Partida Rol por web

Sweet Home Karanda

○ Bitácora ○

Cargando editor
24/04/2017, 09:52
• Karanda •

La historia hasta ahora...

La tierra ha sufrido una epidemia durante el último año, sólo el 1% de la población ha sobrevivido a las causas del virus PANDORA que ha diezmado a los habitantes de la tierra. En resumidas cuentas, apenas quedan como supervivientes los seres vivos que lograron superar esta rara enfermedad que se expandió durante los años 2015-2016. Refugiados o por inmunidad, son ahora la esperanza del planeta tierra. Los animales, inmunes al virus, los que tienen mas suerte viven a sus anchas acomodados en cualquier rincón de grandes y pequeñas ciudades.

Las ciudades están desiertas, ninguna catástrofe natural las ha alterado por el momento. Todo parece intacto y libre de rastro de cualquier ser vivo. Algunos pueblos parecen habitados por pequeñas sociedades de las pocas personas sanas que pasaron la epidemia. Pequeñas sociedades sustentadas sin energía y con los recursos básicos que quedan o que la tierra les proporciona.

Algunos de estos pueblos están mas avanzados que otros debido a la situación geográfica ya que algunas disponen de lugares repletos de recursos básicos con los que sobrevivir. Como ríos y presas, granjas e incluso grandes almacenes abandonados.

El pequeño pueblo de Karanda, es uno de estos pueblos que tienen la suerte de tener un poco de todo a su alrededor. Solo unos pocos conocen el paradero de dicho pueblo, ya sea por haber oído hablar del mismo a algún superviviente, o haber llegado por casualidad.

Natalie Stone, la alcaldesa de Karanda, abre las puertas de su casa para ayudar a todo aquel que llegue a dicho pueblo en busca de un nuevo hogar y sobre todo, un lugar donde abastecerse, vivir el resto de días que le quedan o puede que incluso ayudar a repoblar la tierra de nuevo.

Cuaderno de bitácora que se encuentra en la casa de la alcadesa, Natalie Stone. Aquí podrás encontrar algunas notas que necesitas saber para hacer tu vida en Karanda. Tras leer con atención, siéntete libre de dejar aquí parte de tu historia.

1. ¿Qué es Karanda?

Es un pueblo muy bien situado, incluso diríamos que algo escondido. "Karanda" es un nombre por supuesto, ficticio. Para proteger al pueblo al que la alcaldesa ha bautizado como "Karanda", la mujer decidió cambiarle el nombre por uno inventado. La razón no importa, su significado tampoco, a pesar de quienes crean que esto puede ser un dato sin importancia, es mas de lo que parece. Lo importante es dar un nombre a un sitio con esperanza, para aquellos que la perdieron por culpa de Pandora.

2. Situación de Karanda

Nos situamos en USA, al norte de Boston, Massachusetts. La situación de Karanda es perfecta aunque es tierra adentro con clima frío, está rodeado por un bosque y está muy cerca de la playa. En primavera y verano la temperatura es perfecta, en invierno hay que apañárselas un poco para no congelarse los pies en la noche.

3. ¿Cómo he llegado hasta aquí?

Que te hagas esta pregunta es importante. Y si no te la has hecho es el momento de hacértela. Puede que te hayas topado con Karanda de casualidad, si es así, lo cierto es que has tenido una gran suerte, más de la que crees. Pero si no has llegado por casualidad, quizá alguien te haya hablado de este lugar, pero ese alguien no ha regresado pues los que se van de Karanda sin una misión en concreto, no regresan. Nunca.

También es posible que alguien haya dejado pistas para que solo los mas desamparados y desesperados quieran marchar del lugar donde residen y quieran ir a otro lugar. Un lugar... ¿mejor? En teoría sí. Eso lo descubrirás por ti mismo.

4. Seguridad en Karanda. Los guardianes Jota & Zeta.

Si has llegado hasta aquí y estás leyendo esta bitácora, es que has pasado por el filtro de los guardianes, y has tenido mucha pero que mucha suerte.

¿Quiénes son "Jota" y "Zeta"? Ellos son los guardas de seguridad del pueblo. Su trabajo es absolutamente primordial aquí. Ellos son el filtro y sin ellos Karanda no sería lo que es pues aunque Natalie decide, ellos tienen autoridad y poder de decisión a la hora de dejar entrar a un desconocido a su querido hogar.

Pero no son solo el filtro, ellos lo vigilan todo. Están ahí para que Karanda sea lo que es, un lugar seguro donde vivir y que mantenga la fama de lugar idílico. Y detrás de ellos, a escondidas, sin apenas hablar, sin apenas gesticular y procurando pasar desapercibida absolutamente es "Ka" Ella es los ojos de Karanda, vigila con sus cámaras todo el perímetro posible con un sistema rudimentario de cámaras. Sin Ka, Jota y Zeta solo serían dos matones que darían palizas a aquellos que quisieran asaltar su pueblo.

5. Comunicación

Ni teléfonos móviles, ni tablets, ni ordenadores, ni nada. Eso pertenece al pasado. Aquí hay que comunicarse a gritos. Bueno, o por escrito. Pero si la distancia es larga, tenemos la gran solución de los '90, los "walkie-talkies". Pero tener un walkie en Karanda no es para cualquiera, solo los veteranos tienen uno, ya que todos ejercen un trabajo en el pueblo y tienen su razón. Si adquieres un walkie-talkie, es que te han adjudicado un trabajo en Karanda, y es significa comida, agua y un hogar.

Los tímidos podrán dejar su carta en el buzón de la casa a quien quiera dirigir unas letras. En principio uno mismo hace de cartero pero si se quisiera mantener el anonimato, Adam es el cartero, al menos por ahora. Dejar la carta en el buzón de Adam con los detalles de quien va dirigida será suficiente para que el muchacho haga su trabajo.

6. Trabajo

Solo podrás quedarte en Karanda si eres útil. Sólo podrás tener un hogar si trabajas. Es así de fácil, no hay más. Si crees que no sirves para nada o que tu no tienes ocupación, mas te vale ponerte las pilas limpiando, como hizo el pobre Adam el cantautor cuando llegó. Las canciones son bonitas pero no dan para comer, y ahora es el encargado de trabajos "sucios" como barrer la zona y ayudar a mover muebles en las mudanzas.

