Partida Rol por web

Estaba claro: el reverso tenebroso de la Fuerza (cosa que llamaban así años antes) no iba a estar escondido en una partida de Sabacc. ¿Acaso no era peor matar libremente u ocupar planetas como hacía el detestable Imperio Galáctico?

Devian, mirado por los ojos de su maestro (el cual se quedó en la barra) desde la distancia, se acercó a la mesa donde el devaroniano de grandes ojos jugaba. Espero durante unos minutos que alguno de los jugadores saliera de la mesa, arruinado ya o aburrido por perder en casi todas las manos.

El joven Devian se sentó en ella, y Debo veía desde la distancia las intenciones del mismo. Aquello le pareció una buena idea: ¿ganarle a él mismo el dinero y pagarle de su propio bolsillo? ¿Porqué no?

Mientras espero que el camarero me responda, para ver si puedo sonsacarle alguna información sobre el tipo del sable, observo como Devian va a la mesa, dispuesto a jugar las partidas necesarias para conseguir el dinero.

No le quito el ojo de encima, por si hubiera problemas.

Devian parecia muy concentrado en el juego.

Este era el momento de sus camaradas. Las habilidades de Darius, poco podían aportar; salvo cubrirles las espaldas si algo salía mal. El caza-recompensas se situó cerca de Devain y Anzak y se limitó a observar con una copa en la mano como un aficionado más.

Anzak intentó intervenir en un par de ocasiones, pero la discusión entre maestro y alumno no le daba pie. Al final ambos se callaron y Devian fue a la mesa de juego y se sentó. Anzak miró la escena de hito en hito y no dio crédito. 

Se supone que soy yo el que sé jugar a esto...y dudo que gane a ese devaroniano que arruina a todo el que pasa por su mesa.

Los pensamientos de Anzak se cortaron cuando miró al chiquillo. Era perfecto. Era típico tipo que no tenía ni idea de jugar. Al típico que va por primera vez a una mesa de juego y quiere ganar. Al típico que se le despluma rápido. Pero el típico que cuando gana sientes una rabia increible y no paras hasta que pierde o pierdes más de lo que habrías permitido a un jugador normal.

Con este pensamiento Anzak se situó cerca, observando la partida desde otro lado pero sin llamar la atención.

Darius miró de reojo al joven jedy. Dio un paso hacia su socio y carraspeó. Entre los dos tendrían más posibilidades de ganar en el juego, pero Anzak no parecía dispuesto a plantarle cara al devaroniano. -Maldita sea, deja de mirar la mesa y demuestra lo que vales.- Dijo sin alzar la voz.

En breves seguimos, aventureros ;)

Devian: dificultad 5 para ello ;)

Devian intento concentrarse ne percibir al resto de jugadores y sus emociones.

Maldita sea, deja de mirar la mesa y demuestra lo que vales

- En cuanto la cosa se ponga fea intervengo, lo que no quiero hacer es sentarme y que el tipo se huela algo. Devian es un pardillo, y además de serlo lo parece, con lo que el trato estará en marcha sí o sí. Es entonces cunado juego yo...Además, el chico tiene que aprender lo que pasa cuando te metes en situaciones incómodas y peligrosas...y aprender a salir de ellas.

La cara de Anzak era un poema, sonreía pero a la vez añoraba los años en los que como Devian, perdía una y otra vez dejándose el poco dinero que tenía. Sabía que ese dinero estaba bien invertido para futuras partidas...partidas como aquella.

- Me sentaré y seguiré el juego del muchacho como si no lo conociera- dijo por fin sabiendo que se jugaban bastante en aquella apuesta.

Anzak se sentó en la mesa, pero tuvo que esperar a la siguiente mano para entrar en materia. Mientras tanto, Devian comenzó a concentrarse en el juego, la mesa, las cartas y sus rivales. Parecía sumamente embebido en sí mismo y la situación. Fue entonces cuando el joven padawan arqueó una ceja. Parecía haber notado algo. Mientras tanto, el camarero respondía a Clint sin mucha esperanza para él: el Casino de la Ciudad de las Nubes era un lugar de paso de ricos y no tan ricos, habituales y turistas, y era tan inmenso que no pudo sonsacar información relevante.

Clack, clack. Lo oías perfectamente. Era el débil sonido del... ¡parpadeo de aquel devaroniano! Parecía estar mirando las cartas como cualquier droide astromecánico que posee lentes gradobinoculares y comienza a escanear todo... Era como... como si observara las cartas de una forma...automática, rara.

Un poco decepcionado por la infructuosa búsqueda de información, centro mi atención en la partida que se desarrolla en la mesa.

- Veo que ese pirata bribón se ha juntado a la partida - comento con Darius - Pero quien me preocupa es Devian. Si no disimula bien puede ser pillado, y no quiero ni imaginar como reaccionarían una jauría de tahúres ante alguien que quiere hacerles trampas.

Me apoyo en el bastón sin quitar ojo de la mesa de juego.

- Te sugiero estés alerta...- advierto al caza-recompensas.

El caza-recompensas y el veterano jedy vieron como Devian arqueaba la ceja. O el chico era un pésimo jugador, o algo lo había sorprendido.

- Veo que ese pirata bribón se ha juntado a la partida - comento con Darius -Pero quien me preocupa es Devian. Si no disimula bien puede ser pillado, y no quiero ni imaginar cómo reaccionarían una jauría de tahúres ante alguien que quiere hacerles trampas.

-No hace falta imaginarlo, ya lo sabemos- Murmuró torciendo la boca en una media sonrisa para disimular.

- Te sugiero estés alerta...-

Darius asintió con discreción. Tras sorber su bebida añadió: -Siento no poder hacer mas.- Susurró apretando los labios. -No creo que pase nada de momento. No hasta que dejen de ganar.-

Devan habla a la mesa en general.

- ¿Que pasaria si alguien usase algun impante cibernetico para contar las cartas o hacer trampas?

El tacto de la mesa, el olor del sudor por los nervios de la partida, las miradas furtivas a uno y otro contrincante, la tensión reinante...y un polluelo entre todos esos lobos. Anzak suspiró sin mirar a nadie y luego esperó a que terminaran esa mano. 

Esperaba a que por lo menos alguno de sus compañeros le pasara información si sucedía algo, cosa que era a lo que había venido a hacer. No era un tahúr, pero sabía donde se metía y era bueno descubriendo engaños. Además debían conseguir información...y pronto.

Creo que en el Código Jedi tendría que venir un apartado sobre jugar a cartas... pienso cuando oigo la pregunta de Devian.

Me concentro en la Fuerza e intento sondar en la mente de nuestra víctima, para ver si logro algo de información sobre como va la partida.

Aquel comentario atrajo la atención de los jugadores. Miraron a Devian, como era lógico, pero luego también al último en acoplarse, Anzak. Ambos ya jugaban alguna mano sin apuestas relevant, y aquello sentó como un jarro de agua fría. Era como si en un registro rutinario imperial dijérais a los soldados que no llevábais ningún "blaster de bolsillo como mirilla telescópica y alcace de ciento cincuenta metros". ¿Acaso no dudaría?

Clint miraba con cierto estupor y cautela desde la barra, mientras el camarero pasaba una balleta detrás de él. Darius también contemplaba la situación con discreción. No sabían muy bien ambos dos cómo iban las manos, o las cartas que tenía cada uno, pero aquello no era lo importante... Y ahora empezaba la mano fuerte.