Partida Rol por web

¡Qué conveniente! Eso pensé de la aparición del muñeco hinchable, parecía que las técnicas ninja eran el arma definitiva contra acosadores. Asentí con la cabeza, y esperé que en algún momento de alguna clase Tsuku tuviera que revelar el secreto de sus trucos. ¿Yo podría aprender esas cosas? Me asentí con la cabeza a mí misma, seguro que sí. Espero. Luego de eso, agarré el primer libro de astronomía que encontré, y me puse a leer.

Me senté en el suelo con las piernas cruzadas, y a aprender que es gratis. Mientras mi cabeza empezaba a absorber información variada, Xue dijo eso de ordenar las palabras. Como por arte de magia automático, mi cabeza cambió la perspectiva con la que estaba leyendo. Cada vez que salía una letra que correspondía a una de las de "Luna Ito Orión", con la vista buscaba las que faltaban, y seguía ese proceso hasta encontrar nuevas palabras. Y cuando daba con un nuevo orden de las mismas letras, ¡Unión rota lío! Eso es deprimente.. Un oro i latón... eso no es nada... Unan loto río... eso suena budista... Unión loro tía... hmmm... Lo rato unión.. suena raro... anulo tirón oí... nah... Ir a un toro lión... Tila rió uno no... ¿Por qué estoy leyendo este libro...?

¡Vamos pervertidos! De repente, me levanté de un salto, y cual liebre de marzo tirando una taza, le tiré el libro que tenía en las manos a Axel. ¡El que tiene el libro tiene que dar tres ideas como mínimo! Así resolveremos el acertijo tarde o temprano. ¡Te toca Axel!

- Si, por favor, continúa - dijo Aer mientras miraba como Laura comenzaba con el acertijo - parece que vas bien encaminada.

Aer seguía observando la lista de palabras, pero seguía sin sacar nada en claro. Por mucho que mirase la lista, no tenía ni idea de qué era lo que tenía que hacer para sacar la solución.

- Yo soy de hielo... Es decir, sale de mi hielo. - responde al chico de la cola. 

Ya ignorando a la llorica de la chica, más que nada porque su melliza ha descifrado el otro enigma o está muy cerca de ello. Tal vez hay que congelar algo, pero la cuestión es que podría ser.

- ¿Que debo congelar? - pregunta curiosa, ya un poco más entusiasmada.

Tal y como me esperaba Tsuku desapareció de entre mis brazos pero inesperadamente apareció algo en su lugar, una muñeca hinchanble lo cual hizo que me sorprendiera y me hiciera ciertas preguntas.
-No deberías jugar con este tipo de cosas podrían acabar por romperse. -hice aparecer en las palmas de mis manos pequeñas púas que destrozaron la espalda de la muñeca y por tanto esta se desinfló rápidamente- ¿Ves lo que decía?
Sonreí con malicia a Tsuku antes de que el ingenio de Xue captará nuevamente mi atención. Y de la nada Trini empezó a decir cosas sin sentido por un momento pensé que el traductor se había estropeado pero por desgracia no era así, todo eso eran diferentes orden para las tres mismas palabras o eso creía no estaba muy seguro de que había sido en realidad. Agarre el libro que volaba hacia mi y empecé a pensar.
- Quizás también haya que cambiar el orden de las letras, por ejemplo al revés. Anul oti noiro, no eso no tiene sentido mejor volvemos al orden normal. Ito luna orión, luna orión ito, oriónito suena bien pero no tiene sentido, orión luna ito. Todo esto me parece un montón de sin sentidos. Le toca al siguiente. - lanzo el libro a Tsuku y me echo en la silla más cercana

Nyoko miró de reojo lo que hacía su hermana, pero no abrió los labios al ver las formas en las que hablaba a la otra chica, podía notar cómo Kukiko estaba empezando a estar inquieta y molesta con todo. Al igual que ella, Nyoko odiaba estar perdiendo el tiempo con cosas de aquel tipo. No tenía ganas, ni tiempo... Y ellos se empeñaban en hacerlos estar dentro de esa sala.

Cuando el chico habló, Nyoko se quedó unos segundos callada y después miró a su hermana, asintiendo levemente con la cabeza.- Sí, ella tiene la habilidad de manipular el hielo a placer, pero... No sé cómo podría ella ayudarnos en esto.-Miró de nuevo las palabras, se estaba quedando sin ideas, realmente. Volvió a mirar a su alrededor, intentando descifrar algo más.

