Partida Rol por web

Cuando vio salir la cama elástica sonrió interiormente, lo había conseguido. Se separó un poco del panel de control y observó la felicidad de Elize en silencio, siempre se había preguntado porque ella no podía ser así, simplemente ser feliz. Soltó un suspiro bastante pesado, de repente todas esas victorias que ella había conseguido, no la hacían sentir llena, más bien todo lo contrario. Desvió unos segundos la mirada hacia el panel, y se sumió en sus pensamientos. De fondo podía escuchar las risas de Elize, y eso hacía se se sintiera tranquila. Al menos ella podía permitirse ese estado emocional.

"¿Qué mierda va hacer este ahora?" Pensó al verlo ir con aquella velocidad hacia la cama elástica. Durante unos segundos tuvo la esperanza de que esperaría a que Elize bajase, pero al no hacerlo,  Nyoko afiló los ojos y miró cada movimiento. Las consecuencias fueron peores de lo que ella esperaba, y eso hizo que chasqueara la lengua con molestia. "Ya está..." Con paso decidido se acercó a la rubia para asegurarse de que estuviera bien.- Ey, cómo estás. Déjame ver dónde te has golpeado.-Su tono era neutral, con un toque de enfado. 

Había soportado que se pavoneara tal cual realeza, había soportado que fuera un cretino, había soportado que no le ayudase en ninguna de las pruebas, pero esto, esto ya había sido demasiado. Miró con desprecio al rubio y sin moverse de dónde estaba, le habló.- ¿Pero de qué vas? ¡No nos ayudas en nada! ¡No nos respetas! ¡Y encima tienes el valor de hacer daño a una de tus compañeras! ¡Me da exactamente igual quién eres, ahora no eres más que otra mierda! -Los ojos de la pelirrosa centellearon por el enfado, y su cuerpo empezó a emanar un aura roja, cómo cuando ocurrió lo de sus padres.- ¡¡ERES DESPRECIABLE!! -Le dijo con mucho enfado.- Si no llega a ser por nosotras, no habríamos conseguido tanto, tú no has hecho una mierda en este tiempo ¿Pasear? Sí, sabemos que sabes pasear cómo un niño estirado ¿Pero sabes? Aquí no eres nadie, eres uno más de el montón, cómo nosotras. No, peor aún, eres un maldito malcriado, que cree que puede pisar todo a su antojo.-Nyoko tenía el cuerpo tenso por la situación.- Pero no es así, si fueras distinto no estarías en esta sala, pero lo estás. Métete esa estúpida llave por dónde te de la gana, tú no eres el héroe de nadie y tú no la has conseguido por méritos propios. Si no hubiera sido por mí y por el impulso que cogiste gracias a Elize, no hubieras hecho nada.

Parecía que no era el día de Aer, había fracasado estrepitosamente al usar sus poderes y ahora su idea de juntar las mesas se iba también al garete, estaban ancladas al suelo.

Tras escuchar la idea de Garret y a pesar del miedo a la más que posible represalia por parte de Laura, vio que de momento no tenían otra opción, así que antes de que Laura diese rienda suelta trató de intervenir para conseguir su colaboración.

- Se que probablemente no te guste la idea - le dijo a Laura lo primero - pero estamos faltos de ideas para llegar hasta allí. Yo no he sido capaz de controlar mis poderes - continuó con cierta vergüenza, aún le dolía el comentario de la pequeña - y no veo otra manera de conseguir la llave. Necesitamos tu ayuda. 

Cuando Xue me preguntó por qué lo miraba tan fijamente a los ojos, se me quedó cara de perro confundido ante la prestidigitación con su pelota. No sabía si quería una respuesta muy profunda o metafórica o algo así, así que saqué un porque son bonitos. Y se me ocurrió otra cosa. Porque es divertido. Y otra. Porque brillan. ¿Qué más quieres que te mire? Pero eso no lo dije en voz alta, solo lo pensé y me reí un poquito, se podría decir que lo dejé caer por ahí en el subtexto, y el subtexto no lo puede leer nadie así que no hay problema. 

