Partida Rol por web

Darius maldijo al ver que la detonación de las granadas no habían tenido ningún efecto.

-¿Seguro que ese dios tuyo está de nuestra parte?- Bromeó con Clint.

Contuvo el aliento y siguió disparando a los soldados más cercanos.

Los soldados comienzan a disparar y mis grititos asustados quedan disimulados por el ruido de los impactos de bláster y las explosiones de granada. Me aparto de los disparos como puedo pero estamos encerrados en este basurero y sólo se me ocurre agacharme, cubrirme con las manos el casco y dar saltitos.

Morr no logra ayudar a Anzak a ascender por el conducto y como no tardará en llegar refuerzos hay que empezar a salir de aquí lo antes posible. Así que respiro hondo y me dispongo a intentar el ascenso con ayuda de mis compañeros:

- Morr, Anzak, ¡ayudadme! ¡voy a intentar subir yo primero!

- Bueno, técnicamente no son "dioses", de hecho somos todos. Ya sabes, la Fuerza está en todas partes y esas cosas que si acaso ya hablaremos en otro momento.- digo mientras me aparto de la puerta para dejar que Darius dispare a sus anchas.

Rebusco entre mis pertenencias, localizando la granada de humo. El detonador térmico lo reservo para poder volar por los aires la base.

- Darius, - le digo - Son muchos soldados y estamos en desventaja. Creo que voy a probar con esta granada de humo, eso les impedirá vernos y mejor aprovechamos para salir de aquí con los demás o acabaremos acribillados. Mejor largarnos de aquí, nuestra prioridad es salir con vida y destruir este emplazamiento.

Dicho esto, activa la granada de humo y la lanzo lo más cerca posible del grupo de soldados que nos atacan.

Otro de los soldados imperiales (3) se adentró en la zona de disparo, junto al soldado 2. El resto, otros tres soldados de asalto, accedieron a la sala, y se prepararon para atacaros*. Los dos ya preparados comenzaron a disparar contra quienes les presentaban batalla, que era Darius y el jedi Lightman.

Darius comenzó a disparar contra los dos soldados que tenía frente a sí, mientras el resto se estaba colocando en posición de ataque también.

Disparo1 a S2: 23 vs 10+4. Darius acierta, pero 10 daño vs 15 FOR. Aturdido
Disparo2 a S2: 19 vs 10+4. Darius acierta, pero 7 daño vs 15 FOR. Aturdido

Disparo1 a S3: 16 vs 10+3. Darius acierta, 15 daño vs 10 FOR. Herido
Disparo2 a S3: 11 vs 10+3. Darius falla.

El segundo soldado cayó al suelo aturdido, y luego fue rematado hasta que Darius lo hirió. El tercer soldado se libró de la refriega del cazarrecompensas. Acto seguido Clint lanzó una granada de humo, pero con tan mala suerte que se le resbaló de las manos, haciendo que ésta cayera justo en el lugar donde estábais pisando... Una gra cortina de humo se levantó al momento delante de vosotros. Mientras ello ocurría, Marael y Drochi eran empujados por Morr Engart y Anzak al tubo por donde descendía la basura de chatarra, y entonces el soldado 3 disparó indiscriminadamente contra la cortina de humo. Sabía que estábais allí, sólo que no apuntaba a quién.

Soldado 3 vs Anzak: 10 vs (10+3). No impacta.

El soldado descerrajó dos disparos erróneos, pues nada veía en aquella situación de caos y algo surrealista.

De nuevo las criaturas del hueco junto a los cables chispeantes hicieron acto de presencia. Como atraídos por la energía de las armas de los soldados (y sin medir las posibles consecuencias), los animales espaciales se lanzaron contra los soldados violentamente (S4, S5 y S6), los cuales comenzaron a luchar y forcejear con ellos (oyéndose algún disparo accidental emitido por ellos).

En cuanto llego al piso superior y echo un vistazo de que no hay peligro ayudo a mis compañeros a subir. Primero intento encontrar algún objeto que pueda utilizar para ayudarlos como alguna plasticuerda, tubería, o plataforma que pueda utilizar.

- ¡Via libre aquí arriba! ¡Yo os ayudo! - grito a mis compañeros para que sepan que pueden subir sin problemas...

