Partida Rol por web

El profesor no pudo evitar sonreir un poco cuando vio a Kukiko quitarse los zapatos -¡Bien! Por fin encuentro a alguien que el primer día sigue mi consejo. Gracias- exclamó contento y con tono simpático. Después fue escuchando las dudas -Si, por supuesto podréis contactar conmigo fuera de clase. Creo que el horario de las tutorias las tenéis en las tablets... pero yo siempre prefiero escribirlo en un papel y daroslo. Si se me olvida, recordádmelo a final de clase- terminó diciendo asintiendo.

Entonces Elize levantó la mano para preguntar ella algo también -¿Que poder tiene usted profesor? ¿Nos lo puede decir?- le preguntó la chica con curiosidad.

El profesor rió tranquilo -Si claro, ¿porque no podría decirlo? Mi poder es la Fitomancia... puedo hacer crecer plantas además de controlarlas- explicó el profesor, quien empezó a hacer una pequeña demostración. Con la mano alzada con la palma hacia abajo, fuisteis viendo como de debajo suya, el césped del jardín iba creciendo más que el resto. En el medio del pequeño montículo de hierba, iba brotando lo que parecía un tallo, que rápidamente fue creciendo hasta que le salió un bulbo de la punta, que fue creciendo hasta que al final... se convirtió en un tulipán. El profesor lo recogió quitándolo del suelo, y se lo regaló a la chica francesa -Aquí tienes- le dijo el profesor. La alumna parecía encantada obviamente, además de sorprendida.

Bueno, una vez hecho la demostración, voy a pasar lista y empezamos- dijo el hombre mirando la PDA que había sacado -A ver... para la lista tenía que pulsar esto... y luego...- iba diciendo para si mismo. Parecía estar peleándose con el instrumento para ver la lista -Bueno ya está. Frost, Stigma, Quaver y...- el profesor se rascó la nuca al leer el último nombre -¿Esto esta bien? ¿Shinobi Kage Kunai Susano-o?- preguntó mirando al grupo.

¡Esa soy yo!- levantó contenta la mano Tsuku con una sonrisa de oreja a oreja -Es que se me ocurrían un montón de nombres y no me pude decidir por uno solo... ¡así que me los puse todos!- dijo muy alegre, quizás sintiéndose la chica más lista del colegio.

El profesor seguía extrañado... pero bueno, si eso era lo que quería la chica -Vale, pero si no te importa, yo te llamaré Shinobi, ¿vale? Es más cómodo- le dijo el profesor rascándose la nuca. Tsuku asintió, por lo que estaba todo bien -De acuerdo, pues entonces vamos a empezar ya... si no os importa, antes de entrar de lleno, a mi me gusta empezar meditando un poco. Ayuda a concentrarse y si se hace bien ayuda a estar en sintonia con los elementos... cosa que viene bastante bien, ¿no creeís?- os explicó mientras se sentaba con las piernas cruzadas en el suelo esperando que le imitáseis -Ahora tocaría dejar la mente en blanco, y permanecer lo más tranquilos que podáis... 

Por lo que decían, ninguno tenía ninguna pregunta sobre el curso o sobre como iría sus clases. Garret ahora mismo no tenía demasiadas ganas de preguntar nada después de que aquella mujer lo hubiese manejado como una marioneta, y Xue estaba demasiado asustado como para preguntar nada no fuese a ser que la profesora le hiciera algo por ello -"Bien, pues si nadie tiene una duda, vamos a comenzar las clases ahora mismo"- dijo la mujer levantándose de la mesa y poniéndose delante de la pizarra electrónica -"Poned todos en vuestros ordenadores el libro de Psicología que tenéis en la carpeta de *Temario CPM* y abridlo por la primera página"- dijo la profesora.

Aki, aunque siguió atentamente las instrucciones de la profesora y leyó el texto con mucho interés, se dio cuente, a su gran pesar, de que no comprendió mucho. Algo inquieto, miró en su alrededor a sus compañeros para saber si ellos lograban mejor descifrar el texto y extraer los conocimientos que se requerían de él, y de hecho no parecían reflejar la inquietud y incomprensión que Aki sentía.

No sé lo que me pasa...

Tras estar ansioso así durante un rato, releyó el texto, arrugó la frente y de pronto comprendió que no había, probablemente, nada que comprender más allá de lo que ya había leído y comprendido.

