Partida Rol por web

Socorro.

Un pueblo más, un lugar en ninguna parte. Para una mujer, la vida en el oeste es complicada. Si no trabajas como puta, todos te miran como si lo fueras, y eso a veces es una ventaja, porque puedes acercarte justo lo que necesitas. Los hombres son presas fáciles y en un lugar así, encontrarás justo lo que necesitas. ¿El saloon?  Seguramente sí. Estará lleno de hombres con sus carteras repletas de dólares deseando pasar a tus bolsillos. Además has oído que hoy han llegado un buen puñado de ganaderos, así que habrá mucho dinero moviéndose por todas partes.

Por fin habia llegado al pueblo de "Socorro", la verdad es que me resultaba gracioso aquel nombre pues si alguien gritaba no sabrian si era porque realmente necesitaban ayuda o porque estaban nombrando al pueblo y aquello me iria realmente bien; al encontrarme en los limites de este ya notaba como la gente me miraba, los hombres seguramente admiraran mi enorme belleza cosa que les llevaria a la perdicion y a vaciar mas de uno de sus bolsillos, las mujeres en cambio supongo que se sorprendian de que vistiera como un hombre y es que era lo mas comodo para viajar y llevaba poco equipaje asi que no podia llevar ningun vestido encima.

El mejor lugar y alq eu siempre iba en primer lugar cuando llegaba a una ciudad era el "saloon", era el lugar ideal para vaciar algun que otro bolsillo y comprarme un bonito vestido con el que pasar desapercibida mientras estuviera alli pero tambien era el lugar con mas ojos de la ciudad pero con alguna de las hierbas que llevaba en el bolsillo tal vez no fuera tan dificil, tambien en el pueblo solo se comentaba que habian llegado un puñado de ganaderos asi que podia ir al lugar donde se concentraban, este seguramente tendria menos vigilancia y pasaria algo mas desapercibida pero donde estaria la gracia entonces.

Baje de mi caballo y camine orgullosa y portente buscando el saloon, me sentia poderosa cuando notaba una mirada sobre mi y asi se lo hacia saber a la gente cada vez que me miraban sonriendoles o saludandoles, una vez llegue al saloon ate el caballo al abrebadero para que saciara su sed pues el tambien habia tenido un largo viaje y seguramente se encontrara tan cansado como yo y me adentre en el saloon.

En cuanto entraste, te invadieron el humo, el olor a alcohol y a vicio. A pesar de la hora, más o menos mitad de la tarde, estaba lleno. Las mesas de Poker estaban llenas y las prostitutas llamaban desde arriba para que aquellos que quisieran, se fuesen servidos de otra manera.

Para ti todos los hombres eran iguales, así que era cuestión únicamente de acercarte a cualquiera de ellos y quitarle lo que tenían... con una sonrisa dulce y sexy.

En cuanto abri la puerta el inconfundible humo y olor a alcohol me hicieron saborear el dulce tacto del dinero que en aquel momento era escaso en mis bolsillo; era mitad de la tarde pero parecia que aquello no importaba ya que el saloon se encontraba repleto, dibuje mi mas amplia sonrisa e incluso he de reconocer que salive un poco al pensar en todo el dinero que en aquel momento se encontraba en aquel lugar y que iria a parar a mis bolsillos.

Los rumores eran ciertos un puñado de ganaderos se habia congregado en aquella ciudad y por lo visto muchos de ellos seguro se encontraban alli, empece a caminar por la sala en busca de cual seria el mejor "primo" al que engatusar, al pasear observe como las prostitutas reclamaban desde arriba con sus encantos y alguna otra cosa que alguien subiera y se fuera "servido" de alguna otra manera, ellas no lo sabian pero as u vez tambien me servian a modo de distraccion para mis propositos.

