Partida Rol por web

Era por la mañana, una mañana de finales de octubre por lo que aunque aun no hacia frio empezaba a apetecer coger una chaqueta para salir. Era aun temprano para ir a clase, pero ya habia gente en las calles y siempre era mejor salir con un poco de tiempo.

La gente de la ciudad iba de un lado a otro despreocupadamente mientras el dia empezaba a alzarse, hoy era viernes, seria un viernes como otros, clases y despues tal vez a salir un rato, quien sabe a lo mejor pasaba algo interesante, aunque eso no era algo que Astrid esperase, mas bien todo lo contrario.

Al llegar a la cafeteria donde solia desayunar cuando salia temprano le recibe Manuel, un chico que venia de España porque no habia encontrado trabajo alli, el chico no hablaba muy bien el aleman pero hacia esfuerzos y realmente era muy simpatico, sin preguntar trae a Astrid lo que siempre suele tomar de dasyuno y se despide con una sonrisa mientras deja el periodico del dia en la mesa

Las noticias eran como de costumbre malas, pero llamo la atencion una noticia que hablaba sobre el alzamiento de los movimientos racistas, en la noticia se citaba que habia una gran manifestacion en Central Park y en la mayoria de los parques mas grandes de las ciudades mas importantes del mundo, inclsuo alli en Berlin iba a haber una manifestacion que coincidiria con el inicio de una cumbre de la Union Europea con Rusia sobre Ucrania

Agradecí a Manuel su excelente atención con un escueto "Gracias", y tomé el periódico antes de prestar atención al desayuno. Las buenas noticias brillaban por su ausencia, y entre las habituales malas una llamó especialmente mi atención.

Alzamientos racistas... ¿Es que no pueden ver más allá de sus narices?

Lancé el periódico abierto sobre la mesa, en un gesto de enfado, para después cerrarlo con cuidado y dejarlo a un lado, por si alguien quisiera cogerlo. Cogí el zumo de naranja natural con una mano, y el plato con las dos rebanadas de pan negro y mantequilla, y los coloqué frente a mí. Mientras untaba el pan repasaba lo que haría ese día. Lo único seguro era acudir a la escuela a dar clase. Era día de exposiciones para los alumnos, así que sería un día tranquilo de trabajo. Después... No tenía ganas de hacer nada en especial, quizás beber un par de cervezas por ahí.

Sabine querría que la avisara, pero no me apetece mucho... Ya veré más tarde.

Terminé de untar el pan y lo posé sobre el plato, antes de dar un sorbo al zumo que Manuel había exprimido personalmente.

El desayuno transcurria tranquilamente, el lugar estaba bastante tranquilo como de costumbre, las cuatro o cinco personas de todos los dias, que ya a veces incluso se saludaban. Es entonces cuando llega alguien que no solia desayunar alli, se trataba de una chica, bastante bajita, de aproximadamente 1.50 m la joven vestia ropa comoda, una camiseta de tirantes y sobre esta una chaqueta de color verde de corte militar, la chica llevaba tambien puesta una falda y unas botas.

La chica con el pelo largo, negro y muy liso tiene rasgos asiaticos, no es especialmente llamativa pero tiene ese aire exotico que podria llamar la atencion de las personas, la chica toma asiento mientras mira su telefono movil, un modelo que se veia era realmente caro, distraidamente miraba la pantalla del movil meintras esperaba a que el camarero llegara

Al llegar muy educadamente deja el movil y en un perfecto ingles dice:

- Buenos dias, si, podria traerme un.. desayuno tipico de la zona...muchas gracias

La chica tenia una bonita voz que aunque hablaba bajito Astrid pudo escuchar. La chica asiatica se quedo entonces mirando la calle. Algunos chicos jovenes miraban descaradamente a la chica mientras hablaban entre ellos.

Mientras tanto la ciudad parecia aun medio dormida y el reloj avanzaba lentamente, aparentemente aun con bastante tiempo antes de tener que ir a clase

En un momento en que levanté la mirada del desayuno, me di cuenta de lo que estaba sucediendo con la chica asiática. Varios jóvenes la miraban descaradamente, mientras hablaban entre ellos.

Miré a la chica, que se había quedado mirando al exterior, observando la escena, y me acerqué con rapidez.

- ¡Largo de aquí! ¿No tenéis clases o algo? - dije dando un par de golpes al cristal para ahuyentarlos.

Entonces me volví hacia la chica.

- Disculpa, hay gente maleducada por aquí, pero por suerte no es la mayoría. - le dije en inglés, y volví a mi sitio.

La chica mira extrañada a Astrid y asiente con la cabeza agradeciendo, entonces dice:

- Muchas gracias, lo cierto es que llevaban un rato siguiendome y me dio un poco de miedo y como vi este local con gente entre para ver si se marchaban

Agacha la cabeza en señal de gratitud, en sus movimientos se notaba que no era britanica, mas bien parecia ser realmente de un pais asiatico:

- Muchas gracias por la ayuda, me llamo Maki permitame invitarle a algo como agradecimiento

Estaba dando un trago al zumo de naranja cuando la voz de aquella chica llamó mi atención. Alcé la mirada mientras terminaba de beber, y la encontré a mi lado dándome las gracias y explicándome lo que había pasado. Definitivamente debía proceder de un país asiático, ya que tal reverencia no era propia de la cultura occidental. 