La actitud es importante y si estás dispuesto a trabajar de lo que sea y lo cumples, tendrás tu propia casa para vivir. Eso sí, decide bien pues si es una casa con poca información tendrás que investigarla un poco. Pero siempre podrás pedir ayuda a alguien, puede ser una tarea divertida incluso.

Si no cumples con el trabajo y estás viviendo con alguien y no das un palo al agua, tienes los días contados en Karanda. Así que piénsatelo dos veces antes de beber nuestra agua y comer nuestro pan sin remordimientos. Has sobrevivido a un virus ¡Caramba! ¡Qué menos que muevas el culo!

7. Hogar

Para saber qué casa está libre y sus características, pasa a la página de planos del pueblo y viviendas. Las casas de Karanda son lo que definen al pueblo, sin ellas, Karanda no sería más que un pueblo desértico sin nada a la vista y con edificios viejos.

Las casas tienen cierto estilo colonial moderno y por dentro son absolutamente nuevas. Pertenece a un programa de nueva vivienda, que curiosamente están bastantes bien pensadas para la superviviencia. Hay algunos edificios y casas antiguas que no han sido derribadas gracias a su perfecta conservación ¡menuda suerte!

Cada casa dispone de paneles solares pero están inutilizables. Además de una cocina de gas. Jota se encargó de arreglar el sistema de fontanería de las pocas casas que rodean a la de Natalie, sin embargo la posibilidad de agua caliente aún no es factible. El ingeniero Steve, que actualmente se encuentra perdido, tiene todo un estudio de estos paneles solares pero lo dejó a medias. Los hogares disponen del material para crear su propio filtro de agua potable y solo algunas casas tienen cocina de gas (si es la tuya estás de suerte) ya que la mayoría son vitrocerámicas, ahora inútiles ya que en Karanda aún no hay electricidad.

Natalie y algunas casas de los veteranos disponen de todas estas comodidades. Su cocina de gas está dispuesta para cocinar con tranquilidad, y aunque puedas darte una ducha de agua fría, hay que calentar agua en la cocina. Kaori se suele encargar de esto cuando estás recién llegado, luego evidentemente tendrás que buscarte la vida para darte un baño de agua caliente.

Cargando editor
28/07/2017, 22:28
• Karanda •

Abril de 2017

Día 1

El primer día apareció un grupo del cual solo queda Julie y Airin, el resto han decidido marcharse por su propio pie en busca de algo distinto. Entre ellos Marcus, el camionero y los soldados Mijail y Kamil.

 

Día 2

El segundo día aparecieron Esther y Fionnlagh, que han sido un rayo de esperanza para Karanda o mejor dicho, para Natalie pues piensa que ha tenido una suerte enorme con ellos, apartando si han hecho migas o no con el resto de supervivientes. Aquella mañana apareció Killan, al cual el doctor tuvo que operar de urgencia, haciendo gala de sus habilidades nada mas llegar, lo mismo ocurrió con Airin, que fue operada por el doctor apenas unas horas después. Kaori se encargó de hacer de enfermera de ambos, hasta que uno de los hombres que vino con ellos, decidió marcharse con el inconsciente recién operado.

Ese mismo día por la tarde, apareció John, el ex-enfermero militar, y Blanca, una adolescente desubicada que decidió marcharse nada más entrar ya que Zeta le hizo morder el polvo por no atender a sus órdenes. Mas tarde llegó un grupo grande de personas, de los que solo quedaron Harrison, el resto decidió marcharse a seguir su camino, parándose así solo a reponer provisiones y descansar un poco. Entre ellos Declan y Alejandro.

 

Día 3

Búsqueda interna de Steve por Karanda.

 

Día 4

Llegada de Henry, el cual descansó y se marchó por su propio pie. Por la noche se celebra una cena grupal donde todos participan. Zeta le propina un puñetazo al doctor Fionnlagh por su actitud y falta de interés en ayudar a quienes lo necesitan.
Llegada de Javier, Nicola y Jack, llegada de Alycia y llegada de Eric y Marcel. Ninguno coincidieron ya que llegaron a distintas horas.

Nicola y Jack decidieron marcharse tras descansar.

 

Día 5

Búsqueda de Steve. Repartición de tareas. Natalie y Jota se marchan de Karanda sin fecha ni hora previa de llegada.

En las puertas de Karanda se encuentran: Ana María, Jason, Patrick, Kate y Taylor.

 

Bitácora Página 01

Cargando editor
28/07/2017, 22:28
• Karanda •

Mayo del año 2017

Durante estos días han llegado varios supervivientes nuevos. Habrá que tomar medidas con el protocolo de siempre. Ayudarlos a hacer su día a día más cómodo en Karanda a la vez que andar con ojo por si alguno de ellos es una amenaza. Zeta se encuentra sola, Natalie y Jota siguen buscando a Steve desesperadamente. No hay noticias de ninguno y ya llevan mas tiempo fuera de lo acordado. Todos comienzan a preocuparse pero no deben centrar sus energías en ello, la vida continúa aún sin la alcaldesa, tal y como ella siempre quiso.

Patrick y Taylor viven juntos, por seguridad para Taylor pues aún sigue embarazadísima. Pareciera que en las puertas pudiera estar a punto de dar a la luz, pero tan solo era malestar por el estrés causado por el viaje hacia Karanda y los contratiempos en el camino.

Alycia y Kate viven juntas en la casa de Harrison, ya que este ahora ocupa el lugar de Natalie, incluso viviendo allí para atender cualquier caso en la mayor brevedad posible.

 

Día 1

Hace tiempo que nadie nuevo llega a Karanda. El calor tiene mucho que ver en ello, ocurrió lo mismo el año pasado o al menos así recuerda Natalie.

