Partida Rol por web

Sólo vine por mi beso!

^^

Encantado de conocerte :)  Como no hay nada peor que hacer esperar a una dama, aquí te dejo un gran beso y espero que te guste ;-)

http://www.youtube.com/watch?v=_6VPXAf0jhc&NR=1

Gracias por responder :)

A la pelota!! Cacho e' beso!

xD

Un placer igualmente y no hay nada que agradecer :)

Tanis observa al grupo y cree notar que pocos se conocen de antemano. Aunque escucha diálogos breves entre ellos no percibe una gran amistad. "Evidentemente son todos reclutas, como yo, que han sido citados aquí y están comenzando a conocerse" pensó.

Luego del saludo cortés pero breve de sus futuros compañeros se dirige a la barra donde ordena un trago. Mientras espera que el cantinero lo sirva, no puede dejar de notar la cantidad de mujeres que hay en el grupo... y tampoco escapa a su percepción que todas son muy bonitas. Especialmente...

Su entrenado cerebro inmediatamente sepulta tales consideraciones, a la vez que automáticamente reemplaza cualquier otro sentimiento que estuviera pugnando por aparecer con un espíritu fraternal y cargado de esperanza. Lo primero es el equipo, Tanis sabe bien que los miembros de un escuadrón son hermanos, confían y dependen uno del otro.

Por lo tanto, sonríe al anticipar cómo ese grupo de extraños, él incluido, se convertirá en un grupo de inseparables camaradas. Más cómodo con este nuevo marco emocional, bebe un sorbo de su trago. Le toma unos segundos reaccionar a la dañina mezcla que amenaza con desgarrar sus vísceras a medida que recorre lentamente su sistema digestivo, dejando una clara y ardiente huella de su paso. Gira y mira al cantinero con un signo de interrogación en sus ojos, carraspea "Ejem...  acaso agregó algo extra a mi licuado de frutas?"

El cantinero lo mira con expresión inmutable y se encoge de hombros "Es lo que todos piden, siempre sirvo lo mismo... más?"

Tanis levanta una mano en son de paz y tragando con algo de dificultad sonríe "Estoy bien gracias... ¿tendrá algo más suave? un whisky corelliano tal vez?"

El cantinero, visiblemente decepcionado, le sirve una copa con agua "Ahí tiene... no hará muchas amistades con esa actitud amigo"

Tanis asiente en silencio "Aunque aún no me reporto a servicio, no creo que cause buena impresión que me emborrache la misma noche de mi llegada. Quizá dentro de algún tiempo vuelva y beba de su prestigioso trago hasta perder la conciencia"

"Es una promesa" dice el cantinero, con una breve mueca que asemeja a una sonrisa, mientras se dirige a atender a otro cliente.

"Vaya lugar"

Piensa Aymeé mientras alguien le avisa que el proyecto está cancelado hasta nuevo aviso. Por desgracia no tiene otro lugar a donde ir, de donde viene es mejor no regresar nunca. Deja su bolso -uno demasiado militarizado, seguro un regalo- en el asiento de al lado y pide algo al tipo detrás de la barra. Mientras observa al humano, no le cabe duda para qué está alí y se pregunta si ya lo sabe pero no dice nada, excepto:

-Por favor no me sirvas lo mismo que a él, puedo caer fulminada aquí mismo.

Es verdad, está siendo un poco exagerada pero es que tiene tantas cosas que arreglar que su mente va de un lado al otro confundiendo expectativas y preguntándose dónde diablos va a quedarse. Mira al humano y sonríe brevemente.

-¿Piloto?

Una chica joven, corelliana, de pelo castaño ocuro y ojos profundos, también castaños, hace acto de presencia apoyándose, junto al chico, de espaldas a la barra.

-Algo más flojo que el Whiskey Corelliano? Eso es o que no lo has probado nunca o que lo has bebido en abundancia. Su tono de voz es algo agresivo, pero una rápida sonrisa hace pensar lo contrario.

Incorporándose levemente, para no dejar de banda a la Twilek al otro lado del chico, suelta un pequeño respingo y dice algo abatida. -Tanta prisa y secretismo para reunirnos y ahora resulta que tenemos que esperar, pues si que estamos bien.

Entonces cae en la cuenta que aun no se ha presentado. -Por cierto, yo soy Lyllian. La chica irradia una expresión alegre y relajada.

Aunque la escenita del casco ha dejado un poco frios a sus compañeros, Cassan intenta volver a empezar y arreglar el desastre que ha sido su presentacion... Con ningun cuidado, arrastra un silla hasta la mesa donde parecen estar reuniendose los pilotos...

"No hay duda. Son tan dispares que solo pueden ser pilotos del programa"

Deja el casco colgando sobre una de las esquinas de la silla y se sienta, un poco azorada, mientras juguetea con su bebida... Aunque nadie parece demasiado molesto por el retraso en la presentacion, se palpa un evidente disgusto... ¿O es excitacion? Aelena sabe que a los pilotos les encanta fanfarronear y presumir de lo buenos que son, asi que la pregunta de la Twi´lek... "¿Aymee?" ... ofrece la oportunidad perfecta de saber a quien se enfrenta.