En realidad la impresión muy fuerte que la señora Dragunov le daba le hizo pensar que la lección de psicología tenía que ser algo extremadamente complicada, como justamente la señora Dragunov; pero por fin reconoció que se había equivocado.

Aliviado, respiró hondamente y siguió muy atento la continuación del curso.

Yo no estaba llorando... no estoy llorando... es aceite... que se me cae del ojo... por eso me l estoy limpiando con el brazo... porque es aceite.... porque no estoy llorando...

El proceso que me había llevado hasta estar limpiando gotas de aceite que caían del ojo fue lento y doloroso. Había estado intentando sortear todas las emociones bajas de haberme alejado de casa, de amistades, de María, de Chulo, de mi familia... intentando no pensar mucho en lo complicado que sería todo... ¡Una nueva Trini había nacido! ¡Porque la anterior murió! 

Y muerta me quedé. Primero morí de petrificación. No me molestaba que quisiera que le digan como quiera, aunque la profa fuera bastante borde... Pero lo de que por culpa mía triplicábamos el ejercicio me hizo esputar unos sonidos como así: p-pro yo n... Nada, ella tenía una presencia mucho más sólida que la mía y siguió hablando, puede que ni me escuchara intentando balbucear resbaladizamente, puede que hasta la enfadara más. Yo empezaba a notar una bañera de sudor frío, y la mirada de todos hundiéndome en ella.

Ni siquiera tuve tiempo de sentir rabia o reaccionar realmente al insulto de la canija, todavía tenía la flojera de baja autoestima en el cuerpo, la culpa de estar jodiendo a todos, las ganas de volver a casa... Recordando que no sé ni disculparme, ni siquiera sabía si quería realmente disculparme.. además yo sentía que una nuvea Trini había nacido: una Trini taciturna, melancólica, deprimida, fantasma en pena que nunca habla, y seguro que esta nueva Trini duraba para siempre. Por supuesto, en realidad sé que no, que esto pasa y ya está, pero en ese momento me pareció que no me ia a recuperar nunca más, que me daría un cáncer y me moriría con toda la mierda adentro. La Karenina dio donde duele.

Además no estaba llorando, era aceite. Por eso me lo estaba limpiando con el brazo, y cuando me pareció que quedaba claro que no habían sido lágrimas sino gotas de aceite y que dejaban de caer, dije así: l-lo siento... Y bajé la cara enseguida, porque justo en ese momento pasó una pluma o algo así que me hizo cosquillas en la nariz, y podría parecer que me temblaba el labio como si estuviera a punto de llorar, y remarco que eso no fue lo que pasó.

Me marginé yo sola durante los ejercicios vietnamitas. Me aseguré de tener bastante distancia con todos para que no me vieran la cara, y no dije nada, nada de nada. No miré a nadie. Estaba segura de que toda mi estancia en la escuela sería horrible para siempre y que me quedaría un trauma incurable, y que cuando volviera a casa Chulo me escupiría en la cara, aunque no sé como Chulo podría hacer eso, pero seguro que se las ingeniaba, porque así de horrible me sentía.

Sonreí en dirección al profesor e hice una leve reverencia con la cabeza cuando me dio las gracias incluso creo que me ruboricé un poco. Asentí entonces cuando dijo que en las tablets podíamos encontrar la información perteneciente a las horas de tutoría.

Otra de las alumnas preguntó por el poder del profesor y este hizo una demostración de lo que era capaz de hacer con las plantas de su alrededor. Estaba realmente impresionada al ver como manejaba su poder. Incluso dejé escapar un Ohhh de sorpresa y fascinación y que todos los que estaban conmigo pudieron escuchar.

- Presente - dije al oír mi apodo de la boca del profesor mientras pasaba lista.

Cuando acabó de pasar lista comenzó la clase, la primera cosa que deberíamos hacer era relajarnos y meditar. No estaba demasiado acostumbrada a ello, ni a meditar ni a relajarme. Me puse manos a la obra pero no lograba encontrar ese punto de tranquilidad, pero en un momento dado, pude llenarme de calma y poner la mente en blanco y sentí la tranquilidad a mi alrededor.

Como siempre, estoy perdido en mi mundo, solo prestando atención a la lista del sensei, cuando dice mi apellido, levanto la mano sin más. 

