Partida Rol por web

Joder..., pero mira que sois pesados -dijo aquel tipo al que reconocíais muy bien-. Acto seguido guardó el bláster y le tendió la mano para ayudarle a levantarse. ¡Arriba! ¡Ya están casi aquí! -le dijo-. Lo que había ocurrido es que el cereano le había puesto la zancadilla tras la esquina.

-Escuchad- Trató de explicar Darius sin dejar de correr. -Por lo que dijo el Gran, entiendo que un...- Esperó a pasar por un callejón solitario para continuar -...Que un agente rebelde trató de dejarnos un mensaje metiendo ese holoproyector en el bolsillo de Anzak.- Se detuvo junto a la siguiente esquina para mirar antes de cruzar al otro lado.

-Ese tipejo sin escrúpulos no solo era una amenaza para nosotros, también vio al agente- Explicó frunciendo el ceño a Clint. -Se que no son tus métodos- Dijo al jedy en lo más parecido a una disculpa. -Pero ya era tarde para otra cosa-

Cambió de dirección para no cruzarse con dos alienígenas cubiertos con capuchas. -Maldita sea...cualquiera podría ser un informador imperial- Gruñó.

-Si hubiéramos visto el contenido del holoproyector, tal vez podríamos haber ayudado a la rebelión en Tantooine- Explicó en voz baja. Entonces miró a Anzak y sacudió la cabeza. -No podías saberlo, claro, pero tampoco podía dejar que el mensaje cayese en manos imperiales.- Se detuvo un momento para recuperar el aliento.  El sol de aquel planeta lo hacía sudar sin medida. -En el peor de los casos, ese agente tendrá que apañárselas solo, pero no lo habremos puesto al descubierto. Y nosotros seguiremos con nuestro plan- Dijo poniéndose en camino de nuevo.

Al doblar una esquina, Darius "tropezó".

Darius aceptó la mano de Ti-Dal-Yorg  y se incorporó.

-¿...Lo entendéis ahora?- Terminó de explicar a sus compañeros sacudiéndose el polvo de la calle.

Ya habían tenido bastantes problemas hoy, y hacerle morder el polvo al cereano sería una cuestión de orgullo que el caza-recompensas dejó para mejor ocasión.

-Dichosos los ojos- Resopló haciendo énfasis en el "plural".

¡Ya están casi aquí!

-¿A quién te refieres? Te andábamos buscando.- Respondió volviendo a ponerse en marcha.

- Sí, pero...-intentaba intervenir Anzak en la parlotada de su socio mientras le seguía por los callejones de aquel barrio.

- Ya, pero...- no había forma pues ni Darius aminoraba la marcha ni dejaba de hablar.

Entonces al doblar la esquina, Darius tropezó "accidentalmente" con el pie del cereano que habían visto antes.

- ...pero como iba a saber yo que ese holo me lo había colocado alguien de la rebelión...y además ¿a mí que me importa esos rebeldes?- dijo mirando tanto a su socio como a el cereano.

- ¿Y quién nos sigue y por qué nos sigue?- suponía ambas respuestas, pero era mejor que ese tipo les sacara de dudas.

- ¡Maldita sea! - exclamo al oír las explicaciones de Darius - Me hubiera gustado poder ayudar a la Rebelión. Son un grupo de chiflados, a veces con pocas luces, pero luchan por la paz y justicia en la galaxia y me gusta echarles una mano en lo que pueda. Es mi deber, ya no digo el vuestro, pues sois libres de hacer lo que os parezca mejor, pero donde haya un rebelde allí estaré. Ahora me quedo con la duda del mensaje del holoproyector...

Mantengo el ritmo de mis compañeros, andando de prisa cuando Darius cae de bruces al suelo. Una cara conocida asoma para ayudar al cazarrecompensas a levantarse.

- Vaya, el tuerto. No se porque no me sorprende que estés rondando por aquí. Este grupo nuestro es un imán para situaciones complicadas y peligrosas.

Ante el aviso de que alguien nos está alcanzando me pongo en guardia, ojo avizor de lo que ocurra a mi alrededor.

Ahora no hay tiempo... ¡¡corramos!! -añadió el cereano-. Maldita sea: un tipo... me ha contado una historia cuando iba yo de camino a la Cantina de Chalmun... lo han atrapado, ¡y joder! ¡Seguidme! -decía, no pudiendo concretar en pocas palabras lo que le había ocurrido-.

Corrísteis entre callejuelas de casas bajas hasta llegar a la llamada Paradise Road, y la atravesásteis a todo trapo sin descanso. Los rodamientos de Chispita echaban humo. Os cruzábais en tal calle con formas de vida que iban sobre rontos, djerbas, dewbacks y otras bestias, y por supuesto gente que iba y venía a pie. Pasásteis de corrido el complejo Desilijic, la casa de Jabba en la Ciudad, una vivienda reconvertida a fortín en la que algunos guardias vigilaban en el exterior. Tras atravesar aún corriendo una planta de distribución de agua y el servicio de reparto express de Mos Eisley, cruzásteis Spacers Row y os internásteis en una bahía de amarre... ¿A dónde diantres os llevaba ese cereano medio-tuerto?

