Partida Rol por web

- Uhm... - hago cierta mueca para que todos me presten atención - Detrás de esa puerta percibo como mínimo tres formas de vida. Es curioso que las tres parecen estar muy juntas... En todo caso tengamos cuidado si logramos abrir la puerta, no estaremos solos y tal vez se sorprendan si entramos donde no debemos. Aún así que estén todas tan una al lado de otra me da mala espina...

- Quizás estén jugando una partida...y necesiten otro jugador- dijo sonriendo el contrabandista aunque no lo veían por llevar el casco puesto.

- Ahora en serio, ¿entro y les pregunto?- les rouso Anzak a sus compañeros.

- Mientras podemos vigilar el pasillo para que nadie te moleste...y si viene alguien déjame hablar a mí, antes de que hable tu rifle-

-Ese era el plan- Confirmó el caza-recompensas con gesto serio.

Sin embargo, la apertura de la puerta estaba resultando tan difícil como temía.

- Ahora en serio, ¿entro y les pregunto?-

Darius tuvo que volver un momento a con sus compañeros para no levantar la voz:

-Antes o después saldrán a comer o a mear- Susurró. -Una vez esperé varios días para cazar a un tipo....Y no era ningún bicho raro- Dijo refiriéndose a los alien. -...Por la vejiga se caza al fugitivo- Sonrió orgulloso al recordar aquello.

-Pero si te pone nervioso estar tanto tiempo en una base imperial secreta, habla con ellos. Antes o después tendremos que hacerlo- Animó a su socio a jugar su mejor carta.

Volvió a mirar por los alrededores y repasó su equipo en busca de opciones.

-Si no conseguimos llegar al ordenador, nos contentaremos a la segunda parte del plan- Dijo refiriéndose a las cargas. -Dejamos nuestro regalo y fuera- Aunque nada les aseguraba que estuvieran suficientemente cerca del centro de datos para volarlo.

-Esta maldita puerta se nos resiste, pero no te culpes por ello, chiquilla – le digo a Marael – Lo estás haciendo muy bien, creo que tienes más temple que estos dos pardillos. Si quieres puedes volver a intentarlo, confía en ti, sé que lo harás lo mejor que puedas. Estamos en una situación de mucha presión, no sufras si no lo puedes lograr.

Por más que Darius intentaba vislumbrar más conductos de ventilación, parecía que había extremadamente pocos... ninguno por esa zona, vaya.

-Si no conseguimos llegar al ordenador, nos contentaremos a la segunda parte del plan- Dijo refiriéndose a las cargas.

Estamos perdiendo un tiempo precioso por culpa de ésta maldita cerradura sin saber si es aquí donde estan los archivos que buscamos. Así que desconecto a Drochi y se lo vuelvo a tender con disimulo a Clint.

- Ya volveré a intentarlo cuando nos aseguremos que es allí donde tenemos que entrar. Gracias Clint por tus ánimos. - Me recompongo en mi papel de soldado ¡jo, cómo me aprieta el casco! y me dispongo a seguir a mis compañeros.

- Es vital encontrar los archivos, rescatar los datos y descubrir la función de esta base. - es más un ruego que una exigencia pues la solución simplista de Darius daría al traste con el principal objetivo de su misión. - ¡Darius, te seguimos!

Ya volveré a intentarlo cuando nos aseguremos que es allí donde tenemos que entrar.

Nadie dijo que fuera a ser fácil. Darius asintió conforme y recitó su propia versión filosófica:

-Si se agota la célula de energía de tu blaster, carga otra.-

Volvió a adoptar su paso firme y decidido y avanzó por el pasillo marcando el paso.

Anzak, que estaba a punto de abrir la puerta donde Clint había sentido varias personas, se encogió de hombros y siguió a Darius por el pasillo. 

- Podemos intentar coger el otro ascensor...quizás nos lleve a otro sitio menos laberíntico- dijo sin mucha fe en sus palabras.

- Sí, mejor sigamos... poco podemos hacer aquí, por ahora.

Sigo por el pasillo al ritmo de mis compañeros.

- La verdad es que no me importa ir dando vueltas por aquí, al menos no hace tanto calor como afuera.

- De todas formas, no creo que encontremos un terminal en el pasillo, ¿no?- preguntó mirando a Marael.- Con lo que deberíamos entrar en algún sitio que nos permita encontrar uno...¿dónde?...habrá que probar- comentó el contrabandista.