Las mesas de cartas estaban repletas de jugadores, alguno mas mono que otro pero aquello no me preocupaba yo solo queria una cosa... asi que finalmente me decidi por acercarme a la mesa en la que parecia que el volumen de juego era mayor, me acerque tranquila, firme en mi porte sin querer pero a la ver queriendo llamar la atencion.
-Señores - dije saludando a los hombres de la mesa a modo de educacion pues no era muy honrable acercarse y hechar un ojo, ademas si estaba alli quieta delante de ellos tal vez sospecharian pues no era comun tener a muchos mirones, rodee algo la mesa no a modo de ver las manos que cada uno de ellos tenia sino que pareciera que buscaba al que mas me atrayera aunque realmente buscaba al que parecia tener mas ganancias y en aquella "vuelta" aprobeche para birlarle a uno alguna de sus ganancias. Mi mano aunque no habia sido tan limpia como lo hacia siempre lo habia sido y acabe colocandome detras de uno de los hombres que tenia a su izquierda pero algo alejada de él, queria ver en que acababa aquello y si en su disputa al ver que le faltaba algo de efectivo podia acabar de llevarme algo ya que en mi primera mano mis ganancias no habrian sido todo lo fructiferas que deseade.

No conseguiste demasiado y estuviste a punto de ser descubierta, pero tuviste suerte. A menudo contabas con ello. El hombre al que le habías robado ya no podría mirar la hora ni tampoco sería capaz de pagarse su whisky, y no sabría cómo era eso posible.

Aquello te hizo sonreír. Siempre lo hacía.

Un vaquero se acercó a ti, llevando su aliento a tabaco y alcohol, y unos ojos chispeantes.

-Hola, pequeña. ¿Por qué no te quedas conmigo? -dijo, medio borracho, mientras te abrazaba. Sus brazos sudorosos te envolvieron y de repente te viste casi atrapada.

Pero cuando estaba al lado de aquel nuevo hombre cerca del que habia robado sonriendo y esperando disfrutar de un "bonito" espectaculo alguien me estropeo el momento; sin darme apenas cuenta cosa que era dificil un hombre se acerco a mi, por como daba sus pasos, de un lado a otro y erraticos se sabia a la legua que estaba borracho pero cuando ya se acabo de aproximar a mi y me hablo fue lo que lo confirmo.

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Su pestilente aliento a alcohol y tabaco hicieron que una subita sensacion de vomito subiera por mi garganta y aunque la supe disimular muy bien pues en aquello consistia mi "trabajo" la sensacion de asco seguia persistente en mi cuerpo y patente en mi garganta pero ya cuando me atrapo en su abrazo...
Me lo quede mirando y poniendo mi mejor sonrisa y mi cara de furcia le dije acentuando el tono sensual en las palabras
-Cuanto tienes vaquero?? Estaba claro que aquel hombre no iba a probar la mercancia pero crear un enfrentamiento tampoco era beneficioso para mi asi que seguiria con aquel juego si era lo que queria y en cuanto lo tuviera en mi terreno le sacaria hasta el ultimo penique que tuviera en los bolsillos.

El vaquero te miró, ofendido. 

-Tengo algo que te gustará mucho, estoy seguro -te dijo con una sonrisa boba, tocándose el paquete. Era vulgar, parecía vulgar y olía vulgar.

-Si vienes conmigo afuera te lo enseñaré. 

Y tras decirte eso, te empujó en dirección a la salida.

El vaquero parecia ofendido antes mis palabras

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El hombre me solto para tocarse el paquete a modo de hacerme saber que aquello iba a encantarme y a satisfacer mis instintos pero aquello aun provoco mas repulsa en mi e intento empujarme a la salida, hacer algo alli ante tanta gente seria un completo suicidio y lo sabia bien pues seguramente hubiera mas de un macho como aquel que estuviera de su lado o que si le dejaba en ridiculo me hicieran acordarme de el a parte no podia demostrar abiertamente mis habilidades o si no el hombre al que acababa de robar sospecharia de mi.
-Esta bien vaquero le dije con dulzura mientras caminaba Vamos a la parte trasera dije mientras caminaba de manera segura hacia el exterior y una vez alli a algun lugar en el que pudieramos estar "mas intimos"

Finalmente encontramos el lugar asi que intente arrinconarlo contra la pared antes de que el hiciese nada y al hacer esto le aprisione con una mano los huevos mientras con el otra le robaba la pistola que llevaba encima y le apuntaba.
-Mira sucia sabandija le dije con tono de desprecio Espero que sea la ultima vez que intentas algo asi con una mujer que no lo desee sino... continue diciendo apretando aun mas su parte intima con la intencion de hacerle daño Sera la ultima vez que puedas hacer uso de esto.

Espere que hiciera un gesto de que lo habia entendido antes de soltarte y que se largara de alli con el ego por los suelos, era peligroso en cualquier momento podia volver con algun amigo pero por el momento le habia dado su merecido y mi habilidad no habia sido descubiera al publico.

