Partida Rol por web

-Os encontrarán y os acribillarán, ¡dalo por hecho!-

-Respuesta incorrecta- Respondió Darius, esta vez sin entonación ninguna. El caza-recompensas apretó el gatillo sin parpadear. Su ceja apenas mostró cierta sorpresa cuando averiguó los efectos del arma sobre un cuerpo orgánico.

No disfrutó con ello. A diferencia del estafador del la cantina de Mos Esley, Aquel explorador era un soldado. Cumplía órdenes y tenía unos principios, por muy alejados de los suyos que fueran...O no tanto, se recriminó a si mismo.

-Curioso- Admitió observando la pistola de iones.

Darius dio un rato al guardia para reponerse y volvió a intentarlo:

-Dime con qué fuerzas cuenta la base. Rutinas de las patrullas y vuestras claves.

-Tus compañeros ya han hablado. Creo que me han dicho hasta donde saben,  pero tengo que comprobarlo. De lo contrario, tendré que seguir torturándolos...Y me resulta tedioso- Mintió arrugando el gesto para dar más credibilidad a la artimaña.

-Puedes acabar con esto o vivir el resto de tu vida sin pelotas- Ahora sacó uno de sus cuchillos y dibujó una cara triste en la arena entre las piernas del soldado.

- Está claro que no nos podemos acercar con esto...espero que no nos hayan visto...u oído desde la base- murmuró Anzak al escuchar un sonido agudo que se acercaba y descubrir que era el su deslizador.

El contrabandista hizo una seña a Ti-Dal para que "aparcara" el deslizador en mitad de la plaza donde habían luchado con los exploradores imperiales.

- Bienvenidos chicos- comentói Anzak cuando salieron del mismo-. Os voy a presentara una nueva amiga. Marael, el cereano es Ti-dal. que nos hace de piloto y gruñon a parties iguales. Y este pequeñin se llama Chispa. Es cabezota e inteligente y...un comapñero mío desde hace mucho- presentó a la arkaniana- Quizás ellos te puedan echar una mano.

- ¿No deberíamos salir de aquí? Los circuitos de este computador cada vez se calientan más, ama, y la temperatura que detecto a esta hora es demasiado elevada...

- Pronto nos iremos, Drochi, pronto. - le digo a mi programa de Control Coercitivo Inmediato (CCI). Me giro hacia los demás para informarles: - Ya lo habéis oído, las tres motos-deslizadoras están nuevas y están adaptadas para operar en éste entorno tórrido y desértico. Pero nosotros no lo estamos así que tenemos que movernos o buscar la sombra en alguno de éstos edificios. ¡Este calor me está derritiendo la cabeza!

Entonces el ruído de un motor ranqueante anuncia la aparición de un viejo deslizador.

- Está claro que no nos podemos acercar con esto...espero que no nos hayan visto...u oído desde la base-

- Yo puedo echarle un vistazo pero a simple vista se nota que el motor de refrigeración no da a basto. Posiblemente si podemos limpiar el ventilador de la arena que tenga acumulada mejoraremos el engranade del eje de la bomba de agua y el sistema será más eficiente pero aún así tiene la misma solución que os he dicho antes: o nos movemos o buscamos una buena sombra para covijarnos hasta que baje un poco la temperatura.

- Bienvenidos chicos- comentó Anzak cuando salieron del mismo-. Os voy a presentara una nueva amiga. Marael, el cereano es Ti-dal. que nos hace de piloto y gruñon a parties iguales. Y este pequeñin se llama Chispa. Es cabezota e inteligente y...un comapñero mío desde hace mucho- presentó a la arkaniana- Quizás ellos te puedan echar una mano.

Veo salir del oxidado y chatarraico LAVr_QH-7 Chariot a un cereano tuerto y de baja estofa junto a una flamante unidad R3. Se acercan extrañados.

- Hola - le digo escuetamente al cereano. Espero a estrecharle la mano si hace él el amago y en cuanto puedo me agacho hasta la altura del droide. - ¿Qué tal "Chispa"? - y silvo - ¡menuda maravilla estas hecha! ¡Y estás bien cuidada! ¡Se nota que te aprecia tu amo! - Miro de reojo asintiendo sonriente a Anzak.

- Bueno - me levanto de golpe nerviosa al ver la sonrisa torcida del humano en respuesta a mi gesto y aceleradamente añado: - decidme qué hacemos. Yo propongo que un par de nosotros, pongamos tu y tu - señalando al cereano y a Anzak - cojais una moto cada uno y echéis un vistazo por los alrededores en busca de un lugar a cubierto donde poder trastear el Chariot, hacerle una puesta a punto y aprovechar para pensar cómo vamos a entrar en la base. Yo tengo una idea pero como no me gusta el protagonismo dejaré que expongais las vuestras antes. Como estaban comiendo los imperiales cuando habéis llegado calculo que tenemos al menos un par de horas más antes de que empiecen a hecharlos en falta. ¿Cómo lo veis?

