vistes únicamente un pijama blanco de algodón viejo, lleno de bolillas producidas por el desgaste de la tela, con un número de cuatro dígitos en el pecho...

La puerta de la habitación es metálica y vieja, de las que se imagina que gritan más que rechinan sobre las bisagras a poco de moverlas, tienen una ventanilla con una reja metálica rasgada y restos de un cristal roto.

Tres frente a tres, hay seis camastros como el tuyo, cinco compañeros. Aquella habitación la ocupaban tres hombres de edad, de pelo cano, una chica joven de larga melena rubia, un muchacho que rondaría los treinta por poco, también de melena rubia, y un niño que no pasaría los doce...

Tan sólo una bombilla alumbra desde el techo la estancia, desnuda y pendida de un cable. Hay cajoneras llenas de agujeros de carcoma al lado derecho de cada cama, y en su superficie una moneda...

Y lo peor no es la presencia de desconocidos que parecen tan desconcertados como tú en un lugar que no habían visto en su vida. Lo peor es la ventana, pues no da a ningún sitio. Sólo hay tierra, como si el suelo se hubiese tragado el edificio, los cristales se quejan crujiendo, ya se ha dibujado una tela de araña del resquebrajamiento en ellos. En la puerta, bajo la ventana, escrito recientemente con aquel líquido inmundo que goteaba del techo se lee un mensaje:

"Still Waiting..."

Notas de juego

Bienvenidos. Podéis empezar.

Cargando editor
08/10/2008, 10:50
Jason Boyd
Cargando pj

El sueño comenzó a rasgarse ante el potente olor que provenía del ingrato mundo de la consciencia. Hundido en sus horrores personales temía cada mañana la llegada de la vigilia, el mas cruel de los estados en los que acostumbraba a mantenerse. El aire era denso, empalagoso, recordaba la atmósfera de los lugares envejecidos que llevan tiempo sin ser aireados. Jason se preguntó a que se debía aquel cambio y se exorto a averiguarlo.

Despacio, el joven se irguió sobre su cama y deslizó los pies desnudos hasta el suelo. El tacto de la madera despertó en él el recuerdo de días mas cálidos, de una vida que casi había desaparecido en la espiral de autodestrucción por la que se había conducido. Las cascarillas de la uralita se clavarón perezosamente en su piel despertando completamente, a través del dolor , su adormecida mente. Sus ojos se abrieron para explorar su entorno.

Desconcertante. Esa fue la primera palabra que le vino a la cabeza.

Sus manos acariciaron el borde del manchado colchón hasta detenerse sobre la mesilla. Sus dedos palparon la rugosa superficie de la madera carcomida y tomaron entre ellos la moneda. ¿Una moneda en este lugar?. Tendré que averiguar que significa todo esto. Su mirada vagó sobre el rostro sus acompañantes tratando de averiguar las sensaciones de cada uno de ellos. Desorientados, abandono, inquisitivos. El joven Jason se puso en pie para aproximarse hasta la puerta mientras continuaba con su escrutinio. Su rostro no dejaba de expresar la sorpresa de encontrarse en un lugar extraño rodeado de nuevos acompañantes. ¿Sera esto otra pesadilla oculta en el velo de los narcoticos?. Jason lo había dejado, pero en aquel instante no podía recordar si sus pasos le habían devuelto de nuevo a su vida.

Posó las manos sobre la puerta y trató de hacerla girar. Observó a través de sus ranuras y se llenó del olor a óxido y abandono que despedía ante su contacto. ¿Hay alguien ahi?.

 

Cargando editor
08/10/2008, 18:37
Walter Matthew
Cargando pj

Las fosas nasales comenzaron a reaccionar ante el fuerte olor del lugar. Llevo la mano a mi cabeza frotando mi poca poblada calva, es en ese momento cuando siento el roce del pijama sobre mi rostro, esa no era ni de lejos la usual vestimenta en mis tranquilas y placenteras noches de sueño. Ese pijama era vulgar, ruinoso incluso, todo lleno de bolillas. Me reincorporé retirando las sábanas.

El lugar que se abría ante mi atónita mirada no era ni parecido a lo que me esperaba encontrar. Otras cuatro camas con otros dos hombres de mi edad una mujer y un niño, y por último un hombre que ya parecía estar despierto, y en la misma situación de desconcierto que yo.

