Partida Rol por web

SUEÑOS

DOLOR Y PLACER

Cargando editor
Cargando editor
23/05/2021, 18:13
Eros

 

A la velocidad que conduce Frisbee su motocicleta regresando por la mañana a la ciudad, es difícil pensar. El viento arrebata las ideas y solo la sensación del riego y el peligro y la colisión inminente permanece en tu cabeza. Aun así, recuerdas momentos de la pasada noche. La sonrisa socarrona y retadora de la mujer cuando te negaste a fumar. Sus gemidos y sus gritos de placer cuando la llevaste al orgasmo. La humedad de su piel en tu lengua. Y aquella forma de amarte, cuando lamió desde tu sexo con desesperante parsimonia ascendiendo por tu culo, y tu espalda hasta la parte posterior de tu cuello. Y cómo te agarró por las caderas, detrás de ti y te folló uniendo su sexo al tuyo, frotándose y empujándote.

A Frisbee le gustó tu entrega delicada. Es una loba y te considera suya. Es la que manda, te ha marcado. Lo ves en sus ojos, en su mirada. ¿Te parece bien? En buena parte sí. Esa parte que quiere ser sometida, que quiere someterse. Te ha seducido o tú a ella. Es difícil de decir, es como con Michelle…Michelle…Te remueve otras emociones en tu interior. Hasta en tu corazón.

También te soprende tu control de la otra noche. No has necesitado recibir dolor ni provocarlo. ¿El cansancio? El día anterior pudo ser el amodorramiento que causa la maría, ¿pero anoche? ¿Y si depende de la persona, como le comentaste a Michelle?

La motera te deja a la puerta de la pensión. Te coge por las nalgas con su habitual brusquedad, se despide con los besos avariciosos y hambrientos de tus labios y tu lengua. – Te llamo para el finde, honey. Alice. No hagas planes. –Tuerce la sonrisa, aprieta tus glúteos y te devora la boca.

Subes hacia la pensión. Un poco hipnotizada por Frisbee. Desde luego la experiencia con ella ha sido sorprendente. ¿Vas a quedar con la tatuadora o prefieres un par de días relax con Michelle? O quizás para ti sola. Tienes varios frentes abiertos. Y como te encuentres a Will y a Robby ya ni te cuento, te dices a ti misma.  Pero hoy toca la cita con los del local de BDSM.

Te duchas, te cambias de ropa. Y sales de nuevo pitando hacia el punto de encuentro. Tomas el bus. Necesitas pensar. Reflexionar. La vida está corriendo más que tú, Alice.

Notas de juego

Primer turno de nueva escena. Te lo dejo para que Alice, mientras viaja en el bus, analice lo que le está pasando , sus emociones, sentimientos, y qué decisiones cree que debe o puede tomar. O si, simplemente, se dejará llevar por la corriente de la vida. Carpe Diem. 

Cargando editor
23/05/2021, 18:42
Alice Dawson

Subir arriba disparada, unos saludos por aquí y por allá,  una ducha más que rápida pero reparadora...Alice tiene que darle al grifo del agua fría unos breves momentos para aclararse las ideas. ¿Que coño pasaba en su cabeza? Por más que lo intentara, estar con Frisbee parecía tener la capacidad de someter sus decisiones...pero de una manera increíblemente satisfactoria, era como poner el piloto automático...pero ¿Podría fiarse de ella? En su primer encuentro hacia un par de noches, la motera no parecía ser alguien capaz de llevar buen puerto una situación...era peligrosa, estaba en la cuerda floja. Y todo eso, lejos de resultar desagradable, Alice ha descubierto que es terriblemente excitante. Frisbee la pone tan cachonda como Michelle pero de formas totalmente distintas, opuestas, como el día y la noche...

Alice se pone los cascos en el autobús y suena una canción en español del grupo caramelos de cianuro.

"...rubia sol, morena luna..." Maravilloso, hasta Spotify había decidido reírse de su dilema... Para sí misma, sonríe aunque la situación no tuviera gracia.

