Partida Rol por web

Había sido una mañana estresante; mirar las maletas, cruzar los dedos para que no se te olvidara nada y despedirte de tus familiares, quienes te habían acompañado hasta la costa, donde el Ferri te esperaba. Un barco lujoso y lleno de comida que, sin lugar a dudas, habían preparado para ti. Realmente, ese hecho te ofendía ¡Ni que fueras esa tal Latifa y pudieras tu sola con todo esto! ¿Pero estabas sola? Alguien tenía que estar conduciendo este dichoso vehículo y, además, ¿cuánto tiempo hacía que estabas navegando? 

Te pusiste en pie, con la esperanza de que te dieran una explicación; la verdad que esto tenía mala pinta; en las películas de secuestros solían pasar esas cosas, cuando, de repente, un muchacho larguirucho y moreno entró por la puerta por la cual te disponías a salir. 

- Uoh, ¿qué pasa Ash? Mi nombre es DJ y soy ayudante aquí.- Dice acercándose a ti con pasos rítmicos. - Vengo a decirte que estamos apunto de llegar, pero me temo que las cosas no son tan fáciles aquí. Vas a tener que saltar del barco y nadar hasta la costa. Allí te espera nada más y nada menos que ¡Danny Mclean! Pero no te preocupes, es una prueba bastante fácil y tendrá su recompensa. En cuanto a tus pertenencias, no hay problema, yo mismo me encargaré de llevarlas a tu cabaña. 

Notas como el barco se para. 

- Bien ¿Lista? Tendrás que nadar por ahí. Rápido, que tenemos que ir a buscar al siguiente concursante. 

Y, al salir, ves como unos metros más allá te esperan en la orilla Danny y Lesley. 

Pues menos mal que no había comido mucho. Y menos mal que a ese tal DJ no se le había ocurrido tocarla. Menudo tipejo con pintas raras. Necesitaba un buen cambio de imagen. ¡Y urgente! No pudo evitar que su cara reflejara sus pensamientos antes de atender a las instrucciones que le estaban dando. Se asomó una vez el barco paró. 

¡Fijo que el agua estaba helada! ¡Y ni siquiera se había puesto el bikini de nadar! Pero no se quejaría porque fijo que la iban a grabar y lo que menos le gusta a una audiencia es alguien quejica. Sería la heroína buenorra que hasta con el bikini que marcaba pecho podría nadar perfectamente hasta la orilla.

- Bien.

Se subió a la barandilla, mirando abajo y contando hasta cinco que luego se convirtió en diez segundos. ¡Y finalmente saltó con gritito incluído!

- ¡Kyaaaah!

Y hala. En cuanto sus pechos tocaron agua el sujetador se le subió. Tuvo que emplearse a formo para recolocarse su perfecto pecho y una vez se zambulló en el agua - que visto de forma positiva esa agua helada le vendría de lujo para los poros de la piel- comenzó a nadar.

Y como si de toda la vida hubieras hecho cosas así, llegas a la orilla sin dificultad alguna. Por una escalerita de madera subes mientras el presentador va hablando. 

- (...) Cada 3 días uno de los equipos o ganará una recompensa o verá a uno de sus compañeros alejarse por el muelle de la vergüenza para subir al barco de los pringados y así abandonar la isla para siempre. Cada instante será registrado por una de las cámaras que tenemos registradas por cada rincón de la isla. ¡Aquí empieza Total Drama Island!

Entonces, se percata de que ya has llegado. - Uoh, que rápida...- Carraspea. - Bueno, ha llegado el momento de conocer a los 12 primeros concursantes ¡Y aquí tenemos a la primera, Ashley Hastings! Dime, Ashley ¿Estaba muy fría el agua? - De cerca, el presentador era mucho más bajito de lo que aparentaba. Y además, el campamento no era tan lujoso a simple vista como lo pintaban ¡Ni siquiera tenía jacuzzi! O al menos, eso pensabas. - Bueno, tu dormirás aquí. Pero yo tengo un piso con aire acondicionado. Espero que no paséis mucha calor por las mañanas... Y frío por las noches. En fin, ¡bienvenida Ashley!- Dice riendo sarcásticamente. - Yo soy Danny Mclean, por supuesto. 

Una risita nerviosa se escucha por detrás. 

- Uoh, tía, ¡tu me suenas un montón!- Dice eufórica Lesley. 

