Partida Rol por web

SUEÑOS

ALICE

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20/10/2021, 18:05
Eros

El taxista asiente, respeta tu silencio y tu intimidad no soltándote un sermón pseudofilosófico y paternalista. Te tragas las lágrimas, pero no todas. Y ya en la pensión, no quieres hablar con nadie, saludas aprisa y subes a máxima velocidad las escaleras hasta tu refugio. Tu habitación. Tu cueva.

El mundo se ha quebrado. Una parte de ti se quedará para siempre en el dormitorio de Frisbee. Una parte de ella la llevarás siempre contigo en sus tatuajes. 

En parte eres libre, te consuelas. Ya no sentirás su mirada inquisitiva en ti. Ni tienes que dar explicaciones. Puedes irte de caza cuando quieras. Podrías follarte de nuevo a Will, ¿por qué no? Una buena polla y no un dildo. O romper las cadenas del demonio Alice que duerme muy dentro de ti, olvidarte de escrúpulos y tirarte a Brenda. Además, los besos de Brenda, su cuerpo, ¿no estarán impregnados de la fragancia de tu...ama? 

No, no puedes hacer eso. 

Tu cabeza da vueltas. Ahora podrías contactar con ese tipo de las velas, o con quien quisieras. ¿Vas a buscar a la rubita? Cazr, suena bien. O dejarte seducir por una nueva ama. O amo. 

La cabeza da vueltas. Te queda Michelle. Siempre la dulce Michelle. Ya no tiene rival directa. Te acogerá entre sus brazos, en su regazo, te acunará y te dormirás con su boca fresca en tu boca seca. Hasta puedes probar de atraerla a tu "lado oscuro", siendo sutil, sugerente, sensual para ella. 

La vida no se termina. ¿O te estás engañando? Te sientes horriblemente mal. Mañana, quizás mañana todo sea diferente. 

Notas de juego

Puedes narrar con libertad, incluso estirando el turno hasta que vayas a casa de Michelle (si piensa ir). 

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24/10/2021, 22:43
Alice Dawson

Alice se queda como en stand by. Eso es...se siente como esa pequeñita luz roja de un televisor apagado...pero conectado a la luz. Se sienta en la cama con las rodillas pegadas al pecho y mira fijo a la pared durante largo rato, pensando en todo lo que ha pasado, obligando a los engranajes a moverse, intentando sacar energías para hacer algo lo que sea...ver una peli, fumar, pedir cena...La noche del domingo la sepulta rápidamente, pero para ella pasa el tiempo infinitamente despacio. Para cuando consigue moverse serán cerca de las dos de la mañana y tiene la cara empapada de lágrimas que silenciosamente se había resbalado de su cara hasta su camiseta e incluso su pantalón en la zona de los muslos. Vaya desastre. Ya no tiene más lágrimas que derramar, se le quedan las mejillas resecas de las marcas que las gotas saladas han dejado en su descenso.

Y ahora...¿qué?

Entumecida se levanta de la cama, necesita cambiar de postura, ya le duele hasta la nuca ¿cuánto tiempo lleva así parada? Oye crujir su espalda...uff eso no ha sonado bien.

Ojala tener ahora una ducha privada para ir a darme un remojón...no son horas de andar jodiendo a la gente...

mira que bien, para una vez que no piensas en ti misma...

callate.

Un cigarro. No tiene hambre, se queda mirando las luces de la ciudad...sigue parada en su mente, los engranajes se niegan a circular, no logra decidir...ni qué hará mañana. Ni qué hará ahora.

Pues seguir con tu vida

Para ti es fácil decirlo

Yo soy tu...si para mi es fácil para ti también.

Joder...puta sabelotodo.

Se lava la cara con una toallitas desmaquillantes, bien, eso sentó bien, algo de frescor y limpieza. Por ahora...mejor dormir o intentarlo al menos...

Da vueltas ya metida en la cama, de un lado para otro, no encuentra la postura, ahora frío, ahora calor, ahora le pica la nariz...termina poniendo una serie en netflix. Las cuatro de la mañana...y la cosa no tiene pinta de mejorar. Pone una peli de dibujos animados, intenta alejarse de toda forma de romanticismo...joder hasta los putos dibujos animados tienen novios y novias, que felices y estables parecen todos, coño. A la mierda.

Las seis de la mañana. En breve habrá que levantarse para ir a trabajar...con Michelle. 

Joder...no puedo hacerla cargar con todo...mañana serás una persona estupenda, maquillada y entera...aunque tengas que meterte tres litros de café. Si, eso harás.

Parece un buen plan.

Por puro agotamiento termina por quedarse dormida...una hora antes de suene el despertador.