"Piloto?" la frase llama la atención de Tanis. Gira hacia donde se encuentra la mujer twi´lek y sonríe tímidamente. "Así es..." responde con una sonrisa. El cantinero lo mira entre sorprendido y cómplice, a la vez que guiña un ojo mientras limpia el vaso de la atractiva twi'lek con un paño de higiene dudosa. Tanis le dirige una mirada reprobatoria que provoca que el cantinero se encoja de hombros y se aleje a preparar el trago de la joven.

"Mi nombre es Tanis Elaridan, encantado de conocerte" agrega extendiendo la mano. "Eres de aquí"?

Tanis percibe una chica que se apoya en la barra y comenta algo sobre el whisky corelliano.

Se voltea para mirarla y aunque algo sorprendido por el tono de su voz, la sonrisa que le sigue provoca a su vez idéntica respuesta en él.

"Es un placer Lyllian, mi nombre es Tanis Elaridan. Estábamos comentando justamente que..." baja la voz para no herir la susceptibilidad del cantinero "...el especial de la casa es un tanto fuerte"

Extiende su mano para saludar a la atractiva joven y agrega "y si, he probado el whisky corelliano... y obviamente era una broma para nuestro sensible cantinero. Aunque debo reconocer que muy fuerte, la calidad es excelente."

Se acomoda para no dar la espalda a ninguna de las dos mujeres y agrega "Tengo la sospecha de que todos somos de otra parte, es posible? termina con una sonrisa

Al percibir que una tercera integrante arrastra una silla hasta donde se encuentran, saluda a la joven con un leve movimiento de cabeza y una sonrisa "Hay lugar para uno más si gustas acercarte" dice. "Tanis Elaridan, encantado"

Aymee sonríe, ya son más de dos y no está mal, aunque eso tampoco quiere decir que esté bien.

-Aymee Stout, Aym para los amigos-dice apretando la mano del joven suave pero firme y luego se dirige a las dos chicas, saludándolas cordialmente a ambas.-Quizás no somos los únicos llamados a esto.

Aymee se remueve un poco incomoda en su asiento, después de todo no es precisamente lo que pensó que sería pero sus compañeros le parecen agradables.

El contacto de la joven es suave pero decidido. Cuando el cantinero llega con algunos tragos más Tanis nota que algo llama la atención de éste. Rápidamente baja la vista y se aleja a preparar un trago que, luego de varios segundos, nadie parece haber ordenado.

Tanis capta esta actitud y disimuladamente echa una rápida mirada hacia donde mirara el cantinero apenas unos segundos antes. Ve grupos de personas aquí y allá, pero nada que llame su atención de inmediato.

Ya ha visitado lugares como el actual con anterioridad por lo que, aunque sabe que no es poco frecuente que haya problemas, el ambiente aún parece relajado.

Vuelve su atención hacia Aymee y luego hacia las demás mujeres. Hasta ahora la disciplina de Tanis ha dado excelente resultado, aunque siendo honesto consigo mismo vuelve a recordar que nunca antes ha pilotado con tantas mujeres... y tan bonitas.

No recordaba ninguna mención especial de seguridad en las órdenes que recibiera indicándole presentarse en su actual ubicación, por lo que finalmente agrega

"Eso espero... si no me equivoco ustedes tampoco son de aquí, tenemos aproximadamente la misma edad y todos venimos solos... " finaliza con una sonrisa. Esta vez sí cree percibir un movimiento furtivo, una silueta en las sombras apartadas del local.

Observa con atención los movimientos de ojos de Tanis y aunque vuelve la vista hacia donde él la tenía segundos antes, no consigue ver nada pero a Aymee nunca le han gustado las intrigas, es directa y no va a dejar de serlo para dar una buena imagen; las otras mujeres, humanas, son hermosas sin duda y se siente un tanto fuera de lugar pero eso no la detiene.

-¿Has visto algo?

Sonríe por primera vez en la noche pero no está relajada, sabe que algo no anda bien.

Mientras saborea su bebida, intenta mantener la mirada por encima del borde del vaso... en un torpe parodia de comportamiento femenino... ademas, el sabor de lo que esta tomando le cambia la cara en un rictus agrio...

"Esto sabe a rayos..."

Cuando Tanis menciona su edad y el echo de que hallan venido solos o por separado, Aelena se tensa. Su entrenamiento de piloto entra en funcionamiento y lanza fugaces miradas a sus compañeros y alrededores, estudiandolos...

"Corren tiempos dificiles para la Republica... los Separatistas crecen en influencia y hasta aqui, en la Capital de la Republica, se suceden los mas extraños rumores y acontecimientos... Supongo que este retraso es consecuencia de algun tejemaneje diplomatico o politico"

Apenas termina la frase, deposita el vaso sobre la mesa y se inclina hacia sus compañeros Tanis y Aym. Entre dientes, les pregunta...

