Partida Rol por web

Taller literario umbriano

Ejercicio 2: Escritura Comunitaria (Escena ejercicio)

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21/03/2016, 07:30
Fr3d1

Fecha inicio: 21 Marzo 2016
Fecha fin: 27 Marzo 2016

  • Escribamos una historia entre todos continuando el párrafo anterior
  • Procurad que no sean muy largos ni muy cortos
  • Temática libre
  • Reservad turno grabando un mensaje con el texto [ESCRIBIENDO] para evitar pisarnos los unos a los otros
  • Lunes y Martes - Introducción / Miércoles, Jueves y Viernes - Nudo / Sábado y Domingo - Desenlace
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21/03/2016, 07:30
Fr3d1

Aún resonaban en sus oídos los gritos de dolor de aquel despojo humano que era James tras marcharse de la habitación. Se quitó los guantes de látex empapados en sangre y los lanzó contra la pared sin darle importancia a los restos que el equipo de la científica encontraría en ellos. Antes de salir de allí para siempre, dedicó una mirada al interior de aquel sótano que había sido su hogar y lugar de trabajo al mismo tiempo durante los últimos tres días.

Seguramente le preguntarían por qué había llegado hasta ese punto. Si hubieran preguntado a cualquier vecino quién era, habría sonreído y relatado las bondades de un hombre como él: miembro de la Asociación de Padres, entrenador del equipo de béisbol del colegio, voluntario en el comedor social el día de Acción de Gracias... el marido perfecto, el padre ideal. 

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21/03/2016, 08:15
kobold

No todo el mundo le conocía como James, aun así, no terminaba de comprender como había sido capaz de pedirle aquel favor, al menos le habría gustado tener más tiempo para decidir, inventar alguna escusa o por lo menos que al cliente se le terminara el turno. Aquella semana fue un maldito infierno, la ejecución solo tomo tres días, pero prepararlo todo, conseguir el material y los instrumentos, incluso aquellos malditos guantes, los guantes.

Si su vida tuviera que resumirse en un solo párrafo, aquel favor tendría que considerarse como su máximo logro y condena, el libro blanco carecía de una guía para aquellas situaciones, no contemplaba la complejidad de su situación, por lo menos el sótano carecía de código moral, se mantuvo en silencio pese a todo lo que contemplo y ahora les dejaba marchar, cada cual con su propio peso.

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21/03/2016, 09:06
Rifuru

Había cometido una atrocidad, lo sabía. Quería haber rehusado aquella invitación macabra disfrazaba de favor, pero no solo se había visto entre la espada y la pared, sino que algo oscuro y encerrado en lo más profundo de él quería hacerlo. Ahora que todo estaba hecho no sabía si reír o llorar. Tener entre tus manos la vida de alguien te hacía sentir como una divinidad decidiendo el destino de los mortales. Vivir o morir. Placer o dolor. Se había sentido más vivo que en toda su puñetera vida, pero seguramente aquello no fuera sino la consecuencia del dementia pugnax. Había leído sobre ello en alguna revista en el trabajo, algo así como que la violencia nos pone tan hasta las cejas de hormonas que nos volvemos locos.

Loco no era una palabra que le definiera. Bueno, quizás estaba loco por sus hijos Emily y Jack. Y por supuesto loco por su mujer, que pese a la edad seguía teniendo ese cuerpo de infarto, en parte gracias a la yoga. Sin embargo, él era muy normal. Un buen puesto en una empresa, una casa en los suburbios con su jardín y todo, una ranchera familiar con la que salir los fines de semana con la familia... Si hasta tenía un jodido golden retriever, idéntico al del vecino. A veces pensaba que su vida era demasiado normal. ¿Y por qué lo había mandado todo a la mierda? ¿Qué le había llevado a salirse del camino? La respuesta era ella: Heather.

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21/03/2016, 11:46
Cusa

Heather había vuelto loco a James y ahora le estaba volviendo loco a él. Llegó al vecindario hace apenas un mes y fue como si todo se volviera un sueño raro. Un simple cruce de miradas con ella y le hervía la sangre.

James moriría feliz complaciéndola. ¿De verdad ella le había pedido convertirse en un amasijo así? Dios, él no se había imaginado nunca de qué era capaz con un bisturí, pero incluso ahora que todavía tenía la imagen de su amigo como un ser salido del infierno, sentía celos de él.

