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Terapia de Grupo

Escena 1.1: El cafe & te Lodzer

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02/01/2015, 18:24
Director

Lodzer Café

El Lodzer café es un modesto bar que sirve cerveza, café y por supuesto té. No es un lugar muy grande pero lo más valientes pueden usar la terraza en esta época del año cuando el lugar esta muy lleno de gente. A las 16h no hay apenas gente, de hecho el dueño esta sentado comiendo con la que debe ser su señora y sus dos hijas (ver foto) pero rápidamente limpia la mesa donde os sentáis y os toma nota del pedido. Poco después deja sobre la mesa una tetera poco elegante pero muy práctica con agua caliente junto a unos azucarillos, una pequeña jarra con algo de leche, un trozo de bizcocho y un reciclada caja de puros de donde podéis coger el té.
Pese a la austeridad que presente el lugar resulta que el té esta realmente delicioso.

Poco a poco entráis en calor, el frío afuera es incomodo en esta época del año y echáis en falta una estufa pero pronto el lugar se llenará de clientes y no será necesaria. Otra cosa será soportar el olor corporal del local cuando este llene, pero por ahora podéis conversar tranquilamente.

Notas de juego

Ya tenéis la entrada para proseguir con la conversación.

No hay nada en los periódicos en relación a los sueños que habéis tenido últimamente, no se mencionan desapariciones o muertes que concuerden con lo que "habéis visto". Obviamente si que se producen desapariciones y muertes en la ciudad, eso pasa todo los días, pero no parecen estar relacionadas con vuestros sueños.

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04/01/2015, 17:42
Gregory Yeats

En cuanto se sentaron alrededor de la mesita del té, a Gregory le llegó un leve olor a whisky rancio y sintió vergüenza: era él quien olía así. Tal vez no debería haber estado bebiendo antes de acudir a la cita con sus recién conocidos compañeros. Sin embargo, tras la noche que había pasado, necesitaba despejarse un poco de tanto terror...

De nuevo había tenido la misma pesadilla. La mujer, la oscuridad, la sangre... y sobre todo, la angustia y el miedo. Gregory ya había cogido la costumbre de leerse las páginas de "sucesos" del periódico, pero esa mañana había revisado el diario de cabo a rabo: en ningún sitio se relataba nada en referencia a la víctima asesinada de su sueño.

El hombre se llevó la taza de té a la boca en un gesto un poco descoordinado. No estaba tan borracho como el solía acostumbrar, pero sí lo suficiente para que tuviese la lengua algo suelta y no le importara mucho la visión que estaba dando de sí mismo. Sin llegar a beber del té, volvió a dejar la taza en su sitio y dijo sin poder contenerse.

- Amigoss*, he passado una noche horrible. Tal vez la terapia de ayer haya influido para que no pueda quitarme el tema del que allí hablamoss de la cabeza, pero he vuelto a ssoñar muy vívidamente con el crimen -tras pronunciar la palabra, se dio cuenta de que aquel establecimiento no era el lugar más idóneo para decir esas cosas; sin embargo, en lugar de rectificar, carraspeó incómodo-. Tal y como fue en nochess anterioress -finalizó para dejar claro que en su sueño Vólkov no era el asesino.

Notas de juego

*El seseo es por el alcohol.

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05/01/2015, 13:22
Humphrey Arminton

Humphrey tiene unas marcadas ojeras. Bebe un trago de su taza, saca la pipa y la carga de tabaco. 

- Mmmm... ¿Cree usted realmente que, por haber hablado de ello en la terapia, el sueño es ahora mas vivido? Explique sus razones.

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05/01/2015, 18:15
Gregory Yeats

Gregory respondió algo azorado:

- Umm, bueno, puess... algunass vecess cuando uno lleva todo el día penssando en algo, ssueña con ello... ¿A usted no le ha ocurrido nunca? Como ssi sse obssessionasse durante el día y, de manera inconsscientemente, el tema también apareciesse en la noche en forma de ssueño. Por esso lo decía y assí lo creo -se sintió un poco estúpido, pero era la explicación más lógica que se le había ocurrido-. Perdone, necessito un trago, tengo la garganta sseca -dijo, cogiendo de nuevo su taza de té y esta vez dando un prolongado sorbo al contenido. No era alcohol, pero en ese momento le daba igual.