¡Es esa de ahí! -murmuró Ti-Dal-Yorg nada más entrásteis todos por la rampa de pasajeros (5). Y allí vísteis un carguero con la rampa bajada. Tenemos que subir, ¡a bordo os lo explicaré todo! ¡Vamos! -Entonces accedísteis a la bahía de amarre-, ¡seguro que nos han seguido!

1. Oficina: Esta sala contiene el transmisor para el programa de servicios con el control del espaciopuerto

2. Sala de Descanso: Una sala pública de descanso. Es útil, pero no bonita.

3. Garaje de Mantenimiento: Esta sala contiene mucha de la maquinaria que se necesita para dar servicio a las naves que llegan aquí. Incluye dos elevadores binarios para transportar el cargamento hacia y desde el espacio de carga de una nave 

4. Suministros para las Naves: Cualquier cosa desde oxígeno y lubricante a proteínas básicas (para los sistemas de convertidores de comida para la nave) es almacenada aquí.

5. Entrada de Pasajeros: Todos los miembros bípedos de la tripulación y pasajeros usas esta vía de acceso para entrar y salir de la bahía.

6. Rejillas superiores para el Chorro Trasero: Estas rejillas fueron diseñadas para suavizar la descarga de radiación del motor iónico sublumínico Orión

7. Trampilla de Arena: Un gran cantidad de arena sale disparada hacia arriba cuando una embarcación entra o abandona la bahía. Estos repelentes electrostáticos ayudan a evitar que la nube de arena entre en el foso

8. Generadores de Fusión: Los tres convertidores situados fuera en la bahía están conectados a un enorme generador de fusión montado detrás del garaje de mantenimiento. Se usan para reabastecer las naves, recargando las células de energía de la nave.

9. Luces de Aterrizaje: Las ochos luces de aterrizaje

10. Foso de Amarre: El suelo de la había está pesadamente reforzado con duracero, y los muros (que no necesitan soportar tanto peso) son de piedra.

11. Rampa de Entrada: Esta rampa energética se usa para transportar cargamento o a pasajeros incapaces de andar desde o hacia el nivel de la bahía hacia la superficie.

12. Rayos de Tracción: Construidos dentro de los muros de la bahía a nivel del suelo, esos ocho pequeños discos de rayo de tracción estándar pueden agarrar naves que estén en un radio de 100 metros de la Bahía de Amarre 94

13. Entrada de Servicio. Esta entrada, una escalera simple que conduce a una puerta blindada al nivel de la superficie, fue originalmente construida con la bahía, pero los De Maal nunca la han usado. La puerta blindada conduce a un corto corredor, que sale a la calle.

14. Oficina del Inspector de Aduanas.

Vale, ya estamos, ¡mantengamos la calma! -añadió el cereano, aunque en realidad se lo decía a él mismo-. Ese es el carguero, el Rosa Azul. Pero aún tiene activos los rayos tractores (12), ¡mirad! -efectivamente, el piloto señaló los ocho grandes aparatos que se alzaban en casi la parte más alta del foso, apuntando directamente hacia el carguero que se encontraba en el medio-. Será mejor que desactivemos los tractores cuanto antes..., de lo contrario no podremos repeler su fuerza ni despegar de este agujero -echó una mirada hacia atrás, desde la entrada (donde estábais), por si venía alguien. Luego siguió oteando todo la bahía-: ¡y rápido*!

Anzak siguió a Ti-Dal por los callejones hasta llegar a lo que parecía uno de los hangares dentro de la ciudad. Ahí les para y les señala una nave y les dice como soltar su amarre.

- ¡Un momento, Tío Dal! ¿me estás diciendo que robemos esa nave?...¿me estás diciendo que tenemos que huir como renegados...o peor, ¡como rebeldes!, de este planeta, en el que el más inocente es un asesino múltiple?- tras decir esto mira a Clint y levanta las manos pidiendo perdón por incluirle pero sin verbalizarlo.

- Ya me puedes dar una buena excusa, pues yo tengo otra nave que están arreglando en el palacio de Jabba y por la que le debo un cargamento entero de carbonita- dijo el contrabandista bastante cabreado.

Será mejor que desactivemos los tractores cuanto antes..., de lo contrario no podremos repeler su fuerza ni despegar de este agujero

Darius miró al cereano sin disimular su desconfianza.

-¿...Nosotros desconectamos esos rayos tractores y tú te llevas esa preciosidad?...Hmmm. Queremos algo más que una excusa-Asintió a las palabras de Anzak. -¡Necesitamos un piloto, no más problemas!-

Seguimos al tuerto por la ciudad, hasta llegar al espaciopuerto.

