Partida Rol por web

- Un bastón, entonces - dije con una sonrisa.

Pensé en ello porque quizá me sería más fácil materializar uno con mi poder más adelante, si conseguía fabricarlo, y si pensaba entrar en combate, preferiría hacerlo a distancia, quizá el bastón fuera una medida de seguridad más que un arma letal y muy ofensiva.

- Nyo-chan, hay que elegir un arma, si aprendemos a defendernos quizá no tengamos tantos problemas de control - dije intentando animar a mi hermana.

Me limite a encogerme de hombros sin saber que responder respecto al número de alumnos a su cargo, realmente parecía que serían cuatro pero las chicas se turnarían o algo así. ¿En serio la profesora Dragunov era mas joven? Trate de ocultar mi asombro aunque eso era una tarea difícil para mi y mi natural expresividad excesiva.

- Bueno, confiare en usted señorita... -dije con menos dudas ahora sabiendo que tenía mas experiencia que la profesora Dragunov, de todas formas en cuanto toco el tema de las armas me levante las mangas un poco y me crují los dedos- Sin armas, no necesito una y mi poder se desenvuelve mucho mejor si voy desarmado.

Ya había estado en muchas peleas y todas las había resuelto sin ningún arma así que ahora con mi poder aún por controlar lo veía aún mas claro que mi mejor arma era mi propio cuerpo.

Sonrió al ver que había quienes cogían armas y quienes no. Creó un pequeño tornado en la palma de su mano que se esfumó al cerrar el puño y entonces negó. - Sin armas, me valgo yo solo. Esperó, impaciente a que los demás escogieran y en cuanto todo estuvo decidido alzó la voz. 

-¡Quiero ser el primero! 

Estaba ansioso, el hecho de que fueran a combatir lo encendían porque por fin podría demostrar lo fuerte que era sin contenerse... Porque no pensaba hacerlo.

Obviamente afilé la mirada ante la negativa de la ninja para reconocer que LE HABÍA YO GANADO, usando, cómo no, métodos de inteligencia de primer nivel…pero por mi bien, la dejaría salirse con la suya de momento a cambio de guardarle “el favor” que eso suponía para más adelante. Todo eso se lo dije con la mirada, cual poderosa y hábil telépata, más no estaba segura de si realmente podría entenderme o no más allá de notar mi cara de estreñida…

En fin, ya que de alguna manera “superé” eso pude poner toda la atención que era capaz a la profesora colorada, o sea poquitita pero con todo el corazón, que era lo importante; lo que no me quedó claro fue la reticencia a decirnos su edad, igual y nos sorprendía con algo similar al profe de historia ¿no?

— Yo eh… ¿desarmada? — golpeada en curva contesté luego, ante la cuestión de la clase, y es que al fin y al cabo no sabía yo cómo hacer movimientos genialosos y llenos de fiush pam pum como los que podían sacar los expertos en armas de la vida…o de las películas, y más de una vez me golpeé a mí misma con “cosas” al tratar de imitarlos (quizás por eso me vigilaban cada que agarraba un palo) pero pues, si para bien de los asuntos escolares debía mostrar mi barbárico arte para abanicar y golpear al señor aire…¡adelante!

— O me pido un palo, si eso — el viejo confiable…

Y si en algún momento tuve duda sobre la concienzuda elección, la posterior explicación de la profe a una de las Ikari reforzó mi seguridad sobre lo pedido. — Si, definitivamente un palo — añadí con determinación, que no por nada los palos eran la primera arma de la humanidad…y al parecer no fui la única que lo pensó.

A Aki la pregunta por el arma preferido le tomó bastante desprevenido, porque nunca antes se había planteado la cuestión. Así que de momento se calló, esperando que iban viniendo las respuestas de sus compañeros, también para recibir, si posible, un poco de inspiración.

Pero ya al momento que escogió la chica de pelo azul su arma, Aki también supo que precisamente esta le convenía. Porque no se trataba de un arma ofensiva.