Don, donde estamos, quien es usted pregunto con voz dubitativa mientras ponía un pie en el suelo, y casi al instante lo retiraba por el contacto con la madera del suelo. Al hombre lo que más parece haberle llamado la atención es la puerta, sin embargo donde primero dirijo mi vista es hacia la ventana que lejos de ofrecer un tranquilo paisaje con un lago y árboles, tan solo muestra la fría tierra que trata de penetrar en el cuarto. Finalmente y con algo de esfuerzo me pongo en pie obviando el tacto del suelo en mis desnudos pies y apoyando mi mano en la carcomida mesilla, reparando entonces en la pequeña moneda sobre la misma. Por ahora no la cojo, y una vez que estoy completamente de pie, me dirijo hacia la ventana rozando con la mano el cristal.

Donde demonios, estamos.

Antes de que nadie del resto se despierte, voy paseando por las cabeceras de sus camas, observando que todos tenemos una moneda, aunque hay una diferente a las demás. Poco a poco la voy recogiendo todas, menos las del muchacho que ya se ha levantado y parece intentando encontrar a alguien tras la puerta. Guardo la mía y observo las otras cuatro en la palma de mi mano, recordando a quien pertenecía la moneda diferente.

Cargando editor
09/10/2008, 14:19
Jake Neville
Cargando pj

Poco a poco comienzo a despertar de mi letargo , tras unos segundos comienzo a darme cuenta de que algo no cuadra, el tacto de las sabanas no es el habitual ademas mi nariz comienza a detectar un olor desagradable y poco familiar (pensamiento 1), la habitación ruinosa en la que me encuentro nada tiene que ver con mi cuarto. Rápidamente me acurruco hasta llegar a la cabecera de mi cama con los ojos abiertos como platos (pensamiento 2).

Mi respiración se acelera por momentos , al parecer no estoy solo en la habitación otras cuatro personas son mis compañeros de habitación, puedo ver como dos todavía parecen no haber reaccionado.

- ¿Que, que es este sitio?, ¿que hago yo aquí?, quiero irme , quiero irme.
Mi voz suena ansiosa, reflejo del miedo y la angustia sufrida por la situación

(pensamiento 3)

Notas de juego

Como en las normas de posteo pone lo de los pensamientos voy poniendo pensamiento 1 , pensamiento 2.... y luego los pongo en uno solo para el director luego según me digas relleno los huecos con los que consideres que los demás pueden leer

Cargando editor
09/10/2008, 14:30
Jake Neville
Sólo para el director

Pensamiento 1

¿Que es este olor tan extraño?, seguro que mi madre ha vuelto a cocinar alguna mierda, dios porque no puede ser una persona normal y cocinar cosas ricas como todo el mundo...

Pensamiento 2

No, no puede ser que es este sitio, ¡Dios, no!, me han vuelto a encontrar, como es posible, ¿que quieren de mi?. Aunque esta vez parece que han cogido a más personas, tengo que huir, tengo que huir

Pensamiento 3
No , seguro que nos han cogido para hacer mas experimentos, no quiero volver allí, otra vez no, mas dolor no por favor, no quiero que me hagan daño otra vez El gesto de mi cara se desencaja aun más ate la posibilidad de volver a ser sometida a aquella serie de torturas y experimentos , ¿por que yo?

Cargando editor
09/10/2008, 17:28
Esther Rosenberg
Cargando pj

Tap, tap, tap...

Las gotas de agua van cayendo sobre mi frente, me molesta, pero no hago nada para evitarlo, podría permanecer ahí eternamente, hasta que agujeraran mi cabeza y llegaran a matarme, con dolorosa lentitud. Algunos sonidos, provinentes de mi alrededor me sacan de la semi inconsciencia en la que estoy perdida. Ropa friccionando, pasos en el suelo, voces y una especie de corriente, como si alguien pasara a mi lado. Finalmente abro los ojos y me encuentro un paisaje desolador.

Al incorporarme, las gotas se deslizan por mi cara, como lágrimas, me las seco con la mano, mientras observo con asombro el escenario de lo que se avecina como una tragedia. El sitio en el que nos encontramos me provoca repelús, la mezcla desagradable de olores, junto la penosa visión de nuestra situación, hace que un escalofrío me recorra entera. Miro a un lado y a otro, y no encuentro nada que pueda hacer las veces de tabla de salvación para la desesperación que va creciendo en mi interior y que amenaza con desbordarme.