- Claro que te suena, rubita. La has visto en los cástings y... Apuesto que en más sitios. - Danny guiña el ojo a la cámara. Y hablando de cámara... 

- Encantado de tenerte aquí, Ash.- Te dice el cámara, nervioso. 

- Uoh, uoh... ¡Ya llega nuestro siguiente concursante!- Dice el presentador señalando el barco. 

Había sido una mañana estresante; mirar las maletas, cruzar los dedos para que no se te olvidara nada y despedirte de tus familiares, quienes te habían acompañado hasta la costa, donde el Ferri te esperaba. Un barco lujoso y lleno de comida que, sin lugar a dudas, habían preparado para ti. Realmente, ese hecho te ofendía ¡Ni que fueras esa tal Latifa y pudieras tu solo con todo esto! ¿Pero estabas solo? Alguien tenía que estar conduciendo este dichoso vehículo y, además, ¿cuánto tiempo hacía que estabas navegando? 

Te pusiste en pie, con la esperanza de que te dieran una explicación. La verdad que esto tenía mala pinta; en las películas de secuestros solían pasar esas cosas, cuando, de repente, un muchacho larguirucho y moreno entró por la puerta por la cual te disponías a salir. 

-¿Qué pasa pivonazo? Mi nombre es DJ y soy ayudante aquí.- Dice acercándose a ti con pasos rítmicos. - Vengo a decirte que estamos apunto de llegar, pero me temo que las cosas no son tan fáciles aquí. Vas a tener que saltar del barco y nadar hasta la costa. Allí te espera nada más y nada menos que ¡Danny Mclean! Pero no te preocupes, es una prueba bastante fácil y tendrá su recompensa. En cuanto a tus pertenencias, no hay problema, yo mismo me encargaré de llevarlas a tu cabaña. 

Notas como el barco se para. 

- Bien ¿Listo? Tendrás que nadar por ahí. Rápido, que tenemos que ir a buscar al siguiente concursante. 

Y, al salir, ves como unos metros más allá te esperan en la orilla Danny, Lesley y una concursante que ya había llegado. Ashley recuerdas que se llama.  

Un negro, o tipo de color, o persona etnica se presentó ante mi como "DJ". Si era su nombre real era algo raro, y si era un mote... Era algo raro.

Quería que saltara del barco. Por favor...

-Mi chaqueta de cuero se podría estropear. ¿Sabes cuánto vale mi chaqueta de cuero? -Evidentemente no lo sabía, expiré con desgana -Tienes suerte de que si se me estropea tenga más chaquetas en ese montón de maletas que te vas a encargar de llevar, amigo.

Me quité la chupa de cuero y la dejé al lado de las maletas. Hice lo mismo con mis botas, que eran otra de mis pertenencias sagradas. Automáticamente me sentí desnudo, frágil. Todo aquello que me caracterizaba se había ido. Estaba roto, débil. Busqué alrededor intentando encontrar una cámara, al no ser capaz de encontrar sencillamente me abrí de brazos en mitad del ferri y comencé a chillar al cielo.

-¡¿Es esto lo qué queréis?! ¡¿Carnaza?! ¡¿Llevarnos al límite?! ¡No me vais a hundir así, sé lo que intentáis pero no voy a rendirme! ¡Estoy pasando por un auténtico infierno! ¿¡Pero sabéis qué?! ¡YO SOY LUCÍFER! JAJAJAJAJAJAJAJA!

Y sin acabar de reir me lancé al agua en dirección a la orilla. Estaba luchando contra el poder. No iban a hundir a Neil el Metralleta tan fácilmente. Cabrones.

-¡¿Es esto lo qué queréis?! ¡¿Carnaza?! ¡¿Llevarnos al límite?! ¡No me vais a hundir así, sé lo que intentáis pero no voy a rendirme! ¡Estoy pasando por un auténtico infierno! ¿¡Pero sabéis qué?! ¡YO SOY LUCÍFER! JAJAJAJAJAJAJAJA!

Se escucha una voz gritando eso al cielo, la voz de El Metralleta. El cual, después de gritar se tira al agua y nada hacia la orilla como un auténtico profesional. El Ferri se marcha de nuevo a por el siguiente concursante mientras Neil sube por las escaleritas de madera, mojado. 

- ¡Aquí está nuestro segundo concursante, Neil el Metralleta! ¿Qué tal el agua? ¿Estaba a tu gusto?- Pregunta el presentador al recién llegado. - ¡Un placer tenerte en el concurso! Supongo que, vosotros dos... - Dice mirando a Ashley y a Neil.- Tendréis mucho de lo que hablar. 

