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The Dragon Gate: El esperado encuentro

El inicio de otra nueva aventura - Escena II

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10/03/2012, 20:50
Eleara

La noche siguió a la tarde, mientras los viejos amigos dedicaban una hora tras otra a ponerse al día, recordar viejas historias y elucubrar sobre posibles nuevas. Fuera del reservado, clientes iban y venían disfrutando de su día, y más de uno aprovechó algún momento para asomarse y saludaros, después del tiempo que llevabais fuera. No hacía falta mucho para que corriese la voz por el pueblo de que varios de los hijos pródigos habían vuelto de sus largos viajes. Por supuesto, alguno se llevó un par de gritos de reprimenda por parte de la camarera, que se había tomado como personal el que pudieseis disfrutar de la tarde.

Y llegó la hora de la despedida. Cada uno por su lado, lentamente, os vais disgregando a vuestros respectivos hogares, con la perspectiva de disfrutar de una buena noche tras un gran día. Lejano os parece ya el ataque de la mañana, aunque no por ello pueda dejar de preocuparos, y una buena cama es mucha mejor compañía que las dudas e inquietudes.

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10/03/2012, 20:51
Director

Tres días han pasado desde el de vuestra llegada, días que habeis dedicado para poneros al día, reparar o reabasteceros de inventario y de saludar y visitar a todo el que quisieseis visitar o saludar. Es más, la calma de la espera ha conseguido que ebulla en vosotros las ganas de aventura. Es por eso que, cuando un mensajero del alcalde de Fenwood os hace llamar a su presencia, teneis claro que hay algo más en el fondo de todo esto que el mero hecho de daros la bienvenida al pueblo.

Notas de juego

Si quereis narrar algún evento corto de lo que ha pasado estos días (en solitario), posteadlo también. Si quereis narrar algún evento relativamente más largo o entre varios, adelante con los Recuerdos pasados.

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12/03/2012, 13:58
Arbahin

Las horas pasaron como si minutos fueran, la bebida corria por sobre la mesa a la misma velocidad que las anecdotas. Risas, carcajadas o momentos de silencio cuando la historia lo ameritaba era la musica de esa fiesta. La alegria era casi palpable, como si fuera un tesoro mas grande del que Imhol pudiera encontrar jamas o el equilibrio que Arbahin pudiera conseguir en la naturaleza. De vez en cuando, alguien los saludaba, muchos extrañaban a Kromwill y mas de una muchacha le lanzo un beso que el guerrero supo esquivar como mejor podia. Por muchas horas fueron una vez mas una familia.

Cuando ya era hora de separarse, pues cada uno tenia gente que visitar o cosas que hacer, Arbahin pago su cuenta con un pedazo de oro. El metal era algo oscuro y obviamente no estaba acuñado. Luego de su bolsa sucia y descuidada saco otra cosa, era algo blanco y pequeño, se lo tendio a Eleara diciendo.

-Me dijeron que era bonito, especial...- se encogio de hombros-. Dicen que vale mucho, no se porque. En fin, a ti te quedaria mejor- le dejo la perla que habia encontrado en sus muchos viajes a la costa por ostras y se marcho.

Se acompañaron mutuamente, separandose cuando el camino asi se los pedia. Los ultimos que quedaron fueron Elius y el licantropo, el primero riendo y contando aun mas anecdotas y el segundo escuchando encantado. Reir era algo tan fascinante que jamas se cansaba de oirlo. Luego, cuando Elius se quedo en su cabaña, Arbahin continuo caminando, internandose en su bosque.

Al llegar a su precaria cabaña, se quedo en silencio, escuchando a la naturaleza llamandolo. Dejo su bolsa y salio a cazar. Un pequeño jabali se convirtio en su comida ese dia. A pesar de los muchos filetes que le dio Eleara no era lo mismo que cazar tu propia carne, tenia otro sabor, otro gusto, otra sensacion. Luego, despues de recorrer muchos kilometros vigilando los alrededores, volvio para dormir una buena y relajante siesta. Si era de noche o de dia le daba igual, ese tipo de horarios no iban con el, solo dormia cuando lo necesitaba, comia cuando queria y hacia lo que queria y sentia.

Fue por eso que el mensaje le llego de casualidad, pues estaba en el pueblo para ver si alguno de sus amigos queria hacer algo especial ese dia. El mensaje era simple y conciso, eran pocas las veces que habia visto al alcalde, a pesar de que este estaba muy agradecido por todo lo que hacia su lobuno guardabosques. Sin duda era algo importante el que los haya citado...