Después me pongo a meditar, me costó un un poco, pero pude lograrlo finalmente, aún que la finalidad de todo esto no la entiendo muy bien, solo sigo las órdenes del profesor. 

Nyoko escuchaba atentamente a la profesora y miraba el libro, la clase era complicada, sin embargo, no para ella, asentía a lo que le decía y tomaba algunas notas, ella había recibido una muy exigente educación y por eso estaba acostumbrada a clases complicadas por lo que aquella aunque sabía que era difícil no le estaba resultando especialmente complicada. Su mirada estaba centrada en las explicaciones de la profesora y no la desviaba, en parte por no querer perderse la explicación y su hilo y en parte por sentir vergüenza de mirar a los demás.

Mantuve la mirada fija en la profesora cuando me contesto, manteniendo mis pensamientos guardados... todos debemos recibir un entrenamiento especial y único porque no tenemos nada que ver entre nosotros y yo sin duda prefiero ser un escudo a ser una lanza... un escudo... un escudo... un escudo... me repetía mentalmente una y otra vez cuando ya se alejaba la profesora. Eso si, me quede con una cosa que digo la profesora Barnes me ayudaría en lo que quería o mas bien sus clases. Mire mi mano diestra sumido en mis pensamientos y cerré el puño con fuerza.

Entonces escuche a Trini, ¿lo mas cutres? ninguno de nuestro poderes es cutre solo tienen otras utilidades o son menos espectaculares, por ejemplo su aceite puede resultar la herramienta perfecta cuando yo no pueda hacer nada. Sus palabras parecieron hacer que su relación con Laura empeorarán y nos aumentaron el ejercicio de hoy, al resto podría molestarle pero para mi mas ejercicio siempre era bueno. Y tras eso tocaba ponerse manos a la obra, estiré un poco y pude ver como Trini se alejaba la primera, también di tiempo a que el resto se adelantaran para entonces yo empezar a correr y ahora era el momento de demostrar, de sacar mi lado competitivo y de esforzarme al máximo. Empecé a correr mas rápido que nadie pasando de largo a Simón y Laura, si seguía corriendo me acabaría cansando mucho pero me daba igual tarde mas en alcanzar a Trini a la cual pase igual que a los otros dos sin decir ni una sola palabra sin ni siquiera mirarla centrado en mi carrera con la mente vacía totalmente centrado en el ejercicio.

Por algún motivo desconocido, Axel se puso a correr nada más la profesora sopló aquel silbato... en realidad fue el único en ponerse a correr, y la profesora tampoco lo detuvo. Simplemente esperó a que llegara al otro extremo del polideportivo para mirarlo una vez paró -Señor Baranov... si ha terminado de correr... podría venir con el resto de sus compañeros a que le cuente en que consistirán los ejercicios- terminó diciendo con voz fría. Dicho de otra forma... Axel se había cansado porque si.

Durante un tiempo que os pareció eterno, los ejercicios físicos se sucedían uno tras otro al ritmo de los infernales pitidos de la mayor. Sentadillas, flexiones, abdominales, barra,... todos repetidos a un número casi infinito. Simon fue el primero en encontrarse increíblemente cansado... jadeando y respirando con dificultad. No parecía estar acostumbrado a tanto ejercício físico. Estaba tan mal que la profesora tuvo que apartarle a mitad de los entrenamientos para que descansara.

Por otro lado, la pequeñaja aguantaba bien el ritmo, y a excepción de algún problemita con no alcanzar la barra para hacer las flexiones iba bien, aguantando hasta el final... pero al acabar los entrenamientos, tanto ella como Axel ya habían tenido clase suficiente. Laura tuvo que sentarse en el suelo cansada, maldiciendo por lo bajo a su compañera ibérica por haber alargado los ejercicios hasta ese punto que rozaba lo espartano.

La única que había aguantado aún con energías... por ironía tal vez, fue Trini, quien todavía podía trabajar y continuar con la clase. La profesora se percató de todo lo que vio, y tal vez ya estaba tomando notas mentales de cada uno... pero también parecía que este resultado era el que esperaba. Simplemente se acercó a Trini -Has aguantado. Bien hecho- te felicitó de forma fría y algo desligada a ti -Espero que hayas aprendido la lección... porque tu has sido la única en hacerlo- te terminó de decir.

