Partida Rol por web

Terapia de Grupo

Escena 2: Las pesadillas ahora son más reales.

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26/01/2015, 21:07
Director

Esta noche tienes un sueño horrible ya que el crimen que presencia se repite una y otra vez mientras te retuerces en la cama intentando evitarlo, sin éxito.

Nuevamente es de noche, estas en la fría calle y hace un frio horrible. La niebla y pequeñas gotas de lluvia te calan hasta los huesos. La tenue luz de una farola de gas es lo poco que ilumina el estrecho y sucio callejón.
En mitad del silencio de la noche, comienza a escucharse los ecos de los pasos de un hombre mayor de unos 40 años, ataviado con ropas de trabajo de la fábrica.

La niebla apenas le permite vislumbrar lo que tiene delante de sí. Parece estar huyendo de algo o alguien, ya que continuamente se gira a observar su espalda, pero cuando repican las campanas de la iglesia se asusta y se pega a la pared. Entonces puedes ver su rostro, que te resulta familiar, como si ya lo hubieras visto antes.

El ruido del repiqueteo de las campanas le impide percatarse de una extraña presencia a sus espaldas. El rostro del obrero esta borroso, como desdibujado, cuando se gira horrorizado para ver con espanto como su vida llega a su fin. Su sangre se vierte en el suelo del callejón, fundiéndose con el barro y el agua sucia de los charcos.

Tras pasar una mala noche te diriges al sanatorio de West London a la espera de que el doctor millner pueda encontrar la forma de acabar con estas pesadillas.

Os encontráis todos vosotros en la sala de espera, el celador os ha dejado a todos aquí junto con una tetera calentándose al fuego. El celador se ha marchado a avisar al doctor.

Notas de juego

Esta visión os hace perder un punto de cordura, ya se lo quito yo a vuestros personajes.

 

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28/01/2015, 07:52
Nikolay Vólkov

Mi aspecto es horrible. El pelo graso y abierto, la cara con el aspecto cetrino y agotado de alguien que ha pasado una mala noche. En mis ojos se puede ver cierto temblor, quizás fruto de la ansiedad, de la bebida... Lo cierto es que huelo a alcohol y mi aspecto general es algo desaseado. En mis manos hasta se pueden percibir rastros de sangre seca. Al colgar el abrigo dedico un tímido murmullo que equivaldría a un "buenos días" apenas audible.

Por una parte no deseo venir a ver a ese doctor extraño, pero por otra no puedo vivir más con esas pesadillas.

Me siento en la misma silla que el último día, observando, la tetera y mirando de forma furtiva al resto.

A verr si hoy doctorr poderr currarr...

Añado, con una ligera sonrisa.

 

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28/01/2015, 15:39
Lucrecia MacGuffin

Al llegar al lugar me di cuenta que no era la única que lucía un aspecto deplorable. La noche anterior la pesadilla había sido más intensa, tanto que, aún con la llegada del día, me embargaba el temor experimentado durante aquellas horas. Mi rostro se veía ojeroso y cetrino*, mis manos evidenciaban un ligero temblor, fruto del cansancio. Apenas si había tenido ánimo de arreglar mi cabello para que no se viera como un nido de pájaros. Pero allí se encontraba el señor Vólkov que tenía un aspecto terrible, lo que, en cierta manera, me trajo algo de tranquilidad.

Podía imaginar el por qué de su apariencia. Más allá de que la noche anterior lo había dejado bebiendo en compañía de los demás, estaba segura de que se debía al mal que nos aquejaba, noche tras noche, desde hacía casi una semana.

Saludé con cortesía y luego de colgar mi abrigo en el perchero, me dirigí hacia la tetera. Serví dos tazas sin que me lo pidiera. Aquel hombre necesitaba una taza de té tanto como yo y si teníamos que esperar, mejor hacerlo con algo caliente en el estómago.

-Sírvase señor Vólkov... mientras llegan los demás intentaremos hacer la espera un poco más placentera.

Notas de juego

*Siempre he querido utilizar esta palabra XDDDD

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29/01/2015, 09:04
Nikolay Vólkov

Observo como la dama prepara y sirve el te, con diestros movimientos. No me pasa desapercibido su aspecto, cosa que tampoco me tranquiliza demasiado... El consuelo que me queda es que no soy el único loco de la sala. La mujer parece que me ha preparado un te humeante. Todo un detalle, sin duda. Miro con curiosidad la taza, con su líquido oscuro, que desprende un aroma intenso.