“Un bastón también, por favor”, le pidió, desde luego, a la profesora.

Nyoko había permanecido en silencio todo el tiempo, aun algo marcada por lo que había sucedido anteriormente con aquellos chicos gatos, sin embargo, la presencia de la profesora y lo dicho por su hermana hicieron que alzara la mirada y viera el aula, asiente a lo que dice su hermana:

Si… si aprendemos a defendernos con armas no tendremos que usar nuestros poderes… o mejor dicho no se descontrolaran… tengo que esforzarme

Decía mientras observaba lo que iban tomando sus compañeros. La profesora había hablado sobre armas en general, pero en específico hablo de los combates cuerpo a cuerpo, ella pensaba tomar algún arma que actuara a distancia, sin embargo, lo dicho por la profesora hizo que cambiara de opinión, dice entonces a la profesora:

Profesora… yo había pensado en algo a distancia como una pistola o algo así… pero por lo que ha dicho… creo que es mejor un arma más cercana…

Se queda pensando unos momentos y entonces dice:

Creo que una guadaña es un arma que puede ir conmigo

La profesora os miró con atención como los primeros se pedían sus armas... sintiéndose algo decepcionada por como apreciábais en su cara a la hora de elegir armas -¿Palos y desarmados? ¿De verdad? So booooring...- dijo la chica con las manos en las caderas... aunque cuando escuchó a Nyoko sonrió un poco más cuando dijo que quería esas armas -¿Pistolas y guadañas? ¡Eso me gusta más! ¡Adjudicadas!- dijo sonriendo con una cara encantada... Parece que lo de armas cuerpo a cuerpo lo habíais extrapolado vosotros... ¡la profe parecía encantada de repartir armas!

Simon fue el siguiente en elegir arma... aunque se lo pensó un poco viendo que la profe no le gustaba los palos -Yo iba a pedirme también un palo. Por el tema de haberme puesto de nombre Sun, ir con bo sería lo que pega...- dijo pidiéndole eso a la profesora.

Elize o Alecia, quien sea que fuera la chica francesa ahora, negó con la cabeza -Tsk... yo no necesito arma ninguna. Tengo esto- dijo descolgando su guitarra eléctrica de la espalda para ponersela delante y tocarla frente a ella. Sin duda tocaba bien y sorprendió a los presentes... pero la profe seguía confusa -Vaaaaale... supongo que puedes estrellársela a la gente en la cabeza- dijo la profesora buscándole el sentido... cosa que sin duda molestó a la francesa.

Garret no se lo pensó demasiado -Yo con mis puños me basto... pero si me das algo para mejorarlos me vale, si es que sabes algo de combate de verdad- le dijo a la profesora no con muy buenas formas... pero era Garret, y todos estaban acostumbrados, aunque la profe no parecía con ganas de tolerarlo -La próxima vez que me hables así tu rival seré yo... y prepara el testamento para entonces- dijo la chica con su sonrisa perfecta... aunque ahora daba perfectamente pavor.

Laura se pensó lo del arma un poco más... su poder ya era bastante destructivo como para necesitar algo para defenderse de la gente de cerca -A mi dame un boomerang- terminó diciendo la chica para sorpresa de todos -¡Pero uno que funcione, no un palo que solo lance y se quede allí!- dijo ya con un tono más acorde a su explosiva personalidad antes de mirar a los demás -¡Como alguien pregunte porque quiero un boomerang le castro a puñetazos! ¡Solo es para poder pegar de lejos!- dijo poniéndose algo roja... no se sabe si del enfado o de la vergüenza.

Tsuku se rió de Laura tapándose con el puño antes de pedir -Tranqui profe, yo tengo mis propias armas ninja flipantes- dijo la chica pasando sus manos tras su nuca -Solo que no las enseño porque entonces sería mala ninja, norma numero 6 y medio del reglamento ninja- terminó diciendo con una sonrisa.