Descanso de la verborrea nerviosa que me ha entrado y me intento tranquilizar. ¡Qué calor ¿no?!

Mientras los demás andan ocupados, me dedico a circular por entre las ruinas, puede que encuentre algo interesante. A veces quedan objetos útiles, abandonados por sus dueños. Un vistazo me permite ver que son ruinas de casas y de las murallas, pero el templo seguía en pie. Eso es interesante... veamos a quien adoraban los habitantes de esta ciudad.

Me dirijo al templo, tal vez era a lo que habían acudido a ver los exploradores. Además, el poder entrar en un sitio así me resguardaría del incipiente calor que empieza a apretar.

- Espera Clint, no te vayas solo. Quién sabe lo que puedes encontrar por ahí...iré contigo para sacarte de cualquier apuro- mintió Anzak para acompañar al jedi en la búsqueda por la ciudad.

Siguiendo a su compañero, se dirigieron hacia un templo que aun quedaba en pie.

- Fiiiiiuuuuut, no sé como aun puede aguantar de pie- comenta mirando el ruinoso edificio.

- Gracias Anzak, tengo ganas de ver que hay en el templo, y cuatro ojos ven más que dos. Quién sabe, igual hay algo de valor, o sólo un altar con una figura, pero no perdemos nada por mirar.

Aquel disparo de iones era más fuerte de los esperado. El tipo cayó ionizado al momento. Si para un droide quedaban inutilizados sus componentes, para un humano quizá fuera bastante peor. Por lo pronto, el tipo quedó inconsciente unos minutos, y notaste que se había orinado encima (más bien que sus esfínteres habían dejado de funcionar). Temiste  (o más bien te diste cuenta) que otro impacto de ese tipo bien podría

¿Claves? Es una base de máxima seguridad, imbécil... -decía el tipo-. Seguramente ya hayan echado en falta nuestra presencia y habrán cambiado automáticamente los códigos de acceso y salida... ¡Asqueroso! -te espetó-. Allí os esperan unos 30 soldados más los vigías exteriores... a ver si tenéis lo que hay que tener para llegar hasta allí -entonces comenzó a toser-.

Notaste que a la vuelta de la fachada del templo Ti-Dal y Chispis habían llegado en el deslizador, y habían detenido el motor en medio de la zona del combate anterior.

El deslizador accedió al lugar de la batalla, junto a las ruinas del templo. Allí apagó su motor y Marael, Anzak, Nerck y Clint se acercaron a éste mientras abría sus compuertas y Chispas descendía de su hueco pertinente. El primero en descender y aparecer fue Ti-Dal, el cereano, y luego "Chispis".

Viejo mynock -dijo Nerck haciéndose notar desde la atalaya de la torre, divisando la escena desde arriba-. No me dijiste que tendríamos compañía, ¡ésto te costará más caro! -dijo como en broma, mientras el gand extendía su brazo señalando los dos soldados imperiales junto a un trozo enorme de piedra, sentados y atados con las manos a las espaldas allá abajo...-

¡Que diantres! -exclamó nada más verlos-. ¡Soldados! -levantó su cabeza, mirándoos a todos, como comprobando que estábais bien-. Uhm... ¡de la que me he librado! -añadió, y luego miró a Marael, como si ver su belleza arkaniana no fuera sino más importante que el asunto de los exploradores-.

Vaya vaya... -y esbozó su sonrisa y se recolocó un poco el parche-. ¿Y ésta maravilla? -Marael era muy joven para Ti-Dal, pero al cereano siempre le alegraba ver caras nuevas... en especial si eran femeneninas-. Cuando ésta se agachó para saludar al droide de Anzak sonrió un poco.

Bueno, y ahora ¿qué hacemos? ¿Sabrá ya Nerck dónde está situada la base? -decía mirando la atalaya donde el gand seguía oteando-.

Fui fuii... ¡¡beeeep!!, Fiu sschhhhh pafff Bririiii* -decía Chispa, devolviendo el saludo y vibrando un poco-. Fue después cuando notó la presencia de Drochi, el androide invasor de Marael.

Por supuesto amigo -decía con voz cálida y varonil-. Soy algo más que eso, y por supuesto algo más que una cubierta. No estoy hecho de software complejo... ¡Soy sofware complejo! Drochi para mis ama Marael, y un buen colega para tí... Uhmmm..., ¿versión Militar, verdad? -Chispas asintió animado, emitiendo pitidos alegres-.

Pareció que el plan de tomar las motos que había propuesto Marael no era demasiado escuchado por Clint (y tampoco por Anzak, pues ambos desaparecieron internándose en la torre del templo). Darius proseguía interrogando a uno de los soldados detrás del templo, junto a una gran porción de ruina.

Los soles apretaban.

Darius salió de detrás de las ruinas mirando el cañón de su pistola de iones como si acabase de encontrársela. La enfundó y se acercó al Jedy

-Le ha sentado mal el calor o algo así- Explicó encogiéndose de hombros con gesto inocente.

