Partida Rol por web

Nació en Badajoz en 1973, su madre Rosa ama de casa y su padre Arturo dentista. Su madre recibió malos tratos y abandonó a su marido y se fueron a vivir a Madrid. Allí rehicieron su vida.

Esteban fue un estudiante correcto, consiguió sacar ingeniería mecánica con algún que otro año perdido, conoció a su mujer Tania y con 27 años tuvo a su hija Laia pero perdió a Tania en el parto. Abandonó la profesión de ingeniero, nunca consiguió estar bien pagado, y se puso a trabajar en un taller mecánico donde consiguió un buen dinero para mantener a su hija.

Y así trascurría su vida, largas jornadas de trabajo... Siempre regresaba tarde a casa del taller mecánico, pero aquel día, hace un año, no había nadie al llegar. La casa estaba vacía e impoluta, tras llamar al móviles de su hija, enviar Whatsapp, etc. acudió a la policía a interponer denuncia, le tomaron declaración, comenzó la investigación… y nada pasó, los medios se hicieron eco del caso, los programas más sensacionalistas hicieron el agosto con la desaparición de su preciosa hija, su cordura pareció alterarse, al poco tiempo dejó el trabajo sumido en un oscuro pesimismo y alcohol, intentó recopilar toda la información que pudo, volvió varias veces a la comisaria pero nunca estaba el detective del caso, todo aquello era muy extraño.

Tenía pocas pistas, no sabía donde buscar, comenzó de la manera más sencilla. buscando en Google sobre desaparecidos… poco a poco fue indagando, descubrió la deep web, descubrió foros que no deberían existir, descubrió dónde comprar y vender objetos y vidas, descubrió donde comprar videos horrendos, encontró un horripilante video de su hija, su niña, lo compró y lo recibió en casa, lo visionó con estudiado interés mientras sus ojos intentaban no ver aquello que ocurría pero las imágenes de violación, tortura y asesinato llegaban a su mente de manera subliminal, nunca olvidaría lo visto, solo obtuvo una conclusión, su hija ya no vivía. En lugar de adentrarse más en la locura se dedicó a estudiar el video y la página web, para su sorpresa descubrió que la web, detrás de muchos proxys, estaba alojada en Madrid.

Descubrió la localización y se armó para la situación. Con una llave inglesa grande, un arma y su ira consiguió infiltrarse en la nave industrial donde estaba aquella mafia. Encontró una ventana por la que poder saltar, allí sus manos rodearon el cuello de alguien que vigilaba o deambulaba, en el cuarto de al lado la llave inglesa destrozó el cráneo de otro, en la habitación anexa descargó tres tiros sobre un sujeto que desnudo estaba violando a una chiquilla de unos catorce años, podría haber seguido hacia adentro pero estaba armando demasiado ruido ya y la vida de aquella niña era valiosa, como lo hubiera sido la de su hija Tania.

Salió pitando en la furgoneta que aún guardaba del taller, mientras se alejaba del polígono, una mezcla de ira y corazón roto le inundaba al ver llorando a aquella chica que no hablaba nada de español.

... estaba listo para tomar su venganza.

Madrid a 6 de julio de 2015, 02:53 de la mañana.

El servidor que localizaste se encuentra en una nave industrial del polígono de San José de Valderas. Llegas de madrugada con una furgoneta del taller donde trabajas y aparcas a varias manzanas de distancia. La noche es fresca pero tu cuerpo hierve de expectación ante la expectativa de lo que va a ocurrir a continuación. Lo que va a ocurrir es algo que se venía fraguando desde que secuestraron a tu pobre hija... ¡¡¡Esos hijos de puta van a pagar con sangre la sangre que derramaron!!!

Pensando en tu venganza caes en la cuenta de que tus pasos te han llevado a las inmediaciones de tu objetivo, una nave sin rótulos identificativos y que podría parecer desierta de no ser por la luz que resplandece por las ventanas. Una pequeña alambrada de metal hace de barrera, más bien disuasoria que otra cosa, para que nadie ajeno a la empresa penetre en su territorio...

Esteban se agazapa a unos metros del objetivo y mira a un lado y a otro, parece que a estas horas no hay nadie por aquí..., saca un pañuelo del bolsillo y se limpia un poco de sudor de la frente, no tiene muy claro qué hacer, ni cómo, pero sí el por qué, los gemidos y aullidos del vídeo se cuelan en su mente y pese al frío parece sobrarle todo, con la mano izquierda da una última calada al cigarro, exhala el aire y lo lanza al suelo pisándolo con el pie.

Echa un vistazo alrededor y percibe la alambrada, con la radial que lleva en la furgoneta podría cortar un trozo pero el ruido alertaría a posibles vigías. En el bolsillo de trabajo del pantalón nota la llave inglesa que puede ayudarle a salir de algún entuerto además de alguna herramienta menor. El corazón le palpita a mil por hora, algo le dice que entre y algo que no, pero solo parece oír lo primero.

En cuclillas se acerca hacia el borde de la puerta metálica y se fija en el cuadro eléctrico, si hago pie en él puedo meterme dentro... asoma la cabeza por el borde del cuadro para ver si se ve algo de movimiento además de la luz de las ventanas, apoya su pie en el borde del cuadro y de una salto se cuela en el interior de la propiedad. Se acerca corriendo hacia la esquina y echa un vistazo a ver si la nave tiene parte de atrás accesible o no.