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21/03/2016, 12:23
Dhago

Y pensar que todo había comenzado con el típico y aburrido recibimiento de vecinos a los recién llegados. Esa costumbre estúpida de llevarle tartas y tuppers para que se "sientan bienvenidos". Mas esta vez había valido la pena, aquella primer mirada, penetrante y que parecía escrutar hasta la última célula del cuerpo de James. Una mezcla de lujuria y sensatez. Una mirada que lo había hecho sentir como si tuviese 18 años nuevamente y todas las hormonas revolucionadas.

A la mañana siguiente de ese recibimiento, mientras paseaba a su golden retriever como todos los días, se cruzo nuevamente con Heather. La charla fue breve y sencilla, como la de cualquier vecino, aunque en realidad fue donde pidió el favor fatal que acababa de cumplir. Todo por ella... siempre por ella...

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21/03/2016, 14:57
Martin Kiusack

Sacudió la cabeza, alejando de su mente aquella fantasiosa imagen de las sonrisa de Heather... Del cabello de Heather... De su brillante mirada... "No es el momento ni el lugar." Su sexto sentido le hizó levantar la cabeza y atisbar por encima del hombro. Sus ojos, inquisitivos, saltarón de un transeunte al otro, de un coche a otro; fijandose en la gente que estaba detras escaparate del café de moda, en la anciana que esperaba pacientemente a que el semaforo cambiase de color para cruzar la calle.

- Un momento...- Susurró entre dientes, mientras su cuerpo se tensaba e, involuntariamente, entrecerró los ojos para concentrarse en aquella mujer embutida en abrigo marrón café casi hasta los pies, cubiertos estos por unos zapatos ortopedicos de color oscuro, casi negros. Resultaba imposible discernir algún detalle de la cara de aquella señora, que se tapaba la boca con un pañuelo estampado para protegerse del humo de los coches y cubria sus ojos con unas enormes gafas de esas de culo de vaso...

- Mierda.- Consiguió articular antes de darse la vuelta y echar a andar a toda prisa...

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21/03/2016, 17:58

Mientras aceleraba el paso, su mente volvió al momento en que aquella mujer, Heather, le había pedido el favor de que acabara con el capullo de su marido. Aquel tipo, aquel maltratador, que no merecía siquiera respirar su mismo aire. ¿Cómo podía alguien hacer daño a una mujer... a Heather?

Por un momento gira la cabeza de golpe. La mujer, anciana como parecía, sin embargo consigue mantener su paso. Le está siguienda, le estan siguiendo. La cosa está clara, tiene que huir. Es hora de acabar con su fachada de hombre de familia. ¿Tan pronto? ¿Por qué todo debe acabar tan pronto? Pero no tiene más remedio, le han descubierto y pronto vendrán más. Tiene que escapar.

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21/03/2016, 21:40

La entidad contemplaba a James mientras le seguía. Un niño soltó un grito al verla deslizarse. El ser lo miró a través de aquellas gafas y el crio olvidó lo ocurrido. A partir de ese momento, la presunta anciana se acordó de mover lo que los carentes de “La Visión” percibían como piernas como si lo necesitase para desplazarse o seguir a su objetivo.

El enigma 34, aca llamado Heather, ocurría de vez en cuando en muchos lugares de la existencia. Lo único que tenían en común todos los contactados era tener inteligencia (no hacía falta mucha) y sentir atracción por otros de su especie.

Otros enigmas eran más selectivos, requerían telepatía, ser un viajero de vuelos interestelares, pensar en cinco dimensiones, estar en el momento de su muerte. Pero el 34 era sencillo. A veces, algún ser mataba a otro con el que tenía algún tipo de simbiosis o alianza. La motivación era proteger a una criatura extremadamente atractiva que solo el contactado percibía. El colectivo Pandora había identificado el enigma en base a la forma de profanar el cuerpo o contenedor de la víctima. Una simple carnicería a simple vista, pero con unos patrones muy concretos. La formula de detección era extremadamente compleja y daba la alarma muy esporádicamente. Pero hoy había saltado en este planeta moribundo de quinta categoría.

Y alguien tenía que resolver el enigma.