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05/01/2015, 21:27
Director

El camarero se giró un momento para observaros, tal vez la voz del señor Yeats hubiese atraído su atención pero tenía otras cosas que hacer así que se limito a recoger y limpiar las mesas a la espera de que llegará más gente a la salida del turno de las fábricas. Si tenía alguna intención sobre vosotros no parece que fuera a ser nada más allá de cobraros de nuevo por otra ronda de bebidas.

Una pareja entro en el local, vestían ropas modestas y se sentaron en el interior del local donde charlaban animadamente. Eran los primeros clientes que entraban aquí después de vosotros y el resto de la familia del camarero recogió su mesa y se dispuso a atenderlos.

Notas de juego

Vamos, que no os están haciendo nada de caso los que están en el lugar.

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06/01/2015, 14:17
Lucrecia MacGuffin

Llegué al local justo sobre la hora. Las tareas de enseñanza se habían prolongado más de la cuenta por lo que casi había tenido que salir corriendo para llegar a tiempo. Sin embargo allí estaba, escuchando con atención al tiempo que intentaba no mostrar el desagrado que el olor a alcohol proveniente del señor Yeats me provocaba.

A pesar de su falta de decoro, su ruptura del hielo que nos envolvía había sido acertada. Estábamos allí para intentar desentrañar el por qué de nuestras pesadillas. No tenía sentido dar rodeos y conversar sobre el tiempo y otras trivialidades como habría indicado la etiqueta, más allá de que nuestra sociedad londinense fuera reacia a encarar los temas espinosos de manera frontal.

Aprovechando la intervención del señor Arminton, probé el té que nos habían servido. A pesar de la humildad del local, la calidad era muy buena. Un verdadero té inglés. Di un buen sorbo y tras limpiarme delicadamente los labios, decidí intervenir yo también en la conversación.

-Señor Yeats no ha sido el único que ha sufrido la noche pasada. Yo también he vuelto a experimentar esa horrible pesadilla, aunque no creo que se debiera al haberlo charlado con el doctor Millner. Llevo cuatro días atravesando este suplicio. Me parece a mí que, aunque no hubiera asistido a la terapia, igual hubiera vuelto a soñar con ese horrible crimen.

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06/01/2015, 20:35
Jack Turner

Jack no es el primero en llegar a la tetería. Había dormido poco, seguramente lo mismo que sus compañeros, dándole vueltas a la pena que los acuciaba. Sabiendo que no pegaría ojo por mucho que lo intentara había aprovechado la mañana en el puerto de Londres, visitando a antiguos camaradas. Tiene las botas embarradas y el chaquetón húmedo, el cual se quita y sacude fuera del local. - ¡Buenas tardes! - Saluda cordialmente. El té ya estaba servido y se sirve una taza que bebe casi de inmediato, quemándose la lengua. - ¡Auch! Bueno, no necesito ser adivino para saber que ninguno de nosotros ha pasado buena noche. ¡Uh, bizcocho! - Corta un buen pedazo de bizcocho con una navaja que saca de un bolsillo y empieza a engullirlo con hambre canina. - El caso es... que tenemos algo en común. Algo que va más allá de lo mundano. - Se limpia el mostacho con el dorso de la mano, quitándose migas de bizcocho. - Es decir, la gente tiene sueños a diario pero los únicos que hemos tenido estos sueños tan vívidos somos nosotros. Los únicos que hemos decidido acudir a un matasanos somos nosotros. Quizá pudiéramos poner en común nuestras historias personales y así, a lo mejor, encontráramos algo en común entre nosotros... - Espera a que sus compañeros aprueben (o no) su idea. - Si les parece bien yo mismo podría empezar...