Cosas de ingleses...

Aunque no era menos cierto que con aquel clima frío y húmedo el te era perfecto... Y no embotaba la mente como mi querido vodka.

Grrasias...

Susurro, con la voz algo estrangulada.

hago gesto de hablar varias veces, pero no me atrevo. Finalmente le doy un trago al te, para aclararme la garganta, y ganar algo de ánimo.

Esta no... noch... noche malos suenios peorr. Más peorr. Muy malos. No bueno. Quisás no bueno hablar de ello. Quisás doctorr no... Esperrar doctorr ayudarr. No poder seguirr así.

 

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29/01/2015, 19:16
Gregory Yeats

Al llegar a la sala de espera, Gregory comprobó que sus compañeros de terapia tenían casi la misma pinta desastrada que él, producida seguramente por la ya tradicional ausencia de descanso. Yeats había pasado una noche tan terrible que se había despertado empapado en sudor y gritando como un poseso. Horas después, mientras se preparaba para la cita con el doctor, su reflejo en el espejo le devolvió a un hombre con profundas y oscuras ojeras, con una permanente expresión asustada y una tez demasiado pálida para considerarse sana. Aquella visión le había quitado las ganas de tomarse un trago esa mañana y extrañamente acudió sobrio al sanatorio, acompañado eso sí de su petaca en un bolsillo. Nunca se sabía cuando le podía entrar a uno la sed.

Gregory saludó con voz queda a los allí presentes.

- Señor Vólkov. Señorita MacGuffin -y se sentó cerca del fuego. No tenía muchas ganas de cháchara (al contrario que cuando empinaba el codo), pero no pudo evitar asentir ante el comentario del ruso-. Sí, yo también he tenido una noche terrible... -el adjetivo "terrible" no hacía justicia al calvario que había pasado. No creía que ningún adjetivo, por malo que fuese, se lo hiciera.

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30/01/2015, 14:31
Iván

Ivan aparece envuelto en una manta que una de las enfermeras le ha dejado, viendo que el chico no dejaba de toser en la puerta del sanatorio. Ya había tenido problemas con el celador de la puerta en su anterior visita y en esta había optado por evitarlo y esperar a que alguien lo dejara pasar con el en su calidad de adulto. La misma enfermera de la vez anterior esta vez le dejó la manta y un enorme trozo de pastel que empezó a comer antes de entrar en la sala.

Apenas decoroso comiéndose el pastel frente a sus compañeros de terapia (pues llevaba dos días sin comer, el mal tiempo hacía que las calles estuvieran vacías y fuera más difícil ganarse la vida) saludó a los presentes de forma cordial aunque reservada.

-Buenos dias señores, señora..., me alegro de volver a verlos.

Dedica una mirada a la mujer, sonriéndole, luego se termina el trozo de pastel y se limpia la boca con una manga muy sucia, satisfecho.

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30/01/2015, 15:02
Lucrecia MacGuffin

Al ver el estado de los recién llegados, me apresuré a servirles una taza de té a ellos también. La tos de Ivan sonaba fea, no pude evitar torcer el gesto preocupada al escucharla. Sin embargo, no estaba en mi mano hacer más de lo que podía en estos breves encuentros, con lo que lo dejé pasar.

-Señores, mi noche no ha sido muy distinta a la de ustedes, aunque sí algo diferente a las anteriores. Esta vez... esta vez el miedo ha sido mucho más intenso y la sensación de peligro, auténticamente real. Ya no sé que pensar. Ojalá hoy nos den una respuesta.

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30/01/2015, 21:27
Jack Turner

Otra noche horrible, otro paseo hasta el sanatorio. El lúgubre, lúgubre sanatorio. No le extrañaba que los habitantes de aquella institución no mejoraran por mucho que el doctor lo intentara, aquel lugar parecía absorberle a uno su alegría. Si a eso sumamos que alegría no es algo que les sobre a ninguno de ellos. - Buenos días tengan todos. - Los mira a todos, uno a uno. - Tenía la esperanza de haber sido el único con pesadillas pero ya veo que no. Una pena, una pena. - Le acaricia el cogote a Iván, revolviéndole el pelo. Por las palabras de Jack debía haber pasado una noche al menos igual de mala que el resto de los que poblaban aquella sala de espera pero parecía hacer un gran esfuerzo por disimularlo. Sonreía y hablaba por los codos, como el día anterior. - Buenos días, mozalbete. ¿Está bueno el pastel? Voy a... - Coge un pedazo y acompaña a Iván, más por gula que por hambre. Le da un mordisco al pastel y mastica sonoramente. - Un poco seco, pero los he comido peores. Como decía, otra noche en blanco. Al menos he podido terminarme una novela que tenía pendiente: Tirante el Blanco. Narra las andanzas y amoríos de un caballero español. Muy entretenida, se la recomiendo.