Pidió que todos vosotros os alineaseis, y entonces fue pasando por delante vuestra diciendo una simple tarea.

Primero a Trini -Lanza un chorro de aceite al objetivo.
Luego a Laura -Explota un dedo... solo un dedo. No más.
Continuó con Axel -Hazme una escultura con tu poder. Me da igual de que mientras no sea abstracta.
Y terminó con Simon -Agarra un objeto con la cola. El que te ponga delante.

Luego de eso se puso delante vuestra -Esas serán vuestras tareas esta semana... podéis dedicar lo que queda de clase a practicar. ¿Entendido?- terminó preguntando la mujer si había quedado todo claro. Después de decir eso, se acercó a una de las paredes y sacó una consola de botones. Pulsó varios... y como si fuera magia, se fue creando cosas delante vuestra: una diana enfrente de Trini y algo parecido a una botella frente a Simon.

Fue una clase densa, centrada principalmente en el espectro emocional y el orden de las emociones. Era una clase interesante si te resultaba entretenido estos temas, y todos parecían haberse quedado bien con la copla de la clase... salvo Garret, que a el parecía salirle un poco de humo por las orejas al no entender la clase.

"Bien. Con esto ya hemos avanzado bastante. Recordad en que página nos hemos quedado"- dijo la voz mental de vuestra profesora mientras cerraba el temario que tenía en la pantalla de la pizarra electrónica -"Ahora os daré la primera tarea que tendréis que realizar con vuestros poderes, por lo que escuchad bien"- fue diciendo mientras ojeaba lo que parecía una lista -"Phantom"- miró entonces a Aki -"Tu prueba será la misma que hiciste ayer cuando fuiste a mi oficina. Tienes mi libro en mi mesa"- dijo con voz fría, volviendo luego a la lista -"Eyes"- dijo mirando está vez a Xue -"En tu pantalla se generará un cuadro de doscientos cincuenta por doscientos cincuenta de números aleatorios... tu tarea será localizar cuantas veces se repite el número que se te pida"- le dijo al chico de ojos cerrados, quien ya se veía preocupado y tragando saliva nervioso.

"Soul y Neuro"- solo quedaban dos personas, por lo que serían Nyoko y Garret -"Vosotros trabajaréis junto a mi. Acercaos"- os dijo. Mejor no arriesgarse a que os moviera ella, por lo que obedecisteis -"Neuro. Usaras tu poder conmigo. Quiero que cambies lo que siento ahora mismo sin decírmelo ni a mi ni a Soul"- ordenó a la chica antes de mirar a Garret -"Soul, tu tarea sera adivinar que sentimiento estoy sintiendo... sin verme ni oirme"- dijo la joven. Con un movimiento de manos, abrió mentalmente unos cajones de su mesa, y volando llegaron a su mano unos cascos y unas gafas negras que le dio a Garret -"Esas son las tareas. Tenéis hasta el final de clase para hacerlo. Ya".

Notabais el aire acariciando vuestra piel y meciendo vuestro cabello, como la hierba sobre la que estabais sentado crecía milímetro a milímetro, el sonido de las hojas moviéndose al son del viento... los tamborileos y tarareos de Tsuku quien parecía silbar el opening de un anime, quien parecía no haber entendido que para meditar había que dejar la mente en blanco -Bien, con esto ya creo que es suficiente chicos... podéis abrir los ojos- terminó diciendo el profesor mientras que el mismo los abría satisfecho de ver que, al menos lo habíais intentado y hasta algunos lo consiguieron.

Todos abristeís los ojos... menos Elize... la chica seguía con los ojos cerrados... cabeceando como si... -Chica, ¡despierta!- dijo Tsuku empujando levemente a su compañera, quien de repente abrió los ojos sobresaltada. Si... se había dormido -¡Ahh! Pe-perdón profesor... no... no era mi intención... pero se estaba tan agusto aquí...- terminó diciendo la francesa arrepentida e inflando los mofletes. El profesor simplemente se rió -Tranquila... dormir es otra forma de meditar... solo que algo más desconectada. Le pasa a los más primerizos, no te preocupes- le dijo quitandole importancia mientras se levantaba.