Notas de juego

muy largo quedo perdon ajja

Pues a mí me ha gustado. Eso sí, ponlo en genérico para que todos puedan disfrutarlo igual que yo :D

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12/03/2012, 18:36
Kromwill Rojoalbor

Kromwill disfrutó de la comida y el reencuentro en la taberna de ése día como el que más. Rió, hablo con sus amigos, comió y bebió, en una fiesta auténticamente maratoniana, que se extendió durante prácticamente todo ése primer día.

Los otros días fueron más calmados en ese sentido. Siguió encontrándose y pasando tiempo con sus amigos, pero también con su familia. De hecho, volvió a cruzar aceros con su padre en entrenamiento, y en ésa ocasión casi le gana. Pero aunque el peso de los años no perdonaba ni siquiera a alguien como su padre, su mente seguía lo suficientemente aguda y disciplinada, y supo pillarle en un paso en falso y acabar con aquello.

También entrenó con Imhol, reparando en que había aprendido a usar la lanza mejor que las últimas veces.

Sin embargo, no todo fue bonito. Aquella maldita extremidad seguía dándole guerra, como dolores constantes de mayor o menor intensidad, algún pequeño ataque de furia... también tenía la sensación de que algunos sueños extraños y pesadillas que estaba sufriendo emanaban del propio brazo. Pero aguantó todo aquello estoicamente, ya que no quería preocupar a sus amigos, ni que lo rechazaran al descubrir la verdad.

Aparte de éso, y del mantenimiento de su equipo y la adquisición de un escudo de acero de borde afilado, comprado al padre de Gruntah, el guerrero no hizo nada destacable, hasta que llegó la carta el mensajero del alcalde.

"Parece que nos ponemos en marcha otra vez..."

Notas de juego

No es una carta, es un chaval joven (de media generación más, tiene unos 15 o 16 años) y se saca unas pocas monedas haciendo recados y yendo a llamar gente para el alcalde u otros cargos políticos derivados. También entrega citaciones y toda esa clase de parafernalia. Vamos, que vendría a ser el becario. Y los mensajes así los da de boquilla, que el papel está muy caro.

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12/03/2012, 19:26
Gruntah

Para Gruntah apenas había pasado tiempo desde que se había separado de sus progenitores, ya que hacía tiempo que había regresado a su hogar. Su madre le preguntó por el reencuentro mientras preparaba cuidadosamente una receta desconocida para el hechicero, y ni siquiera se cruzó con su padre. El enorme herrero seguía trabajando en la fragua, y Gruntah no creyó adecuado interrumpirle.

Tras reposar y recolocar unos libros en la biblioteca que alguien había ordenado descuidadamente, Gruntah se dedicó a revisar entre los gruesos volúmenes alguna mención a esas extrañas criaturas que les habían atacado. Revisó Archivos, Bestiarios e incluso preguntó a su madre, pero no supo encontrar rastro alguno de los sobrenaturales atacantes.

Frustrado, se marchó a la laguna a nadar. Llevaba tiempo sin retozar ocioso, y su cuerpo agradeció el contacto con el agua. No fue hasta pasado un tiempo que percibió una presencia cerca suya, pero no era algo atemorizador. Un joven chiquillo, de los típicos humanos que agradecían llevarse algún dinero por hacer recados, le esperaba pacientemente en la orilla para darle un mensaje.

- Ya era hora - bromeó para sí.

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12/03/2012, 20:15
Imhol

El tiempo... es un curioso concepto, pero juraría que, para el pueblo, no han pasado más que unos minutos desde que nos marchamos. Los mismos árboles decoran su silueta, el mismo viendo mueve sus hojas, y, aunque no los mismos pájaros, su progenie continúa armonizando el silencio desde sus nidos.

Mi familia también está bastante bien, sobre todo mi hermana, la veo más jovial y activa que cuando me fui, y eso me alegra mucho.

Había estado también entrenando con Kromwill, había mejorado muchísimo, ni siquiera siendo mucho más rápido que antes pude vencerlo.

 

Y allí me encuentro yo, tumbado sobre un pequeño montículo de hierba, sintiendo el viento recorrer mi cuerpo.

Un chiquillo llega y me avisa de que el alcalde quiere vernos.

Pues vamos para allá.

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12/03/2012, 20:56
Gloria

Gloria disfruto de cada segundo con sus amigos, sus hermanos, su familia. Era realmente hermoso tenerlos cerca, le hacian sonreir, le hacian sentir unica y especial, como una princesa custodiada por sus flamantes guerreros.

Las risas iban y venian, algunos comentarios llenos de vicio y batallas contadas con la mayor realidad posible. Era el tema de cada segundo de aquel encuentro.