Entonces Axel dijo lo de que era mayor y la naturalidad y la perversión universal y todo eso, y eso sí que me dio una buena carcajada. ¡hahahahaha.... me reí tanto, que me doblé repentinamente, y ¡POM! mi cabeza contra una de las patas de la mesa. Primero me dolió bastante, pero luego seguí riéndome de mi misma ...hahahaha! Ya iba a salir de ahí abajo con Xue, cuando Axel sonó como algo así como "la voz de la madurez". Salí de debajo de la mesa con cara de pocos amigos, me quité una goma para el pelo que tenía en la muñeca, me lo recojí en un moño un poco asimétrico y disforme, y me enjarroné como la reina en un retrato de Goya. Oye Axel, si estás aquí es que tienes más o menos la misma edad que todos. Así que buuuuuuh buuuh buuuuh empecé a mover las manos como si estuviera canalizando olor a pedo hacia Axel, exagerando cada vez más, hasta que me sentí tan ridícula moviendo las manos arriba y abajo que me hice gracia a mi misma buuuuh a tu mayorcisidad hahahaha. 

Acto seguido, tuve una idea que me apresuré en seguir. Me fui corriendo hacia la terminal con pantalla grande en medio de la sala, buscando como encenderla. A lo mejor ahí había alguna pista de la llave escondida, o del acertijo de la caja. ¡Xue, cuenta!

“Pues, no sé hablar español, pero las palabras de bienvenido de Janussen son escritas en varios idiomas, y comparando el papel del mío con el del español, puede rápidamente aprender el significado de algunas palabras e intentar hallarlas también en la carta esta… así veré si puedo un poco descifrarla”, así habló Aki, como solía hacerlo tratando de resolver un problema, un poco por sí mismo en voz baja.

Como lo acababa de decirlo, trató de hacerlo, impaciente del resultado que podía dar...

Kukiko parece estar en otro mundo, aquel lugar le resulta aburrido y no comprende esto de las pruebas. Posiblemente se pregunta en cada minuto transcurrido cuándo termina este martirio y justo por esa razón, se mantiene algo ajena al resto, como si todo carece de importancia. 

- Nyoko... Deja ya. -  afirma determinante. 

Es que tras el acontecimiento del chico y sus tretas para agarrar la llave, ha terminado ofuscando a su melliza. En simples palabras, el fin justifica los medios y no le ha parecido algo terrible aquella actitud. Usarla de soporte para saltar, fue un poco insultante, pero al menos es un paso más para salir de esto. 

- Bueno, esto me parece absurdo y estoy perdiendo la paciencia. Así que les agradezco un poco de ayuda o congelo todo, ya roza el aburrimiento. -  espeta ofuscada. 

Comparando la carta en japones con la misma carta en español y la nueva carta que Laura había tirado al suelo, y con algo de esfuerzo, conseguiste traducir por completo la carta.

Felicidades alumnos. Habéis abierto la caja misteriosa. ¿Os ha costado? La respuesta era Betelgeuse. Una estrella singular situada en lo más alto del cielo. Forma parte del triángulo de Invierno, cuyos otras dos estrellas forman parte del hexágono de Invierno, por lo que diferencia la pequeña constelación con la grande. Y es el hombro de la constelación de Orión, el gran cazador mitológico. Espero que haya sido un desafío mental... pero aún tenéis que pensar más.

¿No habéis encontrado la tercera llave? Empezad por estas palabras y tened la mente en orden, porque en ellas se encuentra la verdad: Multitud Urbe Bancal.

Con los comentarios de Garret sobre lanzarla, y Aer que le apoyaba por no tener más ideas, el ojo izquierdo de Laura empezó a tener un tic, como parpadeos involuntarios -¿La-lanzarme...? E-estaréis de pu-puta coña ¿no?...- preguntó con un tono entre nervioso y cabreado. Por cómo lo habíais dicho, no era broma... Y eso la cabreo -¡Y una puta mierda!- término exclamando mientras adoptaba una pocision defensiva -Medire metro veinte, ¡pero no soy una muñeca a la que podáis lanzar! Si queréis cogerme, ¡venid a por mi capullos!- término diciendo amenazante con los puños en alto.

Garret se acercó a Laura con una sonrisa. Se notaba que esto no lo hacía solo por la llave, si no por venganza. En el momento en el que Laura volvió a lazar su puñetazo, esta vez no lo pilló por sorpresa y logró detenerlo. Después le retorció el brazo en la espalda para inmovilizarla y con el otro brazo la agarró por la cintura para alzarla bajo su sobaco.
-Venga, venga... Que solo será un momento. Más te vale cogerla a la primera o tendremos que lanzarte de nuevo. ¡Venga Aer!