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31/01/2015, 10:22
Humphrey Arminton

Humphrey llega tarde. El dia lluvioso no hace que su cara tenga un tono mucho mas agradable. Al entrar en la institución saluda al conserge que le devuelve una mirada circunstancial.

Al entrar el la sala Arminton realiza un saludo general y va a ponerse un poco de te para volver a tomar temperatura.

Se sienta en una de las sillas, se pasa la mano por la cara para ver si asi puede despejarse y al oir los comentarios de los demas suelta un- Apañaos vamos. -Por lo bajini

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02/02/2015, 15:08
Iván

Ivan se sorprende un poco de que el hombretón guste de dulces, pero él no es un chico avaro. Parte el pastel por la mitad y le ofrece sonriendo la mitad que él no ha tocado. Cuando el marino se traga el pastel de un bocado, Ivan ríe inocentemente ante el espectáculo de ver a un adulto tan curtido comiendo pasteles como un chiquillo.

Pronto se hace patente que su risa esta totalmente fuera de lugar en un sitio como aquel, y deja de reir, manteniendo la sonrisa.

Esta noche las pesadillas han sido terribles, y lo ve en la cara de sus compañeros de experiencia. Si su propia realidad no fuera ya de por sí horrible, estaría tan asustado como ellos... o tal vez sea la inocencia de su infancia lo que lo hace estar más tranquilo que el resto del grupo.

Se sienta de rodillas sobre la silla, sin dejar que sus pies toquen el suelo (una costumbre adquirida acostumbrado a sentarse en el suelo) y se queda esperando a que pase algo... se pregunta si el te estará bueno y si lo pillarán si se lleva otra taza.

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03/02/2015, 08:37
Nikolay Vólkov

Todos van llegando y todos compartimos la misma experiencia traumática. las caras y las expresiones son peores. El doctor no hace bien su trabajo...

cada uno expresa sus miedos a su manera. Unos hablando poco, otros hablando mucho...

Le doy un sonoro sorbo al te. Mis ojillos nerviosos se pasean por la sala, a la espera de otra visita al doctor severo, con previo paso entre gente chalada sin remedio. Mi futuro. El futuro de todos los de esta sala.

Maldito seas, doctor... Si estás jugando con nosotros, yo...

Y aprieto con fuerza lo que llevo en el bolsillo.

 

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03/02/2015, 17:41
Gregory Yeats

Gregory aceptó con gusto la taza ofrecida por la señorita MacGuffin e inclinó levemente la cabeza en señal de agradecimiento. Dio un sorbo al té, que le supo extraño por no contener ni una gota de coñac... todavía, y escuchó con atención a la institutriz. No hacía falta que jurase que aquella noche había sido atormentada mediante pesadillas, como el propio Yeats, pues se veía en su aspecto cansado; y sin embargo allí estaba: apresurándose a servir el té de sus compañeros de terapia. "¡Bendita mujer...! Es un ángel", pensó Gregory.

Humphrey, Jack y el pequeño Iván también tenían en la cara escrita la falta de descanso al llegar, cosa que confirmó el marinero antes de ponerse a divagar de otro tema. Gregory sospechaba que el barbudo Turner debía ser un gran conversador, pero que seguramente se andase mucho por las ramas en sus chácharas; algo de agradecer en momentos tensos como aquel. Yeats no pasó por alto el comentario de Jack sobre una de sus pasiones: los libros.

- Lo corroboro: "Tirante, el Blanco" es, sin duda alguna, una gran obra -cometó Gregory, tanto para relajar tanto el ambiente como a sí mismo- ¿Le gusta a usted la novela caballeresca, señor Turner?

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05/02/2015, 06:40
Director

El interior del sanatorio esta alumbrado con lámparas de gas pero la humedad que reina a sus anchas en el lugar no se mitiga del todo, pese al calor de la estufa y el te caliente. Un celador viene un rato largo después y os indica que le sigáis al despacho del doctor millner, no sin antes recordaros que no os acerquéis a los enfermos del patio.