- ¡Jope tía, está tan cañón!- Le dice Lesley, la ayudante, a Ashley. - ¡Hola Metralletaaaaa!- Le saluda efusivamente con una risita tonta. - Jijiji. 

- Y aquí vuelve el ferri con la siguiente concursante ¿Quién será? ¡Yo lo sé! - Dice el presentador con su potente voz.

Había sido una mañana estresante; mirar las maletas, cruzar los dedos para que no se te olvidara nada y despedirte de tus familiares, quienes te habían acompañado hasta la costa, donde el Ferri te esperaba. Un barco lujoso y lleno de comida que, sin lugar a dudas, habían preparado para ti. Realmente, ese hecho te ofendía ¡Ni que fueras esa tal Latifa y pudieras tu sola con todo esto! ¿Pero estabas sola? Alguien tenía que estar conduciendo este dichoso vehículo y, además, ¿cuánto tiempo hacía que estabas navegando? 

Te pusiste en pie, con la esperanza de que te dieran una explicación; la verdad que esto tenía mala pinta; en las películas de secuestros solían pasar esas cosas, cuando, de repente, un muchacho larguirucho y moreno entró por la puerta por la cual te disponías a salir. 

- Eh, tía, a mi tu rollo gótico no me va. No quiero problemas, así que ¿colegas eh?. Mi nombre es DJ y soy ayudante aquí.- Dice acercándose a ti con pasos rítmicos. - Vengo a decirte que estamos apunto de llegar, pero me temo que las cosas no son tan fáciles aquí. Vas a tener que saltar del barco y nadar hasta la costa. Allí te espera nada más y nada menos que ¡Danny Mclean! Pero no te preocupes, es una prueba bastante fácil y tendrá su recompensa. En cuanto a tus pertenencias, no hay problema, yo mismo me encargaré de llevarlas a tu cabaña. 

Notas como el barco se para. 

- Bien ¿Lista? Tendrás que nadar por ahí. Rápido, que tenemos que ir a buscar al siguiente concursante. 

Y, al salir, ves como unos metros más allá te esperan en la orilla Danny, Lesley, Neil el Metralleta y Ashley. 

Coser y cantar. Y, como era esperar, ella había sido la primera seleccionada. Si es que cuando una era la imagen de la perfección esas cosas sucedían sin remedio. Saludó al presentar y dirigió un guiño a la cámara cuando se refirieron a ella por su rapidez.

- La verdad es que estaba en la temperatura perfecta, Danny- contestó acerca del comentario sobre el agua.

Ciertamente el lugar donde se iban a quedar dejaba bastante que desear. Si su padre estuviera ahí ya le habría pedido la tarjeta Gold para mejorar el lugar, pero allí estaba sola. ¿O no tan sola? El cámara de la otra vez estaba allí. Oh, sí. Eso sería perfecto. Le dirigió una sonrisa coqueta y le saludó también:

- Me alegro de verte, Charles. Sácame buenos planos.

Y entonces llegó el siguiente concursante. Muy ruidoso pero agradable a la vista. Al menos no estaría al lado de algún apestoso. Estaba claro que habían elegido la aparición de los concursantes desde lo mejorcito a lo peor. Ella volvía locos a los chicos y él a las chicas. Quizás podrían hacer una alianza de guapos. Estaría genial llegar a la final y que el público formara una guerra entre ellos dos para ver quién sería el ganador.

- Hola.- le saludó.- Bonito pelo.

Comió algo de fruta, le gustaba la fruta porque era tannnnn ¡alternativa!, todo lo que probaba se lo comía por completo, se cuidó de guardar algunas pepitas en sus bolsillos de las frutas que comía. - Encantada DJ, soy Dark Blood. - Terminó de morder un tomate que seguro no tenía nada de natural. Y lanzó una mirada despectiva a toda la comida - Tsk, que asco, tanta comida solo para una persona

Y entonces DJ le anunció que tenía que nadar........... 

Dark Blood no podía creerlo - Menudo asco - Se le iba a ir el maquillaje. Se quitó el vestido y se cambió de ropa allí mismo en la cubierta del barco. Los piercings de sus pezones brillaron y los tatuajes atrayeron la vista del conductor. Dark Blood no tenía ninguna clase de pudor, lo hacía con naturalidad, en realidad con la expectativa de escandalizar a alguien y poder criticarle por ello y su retrógrada mente.