Los imperiales avanzaban como un río imparable y el caza-recompensas murmuró el mantra que le había mantenido con vida…Hasta ahora: -No se dispara a un soldado imperial. Otro ocupará su lugar-

-Hora de largarse, los mayores primero- Gruñó en voz baja a Clint.

El jedy dejó caer la granada de humo, haciendo imposible seguir disparando.

-Bien pensado- Felicitó a Clint pensando que lo había hecho adrede.

- ¡Via libre aquí arriba! ¡Yo os ayudo! -

La humareda desorientó a Darius, pero entonces escuchó la hermosa voz de la arkaniana y lo guió hasta la entrada del conducto.

-Vamos mi-lady- Dijo a Lightman apoyándose contra la pared y cruzando las manos para hacer un escalón que ayudase a subir al anciano.

Intento tirar la granada de humo lo más cerca posible de los soldados de asalto, pero la maldita armadura hace que yerre el lanzamiento y la dichosa granada explota bajo nuestros pies. Pronto una espesa cortina de humo lo tapa todo.

Al menos a los soldados les costará vernos... me consuelo a mi mismo dado el fallido intento.

Cita:

- Bueno, en realidad yo... ehhh sí, es una maniobra de distracción, aprovechemosla y vayámonos de aquí antes que nos den con un tiro a ciegas.

Gustosamente acepto el ofrecimiento de Darius para subir.

- Una vez arriba os ayudaré a subir con mi bastón, será más fácil para tirar de vosotros.

Anzak ayudó a subir a Clint a que ascendiera por el tubo. Arriba les esperaba Marael que también les echaba una mano.

Tras subir el anciano, el contrabandista palmeó el hombro de su socio Darius y le puso las manos para que subiera. Con la ayuda combinada de todos Darius logró subir. Ahora solo quedaban Morr y Anzak abajo.

Lo malo es que la nube de humo se estaba disipando lo que implicaba que los imperiales podrían dispararles siendo un blanco bastante fácio si les descubrían. El contrabandista miró a Morr y le hizo un gesto con la cabeza para que ascendiera él.

- ¡Vamos, hemos venido a por ti y ahora no te vas a quedar aquí!- le exortó Anzak.

El viejo jedi no estaba para tales trotes. ¿Subir por un conducto en el que cada cierto tiempo caía chatarra oxiadada, la cual rezumaba líquido que también caía, a través de un agujero apestoso? Sí, así era. Benditos tiempos en los que aprender los caminos de la Fuerza era sólo un paseo, o para tantos otros, un sacrificio extremo. Clint logró subir y Marael tiraba de él como podía, quedando abajo los tres hombres más fuertes del grupo. El siguiente fue Darius, que apoyado por sus compañeros de abajo (Engart y Anzak) y de arriba (Marael y Clint) consiguió colgarse al borde del tubo. Aquella situación parecía como días antes, cuando en la plataforma de despeque de Mos Eisle y cazarrecompensas quedó colgando de la rampa del Rosa Negra mientras despegando, en un incríble y no fatídico intento de supervivencia. Abajo quedaorn entonces Morr Engart y Anzak, y los soldados imperiales ya se habían desecho de los dos Mynocks (a uno lo espantaron del todo y otro yacía en el suelo, el cual había podido quitarle la vida a uno de los soldados y tomar la energía de su bláster).

Entre que unos estaban heridos por el combate, otro por el mynock y un cuarto yaciendo, quedaban tan sólo dos soldados imperiales con posiblidades de disparo... cosa que hicieorn. Apuntaron con sus bláster hacia el humo, que aún perduraba*, y apretaron sus gatillos sin dudar (contra Anzak y Morr).

¡Maldición! ¡¡Nos van a masacrar!! -gritó Engart mientras levantaba también su bláster-.

Jefa, si mis cálculos son correctos -habló Drochi quizá en el momento más inesperado, pero dando alas de esperanza-, este túnel termina en el corredor de inicial, el primero que vimos al entrar en la base. ¡Debemos irnos o arriba sabrán de nuestra presencia y taponarán la salida!

- Gracias chicos - espeto cuando llego arriba y me sitúo al lado de Marael. Acto seguido ayuda a subir a Darius, y entre todos conseguimos que también se ponga a salvo. Ya quedan menos abajo...

Aun persiste el humo de la granada, pero los soldados parecen persistir en sus disparos. Agarro mi bastón y lo alargo a través del conducto.