Entonces, el hombre extendió la mano, haciendo que delante vuestra surgiera lo que parecía ser otra flor como la de antes... solo que distinta. Esta era... increíblemente fea. Sus cuatro pétalos eran de color marrón excremento, con los pistilos de color negro intenso y un tallo lleno de espinas... además, no olía precisamente bien -Bien, vamos a empezar con vuestra primera tarea. Usando vuestros poderes, tendréis que intentar marchitar la planta que os he puesto delante- os explicó -Perdonad que sea tan fea... pero así es mucho más fácil que poneros un clavel o un tulipán para que luego lo tengáis que chafar. Las reglas son sencillas: no la podéis tocar, tenéis que estar a un metro o más de distancia de ella. No hay más reglas... aunque os pido que si podéis no arraseis el cesped- terminó de explicar con una risa simpática -¿Estáis listos?

Al acabar la meditación, el profesor nos puso delante una flor bastante rancia y nos dijo que lo que tendríamos que hacer era marchitarla. ¿Marchitar esta flor? Pero si ya está marchita pensé mientras pensaba en una flor viva como algo que olía bien. Pero claro la flor olía, aunque fuera mal, quizá si que se podía marchitar.

Tras las instrucciones del profesor asentí y me separé un poco de la flor. Un metro era la distancia que marcaban las reglas del profesor Wuang.

Tenía que controlar mi poder lo suficiente como para no meter a la planta en un bloque de hielo y que esta perdurase para siempre, tenía que marchitarla, no dejar que viviera.

Me concentré para conseguir mi objetivo, lanzar una brizna de aire gélido que se metiera en el tallo para secar la flor por dentro y que así no le llegasen nutrientes en el interior.

La meditación tuvo un efecto extraño en mi, haciendo que me sienta más tranquilo y relajado, se sentía bien, pero aún así no me iba a descalsar por nada del mundo. 

La petición del profesor fue extraña, la idea de marchita una planta horrible con mi poder me resulta a vastante extraño. 

Pero de repente se me ocurrió algo, el aire es una sustancia, un fluido, si puedo crear una barrera alrededor de la misma, osea, evitar que absova anhídrido carbónico para convertirlo en oxígeno, la planta dejaría de alimentarse y se marchitaria... En teoría, no perdía nada, pero aún así lo intentaré. 

Nyoko escuchaba las palabras mentales de la profesora, la explicación fue compleja, pero pudo entenderlo todo y al parecer si no todos si casi todos los que estaban allí también, por lo que seguramente no sería tan complicada después de todo. La chica quería que le alterase los sentimientos sin decirle nada, Nyoko se queda unos instantes mirando y pensando, aquello era peligroso ya que realmente no terminaba de controlar su poder.

Yo… lo intentare aunque

Se le vino a la mente las palabras de la tutora, que le dijo que le enseñarían a usar sus poderes, tenía que intentarlo, no podía quedarse simplemente temiendo hacer algo, estaba allí a fin de cuentas para eso, para aprender a usar bien sus poderes, además allí debían tener formas de controlar si se descontrolaba. Nyoko cierra los ojos unos segundos para concentrarse y después mirar a la profesora y tratar de usar su poder.

¿Por qué yo era la única que estaba aguantando los ejercicios? ¿De verdad tantos años jugando por el barrio daban resistencia física? Fuera por lo que fuera, no me gustaba nada estar siendo la única que aguantaba. Se me ocurrió fingir que estaba cansada y que no podía más para que mis compañeros vean que estaba recibiendo mi debido castigo... Pero me sentí todavía peor por haber pensado en mentir, y además seguro que mentía mal y se daban cuenta y me odiaban hasta más allá de la muerte porque me lo merezco... soy basura... 

Pero bueno, a pesar de tan irónica conclusión, el ejercicio físico extrahumano me sirvió para calmarme un poco. No es que ya no me estuviera sintiendo como una bolsa de mierda en medio de un jardín de flores (las flores son las otras personas en comparación a mi), o que no pensara que me iban a odiar para siempre, que yo era mala, horrible, que quería volver a casa a llorar y abrazarme a Chulo, y no es que no estuviera pensando todas esas cosas, y que no tuviera ganas de ponerme a llorar otra vez, y que probablemente se me notara porque agaché la cabeza para que no se me viera la mueca de niña mimada a punto de ponerse a llorar, porque yo no iba a llorar, no llores, no llores... un poco más calmada. No supe qué decirle a la mayor, me salieron unos fonemas que tropezaban unos con otros tal que así: Ahhmmeh...

