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Tierra de nadie

Capitulo 1: Los Horrores de la guerra

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06/07/2017, 10:50
Guardian

2 de octubre de 1918

 

Avanzáis por un terreno lodoso y totalmente carente de vegetación, la noche es cerrada y solo se ve a unos pocos pies de distancia. A medida que sumáis metros el avance se hace más complicado, el barro se pega a las botas en sucesivas capas aumentando el peso de estas. Es inútil parar a retirar las capas de barro, ya que, a los dos pasos se ha vuelto a formar la costra de barro.

Finalmente llegáis a una casa ruinosa, el único signo de vida que habéis visto desde que bajasteis del camión. Entráis por la puerta principal, que sorprendentemente sigue intacta, y bajáis al sótano que se abre en un laberinto de túneles, abrigos, ramales y trincheras.

Maddox comenzó a guiaros por el laberinto de trincheras atestadas de soldados que dormían en las posturas más inverosímiles. Al principio las trincheras son amplias; con refuerzos de maderas y sacos terreros; incluso con bombas de achique que impedían que se inundara. Pero a medida que se progresaba por el dédalo la precariedad de las construcciones aumentaba igual que la desesperación en los rostos de los soldados que aguardaban en ellas.

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06/07/2017, 10:54
Sargento Maddox

Avanzáis hasta que el sargento os ordena deteneros en una pequeña trinchera que habían cavado apresuradamente los zapadores esa misma noche. Aquí pasaremos los que queda de noche hasta que nos ordenen avanzar con las primeras luce. Procurar descansar.

El pelotón se sienta apiñado hombro con hombro, temblando por el frío húmedo. Todos estáis extenuados y unos tremendos dolores de cabeza os asaltan. No solo es el malestar físico de haber estado despiertos y en movimiento toda la noche, hay algo más.

Notas de juego

Todos perdéis 4 pts de Magia.

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07/07/2017, 00:53
James Rutledge Manson III

Un pequeño salto para descender del camión y ya volvía a estar tan embarrado como si me hubiese revolcado por toda la trinchera .... - Maldita sea. ... Sigo al sargento por la estrecha trinchera cuidando cada paso que doy, si fallaba un montón de barro húmedo cubrirá mis ropas. Ya casi había dado por perdidas las botas, cuando la succión del terreno casi me las había arrancado de los pies.

Llegando a nuestra posición dentro de este pequeño infierno, pude por fin tener un pequeño respiro. Aunque un malestar no tarda en instalarse en nosotros nada mas nos apiñamos. - La vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y furia, y que nada significa.

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07/07/2017, 06:52
Earl Martin

Seguí el serpenteante camino de trincheras hasta llegar a la nuestra. Parecía que no se habían esmerado mucho en construir ésta. 

Embarrado y con frío, me siento entre mis compañeros de pelotón. Espalda contra la pared húmeda. Noto un intenso cansancio y malestar. Necesito dormir. Normalmente después de una meditación encuentro fuerzas y ánimos de dónde no las hay pero estas trincheras me las han arrebatado de alguna forma que no comprendo.

Arropado por mis compañeros, con dificultad por la estrechez del agujero donde nos encontramos, saco mi cuaderno y me pongo a escribir. Es una buena costumbre diaria a la que casi nunca falto.

 

"Tengo una cita con la Muerte

en alguna disputada barricada,
cuando la primavera vuelva con susurrante sombra
y las flores de manzano llenen el aire
-tengo una cita con la Muerte
cuando la primavera traiga los días hermosos y azules
de vuelta-.

Puede ser que me coja de la mano
y que me lleve a su tierra oscura
y que cierre mis ojos y que apague mi aliento
-quizá pase a su lado en la quietud-.
Tengo una cita con la Muerte
en alguna descarnada ladera de colina arrasada,
cuando la primavera regrese, un año más,
y asomen las primeras flores en el prado.

Dios sabe que sería mejor estar bien cubiertos
en seda y ser tendidos con perfumes,
donde el amor palpita en sueño placentero,
pulso cercano al pulso, y aliento al aliento,
donde los despertares acallados son queridos…"

 

No puedo acabar, el cansancio del viaje y el malestar nublan mi cabeza. Guardo el cuaderno y apoyo mi cabeza en el petate para intentar descansar.

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08/07/2017, 23:42
William Grimm

No puedo dejar de asombrarme de que aun permanezca en píe, relativamente, con todo a su alrededor. A medida que avanzamos es evidente como va empeorando el estado de la trinchera y los soldados se van desmoralizando. Mis píes no están tan acostumbrados a las calles perfectamente pavimentadas como algunos de los demás. El que tiene aquí menos problemas es Emmertt.