El aroma en los pasillos esta bastante cargado, aquellos más recatados no pueden evitar taparse la nariz con un pañuelo mientras evitáis la suciedad del patio central donde podéis ver alguna rata y varios excrementos indecorosos. Pero no son estos los peligros que debéis esquivar, sino los propios enfermos que con sus gritos y alaridos os ponen de los nervios. El aspecto de esos pobres y tristes demonios es horrible, pues sus vestimentas lucen sucias y desaliñadas. La mayoría de ellos se limitan a estar sentados o quietos a la espera de un impulso que les haga reaccionar pero no faltan los que golpean las rejas, o intentan estrellar sus cabezas contra la pared. Por fortuna las las camisas de fuerza y las jaulas que llevan en la cabeza evitan la mayoría de los golpes, y podéis ver que en la gran celda que cuelga del centro del patio hoy tiene otro morador distinto al del otro día.

El paseo resulta de lo más desconcertante, y pocas ganas os quedan de quedaros aquí más tiempo del necesario. Vuestras esperanzas se centran en el doctor Millner, a la espera de que encuentre una solución a vuestros males.

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05/02/2015, 06:47
Director

Notas de juego

Hola.
En la siguiente tanda de preguntas no puedes usar la palabra MUERTE, y por lo tanto tampoco ninguno de sus sinonimos como defunción, fiambre, se le acabo la mecha, estirar la pata, etc...
Sé que esto es algo lioso pero no te preocupes, forma parte de la gracia que os tengo preparado.

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05/02/2015, 06:57
Johan Millner

Tras el paseo por la zona triste del sanatorio el despacho del doctor Millner parece ser una isla paradisiaca en medio del océano. El lugar se muestra limpio, cálido y con un aroma a lavanda acompañado de canela que proviene de una barrita de incienso.

Cuando llegáis el doctor ha preparado unas sillas en circulo de forma que todos os podáis ver los unos a los otros. El doctor ha colocado su sillón en el centro, justo enfrente de la puerta, por lo que al entrar os saluda con un gesto de cabeza y os invita a entrar. Junto a su sillón hay una pequeña mesa auxiliar donde esta su cuaderno de notas junto a su reloj de pulsera. Pero en lugar de mirar ese reloj mira el que tiene en la pared de la izquierda antes de hablar con su marcado acento alemán (tras esperar a que entréis todos dentro del despacho):

- Bienvenidos de nuevo a mi consulta. Han sido ustedes puntuales pero no habíamos preparado aún la sala, mis ayudantes olvidaron que esto es una terapia de grupo y que debemos estar todos juntos. Les ruego que nos disculpen, y me encargaré de que esto no vuelva a suceder.

Tras tomar asiento y respetar las normas de cortesía según las cuales habláis un poco entre todos antes de iniciar la sesión. Los temas de conversación son tan variados como las noticias de los periódicos, el clima londinense, el estado del sanatorio, el auge del fútbol*, etc...
Finalmente el doctor Millner mira la hora en su reloj de pared antes de coger su reloj de pulsera y ponerse en pie.

- Bueno, ha llegado el momento de iniciar la sesión. Sé que la costumbre inglesa es distinta a la alemana pero entenderán que vienen ustedes aquí en busca de ayuda. Así que cuando antes empecemos, antes acabaremos. Disculpen mi grosería e iniciemos la sesión. Por favor, empecemos con los sueños que hayan tenido esta noche. Miren el movimiento de este reloj, esto les ayudará a concentrarse...

Tras escuchar vuestro sueño se vuelve a confirmar que habéis soñado todos algo muy parecido, pero esta vez los detalles son mucho más similares en vuestras historias. Sin duda ahora parece como si todos hubierais tenido realmente el mismo sueño.

- Esto es increíble, esperaba que lo del otro día no fuera más que una casualidad pero esta claro que aquí ocurre algo más. Esto es inaudito, totalmente maravilloso para mi, jamás había tenido noticia de que un grupo de personas compartiera el mismo sueño. Más aún siendo todos ustedes gente tan diferente, podría entenderlo si fueran todos miembros de una familia que comparten sus vivencias a diario, pero son ustedes prácticamente unos desconocidos entre si.

Bien, vamos a proceder a realizar un pequeño test. Tómense su tiempo, no hay prisa. Les voy a formular unas preguntas y ustedes acabarán la frase con lo primero que se les ocurra. Dejen que sea su mente la que responda, no razonen su respuesta, simplemente usen lo primero que les venga a la mente.

