Partida Rol por web

Taller literario umbriano

Ejercicio 2: Escritura Comunitaria (Escena ejercicio)

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27/03/2016, 11:50
Brakend

James al principio se dejó llevar por aquello... Pero pronto, un pensamiento afloró en su mente, simple, pero bastante claro. ¿Desde cuándo los monolitos hablaban? Y, más importante todavía, ¿desde cuándo él hacía caso a un pedazo de roca, por grande que fuera? Poco a poco las piezas empezaron a encajar, sólo tenía que ir sumándolas. Él había encendido el faro, y otras luces se habían encendido en respuesta. Sin embargo, con el asunto del monolito, de repente todo estaba apagado. No porque algo lo hubiera apagado, no. Simplemente, lo estaba. 

Heather. Aquella inteligencia artificial aprovechaba sus implantes cerebrales para tomarle el pelo, pero esta vez había sido demasiado burda. Pudo sentir su risa metálica en la cabeza, mientras dejaba que aquel engaño se disipara, tras haberse divertido unos segundos a costa del hombre. Ya de vuelta en la realidad, James sintió como el viento dispersaba un poco la niebla, lo suficiente para ver el barco que había atracado en un puerto que se encontraba más abajo. No era muy grande, pero quizás hubiera suerte. Quizás contuviera el elixir que buscaba. 

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27/03/2016, 15:10
Belethia

James se movía inquieto en la mesa mientras la entidad pensaba en cual debía ser su próximo paso. El hombre no dejaba de murmurar en sueños cosas inconexas sobre faros y barcos, pero un desvarío llamó la atención de la agente de Pandora: "Monolito... los símbolos... Heather... léeme." ¿Símbolos? Eso debía ser, contendrían la clave para capturar a Heather de una vez por todas. El enigma 34 tomaba muchas precauciones en lo que se refiere al instrumento, pero debía tener agujeros de seguridad en la víctima. Era normal, después de todo nunca habían conseguido poner sus manos en una víctima viva y Heather no había tenido oportunidad de refinar esa fase.

Se apresuró a despertarlo antes de que el recuerdo de los símbolos se perdiera en las brumas de la dimensión onírica. Podría intentar acceder a ellos ella misma, pero eso era una empresa muy arriesgada para una sola agente de campo. Llenó un vaso de agua y se lo echó a James por la cara al tiempo que le daba palmadas en el rostro. El hombre se despertó agitado, confuso. A medida que reconocía el lugar en el que se encontraba, sus ojos fueron reflejando el terror de la experiencia sufrida. Pero no duró mucho, la entidad retocó sus niveles hormonales y suprimió las señales de terror que inundaban el cerebro de James.

- Eso está mejor. - dijo la entidad cuando el hombre se relajó y centró su atención en ella. Le extendió una hoja de papel y un lápiz y con voz suave le pidió - Ahora, James, quiero que dibujes los símbolos tal y como estaban en el monolito. - 

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27/03/2016, 15:43
Rifuru

Mientras se disponía a escribir los símbolos que le pedía aquella dichosa prueba, entidad o cosa, salió un mensajito en la pantalla: "desconectado del servidor". La persona al otro lado apretó ambas manos, hasta convertirlas en puños, y parpadeó tratando de hacer desaparecer aquellas tres palabras, solo por no mirarlas. Pero no, acababa de perder la conexión a internet justo cuando iba a acabar el enigma del último nivel. Ahora tendría que empezar todo desde cero. Dio un grito al aire de disgusto, que resonó en toda la habitación y aporreó varias veces el teclado, haciendo saltar la tecla "P" de su lugar. La maldita estaba algo suelta y ella siempre se juraba pegarla al día siguiente. Se acercó al router y lo reinició para ver si eso era suficiente, pero la luz roja del aparato la sumió en una frustración y rabia inmesurables.

"Que le den" pensó. Al fin y al cabo ese juego no era tan bueno, por mucho que el resto de sus amigos dijeran que las entidades molaban, al igual que los enigmas. A ella le gustaban más los típicos MMORPGs con caballeros, tanques y supports. Se levantó de la cómoda silla giratoria que tantas horas habían soportado de su reposo y se dirigió a la cocina. Comer y tomarse un café la despejarían, al fin y al cabo eran placeres mucho más grandes que desbloquear logros que le subieran el ánimo. Ya probaría otro día el juego y se haría con el logro de steam otro día. El dolor de cabeza y el enfado que tenía ahora Rifuru no merecía la pena tras una semana tratando de acabar el juego.

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27/03/2016, 20:09
Tabaré Santellán

El pitido agudo de la hervidora le avisó de que el agua ya estaba lista. Estaba removiendo un par de cucharadas de café soluble cuando un trueno la sobresaltó. Miró al reloj de cocina, eran las seis de la mañana y se había pasado toda la noche en el ordenador. La tormenta había sido probablemente la causante de que su router ya no funcionase. Esto no era poco común, puesto que en aquella región eran frecuentes, y la mayoría de los aparatos eléctricos llevaban un adaptador integrado; pero aquel ADSL se lo acababan de enviar y tenía demasiadas ganas de probar el nuevo videojuego que le habían pasado anónimamente.

Empezó a untar una tostada y pensó en qué hacer para distraerse mientras masticaba su precario desayuno. El repartidor no golpearía su puerta con el periódico del día hasta una hora más tarde, y el noticiero matutino era tan soporífero que el vago efecto estimulante de su café soluble no serviría para nada. Repasó mentalmente su revistero con la esperanza de que algo que la salvase del tedio, hasta que algo la arrancó de sus pensamientos. Alguien había llamado a la puerta.

Se acercó al recibidor arrastrando las zapatillas hasta la mirilla, pero lo único que pudo ver fue la húmeda calle; tímidamente iluminada por una farola a punto de fundirse. Sin embargo, un siseo a sus pies la hizo mirar abajo al tiempo que un pequeño sobre aparecía por debajo de la puerta. Abrió a toda prisa para pillar in fraganti al madrugador visitante; pero, una vez más, no había nadie al otro lado.

Recogió el sobre del suelo y empezó a abrirlo con cuidado. Este estaba completamente en blanco; ni remitente, ni dirección, pero sí había una pequeña nota dentro. Era un extraño papel de oficina que todavía olía a tinta y escondía un mensaje con una tipografía extraña que rezaba:

 

Estimada Srta Rifuru:

Nuestros más sinceros agradecimientos por su inestimable ayuda resolviendo el enigma 34. 

 

Atentamente:

R. Lites Episképtis

P.S.: Lamentamos el incidente con su router inalámbrico. Perdone las molestias.

 

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27/03/2016, 23:12
victgirones

Arrugó el papel sin ceremonias y lo lanzó a la chimenea.- Menuda jilipollez- pensó. 

Durante unos segundos sopesó sus opciones: té, whisky...lejía. Y tras echar un vistazo al papeleo burocrático que aguardaba su atención se decidió por la infusión humeante.

Aplastó un ciempiés por el pasillo antes de llegar al salón. -Esto está lleno de bichos.- El insecto hizo un pequeño chirrido bajo la zapatilla.

Antes de ponerse con los papeles pensó en ver la tele e hizo un poco de zapping: Naruto, la versión hentai de Naruto, un mono con gafas de sol, una picante de Harry Potter con vampiros, nada le llenaba. Sobre la mesa el móvil y una llamada que se prometió a sí misma que nunca volvería hacer. Pero la hizo.

Al otro lado una voz familiar respondió. - Brakend- dijo ella suavemente- Ponte el bikini,  que has tenido suerte. Estaré allí en 15 minutos.

Colgó, y se mordió el labio.