La sacerdotisa no tardó en hacerse de nuevo con el Templo, no había cambiado en nada. Caminaba, limpiaba y rezaba siguiendo el mandato de su Dios. Predecía, cuando la gente iba a buscarla, entrenaba sus nuevos poderes cuando poseía tiempo libre. Contaba historias a grupos de niños que acudian prestos tras la comida del mediodia para verla y disfrutar de aquellas palabras que salian de sus labios.

Tambien habia pasado ratos libres con sus amigos, pero ahora las cosas se notaban diferentes, ya no eran aquellos niños que jugaban a cada rato...ella era diferente...ellos habian cambiado.

Unos de esos dias que estaba reunida con los niños en la tarde, un mensajero del alcalde la avisó de que era convocada para algo.

Habrá que ir

-Bien pequeños, seguiremos la historia mañana ¿De acuerdo?

Aunque desilusionados, todos se fueron, dejando que Gloria pudiera acudir a aquella cita.

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12/03/2012, 22:24
Elius Brezon

Tras el animado encuentro en la taberna, todos habían tenido unos días para ponerse al tanto de la vida de Fenwood con más tranquilidad.

A pesar de que me emocionaban las aventuras, había echado de menos la calma de la aldea, y aquel breve descanso había sido lo que realmente necesitaba después del largo viaje.

Principalmente, había ayudado a mi padre en las tareas de la medicina, disfrutando de cada paciente como si nunca lo hubiese hecho. Sin embargo, las cosas habían cambiado y ya no era aquel "joven aprendiz hijo de-", sino que me había forjado mi propia profesión y aprendizaje. Para aliviar un poco su carga, me había ofrecido a realizar algunas visitas mientras que él descansaba en casa. A otras habíamos ido los dos, alternando el papel de "observador" de uno a otro. Cuando era yo el que trataba a los enfermos, notaba la mirada ansiosa de mi padre, mezcla de emoción, curiosidad, miedo y rechazo, por si hacía algún uso de la magia. Sin embargo, por suerte para mí y semi-decepción para él, ningún asunto lo requirió, y ejercí de modo tradicional como él siempre quería que hubiese hecho.

Además del trabajo, había visitado a viejas amistades, pero sobre todo había disfrutado del conocido entorno. Paseando por el bosque, bajo los recuerdos de cada uno de sus árboles. O caminando por las calles de la aldea, observando con orgullo las nuevas generaciones de niños, que como ellos, crecían jugando que eran bravos guerreros y libraban grandes batallas contra el mal.

Sin embargo, parecía que el descanso se había acabado por el momento. Hacía un ratito que un joven mensajero acababa de marcharse de mi casa tras darme su recado: El alcalde quería vernos. En mi interior resonó una palabra con fuerza: "Aventuras"

Así que cojo mi bolsa, y levemente emocionado, me dirijo hacia el centro del pueblo.

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21/03/2012, 18:28
Jeddek Stormhorn

Cuando vais llegando gota a gota, uno de los ayudantes del alcalde, un joven elfo que lleva varios años sirviéndole para aprender maneras administrativas, os hace esperar en el exterior, junto a la puerta, hasta que llegais los seis, y entonces se marcha al interior para avisar de vuestra llegada. No pasa mucho tiempo cuando escuchais el ruido característico de las pisadas de un minotauro descendiendo unos escalones, hasta que a los pocos segundos el rostro del alcalde se asoma por la puerta, y al veros pone una mueca que en su especie representa una sonrisa.

-Venid conmigo, demos un paseo. Estoy convencido de que nuestro guardabosques lo agradecerá, en vez de encerrarnos en una habitación pequeña. -Y después de eso, echa a caminar siguiendo una de las paredes hasta llegar a una portezuela de madera, tras la que podeis ver un jardín. Cogiendo el pomo con suavidad, el minotauro entra en el recinto y os invita a hacer lo mismo, para cerrar con el mismo mimo tras pasar el último de vosotros. Viendo vuestras miradas de duda, habla en tono quedo. -Aquí no, aunque nos encontremos en el exterior, siguen habiendo ciertos sitios donde tratar los asuntos más formales. Por aquí. -Y vuelve a emprender la marcha, adelantándose un poco para dejaros platicar con un poco de privacidad.

Notas de juego

Ya hemos (he) vuelto, ¡y esta vez con post!

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21/03/2012, 19:41
Kromwill Rojoalbor

El guerrero saludó al alcalde con cortesía, había llevado bien el pueblo y éso le merecía, si no admiración, al menos respeto. Sin embargo, por algún motivo sospechaba de que alguien que no debiera escuchara lo que tenía que decirles. Kromwill no sabía que es lo que temía el alcalde, pero le siguió tranquilamente.