Williams no puedes dejar que eso ocurra, los teutones puede que los maten, o no. En cambio, el negarse a combatir si acaban desmoralizados es la ejecución ante un pelotón de fusilamiento.

– Venga chicos está es más segura que la del coronel. Seguro que no saben que existe y no tendrán ninguna batería apuntándonos ni ningún nido de ametralladoras delante.

Y al ser tan nueva puede que los de la intendencia no sepan tampoco su existencia y no nos repartan la comida.

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09/07/2017, 09:50
Emmett Ryan

A pesar de la situación, me siento seguro en este lugar, pongo la mochila detrás de la cabeza para que haga de almohada y me dispongo a descansar, aunque quizás no ha dormir. Estoy muy cansado pero los nervios antes de entrar en combate siempre me pasan factura. Aún no me acostumbro a lidiar con la muerte ni a ver desaparecer a compañeros como si nunca hubieran existido.

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09/07/2017, 21:06
Richard Mcnalley

La caminata por el lodazal no es nada en comparación a intentar descansar en un agujero con pretensiones de trinchera. El barro y las ratas son la única compañía para todos, donde ocasionalmente la llovizna se encarga de recordar el implacable clima.

- Ya cierra la boca Comelibros, que mi cabeza estalla. Ni que fuera una maldita resaca. - amenaza sin ganas Richard a James, que luego de buscar un sitio en el agujero infernal, comienza a juntar algo de calor de la mejor manera posible.

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10/07/2017, 12:44
Guardian

A lo largo de la noche continua el martilleo lento pero constate de los cañones de campaña sobre las posiciones alemanas. Grupos de trabajo pertrechados con tenazas saltaron a la tierra de nadie abrieron varios corredores a través de las defensas. La misión terminó con cuatro hombres muertos y nueve heridos.

A falta de una hora para el ataque, es decir, a las cinco de la mañana, los tenientes y sargentos comenzaron a despertar a la tropa. Acto seguido paso el personal de cocina con grandes termos a la espalda repartiendo café negro como el petróleo y bizcochos duros.

A falta de treinta minutos para la hora cero, es decir, a las seis y media de la mañana, cada uno de los hombres de la división, desde el general hasta el último soldado, se hallaba en su puesto. Todo el mundo estaba armado y preparado, con la mente puesta sólo en la orden de atacar. El personal de cocina volvió a pasar con los termos colgados a la espalda pero en vede café esta vez repartieron una medida de whisky de malta a cada soldado.

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10/07/2017, 12:52
Teniente Wilhelm

¡Diez minutos para la hora cero! Anunció el teniente ya con el silbato en la boca. La frase se fue repitiendo a lo largo de toda la línea.

El tiempo pasaba lentamente y el martilleo de la artillería se convirtió en un rugido constante sobre las posiciones alemanas, los proyectiles caían de continuo sobre las trincheras haciendo que todo el suelo temblara.

Entonces, los cañones se silenciaron y sonaron silbatos por toda la trinchera. Los hombres empezaron a trepar por el parapeto, se resbalaban, clavaban las uñas, jadeaban. El teniente se dio la vuelta para guiarlos sujetando su viejo revolver.

Notas de juego

Todos tirada de Suerte.

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10/07/2017, 19:21
Earl Martin

La noche pasó muy lenta. Es cierto que estaba agotado pero la incomodidad del apelotonamiento de hombres en esa pequeña trinchera, el frío, la humedad que calaba todo mi cuerpo, el malestar que oprimia mi cabeza y doblegaba cada músculo de mi cuerpo y el constante tronar de la artilleria hicieron pasar las horas en un duermevela agonizante muy poco reparador. 

Así que agradecí que nos despertaran con aquel café igual de lodoso que el suelo sobre el que estábamos y esos bizcochos duros. Pero lo que de verdad agradeció mi cuerpo fue el wiskhy que me dio la euforia necesaria para salir trepando sin vacilar de la trinchera para enfrentarme una vez más sin temor a la muerte. Ni a la mía ni a la que sometería a cuantos alemanes se pusieran a tiro o consiguiera ensartar con mi bayoneta.  

La valentía del teniente dando la espalda a la muerte para jalear a la tropa me esperonó más si cabe.

 

- Tiradas (2)

Motivo: Suerte

Tirada: 2d100

Dificultad: 85-

Resultado: 149 (Fracaso)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 85-

Resultado: 70 (Exito)

Notas de juego

La primera tirada ha sido un error. He lanzado dos dados.

La buena es la segunda.