Cambiada, cogió su parasol y miró por la borda... un agujero en las reglas era cuanto necesitaba. Cogió un flotador salvavidas del barco (suponiendo que hay) y se lanzó al agua.

Esto, pfff- Decía escupiendo agua - Es un asco, esto empieza siendo un asco.

Llegó hasta la playa, reuniéndose con quienes serían sus compañeros, escurriendo el parasol hasta que quedara suficientemente seco para abrirlo y que terminara de secarse al tiempo que se cubría del sol. - Que birria de pruebas.

Recobrando el aire poco a poco contesto como puedo a aquella pregunta que claramente no necesitaba respuesta.

-El agua genial Danny, demasiado salada para mi gusto.

Al mirar al presentador vuelvo a recordar quien lo acompaña, era Ashley. Me erguí y me acerqué caminando a un paso rítimico mientras podía escuchar a Lesley decirle lo cañón que estaba, regalándole un saludo acompañado de una sonrisa encantadora como recompensa. Vislumbré al cámara por el rabillo del ojo y casi me tropecé, aunque supe mantenerme erguido e intenté hacer que no se notara demasiado peinándome sin dejar de acercarme a Ashley.

Cuando estuve delante suyo la miré de arriba abajo. Nada mal. Me faltaba mi chupa y mis botas, pero yo era el metralleta.

Cuando dijo lo de mi pelo alcé dos dedos a la altura de sus labios y negué con la cabeza con los ojos cerrados. La miré a los ojos.

-Eres absoluta y sorprendentemente bella, y esa es la cosa menos interesante de ti.

Y del ferri se tira con un flotador salvavidas y un parasol Dark Blood Mistress, quien nada hacia el resto a la perfección (Seguramente ni siquiera necesitaría el flotador, ¿lo haría para llamar la atención?) y sube por las pequeñas escaleritas de madera mientras el barco va a por el siguiente concursante y la chica escurre su parasol. 

Al llegar escucha como Neil filtrea con Ashley ¡Tan pronto! y como Lesley, la ayudante, parece morirse de celos al lado. 

- ¡Tíaaaa si a mi me dijera eso estaría en las nubes!

El presentador se rascaba la cabeza mientras las veía discutir. Es entonces cuando se da cuenta de la presencia de Dark. 

- ¡Aquí la tercera concursante, Dark Blood Mistress! Nos hechizará a todos con sus oscuros secretos. Dime ¿hacía falta el flotador? Un placer, soy, como sabrás, Danny Mclean. 

El cámara, el cual estaba rojo como un tomate, saluda a Dark con la mano. Sin embargo a Neil le esquivaba la mirada claramente. Lesley se acerca patosamente sobre sus taconazos rosas a la recién llegada. - Nena, eres todo un espectáculo ¿Te has cambiado ahí en el barco en medio de todos o venías con eso puesto? Jijiji, ¡me encanta!- Pero la pobre chica mentía muy mal y su cara lo decía todo; no le gustaba nada la gótica. 

Había sido una mañana estresante; tus padres estaban muy pesados con mirar lo que llevabas en las maletas, cruzaban los dedos para que no se te olvidara nada y te obligaron a despedirte de tus familiares, quienes te habían acompañado hasta la costa, donde el Ferri te esperaba. Un barco lujoso y lleno de comida que, sin lugar a dudas, habían preparado para ti. Realmente, ese hecho te ofendía ¡Ni que fueras esa tal Latifa y pudieras tu solo con todo esto! ¿Pero estabas solo? Alguien tenía que estar conduciendo este dichoso vehículo y, además, ¿cuánto tiempo hacía que estabas navegando? 

Te pusiste en pie, con la esperanza de que te dieran una explicación; la verdad que esto tenía mala pinta; en las películas de secuestros solían pasar esas cosas, cuando, de repente, un muchacho larguirucho y moreno entró por la puerta por la cual te disponías a salir. 

- Yeah, colega. Aquí nada de desactivar el barco que nos hundimos.- Dice acercándose a ti con pasos rítmicos. - Vengo a decirte que estamos apunto de llegar, pero me temo que las cosas no son tan fáciles. Vas a tener que saltar del barco y nadar hasta la costa. Allí te espera nada más y nada menos que ¡Danny Mclean! Pero no te preocupes, es una prueba bastante fácil y tendrá su recompensa. En cuanto a tus pertenencias, no hay problema, yo mismo me encargaré de llevarlas a tu cabaña. Por cierto, mi nombre es DJ y me verás mucho por aquí.