Xue fue el último en pedir... seguramente por ser alguien que no se imaginaba empuñando un arma... puede que ni siquiera se imaginase peleando -¿U-una pi-pistola ta-tal vez? ¿Y... me po-podrías dar u-un e-escudo?- pidió timidamente -Es que... pre-prefiero de-defenderme y ya...- terminó diciendo.

La profesora tomó nota de todas las armas mentalmente, y terminó asintiendo antes de irse durante un poco de tiempo... para llegar con todas las armas: palos, pistolas, escudo, boomerang, un arma para Garret que resultó siendo unas garras, la guadaña... vamos, bien cargada, y a la chica no parecía importarle todo el peso. Las fue repartiendo antes de hablar -¡Pues ya estáis todos armados y peligrosos! Así que, comenzaremos en nada...- dijo, dejando las palabras en el aire antes de volver a irse. Entonces oísteis su voz por unos altavoces del lugar -¡RAPIDO CHICOS! ¡TENÉIS DIEZ SEGUNDOS PARA LLEGAR A UNO DE LOS TRES CÍRCULOS QUE APARECERÁN EN EL SUELO! ¡TIC TAC! ¡BIENVENIDOS A LA SIMULACIÓN DE COMBATE!- terminó gritando la chica, mientras vosotros veíais en el suelo como aparecían dibujadas esas tres zonas circulares mientras iniciaba la cuenta atrás.

Al principio la variedad de armas iba siendo mas bien nula, apenas era todo palos o sin armas lo cual parecía decepcionar a nuestra profesora en cambio cuando llego el turno de Nyoko la cosa se puso mas interesante para la profa y así lo hizo notar, en mi caso me sorprendió la petición de la gemela realmente me costaba imaginar a una de esas dos pequeñas con un arma tan despiadada como una guadaña y es que lo primero que se me venía a la cabeza era sangre, mucha sangre... tal vez en realidad no eran en absoluto lo que aparentaban. La siguiente petición rara fue la de otra pequeña chica, Laura una de las capitanas de equipos, un bumerán... ¿eso siquiera era útil en combate? Cuando vi a la profesora volver con el supuesto "boomerang" se me despejaron las dudas.

- ¿Eso siquiera es un bumerán? -no dude en soltar señalan el arma enorme con cuchillas, pero antes de poder obtener respuesta nos dieron la orden de correr hacia uno de los tres círculos que habían aparecido en el suelo, en tan solo un instante inicie la carrera proyectando todo mi peso hacia el primero que vi

Aki no tenía muchas ganas de probar su suerte en el combate físico, y si sólo fuera el combate con un arma más bien inofensivo como un palo. Desde luego, aunque tratando de no mostrar activamente su desgana, se tenía un poco aparte, esperando cómo los eventos iban a desarrollarse. Una cosa al menos le entretuvo: el bumerán de Laura; y sobre todo la razón que había dado por qué lo había pedido.

Al verse con aquella arma tan grande realmente se sorprendió un poco, sin embargo, ya lo había dicho y le pareció que al menos con ese aspecto conseguiría alejar a los enemigos, lo que le sorprendió mas fue que la profesora también le dio la pistola, la observa y dice:

¿Puedo tomar las dos?

Aquello le sorprendió, pero no tuvo mucho tiempo para reaccionar ya que la profesora les hizo correr hacia unos círculos, sin darse prácticamente cuenta corre hacia el que tenia justo delante

Bueno, es que si solo de mí dependiera habría pedido un cañón láser o un mecha de 3 metros de altura, pero ya que era una práctica escolar pensé en irme por lo pequeño y que al mismo tiempo pudiera adaptar (quizás) a mi estilo aceitoso único de combate — Genial, se ve duro — así que con gusto acepté esa especie de báculo que me fue entregado y al tenerlo en mis manos puse cara de seria artista marcial…o lo intenté, pues más bien parecía loca.