Snif, snif... vuestro corazón desde luego no hace falta congelarlo... fríos... snif- sollozo Elize desde su rincón de la tristeza junto con su equipaje, sentada en el suelo abrazada al estuche de sus intrumentos -No soy inutil... Nyoko es la unica buena... snif...- seguía lloriqueando.

Simon ignoró por completo a Elize y sus sollozos. Simplemente se concentro en la palabra de ambas gemelas.

-¿Puedes hacer hielo? ¿Y si eso es la respuesta? Simplemente hielo. Porque no creo que haya aquí nada relacionado con eso...- Simon se acercó entonces a la puerta y señaló a los candados.- Probamos las llaves y en el que no encaje, pruebas a usar el hielo.

Tsuku cogió el libro y se quedó quieta pensando un momento. Tras eso simplemente se lo lanzó a Xue por sorpresa.

-Lo mío no es pensar. Si queréis que haga alguna técnica ninja más me lo decís, pero de la teoría... paso.- Luego se volvió a acercar a Axel para agarrar el muñeco.- Y que sepas que le has roto el corazón. Él habría llegado hasta el final por ti...

El chico simplemente miraba y oía los combos de palabras que Axel intentaba y Trini se inventaba... algo confuso por el batiburrillo de sinsentidos que decían... ¡cuando el lanzamiento ninja de libro apareció y sorprendió a Xue! -¡Ahh!.

Del sobresalto de la situación en la que el libro estaba a punto de golpearle, el chico abrió inconscientemente los párpados del todo, dejando ver sin duda unos extraños y brillantes ojos completamente azules y de aspecto cibernético -¡Agh!- se le escapó en un momento. Fuera como fuese, el chico miró el libro, y consiguió esquivarlo antes de que le diera en la cara... cara de nervios y susto -¡¿Pe-pero po-porque me l-lo la-lanzas s-sin a-avisar?!- preguntó rápidamente e incómodo... igual que hizo al taparse los ojos con la mano por algún motivo.

Bu-bueno... y-yo...- empezó a decir algo rojo y nervioso, sin apartar la mano de su cara -Y-yo... pe-pensaba e-en algo m-más si-simple... qui-quizás con las le-letras ma-mayúsculas- dijo el chico... no parecía querer hablar de sus ojos ni apartar la mano -L... I... O... ¿qui-quizás la palabra... se-sea "o-oil"?- término diciendo el chico, mientras este iba apartando la mano poco a poco ya con los ojos cerrados mirando a Trini -L-la... la ca-carta e-estaba en e-español... y di-dijiste que se-segregabas a-aceite ¿no Trini? Oil es aceite en inglés... ¿podría ser eso?.

-¡Al final la niña será lista y todo!- Ante aquella alegría de estar cerca de la solución parecía habérsele olvidado el temperamento de Laura por un momento. Acto seguido, como por autorreflejo, se apartó unos pasos de Laura y se llevó sus manos a sus partes para protegerlas.- E...eso. Tú sigue que ya casi lo tienes...

La chica os fue mirando a todos con cierto aire de superioridad con los brazos en jarra -Vaya... ¿Ahora queréis que continúe y pensáis que soy lista...? Ufff... después de haberme lanzado sin mi consentimiento... ¿debería ayudaros? Ademas que parece que me estais dando coba y decís que voy bien pero no tenéis ni idea de que estoy haciendo...- dijo mientras se rascaba la barbilla, meditando si no ayudar a su equipo por venganza. Pero al final suspiró chasqueando la lengua -Tsk... esta bien, continuaré... quiero ganar- término diciendo cogiendo el papel con los nombres -A ver... si cogemos sólo las mayúsculas... Mub, umb, bmu...- fue leyendo de arriba a abajo, hasta que... -Bum...- al decir eso, la chica parecía enfadarse -Me cagó en to lo que se menea... grrr- dijo gruñendo entre dientes antes de soltar el papel y agarrar las llaves que estaban en su poder -Ya se como abrir la puerta... escondeos ahora mismo- dijo claramente molesta.

Se me deprimió un poco la cara ante la negativa de pensar de Tsuku, lo mío tampoco era pensar, lo mío era estamparme contra las paredes, resbalar ridículamente, caerme de formas absurdas, ganar concursos de escupitajos... Qué se le va a hacer... Pero entonces los ojos más extravagantes y bonitos se aparecieron en la cara de Xue, eso sí que era un alucine. Y también era un alucine la habilidad de Axel pincha-muñecos... ¿Por qué me quieren superheroínear? Y no soy como estos... 