Notas como el barco se para. 

- Bien ¿Listo? Tendrás que nadar por ahí. Rápido, que tenemos que ir a buscar a la siguiente concursante. 

Y, al salir, ves como unos metros más allá te esperan en la orilla Danny, Lesley, el cámara, Neil el Metralleta, Dark Blood Mistress y Ashley Hastings. 

Dark Blood terminó de escurrir su parasol y lo abrió cubriéndose del sol. Todo su maquillaje estaba corrido y se agachó por la orilla para limpiarse la cara lo mejor que pudo. No llevaba bañador y se veían varios tatuajes. Se acercó al grupito con el flotador en una mano y el paraguas en la otra para ser recibida por otro de los estrafalarios personajes de televisión sensacionalista que tanta audiencia daban a las amas de casa frustradas que, dejaban la televisión noche y día para ver la vida más interesante de otras personas.

 - ¿Que problema hay? No llevaba bañador puesto. El cuerpo es algo natural. Deberíais escandalizaros por otras cosas. Que asco.

Observó a los otros compañeros y alzando la barbilla les saludó como si estuviera aún en el instituto - Ey

Sin ninguna duda el tal Neil estaba visiblemente molesto por no ser el centro de atención durante unos minutos. Pero era taaan guapo. Aún así Dark Blood ni por asomo debía demostrarlo y mantuvo su faceta de indiferencia observando a las rubias florero que ya habían llegado al programa

 -Venga ya tío…

Que el viajecito dichoso ya le había tocado los cojones bastante. Lo último que le apetecía era tirarse al agua y nadar como si fuera un puto pescado hasta la orilla. Pero la insistencia de aquel afro con menda incluido le decían que de broma, cero.

 -Joder… ¡Como esto sea una troleada te juro que te acordarás de mí!

Mierda de concurso… Pero si quería ganar tenía que plegarse a las normas, ¡qué remedio! Así que a pesar de la poca gracia que le hacía, Noiz acabó tirándose al agua para empezar a nadar como buenamente podía hacia la orilla.

Igual de bien que los otros o incluso mejor, se escucha un ¡chof! y el siguiente concursante nada hacia la orilla y sube por las pequeñas escaleritas de madera con cara de fastidio. 

- No tía... Sí... Tienes razón. No pasa nada, el cuerpo es natural. Eres genial...- Le contesta Lesley a Dark, con un hilillo de voz; se notaba que le tenía miedo. 

- ¡Y aquí el cuarto concursante, Noiz! Fascinante chico, espero que no toquetees nada de la isla, menos mal que no hay internet.- Ríe el presentador, sarcásticamente. - ¡Poco a poco os vais a ir conociendo todos. Y, dime, Noiz ¿se te ha hecho duro abandonar en mundo cibernético? 

El ferri se marcha de nuevo, en busca del siguiente concursante. 

- ¡Tío, tienes que enseñarme a hacer lo que hiciste el otro día!- Le grita el cámara a Noiz, enfocándole. 

Había sido una mañana estresante; mirar las maletas, cruzar los dedos para que no se te olvidara nada (la bandera con la camiseta de Bobby estaba preparada) y despedirte de tus familiares, quienes te habían acompañado hasta la costa, donde el Ferri te esperaba. Un barco lujoso y lleno de comida que, sin lugar a dudas, habían preparado para ti. Realmente, ese hecho te ofendía ¡Ni que fueras esa tal Latifa y entre tu y Sally pudierais con todo esto! ¿Pero estabais solas? Quitando a Sally no habías visto a nadie más contigo. Alguien tenía que estar conduciendo este dichoso vehículo y, además, ¿cuánto tiempo hacía que estabas navegando? 

Te pusiste en pie, con la esperanza de que te dieran una explicación; la verdad que esto tenía mala pinta; en las películas de secuestros solían pasar esas cosas, cuando, de repente, un muchacho larguirucho y moreno entró por la puerta por la cual te disponías a salir. 

