Partida Rol por web

A Mui le parecía bien el plan. Estaba ya mayor para estas historias, pero lo cierto es que estos chicos tenían ideas muy majas: el tipo de gente que hubiera venido bien en la guerra... aunque claro, por eso estaban aquí, no? Los había ascendido el tal Wedge Antilles por servicios durante la segunda guerra, seguramente.

Su jefe le dio la excusa perfecta para esconderse en el compartimento de contrabando. Estaría "protegiéndole" (por así decir) y estaría fuera de la vista de los asaltantes. La eficacia de Mui aumentaba en las distancias cortas y cuando actuaba por sorpresa.

- Aaoroagh! Au, au, of! --- dijo mientras intentaba acomodar su enorme corpulencia junto al botham.

- Buena idea. Yo me quedaré aquí. En cuanto deis la señal, será la hora de las tortas!

Squaky tradujo las palabras de Mui.

—La Wookie sorpresa esta que trajisteis y tan bien pilotó antes indica que el plan le parece una buena idea. Que se quedará en el compartimento. Y dice que en cuanto deis la señal, será la hora de las tortas!

Los técnicos todavía no cerraron el compartimento. Sino que os fueron informando. 

El técnico calamariano os iba contando lo que veía. 

—La corbeta tiene escolta de cuatro cazas TIE, al menos... y está modificada para tener un Hangar... y varios tubos de atraque de cazas. Están llevando vuestros X-Wing abiertos dentro de los hangares y los de los pilotos a los tubos. 

Al parecer los imperiales no querían arriesgar. Quizá alguien hubiera reparado un caza y pudiera disparar desde dentro unos torpedos, llevandose a todos al infierno... 

—Nos han atrapado en un rayo tractor, los hangares deben estar equipados con uno... es débil y para cazas, pero en el espacio les sirve para llevar nuestra nave muerta al interior del hangar. Veo una escuadra de soldados de las tropas de asalto... al menos veinte.

- Aquí la piloto Teeubo Seku. He oído hablar de usted, capitán Zurel, y bueno, supongo que hemos tenido suerte dentro de lo complicado de la situación. Solicito una conferencia con Ud. Estoy convencida de que que esto se puede solucionar de un modo más... civilizado.
 

Teeubo investigó en sus archivos todo lo que pudo sobre el capitán Darillian. La Alianza tenía un fichero sobre él. Nativo de Coruscant, era el prototipo de Oficial Imperial del Borde Exterior, es decir, un ególatra narcisista orgulloso. Con un odio por la Rebelión y luego Nueva República exacerbado por la muerte del Emperador y luego por la caída de Coruscant (donde en la batalla murió su mujer). 

Él y su nave están marcados como parte de la flota del Señor de la Guerra Zsinj. Entre las apariciones y datos que tienes de ambos están las de reclutamiento y cobro de impuestos en los planetas bajo el yugo de Zsinj. Además de tareas "diplomáticas" para expandir los dominios del Señor de la Guerra.

Por otro lado nadie respondió a la comunicación. Ya estaban siendo introducidos en el hangar. 

Gorrin estaba aterrorizado. No fue capaz de decir nada y simplemente cogio el rifle que le ofrecian y le empujaron al compartimento.

Caben 5 personas, decia el calamariano. Pues serian otras personas, porque entre Gorrin, Hogan y el puto wookie estaban basicamente atascados. Mas que disparar por sorpresa, iban a tener que venir los imperiales con una espatula.

No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir... - Pensaba Gorrin con panico. Una cosa era caer luchando en su caza, con gloria. Pero aqui le iban a hacer prisionero, le iban a torturar y despues todo el mundo sabia lo que los trandoshianos hacian a los gordos en las prisiones imperiales.

Theseus se colocó cerca de Teeubo, atento a las palabras de la twi’lek y pensando el recorrido que tendría que hacer para llevar a las tropas imperiales a la improvisada emboscada que habían preparado.