Como mola, Axel... Qué ojos tan grandes y bonitos, Xue... ¿Son para verme mejor? hihihihi... Ah, siempre se podía confiar en el sentido del humor que nadaba por mis pensamientos, era clásico y previsible, probablemente mi mejor amigo. No, espera, mi mejor amiga es María... ¡TRINI AL LÍO! ¿Oil? Mi abuelo se llamaba Ernesto Mata Oliva, a lo mejor es por eso, digo, lo de mi poder, a lo mejor tiene que ver con los apellidos, en general, o con los nombres. Hubo un momentito de silencio, en el que me pregunté que tenía que ver lo que había dicho con lo que proponía Xue. Luego no le di más vueltas, y agarré la carta, quedó hecha un sandwich entre mis manos. No se me ocurre donde tendría que poner el aceite, así que probaré en la carta, a lo mejor salen más letras, como cuando escribes con tinta de limón y luego le tiras fuego. A ver... 

No tenia ni idea de si mi poder funcionaba así, pero lo que se me ocurrió fue frotar las palmas de mis manos con el papel en medio, y concentrarme en esa zona de mi cuerpo. Si no funcionaba, tendría que empezar a pensar en cosas más vergonzosas como lamer el papel, o pasármelo por... el pelo, que siempre lo tenía bastante grasiento. Y más grasiento me lo empezaba a notar... puede que el aceite no estuviera saliendo por donde tenía que salir... ¿y estaba llorando? Tampoco me había emocionado tanto... ¡ah! ¡Lloro aceite! Pasé el papel por mis lágrimas aceitunas, y miré si algo nuevo aparecía. Oh no... Mis calcetines empezaban a cambiar de textura... Unos bonitos redondeles de aparente sudor se pigmentaron alrededor de mis sobacos... Por favor que alguien me pare...

- Cálmate, Eli.-Le pidió con voz calmada y mirándola desde su posición. Con una media sonrisa y indicó que podía acercarse a dónde estaban ellos.- Acércate, eres parte del grupo... Y aquí nadie es menos. Y tampoco nadie es inútil. Estoy segura de que tendrás otras habilidades ocultas.-Añadió. Ella no era la mejor para dar ánimos, puesto que a veces ni siquiera podía dárselos a ella misma, pero al menos lo intentaba. Y... No cometería el mismo error dos veces. Hacía unos minutos se había comportado de la peor de las maneras con su compañero, y eso le había abierto los ojos.- Vamos, ven.

Añadió finalmente. Tras eso escuchó las palabras del chico y asintió con suavidad.- Creo que es tu momento, Kukiko. Tu poder es el que nos puede sacar de aquí, en esta ocasión no puedo ayudar más de lo que ya hice.-Aseguró mientras tomaba una de las llaves, dejándole la otra a Simón.- Vamos allá.

“¿Bum? ¿Esta es la solución del gran acertijo: bum?” Aki meneó la cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando, pero como no tenía ni la más remota idea de cómo se podría solucionar el acertijo ese, siguió la directiva de la joven y se escondió detrás de la barra, lejos de la puerta.

Si ella sabía, como decía, como abrirla, lo mejor era dejarla hacer.

Ignorando las palabras de la llorona, Kukiko escucha al chico de la cola y a su hermana mientras asiente conforme. Si es una cuestión de usar su poder, eso hará sin pensarlo demasiado ya que saldrían de este enigmático lugar cueste lo que cueste. Así que resguardada por el silencio, avanza unos pasos mientras sus manos lentamente se van congelando y el frío corporal atenaza sus sentidos, al punto de cambiar la tonalidad de sus labios un poco. 

- Estoy lista. - afirma decidida. 

No le trae buenos recuerdos el haber despertado sus poderes, así que bajo el martirio de los recuerdos que golpean con fuerza su corazón, mueve los dedos, intentando no ver aquellos flashes que torturan su mente de forma despiadada. 

- Hermana... confío en que esto sea. -  expresa temblorosa. 