Al ver otras armas más chulis, sin embargo, casi, CASI sentí envidia por aquellos que las portaban, especialmente por el boomerang ese que parecía todo menos lo que tiran los cazadores de cocodrilos y que no sabía yo si era buena idea que regresara a su dueña luego de lanzarlo (¿no le iba a cortar la mano o algo así?) en fin, al final me arrepentí pero si la vida te da limones… agárrale los melones.

— ¡Andando! — por eso ni dudé ni pensé  realmente en cuanto la profe colorada nos dio la señal para correr a los círculos, ya entrada en “modo-anticipado-de-guerrera” e incluso exhibí tal determinación que tomé de las respectivas manos a la morosa ninja y al capitán del abrazo, a riesgo de llenarlos de aceite, para llevarlos amistosamente conmigo al círculo…ehm… dos.

El lugar ese debía estar de moda y yo no haberme dado cuenta o algo así, pues como con el palo varios de los allí reunidos terminamos acercándonos casi al unísono, pero eso molaba, al fin y al cabo mientras más, mejor...

…¿verdad?

Agarré dos de los bastones que la profesora trajo en cuanto esta nos dio el paso para ir a uno de los círculos que aparecería. Sin pensarlo demasiado busqué a tientas las manos de Simon. Intenté encontrar también las de mi hermana, pero no di con ellas.

Sin mirar demasiado donde iba mi hermana, salí corriendo a uno de los círculos y cuando me detuve miré. Levanté la mano para saludarla y le tendí uno de los bastones a Simon que esperaba que se hubiera dejado llevar.

Se quedó esperando a que la profesora volviera con todas las armas que habían pedido, sorprendiéndose por la fuerza de la misma y sonriendo mientras imaginaba que en algún momento podría medir poder con ella. "Peligroso soy yo incluso sin armas..." Reía para sus adentros observando a los demás y rápidamente en cuanto mencionó lo de los círculos corrió al más cercano a el, topándose con la peliazul y Simón a quienes miró de arriba abajo sin mostrar ninguna emoción, eso se lo guardaba para su contrincante.

Laura miró a Axel con los ojos entrecerrados cuando preguntó por el boomerang que estaba claro que le gustaba por lo amenazante que parecía -Si quieres te lo tiro y comprobamos si vuelve- le propuso mientras apoyaba el bumeran en el suelo... el cual casi era del mismo tamaño que la chica; cosa que por no mosquearla más sería mejor no comentar por mucho que los más bromistas o hirientes quisieran decirselo a la enana.

Con las prisas que creó la profesora de combate, nadie tuvo otra alternativa que no fuera correr hacia uno de los círculos que habían marcado en el suelo. La cuenta atrás acabó... y desde luego los grupos no estaban muy bien repartidos: mientras que en primer y tercer circulo solo se encontraban Laura y Eliza en uno y Kukiko y Aer en el otro (Simon también aunque él no tuvo oportunidad de escoger por la mano agarrabastones de la gemela azul), el segundo circulo estaba sobresaturado de personas, hasta el punto de estar tan concentrados que se apretaban para estar dentro del dibujo -Joe chicos... eso parece el metro en hora punta... ¿podéis respirar?- preguntó la profesora desde el interfono mientras la cuenta atrás acababa la cuenta atrás.

Entonces, alrededor de los circulos empezó a aparecer lo que parecían unas mallas que se extendían hacia el techo verticalmente, poco a poco rellenándose hasta que estas se convirtieron en paredes... haciendo que poco a poco el polideportivo se fuera convirtiendo en un ambiente totalmente diferente.

Cada grupo estaba en un lugar diferente... pero continuabais escuchando la voz de Julia -Bueno... desde luego no eran los grupos que pensaba. Tendré que equilibrar los parámetros... por mucho que me suene a chino... en fin- os fue comentando... desde luego no parecía contenta de trastear con estas cosas -La clase será fácil... ¡os voy a poner enemigos! ¡DADLES UNA PALIZA!- terminó diciendo, dejándoos a vuestra suerte.