Mis ojos se posan nerviosos, en todas y cada una de las personas con las que comparto estancia, mi respiración se acelera y el pulso se me dispara. Mi instinto me pide que salga de aquí, pero no me atrevo a poner los pies en el suelo. El estado en el que se encuentra el colchón no es mejor que el del suelo, me levanto de repente y me subo a la mesita de noche que está a mi lado. Ahí de pie intento recordar qué hacer para calmarme, pero ahora mismo no me acuerdo ni de como me llamo.

De qué va esta movida?

Mi voz delata todo el nerviosismo de mi persona.

Cargando editor
09/10/2008, 22:30
William Redburn
Cargando pj

Me había despertado antes que los demás, pero lejos de querer moverme había permanecido vuelto hacia un lado, intentando apurar los ultimos rescoldos de un sueño cuanto menos, reparador...

Sin éxito desde el momento en que alguno de mis compañeros de habitación había despertado, y curioso había comenzado a moverse por la habitación sin la menor discrección. De todas formas, pensé, poco podría haber hecho pues echando un vistazo a cuanto me rodeaba podía advertir el lamentable estado en que se encontraba todo: desde el desconchado de las paredes, el rastro de humedad, la pintura desvaída, los cristales sucios, los hierros oxidados, la madera carcomida e incluso la cama y el pijama que llevaba...

Simplemente abrí los ojos me tumbe boca arriba y me quedé mirando al techo esperando... intenté averiguar, echando un vistazo a mi memoria el porqué de encontrarme allí pero realmente no recordaba haber ido a aquel sitio y mucho menos haber cogido una habitación común. Pero podía deberse a cualquier cosa y en el peor de los casos tenía una cierta idea de porqué no me acordaba de nada.

Suspiré. La moneda que había en mi mesilla ahora yacia en la palma de la mano de uno de mis compañeros de habitación, pero era algo que no me importaba. Era más importante saber porqué estaba allí y porqué no había ni rastro de mis cosas. Estaba seguro de que había salido del trabajo con mi maletín, y que había conducido de camino a casa como hacía todos los días durante estos años... pero, ¿cómo había acabado aquí? era todo un misterio.

Y aunque me gustaban los misterios, este precisamente, me causaba cierta incomodidad y desazón...

Cargando editor
09/10/2008, 20:36
Charles Winchester
Cargando pj

Despierto lentamente, tras estar vagando una cantidad de tiempo indefinido en un estado de seminconsciencia en el que las pesadillas, los sueños retorcidos y las visiones de una gloria inalcanzadas se suceden con una tremenda rapidez y confusión en mi onírico y adormecido psique. Algo inusual había interrumpido mi sueño y me había arrancado de los brazos de Morfeo. Un potente olor, peor que la mayoría a los que estaba ya acostumbrado, penetra en su nariz. Al principio es una peste informe, desagradable, densa que se va definiendo con el paso de los segundos.

Todavía no me atrevo a abrir los ojos, quizás porque no quiero resignarme a despertar y hayarme enfrascado en la rutina diaria que consume mis días. Pero definitivamente, ese olor que va tomando forma y matices insospechados en mi nariz, me indica que ese día no será como los otros. No ese día. A cada inspiración, que mi relajada respiración causa, percibo más y más cosas. Por fin empiezo a discernir algunos olores, que me son de sobra conocidos: humedad, hedor humano...sangre. Si, es el aroma de esa sustancia lo que realmente me hace saber que mi jornada será diferente. En cuanto me percato de ese olor inconfundible, mi pulso aumenta muy levemente, aunque ni yo mismo puedo estar seguro de ello. Lo que si es una realidad, es que es entonces cuando tomo control pleno de mi consciencia. (Pensamiento 1)

A pesar de ello, sigo sin querer abrir los parpados. Una luz...si, una luz...me molesta. No es muy intensa, pero si lo bastante para que esa sensación de pereza ante el hecho de abrir los ojos, que me posee, se acentúe. Finalmente, decido que es el momento oportuno para afrontar la nueva realidad a la que me enfrento. Mis ojos se convierten en unas pequeñas rendijas que tratan únicamente de ver sin quedarse ciegos en el intento. Con cierta parsimonia, voy abriendo los ojos, hasta contemplar el techo. Indudablemente, aquel no era el techo que llevaba viendo día tras día durante varios años. Me percató de que el maltrecho techo esta plagado de goteras, las cuales dejan caer sus pequeñas gotas a un ritmo pausado y solemne. Es entonces cuando descubro que algunas de esas gotas están cayendo sobre mi. Cuando pienso en ello, un escalofrío de impresión recorre mi cuerpo, como una sacudida eléctrica.