Al menos, si eran de gatillo rápido, no moriría embutido con un para de culos gordos en un zulo para contrabando...

La lanzadera fue entrando en la corbeta. No eran los primeros, ya habían metido algunas Alas-X en el interior. Los pilotos pudieron ver como habían sacado a los pilotos de las mismas y los tenían en el centro del hangar. 

La lanzadera se posó y dos docenas de soldados de asalto se posicionaron para asaltarla por detrás, Squaky cerró la caja de las armas y la colocó con las demás, debajo de una cincha, como si nada hubiera pasado. La pesada tapa del compartimento de contrabando se cerró sobre Joshua, Gorrin, Mui, Grinder (que olía bastante mal) y Kevin. 

Desde fuera, abrieron manualmente (había una manivela a tal efecto) la rampa de la lanzadera. 

Se oyó una voz filtrada por un casco de soldado de asalto. 

—¡Salgan con las manos en la cabeza o entraremos a la fuerza!

- Quizás entren de dos en dos como cuentan que sucedió en Alderaan - susurra esperanzado Joshua mientras da unos empujones con el hombro para poder liberar su pierna derecha.

Theseus miró a Teebu.

Quizá deberías comenzar tú ofreciendo toda ayuda posible para solventar esta situación. - sugirió.

Teeubo asintió con la cabeza a lo que decía Theseus. Luego se dirigió a la rampa de salida.

De acuerdo, nos rendimos. Sabemos cuando hemos perdido una batalla. Vamos a salir, no disparéis.

Teeubo salió con las manos a la vista y evitó hacer movimientos bruscos. Junto a ella salieron los técnicos disfrazados de pilotos.

Añadió. Soy Teeubo Seku y tengo que hablar con vuestro capitán.

Con más de veinte rifles bláster apuntándoles, Teeubo, Theseus, Beerth, Squaky y seis técnicos más bajaron por la rampa. 

—¡Moveos, escoria rebelde!... —los soldados de las tropas de asalto los llevaron hasta el centro del hangar, donde ya estaban el resto de miembros del Escuadrón Gris. A la fuerza, si era preciso, les hicieron arrodillarse y poner las manos en la cabeza. 

Escoltado por más stoormtropers, oficiales jóvenes y técnicos. El capitán de la nave apareció en el Hangar y se aproximó con una mirada de suficiencia. 

Su voz retumbaba. Más que una voz de mando era una voz pomposa y desagradable. 

—Vaya, vaya, vaya. ¡A quién he capturado! ¡Pero si no es otro que el traidor rebelde Wedge Antilles y sus compinches rebeldes...!

Desde dentro del compartimento podéis escuchar como vuestros amigos y compañeros salen de la nave. Al poco se escuchan las pesadas botas de Stormtroopers. 

—¡Despejado!

Y luego como esas mismas botas bajan de la nave. Y son sustituidas por otras más ligeras. 

—Vaya, qué lanzadera más bonita nos han regalado los rebeldes —se escuchó una voz. 

—Sí, vamos a ver si podemos repararla y sacar información mientras el Capitán ejecuta unos cuantos rebeldes lanzándolos al espacio —dijo otra, llena de rabia— debería tirarlos a todos, pero sólo echará a la mitad. Malditas órdenes. 

—Bueno, pero son órdenes... ¿cómo odias tanto a los Rebeldes? Tienes los dientes apretados.

—¡Tenía un hermano en la Estrella de la Muerte! Esos malditos rebeldes...

Debían ser técnicos imperiales registrando la Narra. 

Gorrin intentó hacer un gesto al wookie pero tenia el brazo atrapado entre las lorzas de Hogan y la espalda de Joshua.

- Creo que la parte de quedarse fuera no ha salido exactamente como planeamos - susurra Joshua - ¿A la de tres?. - pregunta mientras empieza a contar con los dedos.