Vuestro grupo se encontró en lo que parecía un callejón estrecho, en el que como mucho cabían cuatro personas de lado a lado. Estaba oscuro, y lo único que daba luz eran las luces de neón que indicaban la entrada a locales de mala muerte ahora cerrados y la luna llena que estaba encima vuestra cuya luz se colaba entre las barandillas y las escaleras de incendio. El ambiente olía a cerveza barata, humo de cigarro, contenedores de basura y a orina... orina reciente. Desde luego la sala de realidad virtual daba detalles que tal vez se pasasen de realista.

Simon desde luego no estaba muy entusiasmado con esto -Iugh... ¿no podíamos haber estado en un lugar más agradable? Apesta... literalmente...- dijo el chico, cambiando su cara a una de auténtico asco -Mi cola se ha mojado con algo... y no se de que es el charco...- informó con desagrado mientras le veíais sacudirsela para evitar que estuviera ahí mucho rato... iugh.

Entonces, desde una de las escaleras de incendios... alguien saltó para caer justo frente a ustedes.

Bueno bueno bueno... ¿pero mirad a quien tenemos aquí?- preguntó el hombre alto y esbelto equipado con una máscara de gas que estaba frente a ustedes. Seguramente el enemigo de vuestro grupo -Así que aquí estabas todo este rato ¿eh? Bueno... será mejor que no te resistas y vengas por las buenas- dijo el hombre. Hablaba en singular, quizás porque las frases predefinidas de la simulación estaban hechas para una persona... de todas formas eso no parecía importar, porque Simon se puso en guardia... No sabía muy bien como colocarse en guardia, pero se puso.

Vuestro enorme grupo se encontró en lo que parecía ser una vieja nave industrial. El lugar era oscuro, la luz solo entraba por las pocas ventanas del tejado y por una abertura de ventilación tapada por una hélice que giraba levemente chirriando un poco. Del techo colgaban varios ganchos atados a cadenas que se mecían levemente. Había una escalera que llevaba a lo que parecía una plataforma donde un jefe podía ver toda la cadena de producción de lo que fuera que se construía allí de forma clara. El ambiente olía a cerrado y óxido... desde luego la sala de realidad virtual era muy detallada.

Tsuku estaba alucinada -¡Wow! ¡Hasta huele a muerto el sitio! ¡Esta cosa digital esta tope de guapa!- dijo la ninja mientras corría dando vuelta alrededor de los andamios para verlo todo bien, además de pegarse a ellos para tocarlos y notar lo real que parecían... desde luego parecía que jamás hubiera visto algo así.

Xue prefirió quedarse en su sitio, acariciándose el cuello después del tirón de Trini escondido tras su nuevo escudo -Po-podrían ha-haber pu-puesto más lu-luz... y me-menos su-suciedad...- pensó en voz alta, claramente asustado y temblando un poco.

Garret se crujía los puños -A ver cuando nos ponen a los enemigos, que tengo ganas de calentar...- dijo con actitud algo bravucona... no sabiendo si se refería a calentar para ejercitarse, o calentar caras a ostias.

Entonces, para vuestra sorpresa, tres ventanas superiores se rompieron. En la plataforma superior cayeron dos perros bastante grandes y de aspecto fiero, los cuales raudos bajaron las escaleras pasando entre vosotros para llegar a lo que cayó de la tercera ventana.

Ufff, que lugar más desagradable... pero por fin te encuentro- dijo la mujer de pelo blanco con vestido que dejaba poco a la imaginación por como se abría y sombrero que tapaba toda la cara, mientras que sus perros se posicionaban delante de ella en actitud de guardianes -Ugh, pero cuantos sois, que asco... será mejor que te vengas si no quieres que... salgais heridos- dijo apuntando con una pistola que llevaba, mientras que sus perros comenzaban a gruñir ante vosotros.

Aki no tenía idea de qué esta mujer habiendo parecida de la nada estaba hablando, pero, suponiendo correctamente o falsamente que se trataba del enemigo que tenían que combatir, se puso en posición de combate con el palo, o en lo que le parecía aparentarse a una posición de combate, como muy claro no lo tenía.