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07/01/2015, 08:29
Nikolay Vólkov

Llegué al local media hora antes, y estuve enla puerta, demabulando de un extremo al otro del frontal del local, esperando al resto a la vez que con mis pasos esperaba mantener un poco el calor.

Se me veía azorado y algo cansado, con la piel algo grasienta, como si hubiera pasado una noche horrorosa.

Cuando fueron llegando los contertulios me sentí aliviado de entrar en el local y el delicioso te me ayudó a templar el cuerpo.

El seseó de Gregory me gustaba. Era un seseó familiar para mí. Algunos de mis amigos hablaban así, y bastantes de las tertulias con ellos pronto se convertían en un desfile de seseos y gangosos. Me hacía sentir cómodo.

Voy asintiendo a lo que se dice, sin mucha convicción. En el fondo estoy algo furioso, enfadado.

Irr a terrapia no serrvirr. Malos sueños.

Entonces el marinero propone hacer una especie de nueva terapia en el café. La idea me aterroriza, y sin duda ahora no puedo decir que no si el resto así lo quiere.

Quizás en esos detalles reside el enigma de nuestros sueños, pero es imposible saberlo con seguridad.

Me encojo de hombros ante su propuesta, sin añadir nada.

¿Quién coño será el muerto del sueño?

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07/01/2015, 14:51
Gregory Yeats

Parecía que todos habían tenido una noche agitada, y como bien indicaba la señorita MacGuffin, así llevaban varias. Las pesadillas eran algo a lo que, a pesar de la frecuencia, Gregory no era capaz de acostumbrarse. A menudo se sentía cada vez más desquiciado, tanto por el miedo como por la falta de descanso.

Ante la propuesta de Jack Turner, Gregory se limitó a asentir, tal vez con demasiada rapidez. Los nervios (y la borrachera, por qué no decirlo) le estaban crispando.

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12/01/2015, 18:53
Director

El café se llena de gente, el frío que se os colaba por el cuerpo empieza a mitigar cuando el calor corporal de otras personas inunda el local. También el olor a sudor, aunque es perceptible tampoco es excesivamente molesto.

Al parecer nadie de vosotros parece estar dispuesto a dar el paso inicial y hablar de forma clara sobre lo que os pasa por las noches. Así que un silencio incomodo que parece no tener fin os rodea hasta que el mesonero se os acerca y os pregunta si queréis tomar algo mientras recoge los vasos y el juego de té.

Notas de juego

Venga, que sus dormís.

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13/01/2015, 08:54
Nikolay Vólkov

El marinero se resiste a contar su historia... tan parlanchín y ahora parece que se le ha comido la lengua el gato... Es algo normal a fin de cuentas, y me siento nervioso al pensar que quizás me presionan para que hable de mí. Doblemente nervioso cuando viene el mesonero para saber si queremos algo más.

Le pido un licor suave con mi inglés balbuceante. Los nervios me traicionan y necesito un trago para que todo vaya mejor.

Me aclaro la garganta de forma algo forzada antes de hablar con mis contertulios.

No entenderr como serr tenerr mismo suenio. No entenderr. Parreserr cosa mágica. Quisás deber saberr si tenerr cosa igual todos.

Nikolay... Y aquí me golpeo el pecho con energía, ser buen conservadorr animales. Si matar animal feros y querer tener recuerdo, traer a Nikolay y haser buen trabajo. En prinsipio crreer que pesadillas ser posibles porr prroductos feos que usar en prrosesos de embalsamar. Ahorra no saber qué pensar. Perro ser cosa fea. Mal dormir, mal día. Nunca descansar y Nikolay deber descansar. Todos nosotrros mal. Nosotrros deber saber.

Dejo salir el aire, con alivio después de haber hablado, a la espera de saber más cosas de mis compañeros.