- ¿Estas seguro de que quieres que subamos a la nave? Normalmente acabamos estrellando naves en medio de ciudades, es lo que les gusta a estos chicos - digo con cierto regodeo -Y opino lo mismo que ellos, acabamos de llegar y ya hemos tenido que negociar con Jabba, nos hemos cargado a un tipo y ahora pretendes que robemos una nave. Hará falta un buen motivo para embarcarnos en semejante tropelía.

No había motivos. Al menos de momento. Un disparo bláster pasó tan cerca de la cabeza de Clint que oyó el silbido del mismo antes de estrellarse en el marco de la entrada de la bahía. Procedía de vuestra espalda. Tras voltearos, vísteis un grupo de  cinco sandtroopers corriendo hacia vosotros (uno de ellos disparó tal intento*), ¡¡venían a acabar con vosotros!!

Maldición, ¡os lo dije! -os gruñó, y con razón-. ¿Necesitábais un piloto, no? ¡¡PUES AQUÍ TENÉIS A UNO!! No me pidáis que también desconecte yo los rayo tractores... ¿¡o es que preferís vosotros poner la nave a punto!? -decía el tipo cabreado mientras entrásteis todos definitivamente en la bahía a toda prisa-.

¡¡Que no escapen!! -gritó uno de ellos-.

¡Cogedlos! ¡NO quiero que se escurran esos malnacidos! -un twi' lek vestido completamente de ropa negra prieta aparecía tras los soldados de asalto, como comandándolos-.

     El caza-recompensas se agachó de forma instintiva al oír el disparo.

Maldición, ¡os lo dije! -os gruñó, y con razón-. ¿Necesitábais un piloto, no? ¡¡PUES AQUÍ TENÉIS A UNO!! No me pidáis que también desconecte yo los rayo tractores... ¿¡o es que preferís vosotros poner la nave a punto!?

Darius entrecerró los ojos. Ti-Dal-Yorg podía haber avisado a los imperiales, pero era demasiado arriesgado quedarse a comprobarlo y aceptó su solución a regañadientes

-Está bien "piloto". Desactivaremos esos rayos tractores- Dijo lanzando una rápida mirada a Anzak y chispa -.Yo atraeré su fuego y os daré el tiempo que pueda- 

Darius se puso a cubierto con una granada en una mano y su pistola blaster en la otra. Sonrió y dijo: -¡Vamos corred!. Les tendré con la cabeza besando el polvo un rato-

Con la frialdad que le caracterizaba calculó su mejor lanzamiento. No esperaba acabar con todos ellos, pero los tendría cuerpo a tierra el tiempo que sus socios necesitaran.

-¡¿Qué haces todavía aquí?!- Espetó a Clint. El viejo era capaz de cosas maravillosas, pero los soldados imperiales no eran simples guardias de Bespin y sin un miserable casco, se reuniría con todas sus leyendas del pasado.

Darius se llevó la mano a la entrepierna y sintió el duro y reconfortante tacto de la coquilla de ceramita. -Temo que hoy vamos a ponerte a prueba- Murmuró con una sonrisa helada.

- Vaya, ya empieza la fiesta... - me giro al oír el bláster zumbar junto a mi oreja.- ¡Y quieres toda la diversión para ti!

Sospeso las alternativas. Por un lado ir a desactivar el rayo tractor, pero de eso pueden ocuparse Anzak y el droide, incluso con ayuda del tuerto, pero enfrentarse a los soldados es demasiado arriesgado, incluso para Darius solo.

- ¿Que hago aquí? ¡Pues evitar que te maten, loco! - no voy a dejarlo sólo ante el peligro, pero se bien que no puedo enfrentarme a los soldados hasta que no los tenga al alcance de mi bastón. - Tú ocúpate de ellos hasta que los tengamos enfrente, luego entre los dos acabaremos con los que queden.

Me agacho y busco protección para no caer bajo sus disparos.

Al notar el disparo que casi deja sin cabeza a Clint, Anzak se agacha instintivamente y mira en la dirección en la que provenía el mismo. Varios soldados de asalto se acercaban a la carrera en dirección a ellos...y les señalaban como sus blancos. Sobre todo ese twi´lek que les comandaba.

- ¡¡Cagon todas las nebulosas!!- maldijo el contrabandista.

- Bien iremos a soltar los rayos tractores, vosotros haced el favor de no morir en el intento- les dijo mientras salía pies en polvorosa a la oficina del hangar con su pistola blaster pesada en la mano.- ¡¡Vamos Chispa, no hay tiempo que perder!!

Tú ocúpate de ellos hasta que los tengamos enfrente, luego entre los dos acabaremos con los que queden.

-¡¿Quieres acabar con una escuadra entera a bastonazos?!- Respondió Darius entre la risa y la incredulidad. -Al final me vas a caer bien-Dijo apuntando hacia la escalera.

-Unos disparos con los turbolaser de la nave resultarían mas disuasorios- Sugirió señalando al carguero con la cabeza-