 

Día 3: La recogida de Rubén

[color=#778899]La llegada de Rubén se llevó a cabo sin cacheos extraños, ni miradas amenazadoras. Ahora le tocaba a Zeta ser la única guardiana del lugar y la recogida de Rubén fue la más rápida de todas, Zeta se asustó al ver como se desplomaba frente a sus ojos tras una sonrisa.[/color]

[color=#778899]El muchacho llegó escuálido, deshidratado y sin haber comido nada en mucho tiempo. En su llegada, Zeta alertó a Marcel para que le ayudase a recogerlo, meterlo en la furgoneta y que entrase en Karanda lo antes posible, a lo que Marcel atendió a la llamada pero sin coger ni un solo vehículo; llegó corriendo frente a la banda amarilla, de lo cual Zeta habló a Adam, además de Taylor y Kate, advirtiendo de la resistencia y fortaleza del agricultor mudo.[/color]

[color=#778899]Kaori ya había visto la llegada de Rubén, y lo acompañó para entrevistarle aunque la entrevista nunca sucedió. El médico le pidió a Kaori que le hablase, de cualquier cosa hasta que se quedara dormido. Kaori le habló del inicio de la primavera en su país. Le contó como Japón se teñía de rosa, y un sentimiento de nostalgia la inundó de forma inusual, es por eso que a la japonesa se la ha visto mas cabizbaja e irascible que de costumbre.[/color]

 

Día 5: La presentación de Jensen

[color=#993333]Jensen llegó a los pocos días de que Rubén apareciese frente a las puertas de Karanda. La preocupación de Zeta aumentaba por días, y su guardia se fortalecía de un modo especial, guiado por esa determinación de ver aparecer a su alcaldesa por esa puerta. Pero nadie le iba a decir que ante la banda amarilla aparecería el hombre que cambiaría la vida de Zeta de un solo plumazo, consiguiendo así lo que nunca antes nadie había conseguido en la mujer de ojos zafiros.[/color]

[color=#993333]El reconocimiento por parte de la guardiana al recién llegado fue intenso. Allí mismo ante las puertas de pueblo, la mismísima Kaori advirtió a Zeta de que tuviera cuidado y no jugase demasiado con ese regalo que el destino le había ofrecido. Por suerte accedieron al pueblo sin ningún inconveniente, más Jensen si llegó esposado, por previsión, aunque parecía mucho más dócil de lo que pudiera aparentar.[/color]

[color=#993333]Pasó la entrevista de maravilla, consiguiendo sorprender a más de un karandiense, además de a la mismísima secretaria de alcalde, además de congeniar con Harrison y encomendarle de inmediato una misión. Quizá demasiado pronto para confiar en un desconocido de semejante envergadura pero... si no lo hacían, aquel lugar no sería Karanda.[/color]

[color=#993333]Aquel día fue distinto a los anteriores. Unos gritos en mitad de la noche advirtieron a algunos karandiensen, por suerte nada de lo que preocuparse en exceso y fue solventado con rapidez.[/color]

 

Día 8: La aparición de Olive

[color=#808000]Tras las últimas apariciones, Zeta tenía bajas expectativas de encontrar a nadie más, y superar a los dos anteriores supervivientes ya sería difícil. Eso pensaba hasta que apreció Olive.[/color]

[color=#808000]Algo que molestaba a la guardiana desde que Jota tuvo que marcharse, era hacer los cacheos a los chicos ella misma, pues se supone que solo tocaba a las mujeres, pero al quedar ella sola como guardiana, le tocaba hace todo el trabajo ella misma. Por un lado disfrutaba, por otro no tanto. Y el caso de Olive fue muy parecido al de Rubén.[/color]

[color=#808000]El modo de tocar la fibra sensible de la guardiana fue que una mujer como Olive apareciese con cara herida, una de sus mejillas estaba completamente rajada. Tenía gesto amable, y conducía una carreta llevada por una mula que cargaba con mas animales. Eso lo robó el corazón (si, ese que muchos creen que no tiene). Actuó con la mayor delicadeza posible, llegando hasta Karanda conduciendo su Dodge Van al mismo ritmo que se movía la carreta. En cuanto llegaron, todos se ocuparon de su recibiendo. Kate y Rubén acudieron rápidamente a curar la escabrosa herida en la cara de Olive, y logró descansar hasta que tuvo las suficientes fuerzas como para hacer una entrevista y comenzar a relacionarse un poco con los demás. Eso sí, quedándose primero en la casa de Natalie y luego trasladándose a la Clínica junto a Taylor, la muchacha embarazada.[/color]

[color=#808000]A Zeta su herida le preocupaba poco, era fea, pero superficial, lo peor sería el trauma que trajese consigo misma. Y los animales la excitaron sobremanera. Aquel fue un buen día para Karanda, o eso pensaba la guardiana.[/color]

 

Día 9: La llegada de Zacarías

[color=#4682B4]Una de cal y otra de arena. Así sucedió esa semana en el pueblo y así lo vivió Zeta, que parecía que hubieran regalado pases gratis al pueblo porque no dejaba de venir gente, gente muy distinta. Que divertido ¿verdad? las manos de Zeta pasaron por todo tipo de cuerpos y ya estaba muy confiada. Además, la guardiana estaba distinta, podría decirse que feliz.[/color]

[color=#4682B4]Pero la felicidad duró poco porque en cuanto tuvo que enfrentarse a la llegada de Zacarías, toda la fiera que la guardiana enjaulaba en su interior, salió de su prisión un día más. El encuentro con Zacarías fue infortuito, por un problema grave de comunicación entre el superviviente y la guardiana, ésta terminó con un ojo morado. Por motivos como este, Zeta no quería hacer cacheos a los chicos, nunca se sabía como podía terminar y era todo un riesgo para ella. Necesitaba un compañero de oficio casi con urgencia, pero mientras no lo tuviera debía hacerlo de igual modo. Solo que a lo haría a su manera.[/color]

[color=#4682B4]No llegaron a Karanda subidos al vehículo oficial, no, llegaron caminando, a pie mientras Zeta echaba humo por la nariz. Quizá fue una reacción exagerada, pero cómo le jodía que le fastidiasen un buen día. Se activó un Código Zeta que fue atendido por Jensen, "el fortachón" como lo llamaba Zeta. Y menos mal que estaba él para coger en volandas a la mujer, porque apunto estaba de liarse a puñetazos con todo aquel que se le pusiera por delante, como lo hizo Jason.[/color]

[color=#4682B4]Jensen consiguió llevarse a Zeta del lugar, aunque esta no dejaba de propinar patadas en el aire, y también él recibió lo suyo. La entrevista a Zacarías sucedió normal, pero evidentemente el nivel de alerta era distinto a como lo había sido con los anteriores supervivientes. Ahora Zacarías debía confiar en un pueblo que tenía como guardiana de la puerta a una pantera en libertad.[/color]

 

 

Bitácora Página 02

Cargando editor
28/07/2017, 22:28
• Karanda •

Mayo de 2017

Día 10: La llegada de Carmela y Ash.