- ¡Vamos, os ayudará a subir! - aviso a mis compañeros que aun están abajo, a merced de los soldados. Oigo el comentario del artilugio amigo de Marael - Me parece perfecto, e iremos enseguida que todos estén arriba. No dejaremos a nadie atrás.

En estas situaciones en las que físicamente me siento una inútil, Engart, durante su entrenamiento como agente, me enseñó que debía utilizar mi ingenio. Aunque no encuentro nada a mi alrededor que pueda servir de ayuda, no hay tiempo que perder. ¡Hay que subir más rápido!. - ¡Drochi, intenta conectarte con el compactador de chatarra y bloquéalo para que no siga soltando desperdicios! - le pido a mi CCI mientras me acerco al irónico veterano. - ¡Menudo dos nos hemos juntado para ayudar a subir al resto ¿no abuelo?! - le digo preocupada mientras asisto el ascenso de Engart y luego de Anzak.

 Una vez arriba el caza-recompensas empuñó de nuevo su arma.

-Os cubro- Dijo escuetamente. Apuntó el blaster y descargó una ráfaga sobre los soldados más cercanos.

El humo empezaba a disiparse y la mayoría de sus compañeros estaban ya en la parte arriba a salvo de los soldados que estaba en su mismo nivel. Les tocaba ahora a ellos y, como ya le había dicho el contrabandista, apremió a Morr a que subiera.

- ¡¡Sube!! y no pienses en lo que harán!!- gritó a Morr mientras le empujaba hacia arriba. 

No hacía falta que mirar pues conocía perfectamente a su Socio Darius y sabía que les protegería desde arriba.

En esos momentos Morr Engart se lanzó contra el conducto de un salto, y Anzak le empujó desde abajo. Clint y Marael le cogieron de las juntas entre placa y placa de soldado, y lograron ascenderle. Por ello, los soldados imperiales se centraron en Anzak (que sin saberlo ellos, era el único que quedaba en medio del humo). Los dos soldados dispararon a la pequeña cortina de humo, pero ninguno logró acertar a Anzak, que una vez quedó abajo no tuvo dificultad para sobrevivir como siempre lo había hecho. Segundos después

Disparo 1 Darius sobre S5: 14 vs (10+8): No alcanza.
Disparo 2 Darius sobre S5: 19 vs (10+8): le golepa. Daño: 19 vs 9: Incapacitado.
Disparo 3 y 4 de Darius: fallos.

Darius, por su parte, comenzó a disparar indiscriminadamente desde arriba, mientras Drochi le decía a Marael que allí no habí un computador, y que esa petición era imposible ya que estaban en un tubo para depositar desperdicios. El soldado al que abatió Darius quedó inconsciente, y probablemente moriría en los siguientes segundos.

Finalmente Anzak, no quieriendo estar allí ni un minuto más, animó a sus compañeros a tirar de él una vez hubiera saltado sobre el tubo (el último en hacerlo). El resto tirásteis a pulso del contrabandista y sus ropas, pudiendo acceder finalmente al interior.

Ahora sólo se os presentaba una opción, avanzar  hacia arriba, esperando que Drochi tuviera razón y aquel extremo diera al primer corredor, junto a la puerta de acceso y entrada de aquel maldito sitio.

Tras subir lentamente, en grupos de a dos, Marael, que encabezaba la marcha por ser la primera en haber subido, dió una patada a la rejilla, del extremo, desde la cual dejaba penetrar en vuestra cara por sus orificios el reflejo de la luz artificial de los pasillos. La rejilla venció rápidamente, y lo único que se encontró la joven arkaniana, justo antes de salir al corredor, fueron tipos similares a vosotros: tres soldados de asalto que aguardaban vuestra llegada apuntándoos severamente:

Estaban preparados para apretar el gatillo, y cuando parecía que os iban a acribillar a balazos láser, oísteis aquel gran estruendo. Vuestros oídos pitaron, vuestras retinas se iluminaror (pese al casco imperial) y notásteis un impulso hacia atrás que por poco no os hizo rodar como basura de chatarra por aquel conducto:

Los tres imperiales salieron volando, corredor alante. Acto seguido, un brazo se estiró invitando a Marael a ser ayudada. Era él, y parecía que había acudido en vuestra ayuda.