Seguí sin hablar a nadie. Hice un poquito que sí con la cabeza para informar de que entendía, y me puse mirando a la pared, como autocastigada. No tenía nada bueno que decir, no se me ocurría qué podía decir que sirviera de algo, y me daba la sensación de que seguro que lo empeoraba todo. Pensé que luego en las habitaciones hablaría de que soy una persona horrible y les contaría lo que había pasado, y a lo mejor podían ayudarme, pero luego pensé que ellos también habrían tenido su día, y que pensar primero en que me escuchen y me ayuden en vez de escuchar y ayudar demostraba que soy mierda, y empecé a sacudir el brazo, arriba-abajo, como si estuviera intentando sacudirme la humedad como hacen los perros, que se sacuden y salpican agua pa todos lados, pero solo con un brazo, y arriba y abajo. En el momento que noté algo de sudor en el sobaco, también intenté activar mi poder en el sobaco, muy poquito, solo abrir y cerrar el grifo por así decirlo. La idea era que el sudor mezclado con aceite resbalara desde el sobaco hasta la punta de mis dedos, y que con la inercia saliera disparado. Había leído algo así con un poder parecido al mío, a lo mejor podría funcionar. En caso de no resbalar y caerme y hacer el ridículo y necesitar ayuda para levantarme porque soy basura como siempre, volvería a intentarlo, y así hasta el final de la clase.

Al menos aquel ejercicio me mantenía concentrada, no me hacía pensar que...

Aki se preguntó, obnubilado, por qué la profesora exigió otra vez la misma prueba de él, cuando ya la primera vez había resultado ser un fracaso completo. ¿Acaso quiere humillarme? ¿Es de una de las profesoras esas? Espero no haberme equivocado en ella…

Aki se acercó lentamente a la mesa. Extendió una mano y trató de concentrarse. Hizo desaparecer todo su entorno de su espíritu. Aquí estoy, sólo, y el libro. Al menos en esto tuvo éxito. No tenía la más mínima percepción de lo que estaban haciendo sus compañeros.

Se concentró en él libro y… tuvo que admitir con una repente angustia apoderándose de él, que otra vez no logró manipular el objeto con su mente.

Desanimado y un poco avergonzado, dejó caer la cabeza en el pecho. 

Rojo como un tomate y lleno de vergüenza volví al trote tras una carrera sin razón me había emocionado antes de tiempo por lo que a mi vuelta a pesar de toda la vergüenza podía verse como me reía de mi mismo.

Mas tarde durante los ejercicios aprovechaba cualquier momento en el que creyera para tratar de ayudar o apoyar a Simón que era quien estaba pasándolo peor. Me sorprendió el buen nivel que estaba mostrando Laura ya que por alguna razón no esperaba que me siguiera el ritmo a mi, dude un par de veces si ayudara a llegar a la barra dejando finalmente que si ella quería lo hiciera y si no alejarme lentamente con algo de aparente miedo. Al acabar realmente estaba agotado pero igualmente sonreía exactamente igual que al principio.

- Eso... ah.. ah... ha sido... genial... Estoy deseando... ah... repetirlo -hablaba a trozos entre respiraciones pesadas pero realmente adoraba hacer ejercicio y esta ocasión no era diferente por lo que estaba feliz a pesar del cansancio total que sentía e incluso cuando nos alineamos fui el primero en hacerlo y me erguí cual soldado esperando órdenes. ¿Hacer una escultura? Era algo que nunca había probado siempre me limitaba a envolver mi propio cuerpo por lo que esa petición era algo realmente novedoso para mi.

Extendía una de mis manos y levante la palma hacia arriba tenía en mente algo pequeño que solo midiera unos 30 o 20 centímetros de alto, la sustancia negra empezó a emerger de los poros de mi piel y se levanto un poco hasta que...