Intentas saltar la alambrada aprovechando el cuadro eléctrico y lo haces, pero tu pie se engancha en la alambrada haciéndote caer de bruces contra el suelo. No te has hecho daño si no tenemos en cuenta tu honra. Rezongando por lo bajo te levantas y, dolorido, te acercas a la esquina izquierda del edificio para observar el lateral de la parcela. Asomas tu cabeza y, ¡maldición! un hombre rubio, alto y fornido fumando un cigarro, aparece por la esquina que da a la parte de atrás, debe ser un vigilante haciendo su ronda. Está a unos cincuenta metros de tu posición, calculas que te da tiempo a emboscarle, esconderte o incluso volver a saltar la valla y poner tierra de por medio...

Esteban con el orgullo ligeramente maltrecho por el trompazo estudia sus opciones podría esconderme detrás de aquellas cajas y quizá diera la ronda sin detectarme, o podría intentar golpearle con la llave inglesa que llevo en el bolsillo... no parece llevar un arma a simple vista pero quizá la tenga y podría venirme bien, sí, eso es.

Esteban se acerca a las caja para usarlas un poco de resguardo para intentar sorprender al guarda y golpearle con la llave en la cabeza.

El vigilante, fumando su cigarrillo, se acerca en su ronda al lugar donde le esperas emboscado con la llave inglesa. Pasa a tu lado sin darse cuenta de lo que le viene encima hasta que percibe un movimiento por el rabillo del ojo que le alerta...

Esteban salta de improvisto sobre el guardián pero no lo pilla por sorpresa del todo, qué torpeza, más vale que le atice , con un gesto aprendido mecánicamente de apretar y soltar tuercas descarga un poderoso golpe con la llave inglesa.

Asestas un buen golpe sobre la cabeza del vigilante pero no consigues acertarle de pleno. Tu llave inglesa produce un ruido sordo al golpear contra el cráneo del vigilante que se tambalea hacia delante emitiendo un sonido entre sorpresa y dolor; es cuestión de segundos el que se recomponga pero tienes tiempo para asestar un segundo golpe....

Esteban se muestra sorprendido ante la resistencia del vigilante, ahora que lo miro de cerca es bastante grande..., una gota de sudor le cae por la frente y se le mete en el ojo obligándole a cerrarlo y mientras traga saliva aprovecha el desconcierto para intentar asestar un golpe más certero con toda su fuerza

Tu segundo impacto golpea con fuerza al vigilante pero este no cae, es duro el cabrón, aunque se nota que va tocado y como buenamente puede desenfunda una pistola que llevaba en la parte de atrás del pantalón y con la mirada enloquecida de alguien que se ve a punto de morir intenta apuntarte y disparar, trastabillando y con el cuerpo doblado hacia delante y ligeramente a la derecha.

¡¡¡PUMMMMM!!!

El sonido del disparo resuena en la quietud de la noche de una manera estruendosa, el fogonazo te ciega momentáneamente y sientes un dolor lacerante en el brazo izquierdo... ¡¡¡Parece que el muy cabrón se las ha apañado para darte!!!

Esteban no puede evitar soltar un alarido del dolor,¡Hijo de la gran puta! exclama Esteban sin poder evitarlo, joder, igual me he precipitado, no estoy preparado para esta clase de locuras... , mientras un montón de ideas revolotean por su cabeza, entre ellas huir, saber que todo lo que tenia está perdido le hace sacar fuerzas de donde no existen y golpea de nuevo a su adversario.

Descargas otro terrible golpe sobre la cabeza del vigilante con tu llave inglesa en la parte de atrás de su cráneo, produciéndose un ruido semejante a una sandia al partirse, al introducirse la cabeza de la herramienta en la cavidad craneal. Trozos de sesos y sangre empiezan a chorrear de la terrible herida mientras el hombre cae de rodillas  con los brazos laxos a cada lado de su costado; su pistola cae a su lado mientras termina de desplomarse, con un sonido sordo, en el suelo. Su pierna derecha convulsiona durante unos segundos hasta que se queda inerte y un charco de espesa sangre oscura empieza a formarse alrededor de su cabeza.

Esteban con una mezcla de horror y excitación lucha contra la comida que pelea por salir de su estómago, esto es más fácil de pensar que de hacer, se agacha para sacar la llave incrustada, joder... , tras sacarla la limpia un poco en las ropas del hombre muerto.

No tengo mucha idea de como van las armas pero puede hacerme falta, haciendo palanca con la llave le abre los dedos y coge el arma.

Tanto esfuerzo le hace que el brazo le de un latigazo, y solo acabo de empezar, bueno, voy a entrar un poco más y si lo veo crudo me piro.

Esteban se incorpora y se acerca hacia la puerta intentando no armar mucho ruido previendo que pueden estar alerta tras haber oído el disparo.

Estás aún arrodillado al lado del hombre al que acabas de matar, tu cerebro intenta asimilar el hecho de que acabas de matar a un hombre, vale que el muy cabrón se lo merecía por estar aquí, pero le has matado...

Tras unos instantes, decides seguir hacia delante. No será el único que caiga esta noche, quedan muchos más como él... Según vas a comenzar a incorporarte escuchas tras de tí, desde la dirección donde está la valla que has saltado instantes antes:

-¡Eh, Spiderman! Pon las manos donde pueda verlas y no te hagas el héroe. ¿Quién coño eres y qué cojones has venido a hacer aquí.

Giras la cabeza hacia la voz y ves a dos hombres, armados con pistolas y que se acercan a tí desde dos ángulos distintos. Si abres fuego contra uno, el otro podrá dispararte a placer. Hablando del otro:

-Comienza a hablar, no estoy muy de humor para tonterías.

A pesar de la tensión del momento y teniendo en cuenta que se ha disparado un arma estos dos te hablan manteniendo la voz a un volumen bajo, como si no quisieran llamar la atención....