Notas de juego

*amusarado da un volantazo a la historia y se mete campo a traves. A ver a donde lleva esto XD

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21/03/2016, 22:41
CaleRo

Apareció un pequeño reflejo de luz, en uno de sus ojos. El otro estaba completamente cerrado y le resultaba imposible abrirlo. Sentía una fuerte presión en la cabeza, como si le hubiera golpeado un martillo en pleno rostro. Intentó articular palabra, pero de su boca no surgía nada, solo gorgoteos guturales. Un sabor a sangre invadía su sentido del gusto, así que escupió. Lo más que consiguió, es expulsar débilmente un liquido viscoso que se derramó por su barbilla.

Poco a poco fue divisando el entorno, sin llegar a reconocerlo, ya que su vista estaba saturada. Distinguió a su lado una pequeña mesa quirúrgica portable. Varios instrumentos metálicos, estaban revueltos, llenos de sangre. Intentó levantarse de la silla en la que se encontraba, pero sus piernas no respondían. No sentía casi ninguna extremidad de su cuerpo, solo un intenso dolor en la parte posterior del cráneo. 

Cayó al suelo y vomitó. Comenzó a arrastrarse, como si intentara escapar de la muerte. A ciencia cierta, no sabía si estaba muerto. Al observar su mano, con la que intentaba avanzar por el suelo, descubrió que estaba desprovista de dedos, ya que estos habían sido cercenados. En ese momento se dio cuenta de que estaba vivo. Al borde la muerte, pero vivo.

Así que repto por el suelo hacia la puerta de la salida...

Notas de juego

Pues yo voy a crear una linea argumental secundaria. 

PD: De aquí sacamos una novela.

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22/03/2016, 01:07
Belethia

El hombre aceleró el paso y, tras girar una esquina, inició un level trote. Mucha gente corría así cuando creía que estaba a punto de perder el autobús. No sería sospechoso. Una mirada le bastó para comprobar que nadie se fijaba en él. Pero... ¿de qué huía? y... ¿sospechoso de qué?. Sus pensamientos empezaban a ser confusos. Se detuvo, examinó la calle y por sus comercios dedujo que se encontraba en el barrio chino. ¿Qué hacía en aquella parte de la ciudad? Consultó el reloj y comprobó con creciente alarma que debería estar en el trabajo. De hecho debería estar a punto de salir del trabajo e ir a recoger a sus hijos.

La entidad también había doblado la esquina y se detuvo a contemplar al hombre desde una distancia prudente. Mostraba los primeros síntomas de pérdida de memoria que seguían a la ejecución del enigma 34. Era un sistema preventivo que dificultaba que, mediante el testimonio del instrumento, el sacrificio se pudiera relacionar con su promotora. Un sistema que había dificultado las investigaciones las primeras veces que Pandora se había topado con este caso, pero que hacía tiempo que había dejado de sorprenderles. Ahora este pobre hombre, que había tirado por la borda una vida ejemplar por un deseo lujurioso implantado, ni siquiera podría recordar el objeto de su deseo. Heather desaparecería de su recuerdo para siempre, lo mismo que ella ya se habría marchado del barrio en el que este pobre desgraciado vivía. Cuando el hombre llegara a un punto en el que conectara con su rutina habitual, incluso olvidaría que había estado en el barrio chino.

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22/03/2016, 01:46
Tabaré Santellán

James continuó arrastrando lo poco que quedaba de él, dejando una estela roja en la moqueta. Se sentía como si estuviese soñando, la propia habitación donde se encontraba le era familiar... pero no sabía por qué. A su mente empezaron a acudir, como flashes, recuerdos confusos de una arrebatadora mujer y de una familia perfecta que les deseaba a ambos una feliz bienvenida al vecindario... ¿qué vecindario? Él no recordaba haberse mudado nunca, ni haber estado casado, ni...

— ¡Aghhh!

El dolor en su cabeza era insoportable, pero tenía que seguir avanzando; ya casi había alcanzado la puerta. No sabía qué diablos le empujaba a continuar con aquello, podría haberse resignado y esperar tranquilamente a la muerte, pero algo dentro de él lo empujaba a sobrevivir; un instinto casi animal. Sacando fuerzas de lo más profundo de su ser, levantó el amasijo de carne que había sido su brazo hasta el pomo de la puerta. 

Todo estaba resbaladizo a causa de la sangre y no tenía dedos con los que sujetar nada. Debía valerse únicamente de su peso. Por un momento lo ignoró todo. Ignoró el dolor punzante, su respiración pesada, la sucia y pegajosa ropa que se le adhería al cuerpo, el latido frenético resonando en su cabeza... sólo existía aquel condenado pomo.