Suspira y mira por la ventana. Sea como fuere le gustaba estar sometida a Frisbee pero...¿Hasta qué punto? ¿Se atrevería a confesarle a Frisbee lo que le atraía? ¿Lo hubiera intentado con ella de no haber sido por la "mala" experiencia de la noche anterior? Si...si definitivamente la idea que Frisbee como una de esas mujeres dominantes, armada con una fusta...encadenandola a la cama para hacer de ella lo que quisiera...uff esa idea humedecía sus bragas limpitas. Se valora y bebe agua de la botellita que lleva en el bolso. Que mal...o que bien. Vale...el primer paso era asumirlo ¿No? Lo que no podía imaginar con Michelle si que podía imaginarlo y tal vez, tenerlo, con Frisbee...¿Y ahora? Ahora...tenía que saber si podía confiar en la tatuadora...¿Sabria ella algo de bdsm? El mundo era una incógnita en estas cosas, nunca sabías a quien le podía atraer qué... Las advertencias de Michelle eran lo que la habían retenido a la hora de animar a Frisbee con algún juego de sometimiento...y así debía ser porque Alice, aunque no se lo creyera mucho, sabía que una perdida de control podría ponerla en una situación peligrosa. Curiosamente, más que sentir el peligro por ella misma, Alice piensa en que las consecuencias podrían destruir su relación con la rubia. Y no quería que eso pasara.

Ya se acercaba el autobús a su destino...y empieza a pensar en Michelle...¿Acaso alguna vez dejaba de hacerlo? Sonríe, tontamente...se lleva la mano a la frente y se palpa el rasguño que se hizo al caer por la escalera. Aún le dolía un poco si apretaba, esperaba que Michelle no se fijara... De nuevo, la morena se encuentra pensando en que bajo ningún concepto puede decepcionar a Michelle...no quería hacerle daño ni preocuparla ni...nada malo. ¿Por qué? ¿Que significaba eso? Frunce el ceño y se frota los ojos. Vaya lío Alice...vaya lío...

El autobús llega a su destino y la chica se quita los cascos para bajar.

Notas de juego

Listo.

Cargando editor
23/05/2021, 22:55
Michelle

Habéis quedado en la terraza de un café. Llegas con tiempo suficiente, respirando profundo, probando de fingir seguridad. Pero que sí, tienes un lío en la cabeza. Relaciones. Sexo. Necesidades. Deseo. ¿Amor? No. De eso no hay en tu vida. Cariño. Ternura. 

¿BDSM?

Aunque cuando ves a Michelle acercarse se te dispara el corazón. Claro, es tu jefa y te puede despedir, el trabajo te gusta, tienes libertad, poder de decisión. Y que estás ganando una pasta. ¿Y qué siente la rubia por ti? Y luego ha entrado Frisbee en tu vida igual que un huracán. Pero también puede salir. Un ligue. Un par de polvos y adiós. 

Puede que seas tú la que va más deprisa que la vida.

Michelle te abraza, te besa suave, sus labios cálidos y maduros te alivian. Sonríe.

-No diré nada ni quiero saberlo, pequeña. Me alegro de que estés bien y...y que te divirtieras. -acerca su boca a tu oreja y te susurra, como si fuese un secreto o no pudiera decirlo en voz alta.- Me debes un polvo, ¿no crees? Me lo pienso cobrar con intereses. Y...tienes un Trabajo. No te olvides.

Cuando tomáis asiento, su actitud inquieta te hace pensar que quiere decirte algo. No te equivocas.

-Me he informado bastante durante la semana acerca del BDSM. He leído y leído. He visto conferencias, videos. Páginas webs. Me he puesto un poco nerviosa. No estoy en contra, yo te animé y apoyé en tu decisión. Pero si no estás convencida, no tienes que seguir adelante. Podemos disculparnos cuando llegue esa pareja. Y si eliges conversar con ellos tampoco es necesario que decidas probar y  sumergirte ya en ese mundo.

Sí, su expresión es de cierta intranquilidad.

Cargando editor
23/05/2021, 23:13
Alice Dawson

La morena siente que todas sus tribulaciones se disipan como el humo en un día de aire cuando Michelle la abraza y la besa...la acoge y el mundo parece dejar de girar en su vorágine que amenazaba con tragarla. Michelle puede parar el mundo para que Alice lo comprenda...¿puede Frisbee hacer lo mismo?

Una sonrisa avergonzada y un rubor atestiguan que ha captado perfectamente el mensaje que la rubia ha dejado íntimamente en su oído y ella le aprieta la mano con la suya, como si con eso le hiciera una promesa.