- Eh, tía, ¿cómo estás guapita? Perdona, ¿cómo estáis? Mi nombre es DJ y soy ayudante aquí.- Dice acercándose a ti con pasos rítmicos. Al menos incluía a tu amiga Sally. - Vengo a deciros que estamos apunto de llegar, pero me temo que las cosas no son tan fáciles aquí. Vais a tener que saltar del barco y nadar hasta la costa. Allí os espera nada más y nada menos que ¡Danny Mclean! Pero no os preocupéis, es una prueba bastante fácil y tendrá su recompensa. En cuanto a tus pertenencias, no hay problema, yo mismo me encargaré de llevarlas a vuestra cabaña. 

Notas como el barco se para. 

- Bien ¿Listas? Tendrás que nadar por ahí. Rápido, que tenemos que ir a buscar al siguiente concursante. 

Y, al salir, ves como unos metros más allá te esperan en la orilla Danny, Lesley, el cámara, Neil el Metralleta y Ashley.

Joder… Puto programa y puta isla de mamarrachos. No había ni empezado a concursar y ya estaba más en remojo que las carpas. Caminando despacio y sintiéndose terriblemente pesado debido al agua que empapaba su ropa, Noiz se acercó al gili ese a Danny McLean y le miró bastante mal cuando le preguntó aquello.

 -No sé, ¿se te hizo duro a ti separarte esta mañana de los brazos de tu mamaíta? ¿Dónde coño hay un sitio para secarse y cambiarse en este antro?

Como si una pregunta estúpida fuera a mejorar su humor. Lo del cámara ya era un poco más normal. Empezó a escurrirse un poco la camiseta mientras miraba al cameraman.

 -Tío, si me dices dónde hay ropa seca te enseño lo que quieras.

Y sí, había otros tres concursantes ahí al laado de Danny, pero lo primero era secarse. Luego ya se dedicaría a ser sociable. O al menos a intentarlo.

Ashley no contestaba, parecía haberse quedado fascinada después de mi gran introducción. Realmente no me sorprendió, aunque esperaba que una chica así estuviera más o menos acostumbrada al encanto masculino. Mi sonrisa encantadora no desapareció de mi cara, al menos los primeros 20 segundos, después de eso fue cuando empezó a desdibujarse hasta acabar en una cara desencajada en la que no entendía nada.

Por suerte llegó un inesperado bomboncito. Aquella gótica que escupía sangre por la boca era lo bastante atrevida como para acabar en el agua con ropa interior, y he de reconocer que lo que vi no me desagradó en absoluto.
Arrastrando mi pie derecho hacia atrás mientras me alejaba de Ashley, di media vuelta mientras señalaba el conjunto de Dark Blood Mistress y me plantaba delante suyo.

-¿Sabes qué? Yo siempre he opinado lo mismo. -Y diciendo esto agarré mis pantalones con fuerza y los arranqué de un tirón, dando la sensación de que estaba preparado y dejando ver unos boxers negros. -Nunca he entendido a las personas que se escandalizan porque les vean con ropa interior. Mi nombre es Neil, el metralleta -La miré con media sonrisa -Un verdadero placer conocerte...

Había llegado el tío de los ordenadores. Meeec. No interesar, mi ocupado.

Encantada Neil, soy Dark Blood Mistress. Vaya humor trae el cuarto concursante, el Noiz ese. Pff - Dark Blood cruzó la mano izquierda bajo el codo derecho, aún sosteniendo su sombrilla que increíblemente ya estaba seca... ¡ Mierda la crema solar ! Esperaba que alguien hubiera traído, o no podrá despegarse de la sombrilla ni por un momento. Mientras rumiaba sus propios problemas su rostro iracundo parecía mostrar desagrado por cuanto tenía enfrente.

Que asco...

Adulador. Sonrió al metralleta e iba a contestarle cuando se fijó en cómo iba la chica Dark. ¡Cómo podía siquiera pensar que iba bien así! Su mente comenzó a divagar sobre los cambios que le haría aquella chica y por ello se despistó en la respuesta a Neil*. Y solo volvió en sí cuando llegó uno más. 

Menudas pintas tienen... son todos unos raritos.

Se acercó nuevamente a Neil, que estaba claro que iba a ser su mejor amigo en la isla visto lo visto y por ende a Noiz:

- Hola.- le dijo al recién llegado aunque la verdad es que no tenía muchas ganas de entablar conversación con él. Entonces se acercó un poco más a Neil y le susurró- ¿Qué te parece si nos hacemos luego con las camas juntas? Camas, colchones, sacos de dormir... lo que sea.