 Tras muchos intentos logró abrir la puerta... para encontrarse con una figura femenina a contraluz que lo miraba desde arriba...

 

Notas de juego

Me apetecía seguir la línea argumental alternativa de CaleRo. James todavía tiene cosas que contar.

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22/03/2016, 09:08
victgirones

Maldita sea, se mueve rápido. 

La entidad chasqueó una lengua que no era la suya y resopló. Le estaba costando seguir el ritmo del tipo, y era fundamental para la investigación no perderle. Seguramente se dirigía al sector 45, ese que imitaba las viviendas de los humanos en su planeta natal, la tierra- Menuda bola de barro- pensó- ¿Quién querría aquellas arcaicas condiciones de vida?

A duras penas esquivó un aerodeslizador personal que casi se lo lleva por delante, y una lengua bífida, sin duda del reptiliano de DeltaKappa 12 con el que acababa de toparse le arrancó las gafas de la cara. Este cuerpo no funcionaba.

Miró alrededor hasta toparse con el objetivo perfecto para continuar. Dos agentes de SegurCorp hacían guardia ante un edificio, con su relucientes armaduras de sinteacero laminado, y sus escopetas automáticas. Lanzó las coordenadas de cambio al control de Pandora, y tragó saliva. Los saltos siempre le producían arcadas.  

Que tontería, si no tengo estómago.

 

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22/03/2016, 11:21
Brakend
Aún estaba a tiempo. No sabía qué hacía allí, ni por qué había faltado al trabajo, pero aún podía llegar a casa, coger la ranchera e ir a buscar a los niños. Con esos pensamientos en mente, siguió corriendo, y la fortuna le sonrió. Un poco más adelante había una parada de autobús, y podía ver dirigiéndose a ella el número 32. Ése le dejaría cerca de casa, así que sólo tendría que cogerlo y todo estaría arreglado. 
 
Respiró más aliviado una vez subió al vehículo y hubo pagado su billete. Observó su propio reflejo en la ventanilla, aún cansado por la carrera. Parecía un hombre normal y corriente, que volvía de trabajar y había tenido que correr para no perder el autobús. De hecho, justo cuando aquellos pensamientos cruzaban su mente, los recuerdos de lo ocurrido se difuminaron aún más. Volvía, de hecho, de trabajar. Aunque no entendía por qué no había cogido el coche. ¿Quizás se había levantado con ganas de ayudar a la naturaleza? Sea como sea, le iba a costar llegar tarde. El reflejo, sin embargo, reveló algo más. Una mancha de sangre en el cuello, que se limpió extrañado. ¿Cómo había llegado eso ahí?
 
 
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22/03/2016, 11:51
Dama

Heather se miró en la superficie brillante del proyector holográfico que le devolvía la imagen que ahora había asumido. Heather era un nombre terrícola, claro, pero le gustaba. Y también le gustaba la fascinación que el cuerpo que lucía había producido en los especímenes de sexo masculino. Y femenino, aunque había tenido menos ocasiones de comprobarlo, los tabúes estaban muy arraigados aún en esa primitiva sociedad. Parte de la fascinación había sido implantada, como en el caso de los dos hombres del e-34, ejecutor y víctima. Pandora había realizado un trabajo eficaz, desde luego, como todos los que el Proyecto llevaba  cabo. El deseo. Deseo carnal, físico. Pasó sus manos por sus senos. Notó la carne responder, erizarse el vello en sus brazos. Las pasó por sus caderas sinuosas, se movió lentamente. Bien, lo hizo su yo holográfico, claro, esa mujer que estaba mirando. Una terrícola morena de ojos verdes, rasgados. De labios carnosos, curvados en una sonrisa un punto sarcástica, de mirada inteligente y, sin embargo, tremendamente primitiva, instinto puro. Deseo. Deseo lujurioso.