Luego de ese cercano momento, la morena pide un café con leche y enciende un cigarro, esperando a que Michelle soltara su "bomba". Y Alice se queda a cuadros...¿se había hecho un máster en bdsm mientras ella andaba por ahí dando tumbos como una tonta? 

Mierda...¿porqué no hice eso yo...? Piensa chasqueando la lengua, da una calada y escucha todo lo que la rubia tiene que decir. Está acojonada...¿era posible? Esta mujer...tan segura de sí misma, tan fuerte y decidida...¿estaba preocupada...hasta qué punto, por ella? La inquisitiva mirada de Alice esta clavada en la mujer que tiene delante, la ve agobiada y siente la necesidad de "interrumpirla" aunque ya haya acabado de hablar. La mano que no está sujetando el cigarro, la lleva a la de ella y la aprieta de nuevo, dedicando una sonrisa amplia y confiada:

-Michelle...sabes que necesito esto.- empieza despacio, sin soltar su mano- Pero...no voy a ponerme en peligro...tal vez esto también sea una oportunidad para que puedas...no se, despreocuparte un poco. Y me alegra que hayas venido, aunque sea para quitarme pájaros de la cabeza...Tal vez esto sea peligroso, no te digo que no.- admite, recordando algunos artículos que ella misma ha leído y más que nada, empieza a recordar sus propias y recientes experiencias.- Pero creo que aprender y...entrar...es lo que necesito para poder...no lo se...¿conocerme, tal vez? No lo sé...- acaricia con su pulgar el dorso de la mano de Michelle- ¿Qué has visto que te ha asustado tanto como para que ahora quieres que me eche para atrás? Ha debido ser muy fuerte...cuéntamelo, por favor.- le pide con genuina curiosidad.

Cargando editor
24/05/2021, 00:01
Eros

En esta ocasión eres tú la confiada y decidida. Tus palabras hacen sonreír tímidamente a tu jefa, a la vez que sostiene tu penetrante mirada. - Si no te digo que no. Ya hablamos de que debes descubrirte. Pero es que te veo acelerada, también te lo dije. -desvía la mirada y bebe de su café solo- Y por mi parte estoy resultando en exceso maternal. No es mi intención. Quiero ser tu amiga. Tu amante. No tu madre. Sin embargo eres mi asistente y me siento responsable. Somos tú y yo. 

La cucharilla da vueltas y vueltas en su taza. -Imágenes desagradables. Historias que terminan en daños físicos y mentales. Obsesiones y psicopatías. -se interrumpe para terminarse el café- Hay una vertiente más amable, esa excitación por el placer prohibido, o dar rienda suelta a tus fantasías. No las llamaré perversiones como las califican algunos. Pero también hay personas que acaban maltratadas, por lo general mujeres.

Es en ese momento cuando llegan Lindsey y Bern. Rambién lucen tattoos. Ella es bajita, no llega al metro 60, de un tipo físico similar a Brenda, sobre los treinta años.

 

Contrasta con Bern, alto, grandote, supera la treintena. Se dan a conocer, él con sonrisas, la chica más reservada. Tú saludas, presentas a Michelle como a tu amiga. 

 

Cargando editor
24/05/2021, 01:00
Alice Dawson

La morena se levanta de la mesa y alza la mano para estrechársela educadamente a ambos con una sonrisa y vuelve a sentarse. La conversación con Michelle no ha acabado, pero ya tendrían tiempo luego. Algo nerviosa, pero para bien, Alice vuelve a sentarse y su mirada para de hito en hito entre ambos:

-Yo soy Alice y ella es Michelle, una amiga.- inicia con una energía desbordante, tratando de controlar el temblor de su voz. Se muerde el labio inferior y, antes de que pueda controlarlo, su mirada ya ha viajado entre los dos y recorrido sus cuerpos y sus tatuajes...le traían tantos recuerdos de las noches anteriores que casi sentía que iba a hiperventilar.- Gracias por venir y por querer conocerme esto...estoy algo perdida...-confiesa, entrelaza las manos entre ellas tras apagar el cigarrillo y sonríe nerviosa. 

No sabéis cuán perdida... piensa, asumiendo que había suavizado mucho la situación.