Noto el áspero tacto de las ropas que llevo puesto, y de las cuales ni me había acordado hasta ahora. Al mismo tiempo, escucho las primeras voces humanas, que me sacan totalmente de mi absorto estado. En un gesto espontáneo, me incorporo lentamente, como si Dios me hubiera instado a ello. A la vez que hago eso, noto el roce de la tela con mi cuerpo. Sin duda, aquello era bastante más incómodo que mis ropas, pero no mucho más.

Mientras me voy incorporando, echo un vistazo a la sala y a las voces que había oído. Mis ojos se entornaron primeramente, de manera inconsciente hacia el foco de luz que me había deslumbrado antes. Aquella solitaria bombilla me recordaba mucho a mi estancia anterior. Ciertamente, algunos pensamientos empezaban a brotar en mi mente. (Pensamiento 2)

A pesar de estas ideas que surgían de mi cerebro a una velocidad desorbitante y chocaban contra mi cerebro, se mezclaban con otras generadas por las sensaciones que me transmitía aquella sala, a cada instante que mis cinco sentidos pasaban analizándola. Un rápido vistazo a la puerta, me basta para llegar a la conclusión de que sería fuerte y resistente por muy antigua que pareciese. Las paredes me recordaban mucho a las de los barrios marginales de la ciudad, llenas de pintadas. Al hacer incorporarme, noto como unos muelles se me clavan en el cuerpo. Sin duda, esta cama es incluso peor que la mía, algo que tiene mucho mérito.

Decido centrarme, tras la primaria visual de la sala, en las personas que hay a mi alrededor. Una de ellas, un hombre de respetable aspecto y porte se acerca a una especie de cajonera que hay a su lado, y recoge una moneda. Oigo antes de eso, las palabras del tipo. Un chico rubio, habla también antes de el hombre maduro. Tras estos dos, se suceden más comentarios desordenados y llenos de angustia e incomodidad. (Pensamiento 3)

Tras reflexionar durante unos segundos de corta meditación, mi rostro se altera un instante casi imperceptiblemente; solo de pensar en esos tipos ya me alteraba. Debía mantener la compostura. Espero unos segundos, antes de hacer lo que tengo pensado. A pesar de mis experiencias anteriores, esta situación requiere algo más de autocontrol y frialdad por mi parte. Pasados estos instantes, decido entrar en acción. Me giro lentamente, y pongo los pies desnudos en el suelo. Mi pie derecho es el primero en tocar la superficie, de acuerdo con mi costumbre diaria. El tacto de la madera no me desagrada, aunque noto como si la madera estuviera algo pegajosa. Me fijo, de manera algo indiferente, y encuentro que hay pequeños charcos en algunas partes de la sala, con agua tintada por el rojo de la sangre. Algo alarmado, examino de nuevo a los habitantes de la sala, para asegurarme que esa sangre no es suya. Tras comprobar esto, algo más aliviado ya, me levanto.

Aunque mi forma física no es mala para mi edad, noto el peso de los años al elevar mi cuerpo. Aclaro mi garganta y miro a los demás, esperando a que me presten atención. Era primordial que no se dejasen llevar por sus bajas pasiones y miedos y guardasen la rígida compostura.

-Tranquilizaos todos- hablo con un tono elocuente, pero algo marcial a la vez, como acostumbraba antaño-. Creo que es indudable que ninguno de nosotros sabemos donde estamos, así que tenemos que ser fuertes y mantener la calma, para poder afrontar la situación de una manera adecuada.

Camino en dirección al chico asustado. Él es quien debía estar pasándolo peor, desvalido y sin el consuelo de una madre o un padre. Es curioso que el resto ni se hayan molestado por el muchacho; al menos yo cumpliría con mi deber cristiano e iría a tratar de calmar al niño. Me acerco hasta su cama, con paso firme y tranquilo, mostrándole que no tengo malas intenciones. Una vez que estoy a su lado, pongo mi mano en su hombro para atraer su atención sobre mi y empiezo a hablar.