Y deseo de muerte, de tortura. De sangre. Había visto en qué había convertido el verdugo a la víctima. Debía haber gritado entre los horrores de su agonía, lenta, la locura del impulso insertado en la mente, agonía para ambos. El pobre tipo, cercenado y mutilado por la hoja implacable del escarpelo aún había recorrido unos metros antes de llegar a la puerta, abrir. Y mirarla. El rastro rojo escarlata desde la silla hasta ella, como el que dejaría una babosa gigante de Epsilon. Sin dedos, sin nariz. Los ojos vidriosos del que se muere, lo sufre, lo sabe. El verdugo corría, ahora víctima también, cercenado él de su familia, de sus hijos, mutilado de su mujer, torturado por su propia acción. Uno y otro. Víctima, verdugo, y viceversa. Oh, Pandora, y su Proyecto. Y ella, Heather, y el enigma 34...

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24/03/2016, 00:11
Belethia

La entidad cerró la puerta tras de si. Mantener a James vivo era su prioridad, si el enigma 34 no se completaba tendrían una oportunidad de capturar a Heather. Observó el entramado de la realidad como sólo alguien que posee "La Visión" puede hacerlo. Se centró en todo aquello que en algún momento había formado parte de James, pero que ahora estaba disperso por las tres dimensiones en las que se definía aquel sótano. Por suerte todo estaba correcto en las restantes centenares de dimensiones. Era lo bueno de que el enigma 34 fuera sencillo, que cuando había que arreglar algo solo había que ocuparse de una parte minúscula de la realidad. La entidad supo dónde encajaba cada partícula de James siguiendo las trazas en la dimensión que los humanos llamaban tiempo. Por suerte el ejecutor no había sido demasiado limpio, de lo contrario gran parte de la materia de James hubiera acabado dispersa gracias a las cañerías de desagüe o en un vertedero. No tenía tiempo para eso. 

La entidad extendió un campo de alteración de la realidad y James se vio arrancado del suelo y devuelto a la mesa de operaciones. De los cubos de basura en una esquina del sótano, del agua de fregar que se encontraba en un cubo, de encima de la mesa, de las paredes, del suelo, del techo y por supuesto de los guantes; surgieron partes de la anatomía y fluidos de James que se arremolinaron a su alrededor y se fueron acoplando como piezas de un puzzle. El pobre desgraciado no tardó en quedar inconsciente a causa del horrendo dolor que le causaba tan apresurada reconstrucción. La entidad prosiguió con su trabajo reconstruyendo huesos, superponiendo músculo sobre hueso, piel sobre músculo, reinyectando sangre en las venas y cerrándolas después. Cuando terminó evaluó su trabajo, faltaba algo de sangre y agua pero el cuerpo sobreviviría. No así su mente que seguramente habría quedado destrozada por la experiencia. Pero eso era secundario y ya se ocuparían de eso más tarde si había tiempo.

 

Notas de juego

Vamos con el nudo

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24/03/2016, 11:22
Rifuru

James se levantó de su lecho, con un grito desgarrador de dolor. ¿Anomalías? ¿Tortura? ¿Muerte? Pensaba al mismo ritmo acelerado que su corazón, al borde de la taquicardia. Se miró las manos para comprobar que todo estaba en su sitio. Casi había podido sentir como algo reconstruía su ser, como si le hubieran despedazado y desparramado por un garaje. Espera… ¿qué narices era un garaje? Cerró los ojos tratando de hacer memoria de su sueño y luego miró alrededor, para darse cuenta que esa ya no era su humilde morada. De hecho, no estaba en ningún lugar conocido por él. 

Se fijó en los ornamentos de madera tallada con plumas y conchas de animales marinos. Un escalofrío le recorrió hasta darse cuenta que estaba demasiado ligero de ropa. Se lió en las pieles que cubrían el lecho de aquel lugar y salió para tratar de averiguar a dónde había ido a parar. Uno nunca sabía a qué lugar te llevaban los saltos espacio-temporales. Heather siempre le advertía que debía dejar de buscar, que no ganaban nada así sino pérdidas de cordura por parte de James. Pero qué iba a saber Heather si solo era una inteligencia artificial. Seguro que en aquel lugar estaban todas las respuestas a sus preguntas. Allí debían tener el ansiado elixir que Alyssa necesitaba para su cambio.

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24/03/2016, 11:36
Brakend

Sus pasos le llevaron fuera de aquella habitación, un dormitorio, que a juzgar por el choque de temperatura cuando traspasó la puerta y la cerró detrás de si mismo, debía ser una de las pocas habitaciones en las que había algo parecido al calor, si no la única. Tiritando aún debajo de las pieles, empezó a explorar la zona, cosa que no le llevó mucho. Apenas un par de habitaciones más, y unas escaleras que subían. Tras meditarlo, optó por la segunda opción. Desde arriba podría reconocer el terreno. 