Cargando editor
24/05/2021, 10:01
Eros

Tras las presentaciones, la pareja pide algo de beber. Hay un cruce de miradas, la mirada de la mujer es desafiante, un tanto arrogante, se la mantienes, Michelle también, más acostumbrada que tú al trato con gente de diverso calibre. Los ojos del hombre son más dulces en su repaso visual. Intentas guardar tu nerviosismo en el bolsillo, hablas con cierta seguridad. Ellos, si piensan algo de vuestra relación, se lo callan, discretos, no es su asunto. Michelle apoya una mano en las tuyas.

-Ya nos parecía que ibas perdida. Las respuestas al cuestionario son evidentes. O nos troleabas. Gracias a ti por venir. Hay mucha gente idiota y capulla que responde simplemente por joder y hacernos perder el tiempo. Me puedes llamar Sey -su voz es melodiosa, con un punto grave. Apaga el cigarrillo, te fijas en que lleva un collar de puas alrededor del cuello. Tiene un aspecto que impresiona un poquito.

-Te podemos ayudar, Alice. Y a ti Michelle. -prosigue. La rubia niega con la cabeza y una sonrisa neutra.

-Yo cuido de ella. -comenta, sin más.

-Llevamos años acercando a las personas como tú, con ciertas inquietudes, a comprenderlas, aceptarlas, y a disfrutarlas. -interviene Bern. Su voz es de barítono- Alice, antes de nada tienes que tener claro que el BDSM no es una piscina donde te tiras de cabeza. Aquí, primero, te mojas los pies, las piernas, brazos y nuca. Te vas preparando y entrando paso a paso.

Sey toma de nuevo la palabra -¿Qué experiencias previas tienes?

 

Alice, ¿te vas a sincerar? ¿Les hablas de tus deseos, de lo que has descubierto que te gusta? ¿De lo sucedido con los chicos? ¿O vas a ser superficial y esquiva?

Cargando editor
24/05/2021, 10:50
Alice Dawson

-No por dios...yo nunca quise trolear a nadie... Intenté contestar no se...por instinto. - explica la joven, algo azorada y poniendose más nerviosa, hasta el punto de evitar la mirada de la mujer rubia tatuada, su actitud neutra y fría. Si bien hasta ahora se la había mantenido, ahora prefería evitarla porque lo que iba a decir ahora era muy duro para ella y no quería sentir que esa otra mujer la juzgaba. No le gustaba. Al menos como primera impresión.

Aprieta fuerte la mano de Michelle con las suyas y se dispone a hablar.

-Todo ha sido muy...muy reciente.- empieza, despacio-  siempre intuí que me gustaba el sexo violento pero nunca tuve la oportunidad de hacerlo. Lo primero paso...con los chicos de la pensión...yo me compré un strap-on para...bueno pagar follarmelos. Primero estuve con uno de ellos, y ahí...no se...me follo bien duro...yo se lo pedí. Hasta que me hizo daño y me gustó...me gustó mucho. No le pedí que parase pero nos corrimos y eso fue todo. Luego vino el otro chico...me lo folle con el dildo...todo iba bien, muy bien. Hasta que...-Alice traga saliva y baja la mirada, avergonzada y su voz se queda como un hilo unos segundos, pero carraspea y continua.- ...hasta que él se corrió y yo no...yo no paré. Le hice daño y no paré...tuvieron que gritarme para que volviera en mi. No...no era yo misma.- suspira, toma un sorbo de café y rápidamente vuelve sus manos al refugio que son las de Michelle, sintiendo que si la suelta demasiado tiempo, se derrumbaría hablando de esto.

-Luego...luego estuve unos días con Michelle,este fin de semana...ella fue mi salvavidas, de no haber estado ella allí, yo habría...no se, habría huido de vuelta a casa de mis padres o no se...- confiesa con una sonrisa triste, parecía una broma pero no lo era.- y ella es la que me ha traído hasta aquí. Ella y yo hemos experimentado con mucho cuidado...yo le pedí dolor y ella me lo dio...- comenta con una voz enternecida-...y fue maravilloso sentir que podía confiar en ella hasta el límite. Eso es importante ¿Verdad?-​​​​​​-pregunta, aunque ya sabe la respuesta, por lo que ha leído, lo que le ha dicho Michelle y por sentido común.

Curiosamente, explicar el papel que Michelle había jugado en todo esto le aportó una gran calma ahora, incluso se vio con fuerzas como para volver a cruzar su mirada con la de la mujer tatuada y su actitud distante.