Por un lado, Laura miró algo raro a Axel cuando comentó aquello de "Estoy deseando repetirlo" entre suspiros y gemidos cansados -Ahh... que mal... ha sonado eso...- no pudo evitar mencionar mientras recuperaba el aliento al igual que él. Se incorporó juntos con sus compañeros y se puso en linea para escuchar la petición de su profesora -¿Explotar solo un dedo? Grrr... esta bien...- dijo la chica algo molesta, aunque se la notase cansada por el ejercicio. No parecía muy entusiasmada en tener que usar su poder. La chica se alejó un poco del resto de la gente... e intentó concentrarse. Entonces, pudisteis ver como la chica cerraba los ojos con un dedo alzado y... empezar. El pelo rosado de la chica si iba elevando y poniendo de punta además de ir adquiriendo un tono rojo intenso, al igual que aquel dedo que tenía levantado... abrió los ojos y también estaban todo rojo. Pero entonces, el rojo se extendió de la mano a todo el cuerpo de la chica... y ¡BOOOOOOOOM!. Hubo una explosión de tamaño considerable en el rincón... y al disiparse el humo la chica estaba tal cual alrededor del desastre -Mierda...- fue lo único que dijo muy molesta.

Por otro lado, Simon quien parecía haber recuperado un poquito el aliento después de su descanso, también escuchó la petición de la profesora -¿Solo coger algo? Pufff... vale Mayor, seguro que es fácil- dijo confiado de si mismo, hasta contento de no tener que esforzarse demasiado después del agotador ejercicio. Vio el objeto que la profesora le creó, e intentó ponerse a ello. Se puso de cuclillas, y usando su cola intentó coger aquella "botella"... lo intentaba, pero algunas veces se le resbalaba y no lo conseguía del todo, siempre se le caía. En el momento que ya parecía que iba a conseguirlo... Laura explotó he hizo que del susto lanzara la botella por el aire hasta la cabeza de la profesora. Eso hizo que un sudor frío le recorriera la espalda... pero la profesora simplemente le pegó un puñetazo a la botella con unos reflejos impresionantes, y en lugar de desviarla... la pulverizo del golpe.

Axel intentaba crear aquella escultura que la profesora le había pedido. Había empezado con un pilar de unos treinta centímetros de alto... el pilar estaba hecho; pero al empezar a darle forma, explotó también. En esta clase parecía que todo explotaba, y el pilar pasó a ser un montón de masa desperdigada por la cara y ropa de Axel y sus alrededores.

Ahora solo faltaba fallar a Trini para hacer un pleno de fallos... pero no. La chica había conseguido hacer recorrer el aceite por su brazo de forma que cogiera impulso e inercia de forma más que decente para ser la primera vez. Y obtuvo muy buenos resultados. Su aceite llegó a su dedo con la velocidad suficiente para seguir para delante sin apoyo e impactar en el circulo pegado al centro de la diana que la Mayor le había creado. Un resultado muy bien logrado.

La profesora se había estado paseando por vuestro lado a medida que trabajábais, e iba tomando apuntes mentales con una frialdad increíble. Ni se inmutó por la explosión, ni dudó en pulverizar la botella que iba a su cabeza, ni le molestó tener que limpiarse un poco de pringue de la ropa proveniente de la escultura-bomba de Axel. Eso si, asintió de forma leve cuando vio el trabajo realizado por Trini. Entonces, sonó el timbre -Muy bien alumnos, se acabó la clase- dijo de forma seria -Para ser un primer contacto no ha estado mal... pero debéis pulir y limar vuestros fallos hasta que desaparezcan, recordad que tenéis una semana para hacerlo. Han habido los resultados que me esperaba... salvo por su parte- terminó diciendo parándose frente a Trini -Me ha sorprendido su rendimiento señorita Sanchez, se verá reflejado en las notas y se merece cierta felicitación. Pero espero que no se confíe por ello... sabe que tiene que corregir usted para la siguiente clase, ¿no?- terminó diciéndole a la ibera y preguntándole -Podéis iros ya, disfruten del descanso.

Nyoko empezó a mirar fijamente a la profesora... y podía ver como lo más que reaccionaba la joven era mirar el reloj esperando a que ocurriera algo. Por su lado, Garret suspiró cuando escuchó lo que tenía que hacer poniéndose sin demasiadas ganas los cascos y las gafas. Después de unos segundos intentó concentrarse para usar su poder -A ver... ¿siente usted... apatía?- dijo el chico, aunque lo hizo sin ninguna gana o interés en acertar o fallar.