En construcción

 

 

Bitácora Página 03

Cargando editor
28/07/2017, 22:29
• Karanda •

Mayo de 2017

Día 11: La llegada de Caleb, Clarisse y Ebba

En construcción

 

 

Bitácora Página 04

Cargando editor
30/07/2017, 13:54
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:55
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:55
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:55
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:55
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:55
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
30/07/2017, 13:56
• Karanda •
Sólo para el director

Reservado

Cargando editor
31/07/2017, 17:59
Alycia Carter
Sólo para el director

Que saben las personas del pueblo sobre Alycia:

Viene de Nueva York. Estudió la carrera de química, la quiere empezar a aplicar en abonos y cosas de esas. También está participando en mejorar la red de vigilancia, ya que se le da muy bien la electrónica.

Es una persona que solo habla de asuntos profesionales, intentando aportar a todos los temas para mejorar Karanda de los que se entera, pero no toca ninguno personal de su vida, ni pregunta sobre cosas que no sean estrictamente necesarias.

Vive con Kate en la casa 14. Están montando un huerto en lo que antes era el jardín.

Es de dominio público que conocía a Adam desde la adolescencia y que se han reencontrado cinco años después en Karanda.

No se preocupa en absoluto por la ropa que se pone, sólo en estar limpia. Siempre va de un trabajo a otro por las calles de Karanda con su diskman colocado y en una bici rosa algo adolescente.

En estos quince días parece algo más delgada, aunque las condiciones de vida sean mejores que cuando viajaba sola.

En que ha trabajado los quince días:

En todo lo que ha podido. Huerto comunitario y abonos con Marcel, su huerto particular, las cámaras de seguridad que hay que arreglar y el sistema con el que se van a conectar, acondicionando la planta baja de la casa que comparte con Kate, moviendo muebles para la futura consulta, ayudando a barrer a Adam y cualquier tarea de la que se haya enterado. Siempre dispuesta a echar una mano, mientras no se hablen de cosas personales.

Notas de juego

Esto es lo que me ha salido a mí como resumen de estos quince días, espero que sirva. Un saludito!

Lo pongo solo para "los de siempre" que son los que la conocen.

Cargando editor
02/08/2017, 19:11
Zacarías White

9 de Mayo de 2019

Llego ante las puertas de Karanda.

Me recibe un ángel de la muerte con música del infierno. Mola. Sin embargo es evasiva ante mis preguntas.

Quiere cachearme y acepto, pese a no estar muy convencido. Le digo que tenga cuidado, pero me trata como un criminal... y me toca los huevos. Le dejo un ojo morado. Joder, mal comienzo...

Me arrastra varios kilómetros como si fuese un perro, dejando todo atrás, hasta lo que parece la casa central, me arroja al suelo y vacila. Es imbécil, aunque tenga motivos para estar cabreada se ha pasado como que toda la Ruta 66. Zorra. Pero eso no es todo, pasa poco tiempo hasta que un rubiales de acero se ponga a su lado y me amenaza con una maza. ¡Con una puta maza! ¡Joder, que estoy desarmado! ¡Putos psicópatas!

La situación se vuelve confusa, uno insulta a su supuesta cancerbera, otros tratan de detenerla, se activa un código Zeta. Joder, ni que fuese un animal salvaje la pobre... o eso o está como una puta cabra, una de dos. Como sea... las miradas, las actitudes, parecen indicar que estoy jodido. Tal vez me haya metido de cabeza en una trampa de asaltantes... y sólo quieran información.

Un tal Harrison quiere hablar conmigo, parece que manda por que despeja la situación, incluyendo a un Jason (el que se dedicó a insultar a Zeta para luego decir que eran super amigüitos, ese tío no es de fiar, hacedme caso).

Sin embargo el que me hace las preguntas parece más amable, o al menos más convincente. Si esto es una trampa ,estoy cayendo sin cuerdas de seguridad... pero parece que todo ha sido un malentendido, quieren que me quede, que colabore. Este lugar está a todas luces condenado pero... ey ¿quién mierdas soy yo para quejarse? Tal vez sea justo lo que necesite...

Comienza una nueva vida, en Karanda... veremos cuánto dura.

En la cena preparan cosas, yo colaboro con parte de mis suministros personales, tales como un conejo asado o una lata de melocotón en almíbar.

Cargando editor
02/08/2017, 23:06
Marcel Valenca

 

Diario de Marcel

4 de abril de 2017: Después de haber estado vagando durante incontables kilómetros sin ver ningún alma, finalmente y de casualidad llegué junto a Eric y la perra Mimi a la Karnda, la Tierra Prometida. Un supuesto refugio con más gente. Justo lo que necesitábamos. nada más llegar, somos registrados, y a mí me hacen una entrevista para conocerme mejor. La encargada fue Natalie, la alcaldesa, que me da un mapa de las casas disponibles, además de un cargo, el de agricultor del pueblo.

5 de abril de 2017: Mi primer trabajo como tal. Zeta y yo vamos a recibir a los recién llegados. Tras un encuentro un tanto complicado, donde por suerte no ocurrió nada, el doctor Patrick, la enfermera Kate, la embarazada Taylor, la chica hispana Ana, y el cazador Jason, se unen a Karanda. Por otro lado, Natalie y Jota se marchan a buscar a Steve.

6 de abril de 2017: Después de haber pasado la primera noche en la que sería mi nueva casa. No veo rastro de Eric, tampoco de la perra. No he conseguido encontrarles a pesar de haberme pateado hasta el último rincón varias veces. No me dijo nada. La verdad es que no entiendo nada, ni por qué, si fui yo, si porque se agobió.