-Y ya por último, bueno, hace dos días, quedé con otra persona... y luego aparecieron más personas y todo se descontroló un poco...abuse de drogas y todo se volvió muy loco y borroso. Se que me hicieron daño y que yo lo pedí...pero sé que no le hice daño a nadie. Y...reflexionando creo que...creo que la persona con la que quede, una mujer que es tatuadora - se ríe por la ironia- tiene un aura...que me atrae. No sé cómo explicarlo...emana peligro...y aún así una parte de mi quiere exponerse y quiere que ella me someta...pero aún no he hecho nada con ella en ese sentido, no se si puedo confiar, me gustaría pero el sentido común me dice que tengo que conocerla un poco más.- y así concluye su relato, con un largo suspiro como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Mira de reojo a Michelle, preocupada por su reacción ante esto último que ella no conocía, porque no le había dado tiempo a contarselo.​​​​

Cargando editor
24/05/2021, 12:09
Eros

Ambos te escuchan con mucha atención, interesados en lo que tienes que decir, explicar, liberar. Sus ojos y sus gestos te animan a seguir. Te parece que ninguno de los dos te está juzgando, de acuerdo que ella parece algo fría, pero su mirada desprende comprensión. Y él, más relajado, mantiene su media sonrisa colgada de sus labios. Bern se enciende un cigarrillo y deja responder a Sey.

La chica suaviza su mirada y hasta sonríe. Cuando lo hace, es una sonrisa traviesa y sugerente -Ese follar duro, ¿por delante o por el culo? –tú confirmas que por detrás. –Y si tu amiga te ha dado dolor y controla, ¿qué problema hay?

Michelle aclara que a ella no le va el BDSM. Ha sido a través de masajes y el sistema nervioso. Explica por encima. Pero que no le gusta verla sufrir aunque disfrute. Es un asunto peligroso.

-Lo se. Hay que mantener mucho el control. –señala Sey.- Conozco de lo que hablas acerca de esos puntos –vuelve la mirada hacia ti.- Es importantísima esa confianza. El pilar de las relaciones BDSM. De cualquier relación, ¿no?

Bern os ofrece un pitillo. Tu jefa niega con la cabeza. –Alice, el receptor en el sexo anal, así como la persona que toma el rol de sumiso en cualquier otro juego sexual, es quien debe de tomar el control, quien pide más o menos. Y, si no es capaz de ello, la persona que ejerce el papel de dominador, de amo si quieres, debe actuar como hizo Michelle, conociendo qué límites no se han de traspasar.

-Tampoco tiene nada que ver tu actitud frente al mundo, a lo que quieres en la intimidad –comenta Sey- Mira, este collar. Soy la esclava de Bern. Le pertenezco. Solo en la cama. En el resto del día, puedes apreciar que no soy precisamente una mojigata.

Michelle frunce el ceño cuando cuentas todo eso de la fiesta y la tatuadora. No pregunta ni dice nada, claro. Siempre la has visto muy liberal e incluso ya te dijo que no podía tenerte para ti sola. Supones que tienes que hablar luego con ella.

-Bueno. Si tu amiga…Michelle, controla, quizá debería perder sus miedos. –Michelle se remueve un poco en su silla- Y tú los tuyos, pidiéndole a esa otra mujer lo que quieres y te gusta. Pero primero es verdad que deberíamos averiguar si te puedes controlar para que no te suceda de nuevo lo mismo que con ese otro chico.

-Creo que estuvo relacionado con la frustración que arrastra de su pasado. Sus fantasmas. No le ha vuelto a suceder. –reflexiona en voz alta Michelle.

Cargando editor
24/05/2021, 13:48
Alice Dawson

Atiende en riguroso silencio las palabras de ambos, es cierto que no la estaban juzgando pero ella misma se sentía aún tan mal y tan culpable por lo que había sucedido, especialmente con Robby, que seguramente tenía los nervios a flor de piel y sin querer se ponía a la defensiva. Rechaza el cigarrillo que le ofrece Bern para mostrar su propia cajetilla, estaría feo aceptar un pitillo suyo teniendo ella. Lo cierto es que se enciende uno también, por envidia, cosas de fumadores.