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10/07/2017, 23:16
Emmett Ryan

De nuevo el sonido de la artillería retumbando, ha llegado la hora al fin. Pero no se porque algo me dice que esta vez no voy a salir bien parado de esta. Agarro bien mi fusil y me dejo guiar por las ordenes de mis superiores.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 87 (Fracaso)

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11/07/2017, 21:06
Anthony Parks

Anthony asiente con la cabeza al oir la cita de Shakespeare pronunciada por James. La cita resuena en su cabeza, recordándole en donde se encuentra con cada palabra. ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Cuál es la lógica de matarse unos a otros por unas líneas imaginarias en un mapa?...

Mientras desayunan el amargo café, preparándose para la temida hora cero le recuerda a James una línea sacada de una conocida obra de Shakespeare:

-Grita «¡Devastación!» y suelta a los perros de la guerra.

Y los perros se acercaban, sin duda, lo supo cuando vio el whisky, lo bebió de un trago, era tan malo como el café pero calentaría mejor su estómago e insuflaría una pequeña dosis de falso valor a las tropas. Como a los condenados a sela silla eléctrica en su última cena, les brindaban una última copa, antes de la batalla.

Y llegó el momento, deseando poder tomarse otro whisky (que demonios una maldita botella) agarró su fusil y se dejo dirigir por su superior quien, sin duda, tenía mas experiencia en el campo de batalla.

- Tiradas (1)

Motivo: suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 55-

Resultado: 78 (Fracaso)

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11/07/2017, 23:52
William Grimm

Duermo todo lo que puedo entre las pausas de cuando pasan los de las cocinas para estar al máximo de sus fuerzas cunado comenzara el asalto. De joven podía pasarme toda la noche anterior bebiendo y bromeando con mis camaradas.

Al llegar el momento me ajusto la cinta del portafusil para que me ayude a sostener al Viejo Gus poniéndome en mi lugar en la fila.

Me giro hacía mis soldados para darles las últimas indicaciones. – Venir detrás mío, el Viejo Gus se encargará de abrirnos camino si intentan contratacar.

Una vez arriba le quito el seguro comenzando a avanzar.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 9 (Exito)

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12/07/2017, 00:25
James Rutledge Manson III

No había habido sueño reparador esta noche, el frío se colaba entre las capas de ropa y el dolor de cabeza no había remitido. Estaba en un duermevela cuando la voz del teniente recorrió las trincheras.

Venga hombre, con lo bien que se está aquí.

Con desgana reviso mi fusil una vez mas antes de ponerme de pie junto al resto de mis compañeros, con un poco de suerte en esta acción era posible que los boches nos libraran de Mcnalley.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 55-

Resultado: 47 (Exito)

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22/07/2017, 16:53
Director
Sólo para el director
- Tiradas (6)

Motivo: Carga de infantería Anthony

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Carga de infantería Emmet

Tirada: 2d6

Resultado: 7(+5)=12

Motivo: Carga de infantería Richard

Tirada: 2d6

Resultado: 7(+5)=12

Motivo: Carga de infantería Richard

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Carga de infantería Richard

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+5)=11

Motivo: Carga de infantería Richard

Tirada: 2d6

Resultado: 10(+5)=15

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23/07/2017, 12:32
Guardian

La tierra temblaba aun por la potencia de los últimos impactos de artillería. Nubes de oscuro humo saltaban hacia lo alto y después cedían ante el viento. De repente, el acre olor de los explosivos se hallaba por todas partes.

Los hombres empezaron a trepar por el parapeto, se resbalaban, clavaban las uñas, jadeaban. El fuego letal de las ametralladoras barría el parapeto y cuerpos sin vida caían dentro de la trinchera antes incluso de haber salido de ella. La cabeza de un soldado próximo a Anthony explota como una sandía cubriéndolo de una sustancia blancuzca y rojiza de aspecto gelatinoso.

Un teniente a la cabeza del asalto consigue encontrar algunos de los pasillos abiertos en la alambrada y  conduce el asalto por la brecha. Pero la mala suerte quiere que quede atrapado en la alambrada. Daba la impresión de que ejecutaban un baile de locos en sus esfuerzos por desenredarse de los alambres…

¡Avanzar! ¡Avanzar! ¡Poneros a cubierto! Gritaba el teniente, mientras él permanecía de pie con los alambres por la cintura. ¡Avanzar! ¡Avanzar! 