Notas de juego

lo dejo así, y de aquí ya nos vamos a casa de michelle

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27/10/2021, 20:12
Eros

Con más cara de muerta que de viva, te marchas por la mañana a casa de Michelle. A trabajar...O, en realidad, hoy toca lunes y martes de solaz y recreación con ella, ¿no? Estás tú para eso. Pero ahí tienes su mensaje, emoticones risueños, un corazón y un ganas de verte en mayúsculas. 

Madre mía.

Ducha. Litros de café. En la pensión, en el salón y en la cocina te cruzas con Brenda, que por supuesto te pregunta, se interesa por ti. Y tú niegas con la cabeza. La chica insiste un poquito y se calla. También aparece Frank. -¿Qué te sucede, pequeña? Y tú niegas.

Además, hay la tira de mensajes en tu móvil. Pero pasas bastante de todos ellos, menos de los de Alan. Es de la noche anterior, te avisa que esta semana no puede quedar, lo siente mucho, le es imposible. Un beso.  

Pues vale. Y hay otro de Lindsey, después de medianoche, Alan también la ha puesto al corriente, te comenta que puede mirar de buscarte un sustituto si te interesa o esa semana la dejas en blanco. Y mientras muerdes sin apetito una tostada con mantequilla y miel que te prepara la siempre dispuesta Brenda, entra otro de Lindsey.  Menciona que ha contactado con aquella otra chica que te dijo un día, pero sería el domingo. Si quieres que se lo digas y te da detalles.

Y tu solo quieres morirte. Y observas a Brenda, de aquí para allá, alegre, con su cuerpecito tatuado que te recuerda a otro. Maldita Brenda que seguirá follando con Frisbee. Maldita Carlota. O tal vez no, ¿qué hará tu chica? Tu ex. ¿Cómo estará, habrá llorado tanto como tú?

Agotada, llegas a casa de Michelle. Vas maquillada a tope,  pero a nadie vas a engañar, y menos a ella. No quieres mezclarla en tus mierdas, y sabes que ella está harta de tus rollos con la tatuadora. Ya hubo un acuerdo de no explicarle nada. Sin embargo, esto es diferente. No tienes que dar explicaciones. Quizás baste con decir, se acabó. 

La rubia suspira. Te acoge en sus brazos. La amiga, la amante, siempre dispuesta a mecerte en su serenidad. Y sabes de sus problemas. Su hijo. La novieta. El futuro bebé.

-A ver, señorita martirio, ¿qué te ha sucedido, Alice? -es su tono es comprensivo, afectuoso, cercano como siempre.

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01/11/2021, 23:09
Alice Dawson

Por un lado no puede evitar sentirse un poco aliviada al recibir el mensaje de Alan, lo cierto es que se encontraba demasiado sobrepasada por todo como para pensar en dominar a nadie. Si ni siquiera podía domina sus propias emociones ni...joder ningún aspecto de su vida. Sólo tenía ganas de hacerse una bolita en la cama y comer helado y pedir pizza a domicilio. Pero no podía hacer eso...tenía que lidiar con el día a día, tal vez más tarde llegara el momento de las explicaciones...a Alan, a Lindsey...y también a Frank y a cualquiera que se preocupase por ella. No podía ser borde con ellos...pero simplemente no tenía fuerzas para que lo que había pasado saliera de sus labios...si lo verbalizaba se haría real y...los motivos la hacían sentir como una mierda...así de claro. No, definitivamente no era el momento. Hoy era lunes...tenía que trabajar, tenía que centrarse...salir, tomar el aire...otro café de camino a casa de Michelle...¿le estaba temblando el pulso cuando pulsó el botón del timbre? Puede, pero seguro que nadie se daba cuenta...

Zas...miss cara de poker, de puta madre Alice... se regaña así misma al ver que sus esfuerzos por aparentar normalidad habían quedado en agua de borrajas tan sólo con que Michelle le echara un vistazo. Debió ser el abrazo...ese ligero temblor en sus dedos se había extendido por toda su piel, como cuando tienes que esperar a que venga el bus en invierno y permaneces parado mucho tiempo en la parada. Pero no tenía frío...y sin embargo temblaba. Y su voz también.

-Yo...eh...no...no pasa...nada. Es decir...si pero...-suspira, se entierra en su hombro, se deja abrazar. Hace un supremo esfuerzo para que no se le caigan los lagrimones.

El mundo se detiene. Pero no...no no...ahora no. De ninguna manera. Si se paraba ahora...el dolor la alcanzaría y llevaba demasiadas horas huyendo de él...huyendo de ella, de su recuerdo, de su realidad.