¡Auch! Suelta, suelta, suelta...- repetía la pequeña mientras era agarrada del brazo por haber fallado ese puñetazo. Y cuando fue cargada bajo el sobaco del chico, la cara se le puso roja como un tomate y pataleando -¡Está posición no puede ser más indigna! ¡Parece que me estés cargando como a un cerdo! ¡Sueltame o te enfrentaras a las consecuencias!- se quejaba sin parar mientras pegaba patadas al aire y que alguna caia sobre Garret aunque nada grave.

Cuando mencionó a Aer, que se encontraba detrás de Garret y la parte de atrás de Laura, ella giró la cabeza para verle con cara cabreada -¡Ni te atrevas ventosero! ¡¿Y que haces ahí detrás?! ¡Como estés viendo bajo mi falda te mato!- te grito colorada de rabia y vergüenza... pero sobre todo rabia.

De pronto Tsuku, cuando Axel le tocó la nariz y se bajó, se puso las manos detrás de la cabeza y volvió a tener la misma cara sonriente y burlona de antes -Vaya... Ni siquiera he conseguido que te sonrojes. Y eso que con los de mi pueblo el truco siempre funciona...- después Tsuku se acercó al resto - ¿Ahora qué? ¿Necesitais alguna técnica ninja más? Todavía me queda chakra- preguntó, pero oyó la idea de Axel y asintió -Vale, vayamos a buscar esa llave.

Con los comentarios sobre los ojos de Xue, el chico chino se puso más nervioso -¿Bo-bonitos? ¿Di-divertido?... ¡¿Bri-brillan?!- preguntó totalmente rojo. Y por el tono parecia que fue eso último era lo que más nervioso le había puesto. Y... si era verdad que le brillaban un poco. Ahora que te fijabas, bajo los párpados cerrados salían unos tenues brillos azulados que se notaban por la poca luz que llegaba bajo la mesa.

Dejando eso a un lado, el chico espero a que Trini saliese primero de debajo de la mesa para luego salir el algo preocupado por el golpe que se había llevado la chica -¿E-estas bien?- preguntó, pero viendo que reía y hacía el númerito del falso pedo a Axel... miró con cara de circunstancia, quizás meditando la posibilidad de que la ibérica pueda tener daños cerebrales. Y se asustó cuando salió corriendo de repente hacia la terminal -Ehh... va-vale cu-cuento...- dijo mientras revisabas la terminal. No parecía ser más que un enorme registro de los libros que había allí y su ubicación para cogerlo -Bu-bueno... lo pri-primero que he pe-pensado... e-es que ha-habiendo buscado en to-toda la bi-biblioteca sin e-encontrar la lla-llave... qui-quizás es... que e-está de-dentro de la ca-caja- dijo señalando tímidamente a la caja mientras se acercaba a ella y al teclado -Ha-había pe-pensado que quizás... era u-uno d-de los ho-hombros de la constelación O-Orión... que e-es u-un ca-cazador mi-mitológico... Y está al la-lado del he-hexágono de i-invierno... e-empezaré co-con Bellatrix- dijo mientras escribía en el teclado.

¡BTZZZZZ!

Xue pego un sobresalto gracioso de ver... menos para el -¡Ahh! ¡Vale, vale! E-es Betelgeuse... cre-creo...- dijo asustado mientras se recuperaba y acercaba de nuevo al teclado. Y entonces...

La música indicó que la caja termino por abrirse -¡H-ha fu-funcionado! N-no me lo creo...- dijo examinando mientras miraba a todos sorprendido y cogía las cosas de la caja. En sus manos ahora estaban una llave, y una carta... que Xue miró con decepción -N-no... no la e-entiendo...- dijo nervioso.