-Calma hijo, aquí no te va a pasar nada. Dios está con nosotros, y no va a permitir que ninguno de sus hijos- un extraño énfasis, apenas perceptible, en esto último que digo, acompaña mis palabras- sufra mal. No te preocupes, estamos en un lugar a salvo. Si te calmas, verás a tus padres dentro de muy poco- miento tranquilamente, al muchacho, para tratar de remediar su angustia-.

Miro al joven a los ojos, con un semblante relajado, mientras todavía lo sujeto débilmente por el hombro. Quizás sentir un poco la presencia humana le haga salir de ese estado de nerviosismo y miedo. Mientras hago esto, giro un par de veces la cabeza para mirar a mis compañeros de habitación, sobretodo a los más mayores a los que considero más capaces y sabios, ante este tipo de situaciones. En el transcurso de esta acción, no puedo evitar que un escalofrío me recorra nuevamente el cuerpo, al contemplar la ventana. Sin duda, aquello es lo más extraño que hay en la sala, más que el hedor flotante o las pintadas obscenas. A pesar de esto, intento que esta perplejidad que me posee durante unos segundos, no se haga visible.

 

Notas de juego

 

Cargando editor
10/10/2008, 01:23
Charles Winchester
Sólo para el director

(Pensamiento 1): esta pestilencia...esta inmundicia horrible y asquerosa solo puede ser producida por una aberración humana, alejada del camino de la raza elegida por Dios. No estoy en mi celda. Jason no huele así. No; el es blanco, él huele bien. Aquí hay algo peor...¿donde me encuentro? ¿Sigo soñando? No...estoy viviendo una nueva pesadilla.

(Pensamiento 2): ¿cómo diablos he aparecido por aquí? Estaba en mi celda, la que suponía que era de máxima seguridad. ¿Me han secuestrado? Imposible...ese sitio es un hervidero de militares, no podrían hacerlo tan fácilmente. Quizás me pusieron drogas en la comida de anoche. Ahhg, maldición, ¿por qué no puedo recordar nada?

(Pensamiento 3): mmm...estos hombres y mujeres, perteneciente a la raza pura están asustados. Seguramente no están acostumbrados a estar encerrados, a diferencia de mi. Tengo que poner algo de calma, para evitar que su situación empeore. Sobretodo el chiquillo; parece un buen muchacho. No entiendo que clase de monstruo ha podido traer a un niño blanco a este sitio. Ahgggr...ha debido ser una de esas escorias; un respetable hombre, de mi raza, nunca haría algo así. Tal aberración contra la lógica de Dios solo puede haber sido llevada a cabo por esos desechos: judíos, negros, chinos...

Cargando editor
11/10/2008, 02:17
Director
Cargando pj

Durante un momento, la confusión reinante hace que no os percatéis, pero pronto un nuevo foco de luz invade parte de la sala: Un candil se ha acercado a la ventanilla de la puerta desde fuera, una sóla vela encendida, ilumina durante un instante antes de ahogarse de nuevo en oscuridad las facciones suaves de una mujer, unos ojos castaños y una cofia blanca quedan descubiertos durante unos segundos. Después vuelve a no haber nada al otro lado de la ventanilla rota...

La bombilla se apaga un largo instante, pero su luz fluctuante regresó al cabo de unos instantes en los que lo último que había quedado en el aire era aquella afirmación de Winchester:

"...Si te calmas, verás a tus padres dentro de muy poco"

Notas de juego

Se os permiten dos posts a cada uno, en el orden que queráis.

Cargando editor
11/10/2008, 19:04
Jason Boyd
Cargando pj

La habitación comenzó a cobrar vida a medida que cada uno de los ocupantes de las restantes camas comenzaba a despertar. El grupo era muy dispar y parecía tan confundido como él hacía unos instantes. Con curiosidad observó a cada uno de los residentes tratando de decidir que podía esperar de ellos. La situación en la que se encontraban era absolutamente perturbadora y Jason había visto demasiadas cosas como para fiarse de cualquiera de ellos. Al menos por el momento.