Tsuku recogió lo que quedaba de su muñeca hinchanble y yo le saque la lengua antes sus palabras. Entonces miré a mis manos, los pinchos aún estaban ahí. Pequeñas púas de color negro, de apenas medio centímetro de largo, aún me costaba controlar mi poder del todo sobretodo la parte de retirarlo por lo que me concentre en ello y poco a poco se fueron deshaciendo y dejando en su lugar un extraño un prime negro que se filtro por mi piel hasta dejar ser visto.
-Gracias, Trini-respondí al cumplido pero al nombrar los ojos de Xue me altere, exagerando aposta para intentar hacer reír al resto- ¿Que? ¿Ojos? No, me lo he perdido. No es justo, estaba muy concentrado retirando mi poder.
Luego de eso, Xue avergonzado volvió a demostrar ser el listo de los cuatro y resolvio el tema de el acertijo llegando a la conclusión de que Trini era la clave, por lo que observe como esta intentaba llenar el papel de aceite fallando al desprender aceite por todos lados menos donde queria.
-Pasate la carta por los sobacos, la ropa ha absorbido el aceite así que tiene que haber suficiente para empapar la carta. -dije al ver como se manchada su ropa en las axilas

Aer contempló cómo Laura, en un ejercicio de extraordinaria inteligencia y rapidez mental seguía trabajando en el acertijo hasta que llegó a solucionarlo. O eso les hizo entender, pues con una orden clara les ordenó ponerse a cubierto tras comunicarles que por fin estaba la solución. 

Siguiendo al chico de gafas, Aer también se puso a cubierto detrás de la barra, tratando de observar lo que Laura se disponía a hacer a continuación.

Garret que ya no se fiaba ni un pelo de Laura, se escondió detrás de la barra junto a vosotros.

Laura echo un vistazo a como os escondisteis, y una vez vio que le hacíais caso, se dirigió hacia la puerta con las llaves en su poder. Probó las llaves en los candados que tenía la puerta, abriendo dos de ellos sin dificultad, hasta que sólo quedó uno.

Se la notaba nerviosa, ya que durante unos minutos no hacía más que observar el candado sujetado por su mano y veros a vosotros en vuestros escondites -Ains... no lo puedo alargar más... he de concentrarme...- se dijo a si misma mientras agarraba con fuerza el candado y se alejaba lo máximo que le permitía el brazo. Cerro los ojos y apretó los dientes, mientras que apretaba con más fuerza su mano contra la cerradura. Entonces lo visteis. El pelo rosado de la chica si iba elevando y poniendo de punta además de ir adquiriendo un tono rojo intenso. Su mano empezaba a temblar cada vez más y también se iba enrojeciendo. Y cuando abrió los ojos, estos también estaban completamentes rojos -¡Aaaaaahh!- soltó un gran grito, y lo siguiente que ocurrió, fue que visteis su mano detonar en una ruidosa explosión, de la cual incluso notasteis su onda expansiva y levantó una humareda alrededor de la puerta. Al despejarse, pudisteis ver a Laura, en la misma posición y normal de nuevo con los dientes apretados... pero cuando vio los restos del candado en su mano y separados de la puerta, sonrió orgullosa -Chicos... puerta abierta y controlada...- término diciendo.

Tsuku entonces se alejó un poco de Trini y se puso frente a ella.

-Si no puedes parar... ¡Tal vez se vaya como el hipo!

De pronto, de entre su ropa, Tsuku sacó un kunai y lo lanzó en dirección a Trini. A ella no le dio tiempo a reaccionar, pasándole demasiado cerca para su gusto y clavándose detrás de ella, en la puerta de salida. Tsuku entonces parecía algo decepcionada.

-¡Oh, vaya! He fallado... Quería darle a...

Al fijaros en el kunai clavado en la puerta, os disteis cuenta que se había llenado con el aceite de Trini y comenzaba a gotear lentamente hacia los candados, manchándolos todos. De pronto uno de los candados se deshizo y Tsuku se quedó sorprendida.

-¡Oh! ¡Se ha roto, se ha roto!- Tsuku no paraba de dar saltitos de alegría.

A Xue, que se intentaba aproximar a Trini para ayudarla a controlar sus efluvios aceitosos, le dio un mini-infarto al ver volar ese kunai -¡Ahhh!- volvió a gritar asustado, sólo que está vez con los ojos cerrados -¡De-deja de la-lanzar co-cosas Tsuku!- exclamó muy nervioso y preocupado el chino.

Y entonces, vio como el candado se deshacía con mucha sorpresa -¿D-de ve-verdad h-ha funcionado?- preguntó realmente impresionado... pero entonces empezó a actuar -¡Sa-salgamos de a-aquí ya a ver si pu-pueden ayu-yudar a Trini co-con s-su poder!- dijo el chico, que estaba preocupado porque la chica no paraba de segregar aceite que incluso empezaba a formar un charco bajo sus pies. Aunque nervioso y sin pensar, cogió las llaves que tenían Tsuku y Axel, y fue corriendo y temblando a abrir la puerta... Y después de muchos tembleques -¡Ya e-está!.