Me pidió que le dejara invitarme a modo de agradecimiento, siendo mi primer pensamiento rechazarlo, pero por su cara parecía ser realmente importante para ella hacerlo.

- Está bien... - dije resignada. - Pero no te quedes ahí parada. - añadí haciéndole un gesto para que se sentara. 

Maki se sienta tras asentir con la cabeza, parecia que en el fondo estaba avergonzada y dice:

- Esto...le agradezco su amabilidad

El camarero trae entonces el desayuno de Maki, un cafe y unas rebanadas de pan, Maki asiente con la cabeza en señal de agradecimiento y dice:

- Muchas gracias

Mira a Astrid y añade:

- Espero no incomodarla ni molestarla en sus quehaceres diarios, anoche llegue a la ciudad por trabajo y queria ver la ciudad cuando no habia mucha gente, ademas el horario es muy diferente al de Japon y estoy algo extraña cuando esos chicos me empezaron a seguir y a hablar en aleman que no entiendo nada del idioma, muchas gracias por ayudarme

Comenzaba a ponerme algo nerviosa tanto agradecimiento, entendía como podía sentirse, pero tampoco había hecho yo nada del otro mundo.

- Está bien, no ha sido nada. No tienes que darme las gracias tanto.

Di un mordisco a una de las rebanadas de pan, y tras comer continué hablando.

- En realidad no interrumpes nada, aún no tengo que ir a trabajar. Como digo esto no es lo habitual, pero procura moverte por donde haya más gente, será más seguro. - por lo que había dicho venía para trabajar, pero no conocía el idioma, aquello me produjo curiosidad. - ¿Y dónde vas a trabajar?

La chica ceremoniosamente se preparba el desayuno con mucha tranquilidad, cuando responde:

- Si, bueno, yo...soy...compositora y cantante, estoy escribiendo una cancion para un grupo y buenoe sta tarde tenemos una grabacion en la ciudad para un single, y como no podia dormir quise salir a conocer la ciudad para ver si... me inspiraba para una nueva cancion

Se queda unos segundos callada y añade:

- Lo cierto es que es la primera vez que vengo a occidente, y estoy sorprendida, vuestra cultura me resulta muy llamativa pero es muy curioso, me es extraño la verdad

Escuché a la chica con atención. La verdad es que era agradable oírle hablar, resultaba realmente refinada, y su inglés era prácticamente perfecto. Por lo que dijo buscaba inspiración, así que pensé que quizás podría recomendarle algún lugar que visitar. Tras detenerse unos segundos, continuó diciendo que le llamaba la atención la cultura occidental.

- Sí, supongo que hay muchas diferencias, pero en el fondo todos somos carne y huesos. - quise aclarar mi idea, por si podía no ser clara para ella. - Quiero decir que, todos somos humanos, todos reímos y lloramos, queremos, odiamos, ya sabes...

Me detuve al ver que me estaba poniendo algo trascendental, y recordé la noticia del periódico.

- Deberías evitar la manifestación... No se si has leído el periódico. - dije, pasándoselo.

Maki asiente y dice:

- Si, es cierto todos somos humanos y yo pienso que a todos nos gusta la musica que es un idioma para todos comun y por eso me gusta tanto cantar, ah por cierto si lo desea esta noche actuamos en television es nuestro debut en una television alemana.

Sonrie y cuando le advierte sobre la manifestacion niega con la cabeza y dice.

- No, no he podido leerlo, no entiendo el aleman y no he encontrado ningun periodico en ingles, yla verdad que estaba algo desconcertada con la ciudad como para ponerme a leer las noticias

Me avergoncé un poco ante su respuesta, no había caído en que no era tan sencillo encontrar la prensa en inglés si no sabías donde.

- Disculpa, la verdad es que sin conocer Berlín... No encuentras prensa extranjera en cualquier lado, de hecho yo se la encargo a un tendero de confianza. - comenté, y señalé la foto del periódico que le había pasado. - Está habiendo un alzamiento de movimientos racistas... - dije algo abochornada, por lo que parte de la "cultura occidental", a la cual pertenecía, estaba haciendo. - Y esto ha provocado que haya diferentes manifestaciones. Aquí hablan sobre la de Nueva York, pero hoy mismo habrá una aquí en Berlín, coincidiendo con la cumbre de la Unión Europea.

Quité la mano del periódico, para dejarle ver mejor la foto.

Maki mira la imagen y niega con la cabeza, entonces dice.

- Gracias por el aviso tendre mas cuidado cuando camine por la calle, pero vaya nunca entendere a la gente que piensa que somos diferentes, en el fondo todos somos personas.