Asiente con la cabeza al razonamiento de la relación de amo y receptor o dominante y dominado, era lógico que fuera la parte expuesta quién tuviera el botón de pararlo todo y que si no estaba haciéndolo...era el dominante quien debía hacerlo, tal y como había hecho Michelle.

Vuelve a mostrarse conforme cuando se habla de la confianza y cuando Michelle hace el apunte de donde piensa ella que vienen esos impulsos violentos.

-Si...es cierto que no me ha vuelto a pasar. Y creo que podría estar controlado pero si es cierto que tampoco he vuelto a usar el strap-on...- reflexiona en voz alta, no con ánimo de quitarle razón a Michelle pero aludiendo a otros posibles estímulos que podrían ser responsables.

-Pero...no Michelle no tiene que hacer nada que no quiera hacer. Ella ya ha dicho que no le gusta hacerme esto, tengo que buscar otra persona de confianza que me dé lo que necesito y darle lo que sea que tengo dentro...tal vez tenga unos deseos de sumisión que necesitan salida pero...en vuestra opinión ¿Creéis que también tengo impulsos emm sádicos? O...¿Dominantes? 

​​​​​​

Cargando editor
24/05/2021, 15:58
Eros

-Bern da una profunda calada a su cigarrillo. – No confundes sadismo con dominación. Eso es otro nivel. Ya te he comentado que vamos paso a paso. ¿Vale, Alice?

-No te pasa nada raro, Alice. Eso es lo primero que tienes que meterte en la cabeza. –interviene Sey- Hay hombres a los que le gusta lamer tacones. O ponerse hielo en los testículos. Y mujeres que se corren al contacto del látigo en sus nalgas.

Bern prosigue- También debes de entender que en muchas ocasiones no es una relación amorosa. Hay confianza, pero no amor ni nada parecido. Tú me das algo y yo te doy algo. Tú misma lo has exxpresado muy bien. Un intercambio. Lo ideal sería que pudierais experimentar las dos juntas.  

Michelle sonríe, te aprieta la mano. Ahora ya la ves más serena y te transmite su seguridad y tranquilidad. También ayuda que la pareja que tienes delante es razonable, asertiva, te hablan con cordialidad y libertad, la misma que tú has ofrecido.

Sey se humedece los labios – Por supuesto que tienes impulsos dominantes. Ni lo dudes. –Se inclina hacia delante, estrecha las manos- Te propongo lo siguiente. Una sesión en la que uses el strap-on. Pensando si te da igual que tu pareja sea un hombre o una mujer. Puedes incluso en la misma sesión intercambiar papeles. –Se enciende un cigarro- Si quieres probar con una chica, yo me ofrezco, a Bern no le importa compartirme. Probamos, como te digo. En otra sesión, puedes sodomizar a un hombre. –Sonríe y mira a Bern con picardía- Te presentaríamos a varios chicos de confianza, jóvenes o si quieres, maduros. A Bern no le va ser receptor.

Cargando editor
24/05/2021, 16:30
Alice Dawson

La sonrisa de la morena se ensancha al notar que Michelle está más calmada y segura. Alice no sabe si ella de ha relajado por sus palabras o por la confianza que transmite la pareja, ya habrá tiempo de saberlo. Por ahora toca centrarse en lo que ellos, más bien, ella propone.

Alice traga saliva, toma un sorbo del café y da una calada, haciendo tiempo o tal vez, calmándose antes de responder.

-Si...si para vosotros no es un problema...si, si que me gustaría aceptar tu propuesta.- asiente con una tímida sonrisa- creo que necesito...enfrentarme a eso que siento para...para dominarlo. Podéis organizarlo como queráis...vosotros sois los expertos y yo quiero aprender de esto y de mí misma. Sé que estaréis ahí para que la cosa no se descontrole, en ningún sentido. No quiero hacer daño a nadie pero estoy segura de que Michelle enloquecería si soy yo la que sale lesionada...- bromea como para rebajar el tono tan serio de la conversación pero sin banalizar, reflejando una preocupación realista.

Cargando editor
24/05/2021, 20:09
Eros

-Ya me tienes loca, Alice -te sigue la broma Michelle. Aunque relativamente callada, la rubia no pierde detalle de la conversación ni de la actitud de la pareja. 

-Es natural que estés nerviosa, Alice. -esta vez la sonrisa de la mujer no te parece tan felina. -De verdad, estarás bien. Michelle puede estar presente si quiere, entre las sombras, mirando y cuidando de ti.