-No...puedo ahora Michelle. Lo siento. Necesito...¿podemos trabajar primero, por favor?-le pide tragando saliva y alzando una mirada húmeda a la suya, suplicante casi. Ahí estaba de nuevo el temblor, la respiración agitada, los ojos vidriosos...cierta tensión en sus manos que aferraban la espalda de la ropa que la mujer llevaba. La verdad, estaba cargada de ansiedad y el café no la había ayudado precisamente. Pero tal vez fuera cierto que necesitaba trabajar. Solo eso.

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03/11/2021, 17:44
Michelle

-Claro, Alice. A trabajar.

Michelle esconde su propia frustración en una sonrisa de circunstancias. No va precisamente vestida para trabajar, la ves maquillada, se he hecho un corte de pelo, lleva un vestido corto que realza su figura y deja ver sus torneadas y todavía bonitas piernas. Es lunes...los lunes y martes vuestros.

Bueno. A veces suceden cosas. Los planes se rompen. Ella es comprensiva, flexible, se amolda a las circunstancias y saca el mejor partido a las mismas. Es una mujer de negocios y ha triunfado en la vida. Otra sonrisa, un beso en la mejilla...un cariñoso beso en los labios. No pregunta más, no insiste. 

Te pones al curro. Michelle prepara café. Más café. Las llamadas, las citas, la preparación de documentos varios, el tostado café caliente y sabroso. Es una especie de capullo el que te envuelve y te protege del mundo. El trabajo con Michelle, en sua pequeño y coqueto apartamento te es suficiente por hoy, te aísla del mundo, de tu dolor, de tu desesperanza y de ti misma. 

Tú a lo tuyo. Tu jefa a sus cosas. 

-Son muy cabezones y retrógrados los padres de la novieta de mi hijo. No hay manera con ellos. He decidido hacerles una nueva visita y zanjar el asunto.- dice en un momento dado, a media mañana- En realidad...y por triste que sea, el aborto sería la mejor solución. Son unos críos, no saben criar a un bebé, lo mires por donde lo mires, es un desastre. Pero no deja de ser una vida humana. Y la niña quiere tenerlo. Dieciséis años, puede decidir. 

Llega la comida, que prepara Michelle. Tú apenas has hablado en todo esa mañana oscura. La mesa es silenciosa, tan solo asuntos triviales o de sus negocios. -Déjalo por hoy. Has avanzado mucho, no hay necesidad de quedarte ciega entre papeles y la pantalla. -te observa, cercana, pero no condescendiente. Una sonrisa por abanderada.

-Quédate un rato. Te daré un masaje relajante. Una copa. Y a dormir. Lo necesitas. Duerme aquí, sin problemas, no tengo citas.

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04/11/2021, 00:27
Alice Dawson

De nuevo, como tantas y tantas veces, el trabajo la aleja de si misma, de sus problemas, asiente dócil a las indicaciones de Michelle, se concentra y sabe de lo que su jefa le habla, no luce con la chispa de siempre, pero es eficiente y correcta. Enterrarse en papeles y en cuentas eran un bálsamo dulce en que sumergir sus recientes heridas, el café la mantiene centrada y con el corazón disparado en una dirección que, al menos, no duele. Pasan las horas sin darse cuenta en seguida es la hora de comer y Michelle la insta a volver a la realidad...una realidad dolorosa, destructiva, ardiente y fría. Una en la que era una perra sin ama...un despojo que no era digno de amar ni ser amado. Si, en ese nivel de dramatismo se encontraba Alice, y todo porque aún no se había enfrentado al dolor...y es que las heridas cuando las tapas para no verlas y no las curas...se infectan.

Levanta la vista del ordenador y tiene los ojos húmedos, las palabras de Michelle han penetrado con su calidez, su sinceridad...su amor en definitiva...y le han atravesado el corazón. Pero incluso ahora...se contiene. Carraspea y se pasa el dorso de los dedos por las pestañas.

-Uff vaya si que me escuecen los ojos, es como si no hubiera parpadeado en toda la mañana.- cierra el portátil y se levanta, estirándose, pasando de puntillas por sus propias emociones para no embarrancarse en ellas. Aún no.- Si...si, me encantaría...quedarme y...tal vez esa copa.- acepta con una sonrisa destinada a quitar hierro al asunto pero es poco creíble. Pero su intento era admirable. Era como un jarrón pegado con super glue barato, todas las grietas a la vista, bastaría un ligero temblor para que se despiezara en mil partes. Pero...aguantaba.