Mira de nuevo la fotografia y añade:

- En Tokyo tambien ha habido algunas manifestaciones racistas pero digamos que aunque me avergüence decirlo es con la gente de China mas que con los occidentales, nunca nos hemos llevado muy bien

Mira a su interlocutora y añade:

- Ha sido muy amable al contarme tantas cosas, me siento en deuda con usted, no se...le gustaria asistir esta noche a la gravacion del programa de television? no se muy bien como es, es un programa nocturno, de entrevistas, nos hacen unas preguntas y despues Shinishi y yo estamos alli y bueno, el resto de la banda viene despues y tocamos una vez en directo alli

Parecia apurada y dice:

- Si lo desea puedo darle dos entradas para que venga como agradecimiento por ser tan amble conmigo y...no se, no quiero obligarla, solo como muestra de agradecimiento

Nuevamente quería darme las gracias por algo que cualquiera habría hecho. ¿Cómo no advertir a una chica con semejante inocencia en su rostro? Me propuso darme dos entradas para el programa de televisión al que iba a acudir su grupo. La verdad es que lo último que me apetecía era mezclarme con un montón de gente eufórica bailando o dando brincos; pero era el tipo de cosas que le entusiasmaban a Sabine. 

- Tengo una amiga... Quizás le apetezca. - acepté así su ofrecimiento, sin decirle claramente que no me apetecía en absoluto.

 Con suerte Klaus estará libre, y podré mandarles a los dos a la tele... Sí, eso sería perfecto.

Maki busca entre uno de sus bolsillos y saca las dos entradas, estas son de un programa de muchisima audiencia de la noche, pero ademas las entradas incluian un paseo por los estudios y los camerinos, era en realidad un pase VIP, por lo visto a la chica no la habian explicado realmente lo que eran las entradas y ya que estaban en aleman no las entendia.

Maki mira el reloj y dice:

- Creo que deberia de marcharme ya y permitirle marcharse, le agradezco mucho la ayuda y espero verla con su amiga esta noche.

Sonrie mientras se pone de pie, mira en su monedero y saca un billete de 50 euros mientras dice mas para si misma que para Astrid:

- Veamos 50 euros son como...si 5 000 yenes mas o menos, entonces si los desayunos eran 5 euros cada uno mas o menos serian...10 euros que son 1 000 yenes, vaya Berlin es un poco caro

Mete de nuevo el billete y trastea con el monedero, saca algunas monedas y se las enseña a Astrid:

- Perdona estas monedas que valor tienen que no viene bien indicado

Le enseña la de 10, 50 centimos, 1 y 2 euros enseñandole un total de 8.75 euros en monedas

Cuando la chica se despidió hice un gesto con la cabeza, a modo de respuesta, pero al levantarse se detuvo a hacer cuentas. Parecía algo perdida con el cambio de moneda, y me pidió ayuda, mostrándome algunas monedas.

- Veamos... Estas son de 10 y 50 céntimos. - dije levantándome y señalando las doradas. - Y las otras son de 1 y 2 euros. Así que son... Si, 8 con 75. - le quité las monedas de la mano y se las dejé a Manuel en la barra. - Ya está, la propina corre de mi cuenta, ¿Vale? - le dije a la chica, a la vez que le decía a Manuel por gestos que me lo apuntara.

Maki asiente y dice.

- Muchas gracias por la ayuda, me confundo mucho con los euros, es muy raro para mi pensar que una moneda valga tanto dinero.

La chica coloca su silla en su sitio de la misma forma en la que estaba justo antes de sentarse y dice mientras que inclina la cabeza en señal de saludo:

- Muchas gracias ha sido todo un placer, espero verla esta noche

Tras lo cual sale caminando tranquilamente por la puerta

Su comentario sobre lo mucho que se confundía con el dinero me recordó las temporadas que había pasado en el extranjero, cuando todo aquello aún no había pasado, cuando todo tenía algún sentido. Ahora sólo se trataba de vivir un día tras otro, sin objetivo, esperando que el tiempo pasara rápido.

Asentí ante la despedida de la chica, dándome las gracias por segunda vez en menos de un minuto. Parecía una buena chica, pero tanto agradecimiento resultaba algo incómodo. Cogí mis cosas, guardé las entradas en el bolso, tras lo cual salí a la calle para dirigirme a la escuela.

Otro día más...

Astrid se levanta justo en el momento en el que uno de los camareros nuevos del bar, un chico algo despistado pero que hacia todo lo posible por hacer bien su trabajo pasaba, este se tropieza y mueve su bandeja de forma que el cafe que llevaba cae sobre el brazo de Astrid.

El liquido estaba realmente caliente y quemaba, la mujer puede ver como le hace una quemadura, el chico bastante apurado dice:

- Lo siento, perdon perdon, tenga tenga un paño humedo

Le da un paño humedo, el que usaba para limpiar las mesas mientras corriendo va a la barra a coger algo

Justo antes de irme, un nuevo camarero derramó un café en mi brazo, haciéndome una quemadura que me causaba dolor y quemazón.

- ¡Aauu! ¡Joder! - grité agitando el brazo, y el chico me ofreció un paño que le arrebaté de mala gana. - Encima esto es asqueroso... - añadí colocándome el paño húmedo sobre la quemadura. - ¡Date prisa!

Volví a gritar y apreté los dientes para no decirle cualquier cosa.