Tu jefa te mira- Lo hablaremos.-no lo deja notar pero tú la vas conociendo y no lo ha dicho convencida.

-Sey da la impresión de ser una tía dura, algo seca y distante. Alice -Añade Bern. Te mira a los ojos.-Sey es un amor en la intimidad. No puedes estar en mejores manos.

Lindsey comprueba su reloj. Te observa, curiosa. -Mírame, Alice. ¿Esta conversación te está excitando? ¿Te imaginas poseyéndome? ¿Dándome lo mío con el strap on? -fuma de su cigarrillo-Quedar y ponernos a ello, suena muy frío. Lo se. No es la visita del médico. ¿Damos una vuelta, nos conocemos un poquito, comemos algo? Luego vamos a nuestro club, a una sala vip. ¿Qué dices? ¿Demasiado precipitado? 

Cargando editor
24/05/2021, 22:29
Alice Dawson

¿Qué? Ni de coña... 

Educadamente, Alice sonríe ante la oferta pero niega con la cabeza apurando su cigarro para apagarlo luego en el cenicero:

-Muchas gracias Sey, pero hoy debo rechazarte la cita- dice, convencida, apretando las manos de Michelle entre las suyas- Cualquier otro día, estaré encantada, apunta mi número y nos llamamos para concretar algo ¿si? Hoy tengo trabajo que hacer.- añade sin dejar de sonreír.

Por otro lado y ya que me lo preguntas...jaja la verdad es que no se si me imagino...a mi sobre ti de esa manera. me inspiras una apariencia de cazadora y no de esclava, pero supongo que son mis prejuicios, disculpa. Seguro que nos entendemos. Y aceptaré esa cita para conocernos un día de estos encantada.

Alice lo tenía muy claro...quería pasar el resto del día con Michelle, demasiado se había preocupado la mujer como para ahora dejarla plantada. Ni de broma.

Cargando editor
24/05/2021, 23:08
Eros

-Tú decides, sin problema. -La rubia teñida no se lo toma a mal para nada. Es una propuesta sin más. Fuma tranquilamente y sonríe a tu comentario de cazadora. - Nadie sospecharía que una nena mona como tú tiene fantasías de ese tipo. Aquel tipo de allí -señaló a un hombre solo en una mesa bebiendo un café- puede que le guste vestirse de colegiala.

El resto de la conversación es distentido, palabras de seguridad, juguetes sexuales, disfraces, cómo funciona el club...Al final de la cita tienes la sensación de que son majos, conocen en profundidad el tema y te pueden ayudar, al menos intentarlo, tomándoselo con seriedad.

-Llámame y concertamos un encuentro.- se despide Sey. 

-No lo demores, Alice -te aconseja Bern.

Cuando se marchan, la mirada de Michelle desprende una burlona ironía -¿Hoy tienes trabajo que hacer? Explícame eso, señorita.

Es ella quien te aprieta la mano ahora -¿Qué te han parecido? ¿Te sientes más segura?

Cargando editor
24/05/2021, 23:35
Alice Dawson

Alice atiende al resto de la charla, más o menos cosas que ya había leído por ahí claro que no es lo mismo que hablarlo con gente real de carne y hueso. Es una cita amena, Alice la disfruta, hasta el punto que lamenta no haber traído un cuaderno para tomar apuntes. 

Finalmente el encuentro llega a su fin y Alice promete llamar a Sey y se despiden alegremente, con verdaderas ganas de volver a verse.

Pero luego su atención se centra por completo el Michelle y, presa de una alegría y una excitación imposible de parar, Alice se incorpora para unir sus labios en un beso fogoso y húmedo cargado de pasión y entrega.

-Tengo trabajo contigo, tonta... ¿no te debía un polvo? - se ríe, refiriéndose a la conversación de antes de que llegara la pareja. Vuelve a su asiento y suspira- Me han gustado...creo que son la clase de contacto que busco...gente con la cabeza bien amueblada y que tenga experiencia con "problemas" como los míos...¿y tú? ¿Qué opinas?

Cargando editor
25/05/2021, 00:19
Michelle

 

Tu fogoso beso la pilla por sorpresa. Se ríe y luego te devuelve el suyo, fugaz, juguetón. -Dos. Creo recordar que dije dos polvos - divertida, levanta un par de dedos.