El primero en despertarse fue un hombre entrado en años. Su mirada recorrió la habitación hasta detenerse sobre mi. -Mi nombre es Jason, Jason Boyd- dije en respuesta a su pregunta. Observé cómo su pierna se balanceaba, jugando unos segundos con la sensación de ingravidez que generaba el movimiento, para despues apoyar un pie sobre la madera -¿Usted es?- Su voz sonó ligeramente rasgada. Tras un instante de duda, el hombre se puso en posición erguida y se encaminó hacia la ventana.

Tras romperse el silencio en la habitación todo comenzó a cobrar vida a su alrededor. El niño se incorporó en su cama mirando con aprehensión toda al habitación. Cerca de su cama, la joven se encaramó sobre la mesilla mientras los ecos de la aniñada voz pedían salir de allí. Todo parecía conjugarse para incrementar lo grotesco  de la escena. (pensamiento 1) Jason se apoyó en la pared, junto a la puerta, y se dejó deslizar hacia el suelo. Algunos restos de la pintura se clavaron en la piel de su espalda, dejando un pequeño rastro de sangre en la espalda de su pijama, pero él no podía sentirlo. Su mirada, desenfocada, no podía apartarse de la mujer.

Cuando parecía que nada más podía ahondar en la desagradable sensación de abandono y opresión uno de los hombres maduros de la habitación se despertó.

Cita : -Tranquilizaos todos- hablo con un tono elocuente, pero algo marcial a la vez, como acostumbraba antaño-. Creo que es indudable que ninguno de nosotros sabemos donde estamos, así que tenemos que ser fuertes y mantener la calma, para poder afrontar la situación de una manera adecuada.

Jason observó la reacción de los demás ante las palabras (pensamiento 2). El hombre parecía ser alguien acostumbrado a dar órdenes y no parecía demasiado afectado por todo lo que le rodeaba. Justo cuando Jason iba a encaminarse hacia allí la luz proveniente del pasillo y el repentino apagón de la bombilla que iluminaba el cuartucho entraron en escena. La fugaz visión de la cofia alumbrada por un simple candil lenó de preocupación al joven que decidió esperar a ver cómo reaccionaban los demás (pensamiento 3).

 

 

Cargando editor
11/10/2008, 19:16
Jason Boyd
Sólo para el director

Pensamiento 1: Parece tan joven y desvalida. Casi es como si aquella chica hubiera vuelto de entre los muertos. Como si el horror no se la hubiera tragado, arrastrándola al olvido tras sus últimos momentos. ¿Le habrá dado Dios una segunda oportunidad?. ¿Acaso existe un Dios que se preocupe por nosotros y nos de la posibilidad de reparar el daño hecho aun a pesar de no ser culpable del mismo?. ¿Podría acaso haberme negado?.

Pensamiento 2: He visto muchos hombres como él en la vida y solo saben hacer una cosa. Ordenar por encima de todo para lograr lo que ellos consideran correcto. Espero no tener que interponerme nunca entre su tenacidad y sus planes.

Pensamiento 3: Al final ha ocurrido tal y como todos preveían. La vida se esta riendo de aquellos que la desafiamos saliéndonos del camino marcado. Su risa siempre es cruel y vengativa pero lo que mas me preocupa es otra cosa. ¿Qué habrán hecho los demás para merecer este infierno personal?

 

Cargando editor
13/10/2008, 15:50
Walter Matthew
Cargando pj

El aire cargado del lugar comienza a asfixiarme poco a poco, no estaba acostumbrado a sitios como ese, no estaba acostumbrado a la situación el que ahora se encontraba y eso tenía a Walter totalmente descolocado. Mucha gente, demasiada. Muchas palabras y ánimos que dudo sirvan de nada pero que ahí están.

Miro al pequeño, hasta ahora no me había fijado en él, me recuerda tanto a.. Cierro los ojos dejando de lado la ventana y la tierra que hay tras ella para escuchar las palabras de aquel hombre, los ánimos hacia el pequeño y hacia el resto. De alguna extraña forma parecía que supiese la forma adecuada de hablar de reaccionar, quien sabe que pasado tendrá. Doy un par de pasos hacia la cama, cuando ante nosotros se vislumbra una imagen, durante unos segundos algo se puede ver al otro lado de la puerta. No se si es bueno, o es malo, pero al menos no nos encontramos abandonados en, en ninguna parte.

Hace un tiempo que el muchacho me ha preguntado el nombre, y de forma educada debería responder, puesto que él se ha presentado primero. Ahora estamos todos despiertos, no tendré que repetirme para los demás.