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13/01/2015, 21:25
Jack Turner

El único que se abre es Nikolay, menos da una piedra - ¿Se dedica usted a la taxidermia? Es cierto que usan potingues peligrosos; he conocido algún taxidermista en mis viajes, me han hecho buenos trabajos con alguna pieza. Una vez atrapé un humphead de unas cuatrocientas libras allá en las Maldivas. Así de grande. - Abre los brazos de forma exagerada exponiendo un tamaño difícil de creer. - Algo extraordinario. Sus colores eran preciosos, azules y amarillos. Me dejé una pequeña fortuna pero lo conservé. Un buen regalo para mi capitán... - Mientras relata la inverosímil captura de un algo llamado "humphead" de casi doscientos kilos empieza a cargar una desgastada pipa. Aprieta el tabaco y saca una caja de cerillas, rasca una y enciende el tabaco dando cortas pero intensas chupadas. - Bueno, si nadie más se anima... Como ya dije, mi nombre es Jack Turner y, como han supuesto, soy marinero. Tengo treinta años y llevo más de quince viviendo del mar. He perdido la cuenta de las veces que he ido hasta Australia y he vuelto, he estado en las Indias y en todas nuestras colonias costeras africanas. He pescado, cazado y comido criaturas de todo tipo y condición. También he fumado cosas raras... - Da una larga calada a la pipa para hacer hincapié en la afirmación. - Pero siempre he procurado no excederme con esas cosas, he visto lo que le hace el opio a un hombre y no es agradable. Se te pudren los dientes. - Sonríe mostrando unos dientes bastante enteros pero amarillentos. - Hum... Nací en Sussex y mi familia aún reside ahí. Mi madre... - Una sonrisa tierna y sincera se dibuja en sus labios. - Mi madre es ama de llaves en casa de un doctor. Y... No sé qué más decirles...

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14/01/2015, 07:56
Nikolay Vólkov

Cabeceo a las palabras del marinero de forma mecánica.

Hamp... Humb... Humphead... Ni idea. Por lo que dice de los colores debe ser un pez... A este hombre le encanta hablar...

Cuando termina me saco la mano del bolsillo, que de forma inconsciente ha acabado allí, jugueteando mecánicamente con lo que hay dentro.

Eeeh... ¿Cuándo empesarr con suenios feos? Recordar? Quisás así poderr saberr como serr posible cosa tan extraorrdinarria.

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15/01/2015, 23:36
Gregory Yeats

Imitando a Vólkov, Gregory pidió algo "un poco más fuerte" que una simple taza de té. Algo en su interior le dijo que no bebiera más, pero lo acalló rápidamente. ¿Cómo esperaba quedarse tan tranquilo viendo al eslavo beber mientras él se moría por una gotita de alcohol? "Mejor pedir yo un vasso antess de tener que pedirle a él... o quitársselo, no, no, esso nunca, qué vergüenza", pensó justificándose.

Mientras se lo traían, Gregory escuchó sin perder detalle las historias de Nikolay y de Jack. ¡Qué vida tan apasionante y diferente tenían aquellos hombres! Sin duda esos sueños eran algo raro: no parecían aquejar a personas de hábitos parecidos.

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16/01/2015, 15:50
Director

Cerca vuestra se sientan unos hombres vestidos con ropa de trabajador de fabrica, llevan monos sucios y varios trapos asoman de sus bolsillos. Parecen haber salido del turno de la fabrica y se disponen a tomar unas pintas de cerveza pesé a su aspecto cansado.
Podéis escucharles hablar sobre los problemas del trabajo, las largas horas sin descanso y el triste pago que reciben. Uno de ellos comenta algo sobre una iglesia sobre la que cayo un rayo hace muchos años pero cuando llegan las cervezas empiezan a hablar de otras cosas, esta vez en voz baja y haciendo corrillo a su alrededor.

También llegan vuestras nuevas consumiciones que son cobradas en el acto.

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20/01/2015, 19:55
Lucrecia MacGuffin

La segunda vez que se nos acercó el mesero, le pedí una nueva taza de té. Las bebidas alcohólicas se me subían a la cabeza apenas probarlas y no quería dar una mala imagen delante de aquellos peculiares, pero no por ello menos caballeros.