- De todas formas, no creo que encontremos un terminal en el pasillo, ¿no?- preguntó mirando a Marael.- 

Elevo los hombros y ladeo la cabeza por no saber la respuesta. - Ni idea. Esa como fuere daremos con uno tarde o temprano. - susurro mientras llegamos al final del pasillo y giramos a la derecha. Intento mantenerme lo más marcial posible tal como he visto desfilar a los soldados pero sin dejar de observar cualquier cosa que nos pueda ayudar con nuestra misión.

Avanzásteis con cautela, pero con determinación. Quizá un poco decepcionada, aquella visita a la instalación imperial le resultaba algo novedoso en realidad a Marael (yendo vestida de soldado explorador, además). Darius marchaba mirando por doquier, por si encontraba algún resquicio o rejilla* de importancia aparente. También la voz de Anzak se antojaba más antipática, quizá decaídas por el laberíntico trasfondo en el que andábais metidos (¡y con razón!). Y quizá el que podía decir que aquello no era para tanto era el jedi del clan Lightman, pues al menos iba sin cubrirse de incógnito.

Atravesásteis la esquina y rápidamente os encontrásteis con otras dos opciones: enfrente, una compuerta que parecía contener cierta sala (con un sensor de movimiento para su apertura y no un cierre como los que tantos problemas os daban), y a la izquierda... ¡otro pasillo! Definitivamente, aquella estación parecía estar diseñada para no salir de allí si no se tenía un mínimo mapa.

- Vaya, otra encrucijada. Aunque esa puerta parece de más fácil acceso que las otras. ¿Echamos un vistazo? Con suerte igual es la cantina. No es que estos cabeza-huecas dispongan de buenos licores, pero alguna cerveza o bebida espiritosa encontraremos seguro.

No se si mi propuesta entusiasma a mis amigos, bajo esa máscara poco puedo más que distinguir quien es quién por la altura y forma de moverse, por lo que no desconozco si prefieren una cantina o la oficina con los archivos que buscamos.

Sonrío al escuchar al singular viejo, medio-místico medio-mundano que tan pronto presiente la presencia de personas sin verlas como brindaría por la paz en la Galaxia con el mismísimo Emperador si no fuera porque no me imagino a éste último en semejante situación. ¡Lástima, porque el carácter afable y divertido de Clint sería capaz de derretir hasta el corazón más helado y temido!

- ¡Yo te acompañaré donde tu digas! - y miro de reojo a Anzak a quien noto aún preocupado y taciturno. Disfrazado de soldado y tan callado... 

Darius ladeó la cabeza cubierta por el casco y dijo:

-¿Una copa?...Claro. No se me había ocurrido- Comentó irónico. Pero antes de mandar a paseo al Jedy, se le ocurrió que podría ser su única oportunidad de entrar en la sala de alta seguridad.

-Por la boca se caza al fujitivo- Rezó sonriendo bajo el casco. -Si no podemos abrir esa maldita puerta, igual podemos hacer que alguien la abra por nosotros- Asintió y siguió al viejo loco hacia la nueva sala.

El plan se le antojaba desesperado. Cuanto mas interactuasen con los imperiales, mas posibilidades tenían de ser descubiertos. Pero no veía otra alternativa en estos momentos.

La cosa se estaba enredando y parecía que solo acababan de empezar, con lo que empeoraría sí o sí. Esto se notaba en el espíritu del contrabandista que cada vez caminaba más taciturno y preocupado.

Qué esperabas, encontrar el superordenador al instante y salir de rositas bajo una lluvia de pétalos de flores, con banda y alfombra.

Se autorecriminó Anzak mientras caominaba siguiendo al grupo.

- Tenemos que probar ya con alguna puerta o algún sitio o hablar con alguien- dijo nuevemetne en bajo-. No podemos pasarnos toda la vida dando vueltas por la base.

Luego escuchó el comentario de Clint y Darius y al principio la idea de Clint le hizo sacar una sonrisa al contrabandista, pero luego pensó razonablemente y negó con la cabeza.

Ya me gustaría estar ahora mismo en el burdel de madame Amour, tomándome un buen cocktail bien acompañado.

- Lo siento señor, pero las bebidas espirituosas para cuando acabemos la misión- dijo sin más.

Marael intentó descubrir algo de valor a su alrededor, pero lo único que vio fue pasillo y más pasillo.

-Esta sala es tan buena como cualquier otra- susurró Darius mirando en ambas direcciones.

Asiento con la cabeza a Darius, me cuelgo el computador de bolsillo con Drochi instalado y agarro mi arma preparada por si tenemos problemas. Dejo que pasen Darius y Clint y cierro la comitiva junto a Anzak.