"¿Quizá sea por ésas cosas que nos atacaron?"

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21/03/2012, 20:21
Arbahin

Apenas llego se quedo parado, esperando, sentarse estaba descartado pues su enorme tamaño y peso se lo impedian, pero tambien lo era la sensacion de encierro. Su cabaña era poco mas que un techo, una pared en un costado y media en el otro. Nunca entendio porque los humanos y otros seres querian vivir siempre prisioneros en lugares asi. Es por eso que agradecio con un gesto cuando el alcalde los invito a caminar.

Pero habia mas, no queria que nadie escuchara lo que iba a decirles. Arbahin decidio asegurarse tambien de que no hubiera nadie cerca, asi que olio el aire y escucho el rumor del viento hasta tal punto que le molestaron los pesados pasos del gigante con cuernos y su amigo guerrero, pero lo soporto pues queria estar convencido de que no habia nadie. Pues debia ser algo muy peligroso, el alcalde no les haria perder el tiempo porque si.

Se mantuvo callado, no era de hablar mucho ante extraños, aunque estos sean alcaldes y tengan mucho renombre. Se necesitaba mas que eso para "llegar" al enorme lupino.

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23/03/2012, 01:19
Elius Brezon

El alcalde camina suavemente unos pasos por delante de nosotros. Su andar es elegante y distinguido, pero lo hace con naturalidad. Puedo imaginarme cuantos paseos habrá dado por aquel recinto, bien preocupado por algún asunto que atañe a la aldea, bien por el placer de distraerse y disfrutar de los placeres que la tranquilidad de la naturaleza puede otorgar a cualquier ser.

Intentando disimular mi incomprensión, miro a mis compañeros y manifiesto mis preocupaciones en voz baja:

- Si hasta la hierba tiene oídos, esto tiene que ser importante...

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23/03/2012, 11:38
Gruntah

Gruntah había caminado junto a sus compañeros algo abstraído en sus propios pensamientos y echando un vistazo a la construcción de la vivienda y lugar de trabajo del alcalde. Debía reconocer que era un tipo con cierto buen gusto, aunque no le terminaban de convencer los recargados adornos de las columnas exteriores. Pero cuando Stormhorn insinuó que su conversación podía ser demasiado importante para realizarla en su despacho, le picó la curiosidad draconiana y agitó la cola, nervioso. Le gustaban los puzzles, los enigmas y los misterios, y si a eso le añadía el misterioso ataque del camino, la situación tenía toda los ingredientes para tener a Gruntah contento.

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23/03/2012, 17:37
Imhol

Sigo al alcalde por el exterior del edificio,m realmente resulta más agradable mantener una conversación con una leve brisa acariciando tus mejillas que encerrados en un cuarto.

-Me alegra ver que todo parece seguir bien por aquí. - Comento tratando de quitar tensión al asunto.

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27/03/2012, 22:41
Jeddek Stormhorn

Siguiendo al alcalde y su paso tranquilo, podeis ver a vuestro alrededor una sucesión de distintas combinaciones de árboles, arbustos y flores que recuerdan en gran medida terrenos salvajes, aunque esforzándose un poco es posible percibir que en realidad están muy bien cuidados para lograr esa impresión. Después de unos minutos de paseo siguiendo los caminos que tiene el jardín, empezais a escuchar el murmullo del agua fluyendo y frente a vosotros se alza un pequeño lago con una cascada de rocas, que se nutre de un efluente del rio, y que determina el final del jardín. Podeis ver varios pájaros flotando y pescando en el agua, y pasando un puente de madera veis un cenador con varios asientos de piedra alrededor de una mesa... aunque uno de los asientos está ocupado por una mujer de tez negra y ojos amarillentos. Al veros llegar, Erelieva cambia de cruce de piernas mientras hace un gesto difícil de interpretar. Visto lo visto, está claro que el alcalde os guía a una conversación en la que hay un bando más del que creíais. Cuando por fin cruzais hasta allí, el minotauro es el primero en hablar.

-Y ahora que ya estamos aquí -os hace un gesto para que tomeis asiento-, podemos pasar a discutir el asunto que nos concierne. Tengo entendido que ya habeis tenido antes relación con Erelieva, por lo que me ahorraré las presentaciones. El asunto no la preocupa solo a ella, sino que también afecta en cierta medida al pueblo, y es por eso que me he decidido a actuar como intermediario, pero en definitiva ella es la que ha insistido en contar con vuestros servicios ya que habíais vuelto, por lo que dejaré que sea ella quien os explique a qué os ateneis.