  • Era una calle... y...
  • Al final siempre llega...
  • Las ropas de la víctima eran...
  • Algunas malas personas merecen...
  • El hombre que huía no esperaba encontrar...
  • Todos los seres humanos nacen, crecen y...

Notas de juego

Para esta sesión de terapia de grupo os pido una cosa, responder a lo que os ha preguntado el doctor Millner en un mensaje privado solo para el director. Luego yo desvelaré todos vuestros mensajes junto con el siguiente mensaje de vuestro psicólogo.
Podéis hablar primero del sueño y luego responder las preguntas, e igualmente rolear la parte previa antes de las preguntas si os apetece. No os limitéis a poner solo una palabra si queréis, podéis responder con una frase pero no más de eso. Eso ya en función de lo que penséis que haría vuestro personaje en esta situación.

* Datos tontos que se sacan de la wikipedia xD

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05/02/2015, 14:36
Iván

Era una calle... y... las ratas corrian en desbandada, asustadas por el taconear de unos pasos que se acercaban

Al final siempre llega... el momento en que uno tiene que decidir si muere o vive otro dia mas

Las ropas de la víctima eran...escarlatas, elegidas a juego en un ultimo acto de coqueteria para que no se manchaban demasiado al ser asesinada

Algunas malas personas merecen... nacer de nuevo y vivir en la miseria desde pequeños

El hombre que huía no esperaba encontrar... que nadie lo observara mientras se despedía de su victima.

Todos los seres humanos nacen, crecen y... sueñan con sitios mejores en otras vidas y otros lugares.

Notas de juego

Creo que las respuestas son mas off-pj que dentro de el, pero soy un aficionado a estos test de loquero y he respondido realmente lo primero que se me ha ocurrido xD

La descripcion del patio del sanatorio te ha quedado genial, de fondo me parecia escuchar esto

http://www.youtube.com/watch?v=JPHPJ3CgidU

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08/02/2015, 18:26
Gregory Yeats

Gregory tembló cuando llegó el momento en el que debían hablar de los sueños; la hipnosis hacía más fácil el proceso, pero el mero hecho de pensar en la noche anterior le producía escalofríos. Pero era necesario, esta terapia era lo único que creía que podría curarle. El hombre trató de concentrarse en el reloj oscilante lo mejor que pudo.

"Una nueva noche en las calles de Londres. No lo recuerdo pero debo haber pasado todo el día bebiendo pues, aunque ya estoy sobrio, noto los efectos de una tremenda resaca. Tengo la garganta tan seca y ardiente que el sonido de la lluvia me produce más sed. En mitad del callejón donde me encuentro, con los ojos cerrados, alzo la cabeza al cielo nocturno y abro la boca, con la esperanza de que las gotas que caen se acumulen y me sacien la sequedad de la boca. Por supuesto, eso no ocurre y acabo tan mojado como un perro. 

De repente, un hombre anda apurado. La cabeza me duele tanto que el sonido de sus pasos me hacen encogerme. 'Qué resaca... ¿De verdad he bebido tanto hoy? ¿Por qué no puedo recordarlo?' pienso mientras veo al hombre moverse cada vez más deprisa. De repente, el sonido de unas campanadas le asustan y se apretuja contra la pared. Yo, en cambio, noto el ruido como si me hubieran dado un martillazo en las sienes, y caigo de rodillas de puro dolor. Desde esa posición puedo ver al hombre: parece un simple trabajador que vuelve a casa tras una larga jornada. Sin embargo su cara me suena de algo... '¿No le he visto ya en alguna parte...? No puedo recordarlo', me digo. Si tuviera que definir ahora su cara, me sería imposible: ¿era feo? ¿tenía bigote? ¿usaba gafas? No consigo focalizar su rostro pero sé que me resulta familiar.

De repente me doy cuenta, entre latidos de dolor en mi cabeza, que una sombra está detrás del obrero. Intento avisarle, pero mi voz es muda y de mi garganta no sale sonido alguno. El hombre, asustado, se da la vuelta lentamente y de repente todo se vuelve rojo. Rojo como las vísceras del hombre que ahora adornan cada esquina del oscuro callejón. Rojo como la sangre que sale de su cuerpo muerto, tiñendo los charcos de carmesí. Sale tanta sangre que me llega a los pantalones, apoyados en el suelo, y salpica en todos los muros de esa callejuela. La muerte ha tomado ese lugar y yo me despierto aterrorizado."