La historia de Nikolay fue difícil de seguir. Entre el bullicio que iba en aumento y el marcado acento de Europa del Este, por momentos me perdía en sus explicaciones. Aquello de la taxidermia me producía escalofríos, me resultaba macabro. Pero el hombre parecía honesto y realmente afligido por lo que estaba viviendo. Prejuzgarlo por su profesión sería un error imperdonable.

El siguiente en abrirse fue el marinero y allí no pude evitar sonreir ante su relato. No conocía el pez mencionado, pero aquel tamaño y aquel peso, parecían salidos de una fábula. El amo del señor engorda al ganado, una frase que se ajustaba muy bien a los cuentos que solían ofrecer los hombres de mar. Sin embargo, aquel hombre parecía llevar una vida muy exótica e interesante. ¿Sería acaso el consumo de sustancias -o la inhalación de tóxicos- el origen de sus pesadillas? Negué para mí antes de juntar coraje y contarles mi historia.

-Mi vida no es tan interesante como la de ustedes -dije tímidamente-. Nací en la campiña, cerca de Londres y a los pocos años de edad, mis padres decidieron mudarse a la ciudad. Estudié para ser institutriz y a eso me dedico... no suelo beber ni he estado en contacto con sustancias tóxicas, así que no creo que esa sea la causa de las pesadillas en común.

El camarero regresó con la tetera para servirme, momento que aproveché para hacer una pausa y ordenar mis ideas.

-Las pesadillas comenzaron hace poco... menos de una semana, me atrevo a decir. Aunque el cansancio que me provoca no poder dormir como corresponde me hace sentir que llevo toda la vida soñando de esta manera -agregué con una sonrisa cansada.

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21/01/2015, 17:53
Gregory Yeats

La señorita MacGuffin dio por finalizada su intervención y Gregory sintió una profunda pena por ella. Durante una temporada el propio Gregory había llevado una mala vida (y, por desgracia, últimamente esos oscuros días se estaban convirtiendo en costumbre) y cuando las pesadillas empezaron, llegó a creer que eran el castigo que Dios le ponía por sus deleznables hábitos con la bebida. ¿Pero que también los sufriese una institutriz que dedicaba su vida a los niños y que nunca había roto un plato? Esa pobre mujer no se merecía ese calvario. 

Apurando su vaso de un trago (ni siquiera se dio cuenta de que se le había agotado tan rápido), se preparó para hablar: era su turno.

- Eh... Bueno... yo... schoy librero -Gregory se dio cuenta que el alcohol había empezado a dormir su lengua y trató de esforzarse en hablar correctamente delante de los demás, aunque para ello tuviese que usar un tono más lento-. Antess tenía mi propia librería pero... ummm... -no estaba acostumbrado a hablar de esas cosas si no era con una botella más de vino dentro del cuerpo: el recuerdo de su familia aún dolía sin la anestesia adecuada. Finalmente, se decidió por una simple explicación-: Un terrible incendio acabó con el esstablecimiento y lo perdí todo. No tuve una temporada muy buena... y... en aquella época bebía un poco. Bastante. Pero ya cassi no -notó como las mejillas le ardían de pura vergüenza: se debatía entre ser sincero y causar buena impresión a sus recién conocidos compañeros-. Por ssuerte, unoss familiaress me ayudaron a recuperarme, e inclusso dessde hace un tiempo he vuelto a mi antigua professión. 

Gregory se tomó un respiro durante un momento. Volvía a tener sed, pero su vaso estaba vacío y bajo ningún concepto pensaba pedir otro delante del grupo. Bastante había dicho ya.