7 de abril a 2 de mayo: En este tiempo me he encargado de los huertos, verduras, hortalizas, frutas, tubérculos, lo que he podido. Lo esencial y dar una variedad decente para que las comidas sean lo más amenas posible. No ha llegado nadie más en estos días, así que ha tranquilidad. Pero los que se marcharon, no han regresado. Ni Natalie, ni Jota, ni tampoco Eric. Aún me sigo preguntando si fue culpa mía.

Sin embargo, tengo que seguir adelante, esta gente me necesita. Y yo a ellos. La soledad puede convertir quien eres en tu peor enemigo. A veces me pregunto si debería marcharme yo también, sin decir nada a nadie. Pero una parte de mí me dice que no lo haga, que aquí estaré bien. las tareas me ayudan a mantenerme ocupado, tocar la guitarra también, me distrae.

Es una suerte que tenga ayuda en el campo, Alycia, una chica que llegó un poco antes que yo y sabe de abonos. Intento enseñarle todo lo que yo sé, aunque me frustra a veces no hacerme entender. Ella no tiene culpa que no me entienda. Con Ana María y Jason he preferido mantenerme distante. Guardar las distancias, no quiero agobiar a la chiquilla, y él necesita espacio. Han tenido que pasar por mucho, y desde luego mi intención dista de ponerlo más difícil, todo lo contrario.

He intentado mantener relación con los demás, poco a poco. La convivencia con extraños es difícil, e inevitable si queremos salir adelante. Taylor no tardará mucho en dar a luz, será un gran día cuando llegue, y también una odisea para ella. No podemos dejarla sola, no puedo. Necesita apoyo. Kate hace lo que puede. Lo mismo que los demás. Mientras no está Nat, Harrison es quien se encarga de todo, pese a su juventud, tiene las ideas bastante claras. Eso es de ayuda.

Pasan los días, y todos cumplimos con nuestros papeles, intentando mantener a flote un barco llamado a Karanda. No obstante, siguen faltando manos. Yo...hago mi mejor esfuerzo, llevar trastos de un lado a otro, carga pesada, algún arreglo, los campos, y sobre todo, intentar sonreír pese a que no tengo razones para ello. Vivir solo de nuevo, se ha vuelto bastante complicado. Pero tengo que acostumbrarme. Al menos, tengo consuelo, sé que enfrente tengo vecinos, no todas las casas están habitadas. No obstante, si necesito ayuda, tengo a quien acudir. Lo mismo que ellos conmigo. Gracias a esto, el día a día, se hace mucho más llevadero. El pesar es más liviano.

Me sigue faltando algo, algo importante. Y por eso recuerdo las palabras de mi madre: "No importa que no tengas razón para sonreír, simplemente hazlo. Porque algún día, cuanto menos lo esperes, ese gesto atraerá la luz, aliviará tu corazón, y los nubarrones desaparecerán, la tormenta cesará y el arco iris iluminará el cielo." Y no he dejado nunca de hacerlo. Quiero creer en sus palabras. Y espero que Eric, esté donde esté, encuentre lo que está buscando.

3 de mayo: Un nuevo superviviente a Karanda, se llama Rubén y parece médico naturista o algo así por el estilo. Me ha tocado llevarlo en brazos debido a su mala situación, desfallecimiento por sed y hambre. Espero que se recupere pronto.

5 de mayo: Ha llegado otro superviviente. Un grandullón que llega esposado, Jensen, ingeniero. La entrevista transcurrió sin problemas y sus habilidades serán de ayuda.

8 de mayo: Bien temprano por la mañana, ha llegado Olive acompañada de varios animales de granja, pollos, gallinas, un gallo, conejos, e incluso una mula. Fue una mañana delicada, ya que tenía una herida bastante fea en la cara, infectada seguramente. Gracias a Kate y Rubén mejoró considerablemente. En cualquier caso necesita descansar.

9 de mayo: Otra llegada complicada, que fue en la tarde, la de Zacarías. No sé muy bien qué ocurrió en la cinta, pero Zeta llegó con un ojo morado y llevando a rastras al hombre. Lástima de recibimiento. Yo por mi parte, intenté calmar a la temperamental guarda, suerte que Jensen se la llevó. Esta chica no para de producir quebraderos de cabeza. Al menos espero que Harrison se haya encargado de calmar las aguas.

11 de mayo: Olive, Ana, Zacarías y yo hemos empezado a condicionar la casa 4, será la destinada a ser un punto de reunión en lugar de la casa de Natalie. Taylor también se unión, obviamente con su estado no le vamos a permitir hacer nada pesado. Hay otros proyectos en marcha, otros trabajos. Mucho por hacer en Karanda, al menos así, me mantengo ocupado. Realmente no tengo razones para quedarme, tampoco para irme.

Cargando editor
07/08/2017, 20:45
Jason Ainswood

 

Jason llega a Karanda bajo una muy mala impresión, con una humanidad al borde del precipicio y una rabia casi descontrolada.

Lleva armas, sabe utilizarlas y no se fía de nadie. La paranoia ha marcado su vida los últimos días antes de la llegada a Karanda.
Así que apuntar a Zeta con un rifle de caza no debió ser lo más inteligente para entrar en el pueblo, así que tuvo que ser esposado para la entrevista.

Allí llega a un acuerdo con Harrison.
Está fuera de lugar, pero debe quedarse para que Ana María esté a salvo, para que pueda volver a confiar en otras personas y pueda reiniciar su vida. Tal vez sean unos días, tal vez una semana, tal vez un mes. Los caballos están listos para partir, tiene provisiones y sabe sobrevivir sólo en los bosques. No para de decirlo, como si tratase de convencerse o no quisiese que nadie cuente con él.

Le dejan escoger una casa. Han puesto numeritos muy monos en un mapa. Esta gente se está organizando pero están lejos de estar preparados para defenderse si viniesen saqueadores o caníbales. Jason se queda con la casa 15. Es grande, vieja y está lejos de los demás. En principio es más de lo que merece.

Sólo serán unos días.

Lo que la gente de Karanada ve sobre Jason 

Jason es meditabundo, solitario y gruñón. 
Explora los primeros días el pueblo con paciencia, con detenimiento, observando lugares donde poder escapar, donde poder caer en una emboscada, o donde poder poner una trampa. Estudia desde la distancia el pueblo y a sus habitantes. 
¿Que hacen ellos aquí? ¿Como llegaron? ¿Porque confían los unos en los otros si sólo llevan unos días?

