Partida Rol por web

sentencia con rabia contenida, justo antes de levantar el brazo con el arma y descargar dos tiros sobre la sien del reo.

John adelanta la mano hacia el predicador

- ¡N..!

Y deja caer los brazos con un suspiro. Se adelanta hacia el cadaver, desata la venda la hace una pelota y la tira por la ventana.

- Supongo que ya no necesita esto.

Rebusca entre sus ropas a ver qué encuentra...

- Imagino que no llevará una petaca de whisky, este viaje se me está haciendo eterno.

- Sigamos adelante con el plan original: llevar la caja tal cual está. ¿No dimos nuestra palabra?

Cansado tras la batalla, Andreijk intenta ayudar a limpiar las heridas y a atender a los heridos. Sin embargo, su corpulencia no le permite moverse con libertad por el vagón y no puede ser de mucha ayuda. Parece que John y Ada se apañan bastante bien solos, así que Andreijk deja caer su pesado cuerpo en uno de los asientos del vagón y no hace mucho. En un par de ocasiones ayuda a Ada trayendo el agua caliente desde la sección delantera del tren, pero no hace mucho más aparte de dar algún traguito a la petaca (a la segunda, la primera lleva ya un tiempo vacía).

El gigantón sonríe de forma irónica cuando Bobby el Tuerto les cuenta la historia de los 100.000$ y les propone unirse a él. Andreijk nunca haría eso, y está seguro de que Wu y Ada tampoco lo harían. Los demás? Quién sabe... pero seguramente no. El predicador es un hombre bueno y su hermano también parece una buena persona. El pobre tiene mal aspecto, con una venda muy aparatosa en medio del pecho y con el brazo en un improvisado cabestrill; Bobby el Tuerto dice que no lo volverá a usar en la vida. Andreijk siente pena por el pobre hombre. Espera que Bobby se equivoque.

Cuando Bobby cambia su historia para decir que hay dos cajas en el tren (la de Grangel y la del banco) la sonrisa del gigantón se ensancha. Pues sí que tiene morro este tipo... qué cabrito, si hasta me está empezando a caer bien...

Wu, sentado a su lado, le toca en el hombro y le dice:

- Caja... Glangel... Gualdal, gualdal.

Andreijk asiente con la cabeza y se levanta para llevar la caja a su lugar... aunque después de lo que ha pasado, tal vez vaya más segura con ellos en el vagón de pasajeros?

- Jo'puta... ¿Saltal?

- Saltal, que salte tu madre, chino. A mi dejadme ir por la parte de atras.

"Definitivamente tiene agallas, me cae bien", piensa Andreijk mientras se adelanta para coger la caja pasando por encima de Bobby, atado e inmovilizado en el suelo. El resto de sus compañeros siguen hablando:

- Predicador, tú pareces conocer a este malandrín mejor que nadie, ¿qué destino le damos? ¿Aplicamos la justicia divina?

No serán capaces de matar a un hombre a sangre fría... No sé de dónde ha salido este tal Isaiah Colt, pero no me gusta el rollito que lleva...

Adreijk coge la caja del suelo con las dos manos, y pasa por encima de Bobby otra vez llevando la caja con esfuerzo. La caja pesa como si llevara dos muertos dentro. Pasa intencionadamente por delante de Isaiah Colt para que éste tenga que apartar la pistola a su paso. A su espalda, el predicador intenta calmar los ánimos:

- Es un mentiroso, un ladrón, un asesino y culpable de todos los pecados que se te puedan ocurrir. Además, yo no me fío de la historia que nos acaba de contar... A pesar de ello, parece que Dios le ha perdonado y quiere que siga vivo...

Andreijk sonríe mientras se agacha para dejar la caja en el suelo.

- ...pero yo soy más débil y no te perdono lo de Jeb, imbécil!

BANG!

Andreijk se da la vuelta con las pupilas dilatadas y la boca abierta. El predicador tiene el brazo extendido y el revólver aún humeante. En el suelo, Bobby el Tuerto tiene un agujero más en medio de la frente y fija su único ojo en el techo con la pupila vidriosa.

Andreijk deja la caja en el suelo sin más y se sienta, algo mareado y ajeno al mundo, sin ver realmente lo que hacen los demás, ni oir lo que dicen. A su alrededor sólo ve gente muerta: Petunia, el hombre de gris, Bobby, el indio... Sólo muerte...

Andreijk se mantiene taciturno prácticamente todo el resto del viaje.