Partida Rol por web

Telegrama urgente de Joe Diamond

Portada

Datos de la partida

Telegrama urgente de Joe Diamond

 

Director: gaLoL
Reglamento: La llamada de Cthulhu
Sistema: Rol por web
Jugadores: 6
Nivel requerido: Novato: no hace falta ni conocer el juego
Ritmo de juego: Medio: un mensaje cada 2-3 días
Fecha de comienzo: 09/07/2018
Estado: Finalizada

Introducción

Joe es un antiguo amigo, pese a los años que hace que no os veis sientes alegría de tener noticias de él, sin embargo esa alegría dura poco, comienzas a leer el mensaje con una medio sonrisa en la cara pero acaba torciéndose en una mueca triste cuando el contenido llega a tu cerebro. Has sido invitado para conocer sus últimas voluntades en su casa de Innsmouth. 

Sinopsis

La historia comienza en los felices años veinte o años locos de Estados Unidos. Mientras que los años de posguerra fueron duros para Europa, los Estados Unidos emergieron de ella como la nación más sana y fuerte del mundo, en una época de prosperidad para la nación. Prácticamente incólume de los destrozos de la Gran Guerra, se benefició en gran medida de la movilización bélica de la industria y del crecimiento y la expansión regulados por el gobierno. Nueva York es ahora la capital financiera del mundo, y su Bolsa el corazón de las inversiones estadounidenses. En 1920 un asiento en la Bolsa se vendía por 60.000$. Al final de la década parece que todo el mundo tiene dinero invertido, desde las amas de casa hasta los chóferes.

      No todo el mundo creía en el sueño y muchos se sentían excluídos del juego o no estaban de acuerdo con él, provocando una notable agitación social. Los trabajadores de fábricas y fundiciones, los obreros del carbón y los conductores de tranvías, los policías y los trabajadores de teléfonos, todos en un momento u otro se dieron cuenta de que sus salarios eran inadecuados ante una inflación en aumento. Los industriales y los patronos conspiraban para mantener los sueldos bajos y en las filas de los trabajadores aparecieron los primeros sindicatos. La Internacional de Obreros del Mundo (llamados wobblies, por sus siglas en inglés IWW) clamaba por crear un gran sindicato obrero, pero para las mentes de muchos, sindicatos equivalían a anarquismo, socialismo y extranjeros en busca de influencia.

      El sufragio femenino se consiguió en 1920, pero el símbolo de los tiempos era la flapper, una mujer joven que parecía más interesada en la libertad personal que en el activismo político. Para escándalo de la moral prebélica, las flappers descartaban sujetadores y corsés en favor de vestidos ligeros, pelo corto, medias enrolladas y cigarrilos. A veces llamada "chica jazz", la flapper era un símbolo de la época: una chica que acudía a las fiestas con abundante colorete y lápiz de labios y que montaba en el asiento descapotado que muchos coches llevaban en la parte posterior, compartiendo una petaca.

      La Norteamérica blanca y la negra encontraron terreno común al descubrir la primera el Cotton Club, en el barrio neoyorquino de Harlem; Louis Amstrong y Bessie Smith se convirtieron en estrellas de la venta de discos. La locura por el tango de los jóvenes abrió paso a bailes como elcharlestón, el shimmy y el black bottom que, junto con las flappers, eran severamente condenados por los elementos conservadores de la sociedad. Modas como Mah-Jong florecieron brevemente, solo para dejar paso a los crucigramas, a las competiciones de ver quién aguantaba más sentado en lo alto de un poste o los maratones de baile. Antiguos pilotos militares o del correo realizaban exhibiciones aéreas y daban (cobrando) bautismos del aire en sus máquinas voladoras de cabina abierta. Hollywood empezó a fabricar películas a centenares, convirtiendo en estrellas a Buster Keaton, Lillian Gish, Douglas Fairbanks, Charlie Chaplin y Clara Bow.

      Henry Ford lograba cumplir su sueño de construir un coche para la clase trabajadora. El auge del automóvil trajo una libertad sin precedentes a una joven Norteamérica. Con casi 23 millones de vehículos matriculados al final de la década, el gobierno de los Estados Unidos se embarcó en el mayor programa de construcción de autopistas de la historia, cruzando el continente con una red de carreteras de hormigón. Además el enorme crecimiento de la radio permitió iniciar una nueva era de comunicaciones y medios de comunicación de masas (mass media).

      Los teléfonos directos son el último grito porque evitan pasar por una operradora. Aparecen aparatos eléctricos nuevos cada día como lavadoras, rizadoras de pelo, tostadoras, máquinas de hacer palomitas de maíz e incluso secadores de pelo. Sin embargo, las casas todavía no disponían de enchufes suficientes y la mayoría de los aparatos tienen adaptadores de rosca que encajan en las roscas estándar de las bombillas, pero esto cambia rápidamente y los nuevos "refrigeradores" eléctricos no tardan en reemplazar a las neveras.