Sus gritos se transformaron en gorjeos. La sangre le salía a borbotones de la boca. Sus piernas cedieron. El estruendo se desvaneció de sus oídos a una velocidad espeluznante. Silencio. Oscuridad. El teniente se sentó sobre la alambrada. Se sentó allí como si estuviese concentrado en la lectura de un libro. Una ráfaga de ametralladora le había alcanzado de lleno en el pecho.

Richard avanza junto a otros cincuenta hombres de la compañía consiguiendo pasar la alambrada donde el teniente había muerto, cuando una bala impacta en su casco, quitándoselo. La cinta se engancha en su garganta. Pero esto no le impide llegar hasta un cráter y ponerse a cubierto. El resto de hombres que han pasado la alambrada comienzan a lanzar granadas y a disparar sobre las posiciones alemanas. Una granada explota a unos metros Emmet, no se sabe si ha sido una granada alemana o una granada amiga mal lanzada.

Todo el mundo gritaba sin que nadie oyera al que tenía al lado. Solo faltaban 50 metros para alcanzar la trinchera alemana. 

Notas de juego

Richard tirada de Cordura Si fallas pierdes  1D3 de COR

Anthony tirada de Cordura Si fallas pierdes 1D4  de COR

Emmet pierdes 1D6 puntos de vida y caes al suelo inconsciente durante 1 asalto.

 

Siguiente turno. Primero tirada de Suerte: 

+ si falláis algo espelúznate pasara y os impide actuar con normalidad (aunque podeis declarar que estabais tratando de hacer)

+ si la superaras podéis actuar con normalidad y declarar (y realizar) lo que queráis, por ejemplo: disparar, correr a la trinchera alemana, llorar como una nenaza... 

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23/07/2017, 17:25
William Grimm

Lo del teniente que ha sido incapaz de darse cuenta de que estaba muerto si seguía llamando la atención al no poder moverse ha quedado como si fuera la misma muerte quién nos indicaba el camino.

Estoy con esa imagen en la cabeza mientras me dirijo al interior de la trinchera alemana.

Por un instante recupero la normalidad y levanto el brazo les grito a mis muchachos. – Rápido no podemos quedarnos aquí fuera cuando se pongan a dispararse nos destrozaran. Venga que no es un desfile en la Quinta Avenida.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 64 (Fracaso)

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24/07/2017, 12:31
Emmett Ryan

De repente todo es caos, oigo como las balas silban pasando a mi lado, tracas de metralleta, mis amigos muriendo, sangre y barro a partes iguales. Dios sacame de aqui, no dejes que muera en este campo sembrado de muerte. Pienso mientras avanzo fijando mi vista sólo hacia delante. Una explosión fuerte resuena en mi cabeza, demasiado cerca....Pitido fuerte en mis oidos,...silencio...,oscuridad.

- Tiradas (1)

Motivo: Vida

Tirada: 1d6

Resultado: 3

Notas de juego

Estoy inconsciente

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24/07/2017, 22:28
Earl Martin

Salí de la trinchera sin más idea que encontrar el camino entre la alambrada hasta llegar a la trinchera enemiga y allí ya se vería...

Los fogonazos de las explosiones de las granadas a menudo estaban a punto de deslumbrarme y en alguna ocasión me vi muy cerca de la peligrosa alambrada. Pero avancé disparando a un nido de ametralladoras, situado a mi izquierda, cuando tenía una línea clara de tiro. 

La última vez que divisé la línea de trincheras alemana parecía estar más lejos así que cuando casi caigo dentro de ella me dió un salto el corazón ya agitado por la carrera. Pero conseguí frenar a tiempo y saltar por el borde bajando con los talones de las botas una especie de rampa lodosa que tanto se parecía a la que había trepado hacía sólo unos pocos minutos. 

"Estoy dentro" Eran las dos palabras que se imprimieron en mi mente.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 85-

Resultado: 73 (Exito)

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25/07/2017, 00:49
James Rutledge Manson III

Se dió la señal y como uno todos salimos de la trinchera, una lluvia de balas sale a nuestro encuentro. Soy afortunado ninguna me alcanza, no todos tienen tanta suerte y algunos de los compañeros que me adelantan, son alcanzados por las balas alemanas. Corro buscando cobertura, aunque el barro me impide avanzar con tanta velocidad como me gustaría, lentamente o almenos a mi me lo parece me interno en las líneas alemanas. 

Vamos demonios. Miro hacia atrás una última vez, antes de saltar al interior de la trinchera enemiga donde veo que Martin ya ha llegado. Escupo algo del barro que he tragado en la carrera hasta aquí y espero vigilante a la llegada del resto de mi unidad. Esta carrera había sido toda una locura, pero mucho peor era seguir internándose sin el resto.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 55-

Resultado: 46 (Exito)