-Según el soldado habrá unos 30 soldados mas los vigías exteriores. También asegura que habrán cambiado los códigos en cuanto los hayan echado en falta, pero no les hemos dado tiempo a avisar y si vamos de inmediato, entiendo que tenemos más posibilidades.

Puedes tratar de sondear sus mentes para sacarles su clave de seguridad.  Mientras tanto  los demás nos pondremos sus armaduras.-Después hizo una pausa. -Dejarles aquí bajo la vigilancia de Ti-Dal y Chispa es una solución viable. Quizás nos ganemos la guerra pero si el cielo- Gruñó. Su mente militar le decía que era un error, pero algo en su interior se sentía enormemente aliviado.

-¡Eh figura!- Llamó a Nerk, -¿Que hay en el horizonte?¿tenemos vía libre?-

Camino al lado de Anzak, pronto llegamos al templo y podremos adentrarnos en la construcción y ver que secretos esconde.

-Es curioso que nos hayamos tropezado con Marael. Y suerte también para ella. Es lista, pero ir sola por estos mundos no es lo más aconsejable para una chica de su edad. Encierra más de lo que sabemos, pero ¿quién no esconde algunos secretos? Es como Darius... quien sabe por lo que habrá que tenido que pasar... es duro y fuerte, pero en su interior necesita ayuda; no la pide... aún.

Llegamos a la puerta del templo, sorteando algunos restos esparcidos por el sendero.

-Habrá que ir con cuidado que no nos caiga ningún cascote, aunque parece que la estructura aguanta ya que tenemos a nuestro amigo arriba de la torre, oteando el horizonte.

Al no encontrar a nadie y no escuchar respuesta siguió llamando. -¡¿Socio?¡...¡¿Viejo chiflado?!- Su carabina apareció en sus manos a la velocidad de la luz y giró 360 grados con la fluidez de un bailarín cubriendo con su blaster cada posición desde donde  pudieran emboscarle. Al toparse con la misteriosa joven, sola y no encontrar rastro de sus camaradas, frunció el ceño rebosando desconfianza y se acercó a ella apuntándola entre los ojos.

-¿Dónde están?- Dijo cortante como un sable laser.

solo al comprobar que las motos seguían en su sitio y los soldados estaban maniatados e inconscientes bajó el arma.

-¿Qué demonios ha pasado?- Gruñó, tratando de asimilar que se hubieran marchado sin él.

Vemos desaparecer a los dos humanos cogidos del hombro como si estuvieran de vacaciones de visita a un monumento turístico. Levanto las cejas extrañada por el comportamiento de aquellos dos pero cambio de actitud a la defensiva cuando cruzo la mirada con el único ojo del pirata puesto mí mientras se muerde el labio inferior y hace unos sonidos extraños.

-¡¿Socio?¡...¡¿Viejo chiflado?!-

Veo aparecer al mastodonte ese que llaman Darius que es casi tan alto como yo preocupado por sus compañeros. El cereano parece igual de sorprendido que yo cuando éste me apunta con su fusil preguntándome dónde estaban. Ti-Dal-Yorg y "Chispas" tranquilizan al intranquilo humano y éste baja el arma cuando se da cuenta que tal vez se ha precipitado.

-¿Qué demonios ha pasado?-

Levanto las palmas de la mano para calmarlo. - ¡Tranquilo, hombre, tranquilo! Tus compañeros han decidido mirar dentro del templo. Tu otro compañero, el gand, está allí arriba - y señalo lo alto de la torre del templo donde está Nerck observando el horizonte con unos binoculares.

- Yo he propuesto buscar un sitio a la sombra para enfriar los vehículos y a nosotros de este calor insoportable pero si nos vamos a ir pronto tendré que darme prisa y echar un vistazo al Chariot que habéis traido pues suena como una chatarra y va a anunciar nuestra llegada 100km antes de llegar.

En cuanto me permiten el acceso al deslizador les al humano y al cereano e  invito al R3 que me ayude con la revisión del vehículo.

¡Relájate, humano...! -dijo Nerck desde las alturas, en la atalaya de la torre, cuando vio a Darius echar mano de sus armas cuando volvió de regresar del interrogatorio y sólo encontrarse con Marael, Ti-Dal y los droides-. Tus amigos están subiendo a esta torre -señaló, puesto que el Gand hubo de notar la presencia del jedi y el contrabandista en el edificio-.

Subísteis por las escaleras arruinadas de aquel lugar. Sólo las estrellas y los dos soles de Tatooine sabrían qué diantres habría pasado en Ciudad Antigua. La estructura de sus edificio estaba muy dañada, pero lo que quedaba era piedra de buena calidad. Era como si el aislamiento en medio del mar de Dunas hubiera "protegido" los restos. No obstante, aquel lugar era un paraje desértico y sin valor estratégico alguno. Subísteis con cuidado por escaleras y algún que otro pasillo (o lo que debió ser) y finalmente, ascendiendo y ascendiendo más llegásteis hasta la atalaya donde estaba Nerck.