La profesora lo miró con cierto desdén, y con un movimiento de mano le retiro tanto las gafas como los cascos -"No hace falta poderes para saber que básicamente lo único que siento es apatía... y desde luego usted no los ha usado correctamente"- le dijo al chico. Luego miró a Nyoko -"Usted tampoco lo ha sabido usar, pero al menos lo ha intentado. Es la primera clase, me da igual que falléis..."- fue diciendo mientras se apartaba de los dos y se dirigía a Goro que parecía algo decepcionado por no usar su poder bien -"Sigue intentándolo Phantom, es todo cuestión de práctica"- le dijo con su voz mental fría y serena.

Por su lado, Xue se quedó callado la mayoría del rato... y cuando le tocó usar sus "poderes", por fin abrió los ojos y lo visteis. Unos ojos de aspecto robotizado y color azul brillante. Además, también se podía ver que muy cómodo no estaba de abrir los ojos. Hizo la actividad que le ordenó la profesora, y nada más terminó los volvió a cerrar masajeándose la sien. Parecía dolerle un poco la cabeza -"Bien hecho Eyes"- le dijo de forma simple y seria. Cosa que puso nervioso al chico -Gra-gracias...- le dijo nervioso.

Entonces, sonó el timbre que marcaba el fin de las clases -"De acuerdo clase, es hora de irse. Estudiar en vuestros cuartos y practicad vuestros poderes. Hasta mañana"- se despidió la chica sentándose en la silla del escritorio y, empezando a ignoraros por completo, volvió a enfocarse en leerse el libro con el que entró.

Tsuku se emocionó quizás demasiado con la idea de marchitar esa flor -¡Genial! Ahora veréis chicos... ¡vais a ver como mi ninjutsu acaba con el sufrimiento de esta pobre florecita en pena!- dijo riendo y con mucho positivismo. La chica se concentró mientras hacía sellos con las manos como los ninjas de la televisión y los mangas -¡Jutsu de aliento venenoso!- gritó poniendo las manos frente a su boca a modo de "tubo" por el que soplar. La chica entonces sopló y... lo único que salió de entre sus manos fue algo parecido a un gas morado durante unos segundos que se desvaneció rápido acompañado de un ruido parecido a una ventosidad. En lugar de quedarse decepcionada o colorada, la chica rió -Jijiji, ¡vaya cuesco me ha salido! Y yo que esperaba algo más épico... ¡seguro la siguiente me sale mejor!- dijo sin perder esa sonrisa pícara de la cara.

Por el otro lado, Elize estaba muy pensativa con los morros inflados -Hmm... ¿y yo como marchito a esta florecita maloliente?- se preguntaba a si misma mesándose la barbilla. Al final parecía que se le había ocurrido una idea, o eso parecía ya que había desinflado sus mofletes... y se puso a gritar -¡AHHHHHHHHH!- gritó de forma fuerte intentando enfocar a la flor con su voz. Entonces, no sabríais decir que era exactamente lo que veíais... pero había algo en el ambiente que se dirigía hacia la flor... ¿era el ruido?. No lo sabíais del todo bien... pero al cabo de unos minutos gritando, la flor empezó a perder planta, hasta marchitarse del todo. Cuando lo vió, paró de gritar y se alegró -¡Bien! ¡Lo he conseguido!- dijo contenta dando saltitos de alegría... aunque luego os miró -Perdón por los grititos si os a molestado un poquito...- se disculpó con el resto de compañeros y el profesor por el griterío llevando su mano a la nuca.

Por vuestra parte, Kukiko consiguió congelar su flor desde la base hasta sus pétalos... consiguiendo que tuviera un aspecto deshidratado que, con una breve brisa que corría en el patio, se desmenuzó. Aer en cambio... salvo mecer la flor con una cierta brisa, no consiguió que su flor se marchitase. Seguía tan fea y apestosa como antes.

El profesor miraba vuestras acciones con tranquilidad, sin tomar apuntes ni nada pues seguramente con echaros un vistazo era suficiente. Entonces, escuchasteis algo a lo lejos el ruido del timbre que marcaba el final de la clase -Vaya... pues la hora ya ha terminado. Lo habéis hecho muy bien chicos. Puede que algunos no hayan conseguido marchitar mi flor... pero habéis hecho un buen intento para ser el primer día de clase. Estoy seguro que con un poco más de practica seréis capaces de llevar mi clase sin problemas- dijo el hombre con tono simpático y agradable -Nos veremos mañana ¿de acuerdo? Podéis iros a descansar- os terminó de indicar.