"¿Que ocurre?"

Tanis se muerde el labio inferior unos segundos, tal vez no sea nada... aunque tal vez sí signifique algo. Repentinamente se da cuenta de que en realidad sabe poco y nada de sus acompañantes... de todos modos siente una inexplicable confianza hacia sus nuevos conocidos.

"Creí ver a alguien que nos observa..." dice con cautela mientras sonríe y bebe su trago, fingiendo una total naturalidad. Desliza su mano y acomoda su cinturón, a la vez que palpa disimuladamente en busca de su bláster. Recuerda con amargura que está junto al resto de su equipaje en la nave, ya que rara vez porta su arma cuando no está de servicio.

"Aunque posiblemente no sea nada" finaliza, no muy convencido de su propio argumento.

"Hey amigo... no ha pagado su cuenta... pero usted es un...!" grita alguien a unos metros de donde se encuentra el grupo de Tanis. Se escucha un disparo de bláster seguido de un giterío de gente asustada, que se aparta en forma desordenada presa del pánico... excepto un individuo. Camina recto y de manera apresurada hacia la salida, pero contrasta su sereno andar con el resto de los aterrorizados clientes.

Un humanoide yace inerte en el piso, con una quemadura en el pecho.

"Demonios!" maldice Tanis mientras reflexiona qué hacer, desarmado como está es un blanco fácil. Sin embargo, reacciona casi sin proponérselo y comienza a perseguir al misterioso individuo. No sólo no piensa dejar ir impune al presunto homicida, sino que además presiente que está relacionado de alguna manera con ellos.

Lyllian había estado relajada en todo momento, ni siquiera con el aviso de Tanis se había puesto tensa. Pensaba que sólo era algo de paranoia, estaban en un bar y si alguien estaba espiando quizá no era a ellos.

Todo cambió cuando el blaster se disparó.

Instintivamente, Lyllian cogió una especie de tubo de su cinturón, medio oculto por su chaleco largo, y, tras apretar un botón, apareció un láser de tono violeta.

La hoja del sable ilumina el rostro de preocupación de la joven.

Viendo que el autor de los disparos sale corriendo de la cantina, se acerca rápidamente al hombre del suelo y tras un rápido examen determina que está muerto. "Maldita sea, no puedo hacer nada por ti..."

Deprisa y sin perder el tiempo, se levanta y sigue a su nuevo compañero en busca del criminal. "Aquí se ha cometido un delito y debemos pillar a ese cabrón!"

Tanis casi pega un brinco cuando ve el sable de luz vibrar en el aire cerca suyo. Aunque ha estado en presencia de jedis antes, no esperaba que la hermosa y sensual Lyllian fuera uno de ellos. Algo avergonzado de haberla considerado atractiva, siendo lo que era y sabiendo lo elevado y altruista de su orden asintió en silencio más calmado al ver que la joven corría a su lado.

No estaban tan indefensos como él pensaba.

El sujeto patea la puerta y huye de la cantina. Se dirige presto hacia un vehículo aparcado cerca de donde se hallaban. Salta con una agilidad que deja pasmado a Tanis, recorriendo cerca de 10 metros en el salto y cayendo dentro del vehículo. El vehículo comienza a moverse.

Tanis mira en derredor desesperado y ve una nave de aspecto deportivo, veloz pero frágil en las cercanías... su conductor es un joven pretencioso que está pavoneándose frente a una chica... Tanis empuja al joven y mascullando una excusa salta al interior del vehículo.

"Alguien viene?" pregunta a sus acompañantes mientras inicia la secuencia de arranque y comienzan a rugir las turbinas.

Todo sucedió en un instante y Aymee parece demasiado distraída, no lo está. La realidad es que ha estado al tanto de todos los detalles. No quiere olvidar ninguno, por si acaso aparece algún superior a preguntarles qué diablos han hecho con su tiempo. Lanza algunas monedas a la barra para el cantinero, cubriendo así los tragos de todos. Corrió con velocidad impresionante hasta afuera, pasando por encima del cuerpo del androide y maldiciendo al que tuvo la osadía de interrumpir su trago matando a alguien que quizás nada tenía que ver con él, para cuando Tanis había conseguido vehículo, ella estaba justo allí y no se lo iba a perder.

-Oh, claro que no pienso quedarme.

Evidentemente la adrenalina corría por su cuerpo, la emoción y la cara del joven al que acababan de despojar de su auto, no le dejaban lugar a dudas de que iban a meterse en problemas pero un poco de acción no le hacía mal a nadie. Los lekku se reacomodaron en su lugar, Aymee pasó una mano por ellos aún con la respiración levemente agitada pero mucho más tranquila, esperando por la partida o mejor dicho, la persecusión. Echó una mirada a Tanis, sin duda un humano guapo y sonrió, al menos pronto estaría pensando en otras cosas.