Levantándose algo lenta con la mano en el hombro después de haber sido atendida por la pelirrosa, vio algo nerviosa y un poco asustada las reacciones de ambas gemelas. Se acercó a Nyoko y se puso al lado suya -Eyeyey... tranquila Nyoko, no hace falta decirle esas cosas tan feitas- le dijo a la pelirrosa intentando sonar tranquilizadora ante su gran enfado -No te pongas así por mi... estoy bien, sólo es una pupita en el hombro. Seguro que Simon no se ha dado cuenta de que podia caerme... ¡y tenemos la llave! No te pongas así anda, porfiii... no quiero peleeeas...- termino pidiendo con mirada de lástima y mofletes inflados para que Nyoko se pudiese relajar.

-¿Cómo?- Simon por un momento se quedó descolocado ante la regañina que le echó Nyoko. Después miró a Elize.- ¡Ah! ¿Te he tirado? No me he dado cuenta, lo siento.- Tras eso le lanzó la llave a Nyoko y se dio la vuelta para dirigirse a una esquina de la sala.- Si eso opináis, no importa. Estoy acostumbrado. Desde que me salió esta estúpida cola siempre es así. Ya no os molesto más.
Tras eso, el chico se sentó en la esquina, con las manos detrás de la espalda y apoyándose en la pared mientras cerraba los ojos.

Tsuku era, iba viendo, una de esas personas con tanta ironía a su alrededor, que era complicado saber cuando decía algo "del todo". Me dio curiosidad saber si era cierto eso de que le quedaba chakra, y me disponía a preguntarlo, pero justo entonces pasó algo que me interesó aún más y me olvidé del chakra hasta nuevo aviso. ¿Bonitos? ¿Divertido? ¿¡Brillantes!? Pues sí, ahora que me fijaba, los ojos de Xue brillaban menos metafóricamente que los del resto de personas que había conocido. Y no creas, normalmente no es tan metafórico como se supone que lo es en las metáforas, porque cuando la gente se emociona le brillan más los ojos, como después de un rato largo de mimos con alguien, que estás como medio sesteando, y te brillan los ojos como por consecuencia de un hipnotismo raro de los mimos rítmicos y somnolientos. Y curiosamente, después de darme cuenta de que salía un brillo azulito de los ojos de Xue, tuve una sensación similar a ese hipnotismo chungo.

Ahora que había visto ese brillito, era como que ya no podía ignorarlo, mi imaginación quería completar la imagen de ojitos brillantes para guardarse una foto mental, tenía mucha curiosidad por saber qué era. Además, Xue estaba contando cosas muy frikis e interesantes sobre constelaciones, y todo el subtexto que se desprende de alguien que se sabe los hombros (me imaginé literalmente hombros, de persona, y eran unos hombros muy bonitos con un tacto muy suave, y tenían pequitas)  de las estrellas me hacía un no se qué muy acogedor y agradable en el cuerpo, parecido a una ducha larga. Con ojos de drogada mirando lucecitas, le respondí sabes mucho... Y entonces me sentí tonta, porque yo no sabía de los hombros de las estrellas, ni de técnicas ninja, ni tenía un poder que hiciera cosas guays, ni había encontrado ninguna llave, y sentí que todos eran mejor que yo, y agaché la cabeza en silencio, y me quité la goma del pelo de un tirón, y los mechones de encima de la frente me taparon la cara al caer, y por eso no se notó que me brillaron un poco los ojos, y ¡BTZZZZZ! salvada por la campana.

Xue volvió a provar con otro de los nombres que se sabía, y funcionó. Eso me dio bastante alegría repentina, así que tiré palante con ese sentimiento, oooh, ¡lo has conseguido Xue! Ya no sonaba tan animada como al principio, pero no me importó mucho, me conocía lo suficiente como para saber que volvía, y luego se volví a ir, y luego ¿¡no la entiende!? ¡Una tarea! ¿Puedo verla, Xue? A lo mejor está en mi idioma... Le sonreí apaciblemente acercándole una mano para que me pasara la carta, y justo en ese momento eché mucho de menos a María, porque si hubiese estado ella le habría dicho que necesitaba mimos y me los habría dado, pero si le pedía mimos a Xue, seguro que se moría ahí mismo de soponcio.

Aún en contra de su voluntad y de su férrea defensa, Laura acabó cayendo ante la superioridad física de Garret y ahora se encontraba sometida por los brazos de este. 