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27/03/2012, 22:59
Erelieva

La elfa se mantiene silenciosa y taciturna, mirando fíjamente al alcalde y sin girarse un ápice para prestaros atención hasta que éste termina de hablar. En ese momento, una de sus miradas analíticas de comerciante os recorre uno a uno antes de decidirse a tomar la palabra, y luego hace un gesto extraño con los ojos y empieza a darle a la lengua.

-Hará un par de meses uno de mis contratistas -y notais cierto retintín en la última palabra- portaba un objeto de interés que no os interesa y que resultó muy costoso, cuando fue asaltado en el camino por una banda de cortagargantas. No salió de la emboscada, pero tuvo tiempo para mandarme un mensaje contándome lo sucedido. Podría ser un caso aislado, pero desde entonces viene sucediendo con repetidos envíos tanto de adquisición como de venta. Los bandidos siempre saben dónde atacar y capturan las presas más suculentas para sí. Vuestro encargo consiste en, y tened claro que sereis bien recompensados por ello, capturar o eliminar a la banda de asaltantes y recuperar todo lo posible de mis pertenencias robadas. Si no teneis ninguna duda, Jeddek se encargará de contaros los detalles del plan.

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28/03/2012, 00:01
Arbahin

No parecio detectar nada especial en el aire, asi que se concentro en lo que veia. El gusto del gobernador comenzaba a agradarle, si bien sentia que nada de eso era real, como si el camino de la naturaleza fuera encausado en vez de dejarlo ir a su gusto, era mas aceptable que gran parte de la ciudad. Incluso vio algunas flores que crecian en lo mas profundo de cañadas y quebradas. Admiraba el canto de unos pajaros cuando un aroma sacudio sus fosas nasales.

Arrugo el morro, habia cierto toque familiar, parecido al de Eleara, pero diferente. Erelieva, la mercader, no la conocia mucho, pues el no comerciaba. De vez en cuando cambiaba alguna cosa, pero nada importante. Cuando todos tomaron asiento, el enorme licantropo lo hizo pero en el suelo. Mientras hablaba miraba intensamente a la elfa, la veia tan delicada y fragil, aunque tenia cierta fiereza que le recordaba a los felinos.

Conocio a varios elfos en sus viajes, en su mayoria eran tolerantes a seres como el, todos eran seres de la naturaleza. Pero esta elfa era por demas de arrogante, hablaba con ellos pero pareciera que les hiciera un favor al hacerlo. Arbahin ignoro esto, creia que el orgullo era el invento mas estupido despues de las ciudades.

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28/03/2012, 11:32
Gruntah

Gruntah no pudo reprimir un leve resoplido de fastidio que hizo que Imhol esbozara una leve sonrisa. Todas las fantasías que el draconiano se había hecho acerca de una reunión clandestina en un lugar secreto con algún mandatario de un reino lejano se desvanecieron al ver a la mercader. No le gustaba especialmente, ya que trataba a todos y a todos como si tuvieran un precio. En cierta ocasión intentó comprarle un libro de conjuros que prácticamente había rescatado de las manos cadavéricas de su propietario en una polvorienta mazmorra, y estuvo insistiendo a Gruntah durante aproximadamente media hora hasta que finalmente desistió. ¿Cómo podía ponerle precio al conocimiento antiguo? ¿A los secretos?

Se sentó con evidente fastidio en el frío banco, quedando lo más lejos posible de la mercader. Con una mano sobre otra, escuchó a Erelieva atentamente, y finalmente volvió a suspirar. Iban a cazar salteadores... fantástico.

Notas de juego

Arreglado

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28/03/2012, 16:49
Kromwill Rojoalbor

Kromwill no tenía muchas ganas de sentarse, pero decidió que en aquel momento sería mejor ser educado, y tomo asiento, cruzado de brazos y escuchando la petición de la mercader.

"Salteadores, ¿eh?... en fin, hay que hacer de todo. Aunque parecen bastante metódicos y profesionales, quizá aún nos den algo de pelea"

 

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29/03/2012, 01:28
Elius Brezon

Al llegar, tomo asiento en uno de los bancos. A pesar de que los rayos de sol tocan la zona donde me he sentado, el frío de la piedra me hace acomodarme un poco mejor en mi sitio.

Conozco demasiado bien a mis compañeros como para notar que se sienten algo incómodos al escuchar el relato de Erelieva, y no es de extrañar, pues el desdén que la elfa nos demuestra no es agradable para nadie.

Al terminar de hablar, le formulo educadamente una pregunta:

- ¿Los asaltos ocurren en los caminos de la periferia de la aldea? ¿o se trata de lugares más alejados de aquí?