Jason no habla con nadie y ni siquiera saluda a menos que alguien le salude de forma directa. Entonces solo farfulla algunas palabras de forma lenta y en voz baja. Su mirada siempre es de curiosidad o suspicacia.

Le han dado permiso para entrar sus cosas y sus animales. En la parcela de la casa 15 despliega a sus animales:
- tres perros de caza (Gaspar, Melchior y Belthazar) que son extremadamanete juguetones hasta que salimos de caza.
- Tres caballos, uno viejo y dos jóvenes. La yegua es de Ana María, aunque todavía no es consciente de que se la he regalado.

Por otro lado despliega la carrete llena de suministros. Verdaderos tesoros recolectados durante la travesía por todo su grupo del cual sólo Jason ha sobrevivido: Pilas, baterías, semillas, arroz, instrumentos, cajas llenas de mecheros, equipo médico veterinario (goteros, sueros, paños de campo, jeringas y agujas, instrumental quirúrgico ) y sobre todo medicinas. Las medicinas han sido lo más protegido. Antibioticos, analgésicos, sedantes, diuréticos... Jason fue veterinario, sabe que posiblemente no vuelvan a fabricarse muchos de ellos. Guardar medicamentos líquidos o restaurados era una estupidez, dada su corta vida y caducidad. Pero los productos liofilizados eran oro puro, ocupaban menos espacio y podían durar hasta cinco u ocho años si se conservaban bien. Habían asaltado muchos hospitales para poder encontrar cosas que no estuviesen arrasadas. La gente siempre piensa en las farmacias, pero los centros veterinarios son una mina de productos que nadie creería que fuesen compatibles.

Una vez instalado. A los pocos días Jason pidió salir a cazar.
Cazar y pescar era lo que mejor se le daba.

Le gusta salir con su caballo y sus perros. Salir al bosque, al río. 
Ya lo sabía por la semana que pasó en las inmediaciones del pueblo, el territorio cercano a Karanda era una mina de vida. El río que pasaba a menos de una milla era un lugar donde poner trampas para cangrejos y unas cuantas cañas improvisadas daban de media de 3 a 5 cangrejos de río y unas dos o tres truchas al día. Una excelente cantidad de piezas para algo que apenas suponía un esfuerzo. Dejar por la mañana las trampas y pasar cada 2-3 horas para recoger las piezas era sencillo. Mientras tanto los perros me ayudaban a rastrear conejos, comadrejas y otras presas sencillas. Había ciervos, es increíble cómo la naturaleza había reploblado todo aquello en cuanto el ser humano dejó de intervenir. 
Sin embargo Zeta no me devuelve el rifle, no se fía. Jason no puede culparla. Pero eso implica tener que usar trampas, a los perros y usar los cuchillos. Marcel y Zeta le habían quitado todos los cuchillos que levaba, pero Jason había guardado más en la casa del guarda forestal abandonado, además de una ballesta de caza.

Salir a cazar era lo que más le gustaba. Un momento de soledad con la naturaleza, participar con la manada en la persecución, sentarse en el río. Comulgar en silencio.
Todos los días regresaba con el caballo repleto de pescado, cangrejos y algo de caza.

Deja la comida al resto. Jason consume más bien poco. La mayoría se lo dejaba a Axel y sus dos mujeres que estaban en un estado de desnutrición avanzado. Ahora que Axel estaba muerto sólo quedaba Ana María, así que le dejo las piezas para que las disponga como mejor crea al resto de habitantes de Karanda. A Jason le importa más bien poco, cazar para un grupo simplemente se había convertido en su forma de vivir y sentirse útil.

Json tiene algo de conocimientos de ganadería, podía plantearse establecer para criar caballos y ayudar en la agricultura naciente de aquellos ciudadanos. Pero Jason no creía en los asentamientos permanentes, lo había visto antes. No funcionaría. Lo mejor es moverse, para no ser una presa.

Jason insiste para que Ana María duerma con las otras mujeres, pero ella se escabulle y siempre acaba durmiendo en su misma habitación. A Jason le daba igual. Si ella duerme más tranquila Jason no tenía ninguna vergüenza ni miedo a comentarios retorcidos del resto de supervivientes de Karanda. Con poco tiempo empezaría a confiar en las chicas.

Cuando todo está tranquilo, la luz se ha ido y hay una fogata, Jason no fuma ni bebe, solo observa las reuniones de los demás y distrae su mente haciendo origami. No es algo que haga por arte, simplemente le tranquiliza y relaja. La casa 15 comienza poco a poco a llenarse de figuras de papiroflexia: flores, grullas, cangrejos, caballos, dragones y otros tipos figuras hechas con papel antiguo y arrugado, de colores sucios y empobrecidos salpican las ventanas y estanterías.

Lo que Jason opina sobre Karanda

Jason no expresa nunca su opinión, pero si se le presiona es directo y contundente. No se considera pesimista, más bien realista, pero no hay duda de que algo le ha pasado para perder la esperanza en las personas. Solo queda la supervivencia.

- Sobre Karanda: Algo no huele bien en Karanda. ¿Porque la ciudad parecía muerta desde el exterior cuando tienen electricidad? ¿Porque su leyenda llegó hasta nosotros si llevan tan poco tiempo organizados? ¿De donde sacan el combustible? ¿Porque la ciudad sigue atrayendo gente como un faro?

- Sobre Airin y Julie: Son su esperanza con Ana María. Confía en que ellas puedan devolverle el lado de humanidad que ha perdido. Nunca será borde con ellas, pero mantiene las distancias. Si ellas pueden devolverle consciencia, Jason sólo puede ser una mala influencia para ellas. 

- Sobre Kate: Es una enfermera, es necesaria y ha visto tanta muerte como Jason. Ha perdido gente como Jason. Tendría un vínculo con ella más fuerte, si no fuese porque ella ha visto el lado más oscuro de Jason.