Aer había contemplado impasible la confrontación entre sus dos compañeros y ahora se encontraba detrás de ellos dos, motivo por el cual Laura le dedicó una de sus ya comunes rabietas. A pesar de no estar demasiado de acuerdo con el método usado por Garret, Aer sabía que el tiempo corría en su contra. 

- No te preocupes Laura - dijo con el tono más calmado del que pudo disponer - te trataremos todo lo bien que podamos. Y espero que nos lo puedas perdonar - dijo a modo de aclaración. 

Tras esto, Aer colaboraría con Garret para lanzar a Laura de la mejor manera posible para que pudiese alcanzar la llave.

Aki lo estaba pensado frenéticamente, pero ninguna idea le surgía… casi distraído, vio a sus compañeros que estaban aún intentando procurarse la llave al techo y les lanzó en voz alta: “Multitud Urbe Bancal – ¿os suena? Necesitamos saberlo para obtener la tercera llave.”

Tras haber así incitado a sus compañeros a aportar sus ideas, Aki continuaba cavilando, pero sabiendo que sus cavilaciones probablemente no iban a ninguna parte. “Bancal… tal vez… se trata de un convite o… de una gran mesa… multitud… mucha gente… urbe… de la ciudad… pues… a ver si hay algo especial acerca de la mayor mesa en este comedor...”

Y tras haberla hallado, Aki la miró de todos lados y también por debajo poniéndose sobre sus rodillas y rampando, tratando de averiguar si había algo particular que la hacía destacar.

- No pienso hacer nada, me tiene harta esta situación. - bufa ya cansada. 

Tras decir aquello, simplemente se sienta en el suelo mientras espera que el resto haga algo, le aburre de sobremanera estar en esa sala. Puede entender que es la única opción viable para que su hermana esté fuera de peligro, aún así, es un agobio a su mente. 

Ya sin esbozar palabra, aguarda silencio mientras le dedica una mirada a cada uno de los presentes. 

No me esperaba que Tsuku estuviera actuando pero intente aparentar ser mas guay y hacer que ya lo sabia por lo que esboce una media sonrisa como respuesta.
Entonces Trini me dijo que mas o menos debíamos tener la misma edad, cosa que debia ser cierta aunque claramente no era exactamente la misma entre nosotros cuatro habría unos pocos años de diferencia. Pero luego vino esa burla infantil y me quedé mirandola con una sonrisa hasta que ella misma se dio cuenta del ridículo que estaba haciendo.
-La madurez también afecta y creo que soy mas maduro que tu, solo un poco pero lo soy. -y entonces hice como si le devolviera lo que ella me lanzaba
Entonces Xue consiguió abrir la caja fuerte y con ello conseguir la segunda llave.
-Buen trabajo Xue, ¿hay algo mas? A lo mejor es una pista de donde esta la última llave. Hablando de llaves, dejame esta -y antes de obtener respuesta le quite la llave que saco de la caja de las manos, guardandola en el bolsillo junto a la del techo.

- Lo siento, Elize, no era mi intención asustarte.-Contesta con un tono más calmado y bajo. Ese aura había desaparecido, y entonces Nyoko se abrazó a si misma suspirando. Ella también estaba cansada de aquello, y odiaba más que nadie sus poderes. Le aterraban de sobremanera. Cuando el joven habló esta lo miró unos segundos en silencio, después se colocó frente a él bajando hasta acunclillarse frente a Simón.- Lo siento, he sido cruel y no pensé mis palabras.-Miró la habitación con pereza y soltó un suspiro.

- Esto no tiene que ver con tu aspecto. Ninguna de nosotras le dio mayor importancia a tus rasgos, el único que realmente se la da eres tú.-Se levantó con suavidad y se separó, mirando todo con detalle, intentando descifrar la última prueba. A diferencia de su hermana, no quería rendirse, no a esas alturas. A ella le había costado mucho descifrar las otras dos, cómo para tirarlo todo por la borda.- La única razón por la que me enfadé es porque parece que no te importamos o te incordiamos, simple.-Mostró una pequeña sonrisa, pero esta se desvaneció cómo el humo.- Yo también estoy cansada, también tengo miedo y también odio esto.-Dijo alzando las manos, mientras hablaba no miraba a ninguno, simplemente paseaba.- Yo no pedí esta condición, pero si no la acepto... Ella me ganará, y me niego.-Alzó los brazos y miró a su gemela.