El vaquero ahogó un pequeño grito cuando tus dedos apretaron su más preciado tesoro. De repente, todas las ilusiones que se había hecho en aquellos escasos siete u ocho metros, desaparecieron en menos de siete u ocho milésimas de segundo.

-¡Oooouuuuuch!

El vaquero no pudo hacer nada para impedir que le quitaras la pistola y a partir de ahí lo único que le importaba era que la presión y el dolor que sentía desaparecieran.

-Sísisisisisisi, pero suéltame, por favor...

Cuando lo dejaste libre, sus piernas se doblaron y él cayó al suelo de rodillas, sosteniéndose sus huevos entre las manos.

-¡Eres una maldita puta! -te dijo entonces, volviendo a quejarse de dolor.

El pobrecillo no podia mas que suplicar y aquello casi hizo que una carcajada se me escapara pero cuando le solte y vi como caia la suelo sosteniendo su parte intima entre las manos hizo que nuevamente me sintiera superior. Sin darle la espalda pues sabia que en mas de una ocasion aquello no era bueno aquel cerdo solto su ultima frase.

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Dispare su revolver cerca suyo mientras con mi mano hacia un gesto de negacion
Que te he dicho de acosar a las mujeres?? despues simplemente me largue de alli tirando su pistola al abrevadero, mi siguiente parada?? Comprarme un bonito vestido que marcara mis curbas pero con el que poder moverme libremente, esconder los botines que consiguiera y pasar desapercibida.

De hay a buscar un lugar en el que dormir y buscar donde se encontraban los ganaderos, facil, no?

Después de aquello, saliste a la calle principal y localizaste la tienda del pueblo en donde había de todo, desde vestidos hasta dulces para los niños, comida o herramientas.

Dentro de la tienda, había varios hombres y mujeres comprando comida, semillas y también algunos útiles de labranza. Una mujer, la dueña de la tienda, se acercó a ti.

-Hola, querida. ¿En qué puedo ayudarte?

Despues de dejar a aquel hombre alli intentando recuperar su hombria y recordandole que no debia meterse con las mujeres empece a pasear por el pueblo, realmente se notaba que habia movimiento y cuanto mas hubiera mejor para mi, despues de caminar un poco por fin llegue a la "tienda" del pueblo que mas que una tienda parecia un almacen de lo grande que era, alli seguramente encontrara lo que necesitaba.

Alli dentro tambien habia movimiento, parecia que aquella tienda podia abastecer todas las necesidades del pueblo pues entre ropa, enseres y comida parecia que no faltaba de nada, me senti como una niña pequeña que acaba de entrar en una jugueteria o una tienda de chucherias y empece a mirar la ropa, no tenia muy claro lo que queria pues por un lado estaba entre comprarme un bonito vestido con el que pasar desapercibida pero aquello, en ocasiones, no resultaba comodo cuando se tenia que guardar un arma o salir corriendo y un pantalon en ocasiones no resultaba todo lo femenino que quisiera.

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La voz de una mujer peliroja me saco de mis pensamientos, mientras en la mano tenia un bonito y corto vestido.
No lo tengo claro le dije mirando indecisa Necesito algo con lo que sentirme comoda y moverme libremete pero a la vez sentirme femenina, que me aconseja?? le pregunte pues entre mujeres nos entendiamos y esperaba sacar de alli una idea mas clara.

¿Qué tal un arma? Creo que es lo más adecuado en un lugar así.

La voz procede de una chica que ha entrado junto a un joven. Tiene el rostro decidido y parece haber venido de lejos, porque hay polvo en su ropa, como si hubiese cabalgado durante bastantes jornadas.

Con el rifle en el brazo, camina hasta llegar a ti. 

-Nunca se es demasiado cuidadosa con los hombres.

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La voz procedia de una chica de pelo largo castaño que estaba acompañada de un chico me fije en ella, por su aspecto parecia que tampoco era de por aqui o por lo menos eso era lo que reflejaba su ropa llena de polvo; al parecer ha cogido un rifle que me esta enseñando.
Ni que lo digas le contesto animada y en aquel momento saco la pistola que le acababa de quitar el cerdo que habia querido propasarse esta acabo de quitarsela a uno que al parecer no sabia lo que es un "no"

Empece a pasearme por la seccion de armas mirando con cariño cada una de ellas, buscando algo pequeño y facil de esconder en cualquier sitio, finalmente me decidi por una de ellas Pero prefiero algo mas pequeño con lo que no te vean venir dije agarrando con decision aquel pequeño revolver que tenia tallado el cargador Aunque de eso me encargare despues dije volviendo a dejar el revolver en su sitio.