      La intolerancia está a la orden del día en todas partes. El Ku Klux Klan reapareció en escena en los EE. UU. en 1915 inspirado por la clásica película El nacimiento de una nación de D. W. Griffith. Pequeño al principio, en 1920 da con la idea de vender la pertenecia a la orden, revertiendo parte de la cuota de entrada en quien propuso al nuevo miembro y a quienes están por encima de él, en un típico esquema piramidal. En 1924 el Klan cuenta con unos 4.500.000 miembros y convoca manifestaciones públicas en Washington D.C. y otras ciudades. Revestidos sus miembros con hábitos blancos y sus identidades ocultas bajo caperuzas, el Klan está en contra de los negros, los judíos y los católicos, y se les acusa de gran cantidad de ataques violentos y asesinatos.

      Es también una época en la que, en un acto sin precedentes, el país se volvió "seco". Utilizando un estatuto de tiempos de guerra se prohibió beber alcohol acogiéndose a la 18ª enmienda de la Constitución, la primera en la historia que restringía una libertad y daba lugar a la denominada Ley seca. Aunque diversos referendos realizados en lugares como Chicago mostraron que la opinión pública se oponía a la ley por un margen de tres a uno, el Congreso ofreció pocas pegas cuando se introdujo la medida. Al poco tiempo la enmienda había sido ratificada por las dos terceras partes de los Estados. La ley Volstead, impuesta en verano de 1919, dio fuerza a la Prohibición, permitiendo la detención y enjuiciamiento de aquellos que la violaran.

      Pero la Prohibición tuvo poco efecto sobre la gran mayoría de personas que deseaban continuar bebiendo. Los miles de kilómetros de frontera de los Estados Unidos son imposibles de guardar y el licor entraba libremente desde Canadá, el Caribe y México, mientras que pequeñas destilerías caseras ilegales aparecían por todo el país. La mayoría de las grandes ciudades, particularmente en el norte y el este, hicieron poco para impedir el flujo de alcohol ilegal puesto que la mayoría de miembros del gobierno y de la policía preferían o bien ignorar o bien poarticipar activamente en la producción y distribución ilegales. Los speakeasies, lugares clandestinos donde supuestamente se podía beber, eran normalmente bien conocidos. El más famoso de Nueva York era sin duda Jack & Charlie's, en el 21 de la calle 52 oeste, conocido en aquella época como "el 21". En 1925, la revista Variety estimaba que solamente en Harlem había once clubes nocturnos de clase alta en los que se servía alcohol y por lo menos 500 bares clandestinos de menor calibre. Así pues, suministrar alcohol ilegal a una ciudadanía sedienta era un gran negocio y los Años 20 vieron el auge del gansterismo en Norteamérica. Lo que antes habían sido poco más que pequeños delincuentes dirigiendo tramas de "protección" local, se convirtieron gracias al contrabando de alcohol en enormes negocios que utilizaban sus mal obtenidas ganancias para comprar protección de policías y jueces. En esa época el negocio del tráfico de alcohol se calculaba en 2 millardos de dólares por año, empleando a medio millón de personas. La competencia era brutal y los ajustes de cuentas se esparcían por la nación de ciudad en ciudad, donde diversas pequeñas bandas luchaban por el control de los negocios locales. En Nueva York, Dutch Schultz y Legs Diamond guerreaban contra Myer Lansky y Lucky Luciano, mientras que la Banda Púrpura controlaba Detroit y Cleveland, Filadelfia, Boston y Baltimore caían todas bajo el control de gánsters bien financiados y cada vez más organizados. Pero el problema más evidente se encontraba en Chicago: Alphonse Capone.

Notas sobre la partida

La ciudad de Innsmouth se había quedado casi despoblada. Sólo ahora empiezan a manifestarse en ella algunas señales de lento renacer. Las quejas formuladas por numerosas organizaciones liberales fueron acalladas tras largas deliberaciones secretas; los representantes de dichas sociedades efectuaron algunos viajes a ciertos campos y prisiones, y como consecuencia, tales organizaciones perdieron repentinamente todo interés por la cuestión.

Los campesinos de los alrededores y las gentes de los pueblos vecinos se mostraron extremadamente reservados con la gente de fuera. Llevaban casi un siglo hablando entre ellos de la moribunda y medio desierta ciudad de Innsmouth y lo que acababa de suceder no había sido más tremendo ni espantoso que lo que se comentaba en voz baja desde muchos años antes. Habían sucedido cosas que les enseñaron a ser reservados, de modo que era inútil intentar sonsacarles. Además, sabían poca cosa en realidad, la presencia de unos saladares extensos y despoblados dificultaba mucho la llegada a Innsmouth por tierra firme, y los habitantes de los pueblos vecinos se mantenían alejados más por miedo que por otra cosa.

Despacho del Doctor Stanley Flynn

Los invitados reciben por la mañana la visita de los coches que ya les esperan en la puerta, el chófer parece que lleva esperando todo este tiempo a que salgáis para volveros a llevar al hospital. Está en la misma postura y con la misma actitud que el día anterior, reservada pero amable. Si le preguntáis cualquier cosa os responde con pocas palabras pero de forma cortés y amable. Llegáis al sanatorio y el camino lo hacéis de forma automática como si lo hubierais hecho cientos de veces.