Al aparecer en la simulación, los sentidos quedaron atacados a tope por toda la escena. Aquella realidad virtual era muy "real", tanto que incluso los olores llegaban a mi nariz. Hice un respingo y me tapé la nariz a modo de pinza.

- Ay que ascooo - me quejé -. No es necesario que hagan las simulaciones tan realistas.

No tardó demasiado en aparecer un hombre, nuestro enemigo, supuse, aquel al que debíamos dar una paliza, palabras de nuestra profesora.

Miré mi bastón, no estaba acostumbrada a pelear, había visto dibujos, demostraciones, algún que otro juego, había tenido que pelear para proteger a mi hermana, pero yo nunca lo había hecho de forma ofensiva. Coloqué mi cuerpo en posición de guardia como había hecho Simon.

En ese momento algo llamó mi atención...

La pelirosa se encontraba bastante agobiada en aquel circulo, había corrido sin darse cuenta y ahora estaba con miembros de otros grupos y por supuesto sin su hermana, por fortuna sabia que aquello no era real, sin embargo, sí que se mantenía un poco nerviosa ante lo que podría suceder observando a los demás. Pronto el lugar se convirtió en una especie de vieja nave. Fue cuando escucho lo que decían sus compañeros, les mira mientras da un par de pasos hacia atrás con la pistola en la mano y la guadaña en la espalda mientras dice:

Pero esto no es peligroso ¿verdad?

Decía con cierta duda, fue cuando aparecieron esos dos perros y esa mujer, no terminaba de verla bien, pero lo que decía le inquietaba, no sabía muy bien porque, pero se ponía nerviosa de escucharla, por lo que temerosa alza la pistola apuntando

¿Podría fingir un resbalón e ir a alguno de los otros círculos menos superpoblados? No es que no me gustara la compañía, las posibles risas, el hecho de quizás no perder contra un enemigo brutal al ser varios…pero apreciaba más eso que la gente llama “respirar”, y ciertamente embutida en ese círculo estaba entre lo que menos podía hacer, eso y moverme. Determinada a preguntar me encontraba cuando la profesora de pronto indicó que todo comenzaría, y tal como cuando salimos corriendo al más puro estilo de los pollos sin cabeza más pronto que tarde el escenario ya conocido cambió a un nuevo, tétrico, digno de una película de horror…

— ¿A-acaso vamos a intentar atrapar a Kira? — dije aleatoriamente pero, hey ¡al menos ya podía moverme! Así que aproveché para estirarme y hacer que los huesos me tronaran, algo que según mis padres no debía suceder pero bueno, sucedía.

Por un momento quise seguir a Tsuku y ver si no solo era olor a muerto lo que había ahí, sin embargo noté tan nervioso a Xue que comencé a pensar que podría no ser buena idea dejarlo atrás — Oye, Cap, no pasará nada malo ¿vale? estamos todos juntos… — así que le guiñé el ojo y di un leve golpecito a su escudo con mi todopoderoso palo, buscando transmitirle confianza de algún lado, pues la verdad es que yo más que nada estaba expectante. Entonces apareció la que parecía una espía que se fue de vacaciones a la playa…para adultos.

— Oye, oye, oye… ¿Qué rayos es esto? ¿Vamos a empezar a hacer cosas raras? — algo ruborizada y encima sorprendida crucé los brazos en forma de “x” frente a mi rostro para expresar negación, aunque el palo salía sobrando. ¿Qué clase de “enemigo” era esa? Por más que llevara perros gruñones, que no era la primera vez que un perro me expresaba su mala hostia por medio de ruidos bucales. Ahora más que nunca me puse instintivamente antes que Xue, pues la mujer esa tenía toda la pinta de ser de esas a las que les gustan más jóvenes pero…¿a quién le hablaba? Huh, incluso nos amenazaba, creo…