Fue ascendiendo por aquellos escalones, girando continuamente. Aquello debía ser una especie de torre circular, razonablemente alta. A pesar del esfuerzo que supuso subir hasta la cima, seguía sin entrar en calor. La cúspide de aquella torre estaba totalmente abierta al exterior, con poco más que unos pocos pilares que sostenían el techo sobre su cabeza. Eso, junto con la enorme lámpara de aceite, primitiva pero funcional, indicaban que aquello era alguna clase de faro. Pero la lámpara estaba apagada, y una espesa niebla le impedía ver más allá de un metro en cualquier dirección, mientras colaboraba con el frío, helando al hombre hasta los huesos. ¿Dónde estaba? ¿Y cuándo?

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24/03/2016, 13:23

Era la primera vez que estaba en la cúspide de un faro antiguo. Le habría gustado que hubiese menos niebla para poder contemplar el paisaje desde una altura tan privilegiada.

Lo único que tenía en su haber era frío y una vieja lámpara de aceite. Así que busco la manera de encenderla. No le costó mucho dar con un viejo mechero de piedra y cuerda. Golpeó el percutor hasta lograr tener en su mano un fuego que le permitió devolver al faro a la vida.

La luz no era suficiente para penetrar en la niebla, seguía tan perdido como antes. Pero, al menos, dejó de titiritar por el frío. Su vista se fue al techo que cubría su cabeza, contemplando las sombras que se movían por el al ritmo de las llamas. Aquello despertaba en su interior recuerdos muy antiguos, recuerdos relacionados con cavernas, lobos, pinturas rupestres y hachas de piedra. Recuerdos que no eran suyos, o quizá si ¿Quién sabía que era imposible y que no a estas alturas de su periplo?

El sonido de un cuerno le devolvió al faro. Varias luces se encendieron en la lejanía. De inmediato supo que, de alguna manera, su acción había convocado algo. A juzgar por los sonidos que le llegaban entre las brumas, un barco.

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25/03/2016, 03:52
Tabaré Santellán

Se aproximó a al barandilla esperando ver el mascarón de algún crucero o un barco de pesca. Se preguntó cómo iba a hacer para evitar que el barco se estrellase; el faro no funcionaba y la niebla era demasiado densa. Poco a poco una colosal silueta empezó a distinguirse, dirigiéndose directamente hacia él. 

James se quedó un momento mirando cómo la figura se abría paso entre las brumas. Cuando ya estaba a escasos metros de su nariz, se detuvo. Se trataba de un monolito, de un material parecido a la obsidiana y que medía más que el propio faro. No era completamente liso, pues había unos extraños glifos tallados por toda su superficie. No se parecía a nada que hubiese visto antes. Intentó leer aquellas extrañas letras, pero cuanto más fijaba la vista en ellas más parecían moverse y difuminarse. Entonces una voz amortiguada, como si le hablase desde varios metros de piedra sólida resonó en su cabeza: 

—Adelante, leeme.

¿Acaba de hablar? No, no puede ser, debo estar loco. James se inclinó , apoyando su cuerpo sobre la barandilla y fijó su vista todavía más en los símbolos, que bailaron dentro de sus ojos hasta que se hicieron imperceptibles y una espesa oscuridad empezó a rodearlo.

No podía asegurar que se hubiese vuelto ciego, porque era capaz de distinguir, aunque apenas como una silueta vagamente más oscura, algunas partes de su cuerpo. Notó que su pulso y su respiración se aceleraban, y unas diminutas perlas de sudor frío aparecían en su frente. Intentó mantener la calma hasta que la voz que había oído antes acudió a su cabeza de nuevo, tranquilizándolo de algún modo.

—Cierra los ojos.

Dudó un instante, pero decidió  seguir sus instrucciones. Comenzó a bajar los párpados muy despacio; no notó nada hasta que los hubo cerrado por completo. Pudo ver el mar, un océano plateado cuyas olas reflejaban los destellos multicolores de un sol invisible. Notó una sensación muy cálida cuando la espuma mojó sus pies desnudos y un olor metálico, como a sangre, llenó sus pulmones.

Notas de juego