Tras hablar de su sueño, Gregory se notó empapado en sudor. Por suerte, la siguiente parecía ser menos personal. Responder a unas simples preguntas no parecía demasiado personal, ¿no? 

  • Era una calle... y...

- Y yo no había bebido.

  • Al final siempre llega...

- El amanecer.

  • Las ropas de la víctima eran...

- Sucias y desgastadas.

  • Algunas malas personas merecen...

- Una segunda oportunidad.

  • El hombre que huía no esperaba encontrar...

- La muerte tan pronto.

  • Todos los seres humanos nacen, crecen y...

- Mueren. Algunos ni crecen.

Notas de juego

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10/02/2015, 10:53
Nikolay Vólkov

Respiro aliviado cuando llegamos al despacho del doctor. Fuera han quedado esos despojos balbuceantes que una vez fueron personas como nosotros... Aún resuenan en mi cabeza los gritos dementes, los farfulleos incoherentes, los tics nerviosos y balanceos rítmicos de esos pobres diablos... Y ahora me parece que cada vez estoy más cerca de ellos.

El olor del despacho es agradable y relajante. Me siento mejor. Las palabras del doctor también son como un bálsamo. Una voz cuerda entre tanta locura.

Su sorpresa e ilusión por lo extraño d enuestro caso no es que me tranquilice mucho, precisamente. Me siento como un experimento... pero tampoco tengo una opción mejor. Y menos con mis ingresos. No me queda otra que asentir y seguirle la corriente en todo con expresión bovina.

Era una calle... y... llovía.

Al final siempre llega... la muerte

Las ropas de la víctima eran... gruesas. Hace frío. Mejor abrigarse.

Algunas malas personas merecen... morir.

El hombre que huía no esperaba encontrar... la muerte.

Todos los seres humanos nacen, crecen y... mueren.

 

Me quedo perplejo por la cantidad de veces que he dicho muerte. Me sube el rubor a las mejillas.

Van a creer que soy un asesino...

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10/02/2015, 14:09
Lucrecia MacGuffin

La sesión había comenzado de manera muy parecida a la anterior. Otra vez atravesar aquel patio donde la miseria humana se mostraba en su máximo esplendor, nuevamente tener que enfrentar los delirios de almas torturadas para las cuales quedaban pocas esperanzas. Impresionada, a pesar de haberlo vivido recientemente, tomé asiento y aguardé mi turno para hablar de mi sueño. Me sorprendió ver cuanto se parecían nuestros relatos esta vez, como si nuestras mentes se hubieran alineado para soñar al unísono. Ya había sido impresionante la primera sesión, cuando todos habíamos relatado vivencias oníricas con algunos puntos en contacto. Pero esta vez, el parecido era asombroso. Todos habíamos visto lo mismo, sentido igual. Aquello se volvía espeluznante y cautivador a la vez. Llegó el turno del doctor de empezar a tratarnos. La serie de preguntas que nos fue haciendo, me resultó curiosa, pero él sabía lo que estaba haciendo. Con honestidad, me dispuse a responderlas.

Cita:

-Era una calle... y...

-Oscura y fría

Cita:

-Al final siempre llega...

-La sangre

Cita:

-Las ropas de la víctima eran...

-Humildes, desgastadas, pero limpias y con remiendos pulcros.

Cita:

-Algunas malas personas merecen...

-Perder el favor de Dios

Cita:

-El hombre que huía no esperaba encontrar...

Mi voz enmudeció al llegar a este punto. Sabía qué era lo que no esperaba encontrar, pero no podía expresarlo con palabras. Dubitativa, respondí. -Aquel destino aciago...

Cita:

-Todos los seres humanos nacen, crecen y...

Al llegar a este punto, mi mente se bloqueó. No podía terminar aquella frase. Por dentro, sentía que tenía que conocer la respuesta, que se trataba de algo simple y natural. Pero mi cabeza estaba en blanco, no terminaba de entender lo que pretendía el doctor con aquella simple frase. Con la voz temblorosa, buscando auxilio con la mirada, terminé de responder. -¿Sufren?

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13/02/2015, 17:27
Humphrey Arminton

Era una calle... y... estaba oscuro.
Al final siempre llega... de la forma mas inesperada
Las ropas de la víctima eran... de proletario.
Algunas malas personas merecen... ser encerradas en la carcel para su reeducación.
El hombre que huía no esperaba encontrar... un loco homicida.
Todos los seres humanos nacen, crecen y... intentan reproducirse.