- Sobre Marcel: Un hombre curioso. A Jason no le gusta hablar, así que aunque no  tuvo un buen pie con él y con Zeta, es agradable ver a alguien tan minucioso trabajar con los huertos. Ha aprendido a valorar su labor. Sería un hombre muy útil...si todo aquel circo de Karanda fuese a durar, claro.

- Sobre Harrison: Respeto. Se ha encontrado con dos fieras, y ha sabido torear bien su entrada. Es alguien sincero y que parece que cumple su palabra. De momento Jason le creerá.

- Sobre Natalie: Alcaldesa. Apenas ha cruzado unas miradas con ella. Tiene un sueño, pero de los sueños hay que despertar ante so temprano.

- Sobre Zeta: Una tipa con carácter. No le gusta, Jason no comparte ni su modo de hacer las cosas ni su actitud tan chulesca, quizás porque se parecen demasiado, pero admite que tiene mucho coraje. Todos los días le pregunta si puede recuperar su rifle.

- Sobre Javier: Suspicacia. Un chaval que sabe hablar más que nada ¿cómo ha sobrevivido?

- Sobre Alycia: Todo un misterio de chica. Superviviente, cabezona... Jason no sabe qué opinar sobre ella. Tiene curiosidad por saber de donde sacó la carta de Fleur. Hará cualquier cosa por recuperarla, pero de momentos sólo mantiene la distancia y la observa

- Sobre Taylor: Una pobre desgraciada, embarazada y aún confía en que su amado vendrá hasta Karanda a renunirse con ella. Hubo un tiempo en que Jason la hubiese apoyado, pero ya no. Jason ya ha despertado y la realidad es muy distinta. Ha tenido una suerte increíble de llegar viva hasta aquí en su estado. No lo admitirá, pero tiene guardadas medicinas por si acaso se pone de parto y hay problemas. 

- Sobre Ana María: Ella se ha quedado sola por culpa de Jason. Es su responsabilidad. No debió matar a Axel. Ahora hará lo que pueda para que se integre, para que recupere su humanidad y poder partir al bosque. Hará lo que sea necesario por ella. No pudo salvar a Fleur, pero sí salvará a Ana María.

Notas de juego

Posteo solo para los veteranos. Que la Directora edite cuanto crea necesario.

Cargando editor
18/08/2017, 10:33
Harrison Lander

Todos los habitantes de Karanda conocen a Harrison. Saben de su papel en el pueblo en ausencia de Natalie, y todos saben que no tiene ningún problema en escuchar o hablar con cada uno de ellos de cualquier tema que crean conveniente.

Durante el tiempo transcurrido entre la marcha de la alcadesa y el día de hoy, el muchacho ha pasado gran parte del tiempo inventariando las existencias de Karanda, ayudado en la parte médica por Patrick, Taylor y Kate, de Julie, Kaori, Airin, Adam y Ana en lo referente a las existencias de cómida. La parte las armas con Zeta y Adam.

Aparte de eso, ha estado recorriendo el pueblo colocando algunos cables aquí y allá, aunque casi siempre era una tarea que realizaba una vez terminada la luz del día. Y el escaso tiempo que no dedicaba a esas tareas, lo pasaba en Casa de Natalie, aunque de cuando en cuando se pasaba a ver como les iba a los demás en las diferentes funciones que tenían asignadas.

 

Cargando editor
23/08/2017, 16:57
Alycia Carter

Le caía bien Marcel. Le gustaba que disfrutase su trabajo, que siempre tuviese una sonrisa sincera en los labios, por lo menos hasta que Eric se fue, que fue un duro golpe para él.

Alycia nunca le preguntó el motivo.

Iba muy temprano a su casa, todos los días puntualmente, y se quedaba hasta que era la hora de comer. Algunas tardes volvía, otras no, pero las mañanas en el huerto se habían convertido en algo imprescindible para la salud mental de la chica. El día 8 de mayo, hace muy poco, Alycia llegó como siempre, a primera hora, pero con mala cara, tenía ojeras y estaba de evidente mal humor, se la notaba nerviosa y a la vez tenía una especie de aura de vulnerabilidad, aunque por supuesto no hizo ningún comentario al respecto, y si Marcel quiso indagar, se encontró nada más que excusas.

No puede aportar mucho a dirigir el crecimiento y aumento de la producción, no tiene ni idea de agricultura. Pero es lista y se queda muy rápido con lo que Marcel le enseña, es evidente que se esfuerza mucho por ayudar en cualquier tarea que el hombre le ponga, sin rechistar: labrar, sembrar, quemar rastrojos, trasplantar, lo que sea.... Le ha contado que está aplicando lo mismo que ésta aprendiendo en la huerta de su casa, que antes era un jardín, inútil en los tiempos que les ha tocado vivir. Mitad por aportar mas comida al pueblo y mitad porque así piensa menos en todo lo que ha pasado. Le ha pedido que cuando tenga un hueco libre vaya a inspeccionarlo, para que su ojo experto haga las mejoras necesarias, aunque también es frecuente que llegue todas las mañanas con dudas sobre los problemas que se va encontrando en el suyo, que aunque es mucho más pequeño, le da algún quebradero de cabeza que otro.

En el tema abonos es otra cosa, ahí se nota que sabe un poco, por lo menos la teoría y entre los dos lo están llevando a la práctica. Producen abonos orgánicos, compost, con estiércol y restos orgánicos, los más fáciles y encima lo más efectivos. Aunque también los más lentos, no pueden ser perfectos.

Desde el principio le pidió que le enseñase algo de lenguaje de signos, no le parecía justo que él tuviese que adaptase a que ella habla y estuviese siempre con la libreta encima, máxime cuando enseñarle cosas lo hacía perder el tiempo, a los ojos de la exigente chica. Aprende todas las señas que puede, para que él pueda estar más libre también. Los saludos, las despedidas, pedirse algunas cosas concretas sencillas, palabras técnicas del huerto,.... poco a poco, las señas referentes al trato breve del trabajo en el campo y del trabajo que comparten las ha ido controlando. Cada vez es menos frecuente que usen la libreta, por lo menos dentro del huerto.

Poco más que destacar de esos quince días, quizá que por pura dejadez nunca se ha puesto guantes, por lo que tiene numerosas heridas leves en las manos, alguna que otra en las piernas, y que está mas delgada que cuando llegó, también bronceada, el sol de Karanda es duro cuando trabajas bajo él, pero también favorecedor.