La verdad es que era agradable ver como las mujeres ya no eramos tan indefensas como los hombres pretendian y sabiamos defendernos solas y que aquella mujer se acercara a mi de aquella manera me hizo sentir poderosa

Donna vio que sus palabras no habían caído en saco roto y que empezabas a buscar un arma, así que se acercó a ti. Ni idea de para qué había entrado, pero en aquellos momentos parecía interesada en lo que ibas a hacer. Cuando escogiste un revolver, ella te miró.

-Ese no está mal. Aunque yo prefiero mayor potencia de fuego -te dijo, mostrándote su rifle. Entonces se giró hacia la dueña de la tienda.

-Estoy buscando al sheriff y me han dicho que estaba por aquí.

El rostro de la dueña se volvió más serio.

-No está aquí. Pasó hace un rato y encargó unas telas para su esposa, pero creo que iba al salón. ¿Donna, aún sigues con eso?

La chica parecía enfadada.

-¿Qué voy a hacer si no, rendirme? ¿Dejar que maten a los míos? ¿O preferirías que me dejase matar yo misma?

La mujer de la tienda no respondión.

-Está bien. Gracias. Vámonos, Ben -le dijo a su acompañante.

La chica me dijo que no estaba mal pero que ella preferia mayor potencia de fuego y despues se ensarzo en lo que parecia una acalorada discusion con la dependienta, al parecer buscaba al sheriff por alguna razon y no era la primera vez pero seguramente esta vez tampoco le harian caso. Como mujer que era como yo me senti identificada enseguida con ella y recorde en aquel momento la maldita promesa que le habia hecho a mi padre.

Desde que aquel mal nacido le habia herido ya no podia seguir realizando su "vocacion" de ayudar al projimo, ahora se encontraba practicamente incapacitado con los indios que me habian visto creer y yo me encontraba en una caceria para atrapar a aquel mal nacido y que se acordara de el dia en que habia malherido a mi padre, pero claro el no confiaba en su pequeña pues lo que me habia enseñado no era del todo "decoroso" y ahora me veia obligada a ayudar al projimo pero que mejor manera de hacerlo con una causa que realmente me gustara.
Que es lo que le sucede?? le pregunte a la dueña del establecimiento mientras aquella mujer que parecia realmente molesta y enfadada se marchaba del lugar

No sabia que le sucedia pero si podia ayudarla como mujer que era como yo lo haria y si conseguia la suficiente informacion de la tendera antes de perderla de vista iria tras ella y le facilitaria mi ayuda, si la necesitaba; despues de todo su actitud me habia gustado y las mujeres debiamos ayudarnos entre nosotras.

Cuando la pareja se marcho, la dueña suspiró aliviada y te miró buscando comprensión. Lo que no se esperaba era que le preguntarás por todo ello.

-Pues... esa chica vive en un pueblo de la frontera que está bajo el control de un grupo de ladrones y asesinos, y viene aquí a pedir ayuda. Pero el sheriff no puede hacer nada. No es su jurisdicción. Nos ha dicho que habló con los federales, pero éstos le han respondido que pueden actuar, al ser un territorio fronterizo, y que además no tienen gente suficiente.

La mujer niega con la cabeza.

-Es una chica fuerte, pero debería aceptar que nadie puede ayudarle.

Tras explicarte eso, la mujer esboza una pequeña sonrisa.

-Bien, ¿qué es lo que quiere entonces?

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Escuche a la dependienta explicarme la historia mientras miraba con tristeza como aquella mujer salia por la puerta, realmente estaba en un apuro nadie la ayudaba y la ley se negaba a ello como siempre la ley era ineficaz y aquello era injusto pues seguro que si se trataba de un hombre la cosa seria muy diferente.

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La voz de la tendera me saco de mis pensamientos.
Quiza la proxima vez le dije a la mujer mientras me dirijia a la salida en busca de la mujer que acababa de salir Si nadie en este pueblo quiere ayudarla tal vez alguien que no lo es lo haga y asi decidida fui en busca de proporcionarle mi ayuda