Partida Rol por web

El combate que enfrentaría a Ishtar y Denish había llegado. Ishtar no debía estar allí, pero, como le había dicho Ypsilon, ya no había vuelta atrás. Se podía rendir... también era una opción.

En cualquier caso, allí se encontraban, en la arena. Era un lugar cubierto, que se veía bien desde la sala que le habían asignado a los demás. Poseía bastante anchura y altura, y había gente allí, aunque no demasiada, esperando a ver en acción a los aspirantes de aquel año.

Aquel era un combate entre dos mujeres. Cuanto menos, era raro...y eso despertaba la curiosidad de las masas.

Poco a poco, fue llegando mas y mas gente. 

Nadie habló. A ellas se acercó un hombre de unos 30 años, mas o menos. Comenzó  explicarle las reglas

-Recordar, nada de golpes bajos, y nada de matar. El requisito especial del combate era nada de saltos en 5 minutos. Cuando estéis preparados, me decís.

El juez se alejó, y las miró, esperando confirmación.

Se sitúa en el lugar que le han indicado, frente a Denish. Mira a su alrededor... ese no debería ser su lugar, pero como ha dicho Ypsilon ahora ya no puede hacer nada... esa gente la ha confundido con algo que no es y con alguien que no es...

Bueno... lo intentará, siempre tiene la opción de rendirse.

Subo al escenario, con todo el mundo mirándome. Cojo mi tobillo derecho por la espalda con mi mano izquierda, comenzando a estirarme, mientras escucho todas las explicaciones, y cambio de pierna.

Ai... Es una lástima, me caes bien. Si no quieres luchar, puedes retirarte... No quiero hacerte daño.

Tras mis palabras no puedo evitar ponerme en guardia. La regla de no saltar será un fastidio...

Al ver cómo soy más rápida que ella, decido mantenerme a la defensiva y aguardar su acción, o su respuesta.

El juez las miró a ambas, y asintió con la cabeza. Entonces habló

-¡A luchar!

Me pongo a la defensiva, adelantando mi pierna izquierda y poniendo las manos en una postura de pobre cobertura. Mis ojos se fijan en los de quien, hasta ahora, ha sido mi compañera, así que decido aguardar a la defensiva, dispuesta a esquivar cualquier clase de ataque, hasta que me dé una respuesta, bien sea verbal o bien combativa, sin embargo, ella misma había dicho que este no era su lugar. Aunque si la han puesto a batallar será por algo...

Aplaude por la demostración de flexibilidad de Denish.

-Podría rendirme, pero... también podrías hacerlo tú, ¿no?

Se mantiene ahí, con una pose relajada que no parece ni que vaya ni a luchar, ni a defenderse ni nada. Simplemente mira a Denish.

Me alejo un par de pasos de mi contendiente, aunque le sonrío agradecida ante sus aplausos, no bajo la guardia ni por un sólo momento, quizá demasiado acostumbrada a ello.

Tú no eres una guerrera... Y yo sí. No quiero hacerte daño, y no me gusta luchar contra quienes no están preparados.

Mis palabras son sencillas a la par que sinceras. Pero no bajo la guardia, mi postura delata estar preparada para casi cualquier cosa. No me gustaría tener que luchar... No me gustan las condiciones... ¡Y ella no pinta nada aquí! Puede resultar malherida.

Sonríe a Denish y después mira alrededor y hacia la sala donde están los espectadores... seguro que se están aburriendo bastante... pero bueno, es lo único que puede esperarse de un combate así.

-Mi padre me decía que aquel que se rinde, traiciona a su propia naturaleza... y aquel que comienza algo y no lo acaba, avergüenza a sus ancestros.

Vuelve a mirar a Denish.

-No soy guerrera, pero avergonzaría a mis difuntos padres si abandonase este lugar.

Sigue en ese lugar, sin hacer nada.

Vaya...

Digo, realmente sorprendida por sus palabras. Era una chica mucho más sensata de lo que parecía a simple vista, y posiblemente mejor preparada, como me dan a entender sus palabras. Me acerco hacia ella dispuesta a extenderle mi mano, con la guardia baja.

Tienes más coraje que casi todos los hombres presentes. Intentaré no hacerte mucho daño... Que gane la mejor ¿vale?

Pregunto, dedicándole mi mejor sonrisa a la chica, en verdad no quiero luchar con ella, pero me parece que no me quedará alternativa.

Sonríe y le estrecha la mano de Denish. Al ver que está con la guardia baja aprovecha en ese instante para atacar... no tendría que haber olvidado nunca que están en medio del combate y que no puede acercarse de esa forma al enemigo solo porque tenga la apariencia inocente y de niña pequeña... su padre siempre le decía que no se fiase de los extraños, aunque pareciese una amable ancianita.