Marcel no la ha visto sonreír ni una sola vez. Nunca.

Cargando editor
28/08/2017, 10:59
Olive

Diario de Olive

8 de mayo:

Llego a Karanda. Traigo conmigo carro tirado por una mula, gallinas y conejos. Estoy herida, mareada y confusa, pero no quiero aparentar debilidad. Tengo que ser autosuficiente, demostrar que puedo sobreponerme o quizás no me acepten. A Zeta se le parte el alma al verme y ni siquiera me cachea. Dentro, tres personas se vuelcan para curarme la herida bajo la atenta mirada de Kaori. Rubén, Kate y Marcel. Finalmente, desinfectan y cosen mi herida.

9 de mayo:

Despierto después de dormir más de 24 horas. Veo de lejos el jaleo que se ha montado con la llegada de un nuevo superviviente y un montón de nuevos rostros que no conocía. Descubrir que puedo comunicarme por señas con Marcel ha sido una grata sorpresa. Después de preguntar si alguien se ha ocupado de mis animales, dejo que el equipo médico me arrastre otra vez a la habitación. Dicen que no tendría que haberme levantado. Quizás tengan razón. Un poco más tarde viene Harrison a entrevistarme. La cosa no va todo lo bien que debería, y comienzo a sentirme inquieta. Hay demasiadas respuestas que no quiero darle a alguien como él. ¿Por qué no quiero? Quizás porque es demasiado joven. Quizás porque sus manos son demasiado suaves o porque aún es demasiado reciente y no quiero pensar en ello. Quizás porque tengo miedo. Un momento antes de romperme, lo ha dejado estar, pero sé que no acabará ahí. Por ahora confiará en mí, pero los dos somos conscientes de que tendrá consecuencias. Antes de irse le he pedido un espejo y me lo trae. Esa noche mi estado empeora.

10 de mayo:

Tras comprobar mi estado, me trasladan a la clínica. No he visto a Rubén desde anoche. Hablo con Tylor, pero procuro no acercarme demasiado. Una joven en su estado no debería ver cosas tan desagradables. Jason viene a visitarme para hablar de los animales, a los que está cuidando, y pedirme un favor. Lo haré, pero no será gratis. Le parece justo.

Esa misma noche llega Carmela, una nueva doctora. La conversación me desvela a alguien a quien ya aprecio como una amiga y una gran verdad en la que no quiero creer.

11 de mayo:

Trabajamos en la casa grupal, donde conozco a Ana María. También están Marcel y Zac con nosotras. Vaciamos por completo, con la intención de ponernos a derribar muros... pero... cuando queremos ponernos a ello, nadie sabe cómo hacerlo con seguridad. Zac ha logrado que me sonroje cuando ha hecho... algo con mis pies. Sus manos son espectaculares. Taylor, Kate y Carmela vienen desde la clínica. Kate no para de mirar a Marcel de una forma especial, y no he podido resistirme. Los he dejado solos. El resto viene conmigo a la granja, donde me alertan por los gatos que amenazan a mi diminuto "rebaño". Estaré más pendiente de mis animales en adelante, me pida lo que me pida Harrison.

Esta noche quiero hablar con Jason. Ana María no es quien él cree.

Cargando editor
28/08/2017, 17:26
Carmela "Melita" Da Souza

Diario de Carmela

 

○ Reflexiones antes de llegar a Karanda

Superviviente es una palabra con la que no me identifico. La fragilidad humana forma parte de nosotros, está justificada en estos tiempos, lo sé, y es inevitable, pero desde la aparicición del virus, mi forma de ser ha cambiado para mal en algunos aspectos.

Para resumir diré que no sé que soy. El superviviente desea vivir por si mismo, y yo lo hago más bien por el hecho de reencontrarme con otra persona. Salvaguardar una vida por otra no tiene nada de supervivencia.

Mientras el momento llega he buscado y recorrido pueblos y granjas con dedicación y paciencia. Supongo que aún a pesar del riesgo latente de infección, vivir en comunidad es para muchas personas la única manera de sobrevivir. Para mi no lo es, a pesar de que en estos días aprecie el valor de una compañía sencilla y agradable.

El resto del mundo no puedo decir que me importe, si bien el hecho de ayudar a los demás me sirve para mantener los pies sobre la tierra. No olvido la persona que era antes de que el virus enterrase la parte más optimista y vital de mi personalidad, pero la realidad es que solo tengo una manera de seguir adelante. Encontrándole.

Acepto que soy una víctima del autoengaño hasta que no lo vea con mis propios ojos. Pero que demonios, es menos doloroso vivir así.

 

○ 10 de Mayo de 2017. Llegada a Karanda.

Mi primera impresión al llegar a Karanda es extraña. Los nervios me hacen cosquillas en el estómago y de vez en cuando siento algún arañazo. El vacio tras la banda amarilla me inquieta. El silencio, el cartel del pueblo con el título sobrepuesto sobre otro nombre que ya no existe no me da buena espina.

La mujer que me recibe esa tarde me demuestra cordialidad, su apariencia dura y fuerte no es una amenaza. Le explico a Zeta quien soy. Después de mostrarle mi identificación y el material médico que transporto en el coche conozco a la mano derecha de la alcaldesa, Harrison. También se muestra agradable conmigo y apunta atentamente las labores con las que puedo colaborar en el pueblo. Le explico que fui atacada por un hombre al intentar robar medicamentos en una farmacia.

Está anocheciendo. La herida de mi cara ya no sangra, está reseca. Aún no he tenido tiempo de desinfectarla. No es grave.

Me traslado a la casa donde hay una embarazada y una mujer herida, que al parecer ya está siendo tratada. Olive busca en un armario un juego de sábanas para que pueda acostarme. Es un cielo. Están llenas de polvo pero no importa.

Después me empeño en revisar su herida y también comprobar el estado de Taylor. Su barriga me trae recuerdos dolorosos, mi psiquis se altera con ello. Hablo con las dos por separado, Olive me habla de sus inquietudes y Taylor me comenta quien es Patrick. Paso despierta el resto de la noche hasta que el sueño me vence unas pocas horas antes de que amanezca.