-A mí me sigue dando reparo este asunto. -muestra una cara de: lo siento, pero es que no le veo el qué.- No le encuentro la gracia a que te aten, o a golpear con una fusta, o lo que sea. Pero ya te dije que tengo una mente abierta.

Una sombra cruza su mirada- Me gustaría ayudarte más, que no tuvieras que buscar a terceras personas. Esta pareja es sincera, no son unos cantamañanas embaucadores. Probablemente en la intimidad ella es lo que dice. Y él es flexible, quiero decir que es alguien capaz de escuchar y entender.

La ves inquieta.

-Podría...a veces he pensado en usar ese juguete del strap on contigo. De...bueno, intentarlo. Joder, esto me pone más nerviosa que una difícil negociación. - ríe de nuevo, se peina, se pide otra copa de vino rosado. -Pero...no se...si sabría…Yo que se, Alice, solo pensarlo, esto es muy loco

Busca en el bolso su pintalabios. -Te...compré un regalo, algo que me hizo gracia cuando me informaba sobre el BDSM. No me puedo creer que te haya comprado algo así. En cierto sentido me da vergüenza. 

Cargando editor
25/05/2021, 00:27
Alice Dawson

La morena la escucha, ve los nervios en ella...la sigue escuchando...una luz se hace en su mente. Una bombilla que no sabía no cómo no se había encendido antes. 

Dios santo...no puede ser...

Pero...¿acaso Michelle se sentía...mal? ¿Mal por no compartir aquello con ella? ¿Mal porque no le gustase? ¿Mal por no poder cambiar por ella...? ¿era posible que...? A su mente viene la pregunta que la rubia le hizo en su apartamento días atrás...¿Y si...y si era Michelle quien...?

Alice sacude la cabeza, aparcando esos pensamientos por ahora. No era el momento ni el lugar. Pone su mejor sonrisa y da unos culazos para acercar su silla a la de ella. Pide una cocacola para ella cuando el camarero regresa y luego se centra en ella de nuevo:

-Michelle...me gustas tal y como eres. Me encanta lo que tenemos...es perfecto tal y cómo es...No...no quiero que cambies por mí. Eres...eres perfecta.- toma sus manos y pega sus labios a sus dedos, no pretende que su gesto quede caballeresco ni tierno...tan solo afable y afectuoso...aunque no está muy segura de haberlo conseguido. 

Carraspea para quitar hierro al asunto y le suelta las manos para que pueda buscar en su bolso:

-No era necesario que me comprases nada...especialmente después de todo lo que debí preocuparte el otro día...- no lo decía pero se moría de ganas por saber qué era lo que se le había ocurrido comprar.

Cargando editor
25/05/2021, 09:18
Michelle

No puede ser. ¿O sí? ¿O es…? ¿O sencillamente el cariño que te ha cogido? ¿O que eres su capricho? Como sea, tanto da ahora, tampoco es momento. Toca reflexionar acerca de la conversacion. O aparcarla un poco y dedicarse a esta mujer.

-Perfecta…-Michelle sonríe y luego se ríe bastante – Te siguen afectando esas drogas que consumiste la otra noche. -Entonces se pone algo seria y te mira a los ojos, no es tu amante en ese instante, sino que sientes que su mirada es la de tu “jefa”.

-Quiero pensar que es algo puntual. Que se te fue. Te dije que  no preguntaría, pero hoy, aquí, he escuchado lo que sucedió. No me van las drogas, Alice. No te digo que no a un canuto de hierba, vale. O a pasarse un poco con un buen vino. Tengo mis debilidades, vale. NO quiero drogas duras en mi entorno.

La rubia considera que ha dejado clara su postura. Si te metes una raya, que por lo menos ella no se entere. Eso sí, no ha mencionado a la chica de la que has hablado, la tatuadora, no de esa aura de peligro que te atrae.

Sus ojos son dulces después de la ternura de tu beso en sus dedos. No puede resistirse a besarte suavemente en los labios. -No lo tengo aquí. Está en casa…vamos y te lo enseño…Sí que me preocupaste, la verdad. Con lo que hicimos, con lo que te sucede…Me temí…no se…que hubieras probado por ahí tú sola. No me des esos sustos, pequeña.

Su boca se funde de nuevo con la tuya.