Sujeta la mano de Denish con fuerza, con el codo extendido y golpea en la articulación para romperla o al menos dejarla inutilizada para ese combate. Su padre también decía que la compasión en ese mundo no existía, que era solo un espejismo.

-El combate ha empezado en el momento en que el árbitro ha dado la orden! 

Mientras estrecho la mano de la joven veo cómo dirige su codo con fuerza y rapidez contra el mío, momento en el cual abro los ojos como platos e intento reaccionar apartándome hacia un lado con prisa, pues al fin y al cabo le tengo aprecio a mi brazo.

Consigo ponerme en el lado contrario con una maestría asombrosa, soltando una sonora carcajada tras ello.

Vaya... Así que muestras tus uñas. Está bien... Lo siento, intentaré no ser muy dura...

Y, sin decir nada más, alzo mi pierna izquierda y lanzo una primera patada, de muchas que vendrán, al vientre y pecho de mi oponente.

-Mi padre decía que un dragón nunca oculta sus uñas... simplemente muestra su apariencia sabia y tranquila.

Sabe que eso iba a pasar así que inmediatamente después de el golpe fallido, se mueve hacia un lado al ver que Denish hace un leve movimiento con la pierna, movimiento anticipatorio de que va a darle una patada.

Cuando acaba su combo de patadas, que no puede esquivar del todo, se dispone a realizar su ataque... pasando relativamente del daño que le haya causar. Como si de un espejo se tratase, Ishtar comienza a golpear a Denish con su propia medicina... intentando acertar en la rodilla, en el costado y en otros lugares vitales para el movimiento.

Mis patadas impactan con fuerza, pero para mi sorpresa, más que sus palabras, son sus piernas, con una velocidad que prácticamente iguala la mía, me arroja una buena serie de golpes encadenados. En una fracción de segundo debo decidir si emplearme a fondo, o no. Sin embargo, no quiero jugar todas mis cartas en el primer combate, así que sencillamente me deslizo hacia la izquierda con el propósito de minimizar su golpe en la medida de lo posible, por muy difícil que parezca. Al fin y al cabo, yo misma conozco esta técnica...

Consigue golpearme con la pierna con gran fuerza, aunque al menos he conseguido forzarle a desviar parte del combo. Pero la segunda patada se dirige hacia mí con una fuerza y precisión asombrosa, equivalente a la primera patada, trato de agacharme para evitar un daño casi inevitable.

Debido a ello recibo un fuerte golpe en el hombro, que me hace retroceder un paso.

Sonrío realmente complacida.

Así que un Dragón... Bonitas garras, sí señora.

Inclino mi cabeza a modo de respeto hacia ella.

¿De qué reino dijiste que eras?

Pregunto, cada vez más intrigada por sus acciones y por su personalidad. Me parece que el combate promete mucho más de lo que parece. Me acerco a gran velocidad y lanzo una patada sencilla, aunque no por ello menos fuerte, hacia el vientre de la chica.

-Dejemos los asuntos trascendentales para otro momento... no importa de donde vengamos o a donde vayamos... todos somos seres de este mundo, iguales a los ojos de los dioses.

Intenta esquivar la simple patada que le lanza. Y casi la esquiva. Bueno... no puede hacerle mucho... nunca ha peleado, ni entrenado ni nada de eso y ya es un milagro que alguien como ella esté durando tanto. Pero no se irá de allí sin dar un buen espectáculo... la gente recordará ese día como el día en que una extranjera se coló en el recinto del torneo y entró en él sin saber luchar... y encima está aguantando las embestidas de una de las luchadoras.

Echa atrás el brazo, con el codo flexionado y golpea duramente el hombro ya tocado de Denish.

¡Eres realmente buena!

Comento, divertida, ante su combate. Realmente esquivar mis patadas es difícil, pero ella se queda cerca. Y antes sólo conseguí darle tres. Veo su golpe contra mi malherido hombro y no puedo evitar intentar apartarme de su ataque, hacia atrás esta vez, siendo quizá algo más difícil para salir de su rango de ataque, sin demasiado éxito. Su golpe impacta, provocándome un gran dolor en el hombro.

Hasta en estos momentos tienes que ser tan... Trascendental. Aunque en el dolor...

Sonrío sin terminar la frase, para arrojarle otra retaíla de patadas, siendo únicamente la primera de ellas la poderosa, sin perder en ningún momento la sonrisa pese al enorme dolor que provoca que mi brazo apenas me responda.

Como sea, me detengo tras la tercera patada.

Esta vez Ishtar está demasiado cansada para esquivar las patadas. Todo parece moverse a cámara lenta para Ish. La primera patada la golpea echándola hacia atrás y dejándola atontada... los siguientes, solo puede hacer el mínimo esfuerzo para intentar moverse... sin éxito...

Cae al suelo, lentamente, inconsciente...