-El aborto es...bueno no es tampoco tan terrible ¿no? O sea...es dramático pero es lo que tu dices...es que son críos, ni siquiera saben cuidar de sí mismos. Ya no se trata sólo de...que pueden arruinar sus vidas, también la de esa...pequeña criatura. -vuelve sobre el tema de Michelle porque le resulta más útil hablar de eso que enterrarse en su desastre particular. Y porque si podía ayudar a Michelle, lo haría, aunque sólo fuera conversando.- Con dieciséis puedes decidir si...pero ¿de verdad tiene toda la información para poder hacerlo? Y aunque la tenga...¿tiene la madurez para asimilar esa información? La responsabilidad y todo lo que vendrá...por dios, si yo misma soy incapaz de tener una relación madura ¿cómo va a poder una niña de dieciséis?- vale...eso no sonó muy bien...una grieta por donde escapa el agua del jarrón. Se dio cuenta enseguida de su pequeña salida de tono. Carraspea.

-Es decir...que uno nunca sabe cuando está preparado pero...es demasiado pronto para ella.

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05/11/2021, 23:06
Michelle

 

Tu jefa y amiga te prepara una copa de vino rosado, fresquito, afrutado, cono notas de roble, de cerezo, e incluso de mar. -Toma-

A tu espalda, se calienta las manos -La verdad es que la chica es más madura para su edad de lo habitual. No aguantará demasiado tiempo con mi hijo. Es demasiada mujer para él -se ríe, con esa alegría que suele ser contagiosa, que te llena, que te envuelve, que cierra cada grieta del jarrón y lo hace más resistente. 

-Te diré lo que sucederá. Sus padres la echarán o ella misma decidirá largarse. La acogeré bajo mi tutela, la llevaré con mi madre, y buscaré a alguien que la ayude con el bebé. Así podrá estudiar. -inclinó la cabeza y te susurró al oído - No puedes controlar al mundo, pero tienes que intentar controlar el tuyo propio.

El masaje en los hombros te hace mucho bien. Sus dedos son exquisitos sobre tu piel, su arte ya sabes que es maravilloso, el bálsamo las yemas de sus dedos te relajan y trasladan a ese otro lugar donde los sueños se hacen realidad, donde te alejas del dolor, el sufrimiento, de la autocompasión y el desasosiego. 

-Y cuando solucione esto, tú y yo nos iremos unos días a la isla de Skye. 

Tus hombros, tu cuello, los brazos, las sienes...sus manos resultan un bálsamo, ambrosía en su contacto con tu cuerpo. Te toma de la mano antes de que te duermas, de lo absolutamente sosegada que te sientes. Te tumbas en la cama, boca arriba, te descalza.

-Descansa. -sus labios besan tu frente. Su boca acaricia la tuya. Sonríe, y su dedo te roza la punta de tu nariz. -Va, nos vemos más tarde. 

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07/11/2021, 21:44
Alice Dawson

Toma la copa, pero no mucho, el alcohol cae fuerte en su estómago vacío ¿cuándo había comido por última vez? No lo recordaba, puede que fuera en casa de Frisbee ayer por la tarde...no sentía hambre, la angustia era tan grande que no le había permitido experimentar otra cosa. Deja la copa de vino con pesar en la mesa, está delicioso pero no puede paladearlo ahora como se merece. Se centra en la voz de Michelle, su anestésico favorito, ella siempre tenía todas las respuestas aunque ni siquiera le hubieran hecho las preguntas. Era increíble sentirse así con ella, tan segura...era adictivo dejarse llevar por su voz aterciopelada y sus manos expertas, manejaban sus emociones a su antojo, dándole justo lo que necesitaba...y ahora lo que Alice necesitaba era paz...esa paz que se esconde en sus ojos y que se anuncia en su boca...que le da la razón.

Alice se deja llevar de la mano por Michelle y en su nube de calma apenas se da cuenta de que algunas lágrimas ya corren por sus mejillas, desvalijando la pena que no era capaz de expresar. Puede que ni hiciera falta. Desde luego no ahora...puede que a la noche...o mañana.

-Tu...yo...y una isla que no sé ni donde está...-sonríe plácidamente, como drogada, ausente y sin embargo...muy consciente- me parece un plan perfecto...unos días...o toda la vida, lo que nos parezca mejor.-se ríe un poco sin muchas fuerzas, demasiado relajada y amodorrada para pensar con claridad. O puede que precisamente por no estar del todo lúcida, en ese estado de embriaguez, estuviera destapando sus más íntimos deseos.

-Te quiero...Michelle.- susurra en un tono quedo cuando se suceden los besos y se acurruca entre las almohadas y sábanas, todas impregnadas del aroma de la rubia. Empieza a cerrar los ojos, la sonrisa parece imborrable de su cara, pero tampoco se iban sus lágrimas en un contraste fruto de sus encontrados sentimientos a flor de piel...demasiado intensos para gestionarlos por ahora.