- Me llamo Walter - acierto a decir entre un caos de pensamientos y de incertidumbre en el interior de mi cabeza - Walter Matthew

No es necesario que diga nada más, yo no soy un líder, nunca lo he sido, no tengo intención de serlo. Ya estoy mayor para esas cosas. De forma instintiva más que voluntaria mi mirada se posa sobre el joven muchacho, el pobre, asustado y temeroso. Este no es lugar para él. ¿Que ha podido hacer en su corta vida para merecer tal castigo?.

Mi mirada de nuevo se detiene en Charles Winchester, me acerco al mismo y tiendo mi mano a modo de saludo, no aprieto muy fuerte, aunque la mano tampoco es un flan de gelatina. Ya me quedo yo, con el pequeño digo animando al hombre a que se ponga en pié y me ceda el sitio. Por ahora es el único que ha demostrado algo de, decisión en este lugar.

Cargando editor
14/10/2008, 23:13
Esther Rosenberg
Cargando pj

Los desnudos dedos de mis pies arañan impacientes y nerviosos la superficie de la mesita en la que sigo subida, observando en silencio la inverosímil situación, más propia de una pesadilla, pero desesperantemente real.

Porqué a nadie parece extrañarle el encontrarse aquí? Porque todos hacen como si esa situación fuera algo normal para ellos?

Doy un paso atrás en mi reducido espacio, mis manos rozan la pared por un breve instante, la humedad que desprende hace que me separe de ella rápidamente.

Por el rabillo del ojo distingo los ojos al otro lado de la ventana, nos observan impasibles durante unos segundos y desaparecen tan misteriosamente como han llegado. Mis músculos se tensan, apenas soy capaz de respirar, resto innmóvil en mi elevada posición. A nadie parece haberle sorpendido la fugaz visita de la mujer.

¡Espera!

Salto de la mesita, haciendo de tripas corazón, intentando no pensar en lo que mis pies están tocando. Corro hacia la puerta y la golpeo con las palmas de las manos.

¡Espera, vuelve!

Al otro lado todo es oscuridad, donde el eco mi voz se pierde. Me giro hacia los demás.

¡¿Como podéis estar tan tranquilos joder?! ¿Acaso no oís esa voz en vuestra cabeza que os dice que algo no marcha como es debido?

Cargando editor
21/10/2008, 21:32
William Redburn
Cargando pj

Escuché a los otros, acostado como estaba, mirando al techo. Ensimismado como estaba, o como yo le habría dicho a mis colegas alguna vez "concentrado en mis pensamientos", seguí en el mismo sitio.

Aun tenía tantas preguntas que hacer... y tantas cosas que organizar en mi cabeza que desestimé sin dudar, levantarme y saludar al resto de mis compañeros.

Primero tenía que saber hasta donde llegaba mi memoria, y luego empezar a buscar a partir de ahí.

Cargando editor
24/10/2008, 18:52
Jason Boyd
Cargando pj

La tempestad llevó a la calma. Jason no gustaba de ser categórico con las situaciones qeu vivía. Para muchas personas solía resultar sencillo etiquetar en uno u otro grupo las acciones de los demás, pero él siempre había vivido entre las tonalidades grises de las fronteras. ¿Estaría condenado a sufrirlas durante toda su existencia?. La habitación, fuera de lo común en su aspecto estaba dentro de lo común en su orden. La puerta, el celador al pasar, todo las típicas rutinas de un lugar como en el que parecían encontrarse, el gris, la inexistencia de la electricidad, el uso de un candil. Los pasos de Jason se habían detenido hace tiempo, sus palabras aun parecían estar en suspendidas en el aire cuando Walter le devolvió el saludo, el joven asintió con la cabeza levemente. El mundo casi parecía haberse de tenido.

Tap, tap, tap... la joven pareció devolver el tiempo a su cauce cuando cruzó la habitación con largas zancadas exhortando a la desconocida de la cofia que se detuviese. Jason se retiró unos pasos hacia atrás, ella era demasiado dinámica para la situación en la que se encontraba, necesitaba tiempo para pensar -¿Crees que alguien se encuentra cómodo en esta situación?- dijo ante las palabras de la mujer - Las voces nos han abandonado mujer, como todo, como todos-. El joven sintió una leve punzada ante sus propias palabras, no quería que sonasen rudas, no quería tantas cosas... (pensamiento 1)

Los demás aun seguían aturdidos, sin interaccionar con nada, ni nadie. No podía culparles, es la propia vida la que acaba con aquellos que la abandonan.