- En cuanto a loss ssueños, aparecieron ssin motivo. Yo empezaba a ser feliz y... y... bueno, ya ssaben el ressto: lo missmo que a usstedess. Coincidiendo con la sseñorita, no creo que loss ssueñoss vengan por la toma de ssustanciass o de alcohol. ¡Less juro que llevaba sssigloss sin beber! -en esa situación y dicho por un Gregory embriagado de licor, no parecía muy creíble, pero el hombre hablaba con total sinceridad-. No comprendo cuál puede sser el motivo de tan horrendass pessadillass, pero créanme cuando less digo que la hora de irsse a la cama es un suplicio.

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21/01/2015, 21:23
Nikolay Vólkov

la mujer parece cultivada y es discreta, además de educada y cortés. Una verdadera dama de la cabeza a lospies. Sólo puedo asentir tímido a sus palabras, con la vista fija en un punto entre la mesa y la dama.

Está claro que esto no es una terapia y que aquí no vamos a encontrar respuestas. O ese maldito doctor nos cura o me acabaré pegando un tiro, a ver si así duermo de una vez.

Luego interviene Gregory y, bendito sea, cada vez me gusta más este hombre. Su inglés me recuerda más al de los contertulios con los que me junto de tanto en tanto. Es un inglés familiar... Y aunque vocalice menos, ese arrastrar de las palabras me ayuda a no perderme entre una y otra.

Su historia es triste, y sin darme cuenta me noto los ojos húmedos. Una vida hecha cenizas (literalmente), una familia perdida... Maldita sea si no me veo reflejado en ese hombre.

No se me escapa como mira su vaso vacío. Imperdonable esa falta de cortesía. Con un gesto llamo al camarero y con otro ademán le indico que rellene nuestros vasos.

Cuando nos lo llenan Gregory ya ha acabado de hablar y su mirada está un poco perdida.

Porrrr la currasión!

Digo, elevando el vaso, con el tono más alto de lo debido. No he bebido apenas, pero entre el alcohol, el cansancio y la emoción del momento no puedo evitar esa salida de tono.

 

 

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22/01/2015, 09:23
Gregory Yeats

Cuando el eslavo pidió otra ronda de bebidas, Gregory balbuceó sin emitir sonido, como un pez fuera del agua. Se había prometido que no pediría más alcohol pero no había pensado en que lo hiciese otro por él... ¿eso contaba como romper su promesa? Vio como el camarero asentía ante la petición de Vólkov, y en su mente se comportó de manera admirable: "Gracias, es usted muy amable, pero yo ya he bebido lo suficiente. Solo tomaré agua", se imaginó a sí mismo respondiendo. Sin embargo, la realidad fue que Gregory miró a Nikolay con una sonrisa tímida que se transformó en una muy amplia cuando trajeron los vasos llenos. Brindó con el taxidermista, claro: hacía falta un poco de optimismo en esa reunión.

- ¡Claro que schí: por la curación! ¡Vamosch a schalir de eschta, amigosch! -dijo entusiasmado, olvidando un poco controlar su borrachina lengua en el proceso.

Notas de juego

Ay, que me quieres emborrachar, Nikolay xDDD

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22/01/2015, 18:30
Jack Turner

- Los sueños... Supongo que como ustedes, empezaron hace una semana. - Y Jack supone que todos dejan de contar muchas cosas de sus respectivas historias pero... ¿Quién no? Una institutriz, un librero, un taxidermista y él, un marino. Arminton no había dicho aún ni pío, tampoco era de extrañar. ¿Quién querría exponer sus trapos sucios ante unos desconocidos? Entendía perfectamente a Nikolay  y a Gregory, que empezaban a mostrar claros signos de embriaguez. Ciertamente no sabían beber ni cuando parar. - Por la curación. - Los acompaña por pura cortesía. - Entonces... Podemos decir que no tenemos nada en común salvo los sueños. - Y cierto alcoholismo. - Vidas sencillas, familias modestas, oficios honrados... De verdad que no se me ocurre nada, lo siento. - Se mesa la barba con una mano mientras que con la otra vacía la pipa dándole unos golpes en el tacón de su bota. 

Notas de juego

Lo único que vamos a sacar en claro es una melopea.