Cargando editor
24/10/2008, 18:53
Jason Boyd
Sólo para el director

(pensamiento 1)¿Cómo se llamará?. Me gustaría conocerla. No quiero que se acerque, no quiero que me hable. Deseo protegerla. No quiero ser responsable de ella. ¿Qué demonios me pasa?. Todo es contradictorio respecto a esta mujer. ¿Cómo se llamará?.

Cargando editor
24/10/2008, 20:29
Director
Cargando pj

- ¿¡QUÉ COÑO ES ESO!? - de nuevo, voces al otro lado de la puerta - ¿¡QUÉ ERA, JODER!? - una mujer, parece desesperada.

Algo de rumor lejano, gente hablando, no se sabría decir exáctamente cuánta, pero el tono de todos es nervioso, parecen querer ponerse de acuerdo en algo...

- ¡...ESPERA, VUELVE! - de pronto, con mucho retardo, el eco de la voz de Esther había vuelto, y pasaba ante la puerta como si su voz corriera de un lado a otro de ésta - ¡¿...Como podéis estar tan tranquilos joder?!

- ¡DALE LA PUTA MONEDA! - otra vez una voz desconocida - ¡VENGA, DÁSELA!

- ¡VOY, VOY, JODER! ¡Toma! - otra mujer, más joven, que empezaba a toser violentamente. Los demás hablaban agitados de nuevo... Y de pronto, un silencio sepulcral. Una quietud previa a la mayor tormenta - ¿...PORQUÉ LA SUYA ES DISTINTA? - y aquella misma voz, junto con otras, empezó a gritar, atronadora, aterrorizada, sin que se oyeran sonidos viscerales, ni golpes que correspondieran a una razón de ser para esos horribles gritos... Alguien pedía ayuda, pero su voz se apagaba lentamente...

Se hizo de nuevo el silencio, interrumpido únicamente por la tos de la mujer...
- La puerta... - dijo otro - ¡La puerta está abierta!

Lo siguiente fueron pasos que corrían hacia el pasillo, y una sucesión de sombras cruzaban por delante de la puerta, desapareciendo en la penumbra...

Cargando editor
25/10/2008, 18:20
Walter Matthew
Cargando pj

No obtengo respuesta alguna, así que simplemente me encojo de hombros y me acerco a la puerta, ciertamente aquella mujer tenía razón, aunque llegada cierta edad te das cuenta de que ponerse de los nervios nunca llega a ningún sitio. Me acerco con calma a la puerta, y entonce escuchamos todo eso. Llevo una de mis manos a un bolsillo y la otra a la puerta.

¿Esta completamente cerrada? pregunto a Jason escudriñando la misma, ¡¡¡ EEE OIGAN !! grito hacia el lugar de donde provienen los pasos, esperando quizá encontrar una respuesta, QUIEN ANDA AHÍ NECESITAMOS AYUDA prosigo gritando. No tengo ni idea si esto es un tipo de broma o quizás una casa de locos, pero no estaba nada seguro que nos fueran a dar de comer, y no tenía intención de morir de hambre.

Tiene que haber alguna forma digo tratando de forzar la puerta y mirándola por si hay alguna marca o señal.

Cargando editor
25/10/2008, 18:25
Walter Matthew
Sólo para el director

¿Las monedas? pienso mientras meto mi mano en el bolsillo y jugueteo con las mismas. Había guardado aparte la que tenía en mi mesilla, y tenía la de toda la habitación salvo la del muchacho joven, me pregunto si servirán para algo... Esa gente parecía muy interesada en ellas, aunque quizá no se trate de las mismas... No todos teníamos esa moneda, seguramente sirva para algo... tenga alguna funcionalidad...

Fíjate en ese crío, está tan asustado, tan solo, ¿Donde estarán sus padres?

Céntrate, céntrate Walter, y habrá tiempo, ahora hay que salir de aquí, esta habitación no está especialmente cuidada. Quizá se pueda forzar la puerta de alguna manera... Busco por la misma alguna ranura, alguna rendija que haga de palanca, incluso rato de forzarla...