Partida Rol por web

El viaje continuo por los siguientes 2 dias, se toparon con algunos encuentros casuales con orcos y goblin de la secta pero nada que fuera de mayor problema o que no se resolviera de la forma habitual.

llegando a la ciudad, despues del largo viaje geil se aseguro de tenerlos a todos de forma presentable, ademas de pedirles que pongan sus capuchas y eviten hablar con los demas, almenos mientras tenian el uniformem, los carros fueron cubiertos con unas lonas que tenian los mismos colores de los uniformes, a forma de adorno.

Una vez dentro de la ciudad, heil los guio a un par de tiendas donde repartio sospechosas cajas negras del tamaño de una maleta de viaje, las cajas sobre las que solia sentarse en el camino y que cuidaba con tanto recelo, los dueños d elos locales eran cautos con ella pero no parecian molestos de verla, algunas personas los veian con mucha rareza cuando ivan a algunos de estos lugares, algunos les llegan a preguntar "tu tampoco hablas?" sin ninguna razon aparente, quien mas llamaba su atencion era erik a quien la tunica no podia cubrir del todo y kurdrim quien por su estatura resalta igualmente

Tras hacer los encargos, geil les da la siguiente parte de su paga y les invita a beber y divertirse en una de las posadas, sin uniformes esta vez.

Se quedan en el pueblo 3 dias en los cuales aprovechan para comprar vender y divertirse

La bandida decide mantener la cabeza baja y logra negociar por que le regresen las pluman, explica que esta no son tan comunes, estan hechas de un metal peculiar, pesan lo mismo que dos monedas de plata y 1 de cobre, aunque su tamaño es apenas poco mas grande de una moneda de plata, en la organizacion eran el equivalente a un titulo, mientras mas tienes puede pedir a la organizacion, incluso es posible salirse de la organizacion con bastante de ellas

Mera les agradece y se retira con su señor, este no tiene problemas en ridiculizar o insultar a mera quien solo se calla y recibe la culpa del fracaso en la mision, les agradece por cumplir con traerles de regreso los impuestos, ofrece una recompenza y geil no tarda mucho en pedirla, lo unico que obtiene parecen ser 3 documentos, estos parecen ponerla muy feliz, lo bastante para darles un bono a todo.

Lo siguiente fueron un par de dias de viaje de regreso al 'hogar' de geil, con algunas aventuras en el camino y algunos paradas.

Al final se llego a una pequeña villa que habia tenido mejores dias, algo violento y grande ocurrio aqui hace algun tiempo, actualmente parece ser la base de una especie de gremio, todo usando el uniforme de la serpiente alada, se les plantearon 2 opciones.

Quedarse a trabajar como miembros del gremio
Irse antes del anochecer por su propio pie, con su paga por supuesto

Geil les puede ayudar con trasporte a los que quieran irse, paga la parte del carro que se compro y lo ofrece a los que quieran irse como regalo (si los dueños quieren irse igual les paga sus respectivas partes)

El viaje continuó tras el encuentro con aquella compañía de artistas sin mayores incidencias. Dos jornadas de viaje másy por fin llegaron a su primer destino. Allí, Erik se limitó a cumplir las órdenes de Geil, vistiendo aquella túnica que le quedaba ridículamente pequeña (y que tenía que llevas a modo de capa y caperuza) y hablando únicamente cuando se le preguntaba. Las miradas de curiosidad que le dedcaba la gente le traían sin cuidado. No era la primer vez que destacaba por su tamaño ni sería la última.

Tras cumplir con aquella parte del encargo, tuvieron unos días libres, días que Erik aprovechó para reunir información acerca de la gente a la que buscaba. No fue mucho, pero consiguió pagar lo bastante a un tabernero de una posada de mala muerte para que le diera información interesante. Ahora ya sabía a dónde debía dirigirse en cuanto terminara su contrato con Geil. También fue allí donde se despidieron de la bandida y de Mera. Apenas había formado vínculos con ellas, por lo que realmente no le importó lo más mínimo que las dos mujeres siguieran su camino.

Después de aquel poblado, retomaron el trayecto otro par de días, hasta llegar al poblado de la jefa. Allí se dio por finalizado su trabajo, dándoles la opción de edarse a trabajar con el gremio o de seguir su camino. Para erik Berglund la decisión fue muy fácil. Después de todo, tenía un objetivo que cumplir a toda costa. Así que, tras descansar del viaje, el guerrero se dispuso a abandonar el grupo y partir hacia su siguiene destino.

 -Me temo que nuestros caminos se separan aquí. Gracias por todo. tened cuidado.

Cuento satisfecha el dinero recaudado. Me daría para pagar las deudas más gordas y me sobraría para celebrarlo en condiciones.

Creo que por mi parte esta asociación ha terminado - digo a Geil aceptando el finiquito -, pero ha sido un placer trabajar para vos, y espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse algún día.

Animo al resto de la compañía a acompañarme a una taberna, con la premisa de celebrar el trabajo bien hecho y una ronda de mi parte.

Y sabed, compañeros míos, que cualquiera de vosotros será siempre bien recibido en el hogar de Qi'nhe

Llegaron finalmente donde iban sin mayor contratiempo. 

El tiempo le había dado la razón al monje.  

Los humanos eran rápidos de actuar,  pero torpes en lo que se refería a tomar decisiones, aunque divertidos. 

Geil hizo sus negocios normalmente y cumplieron con eso la misión. 

La paga fue ... Lo acordado.

Devolvió la mula,  juntó todo el dinero que le dieron,  y compro un caballo. 

El hermoso jamelgo pareció congeniar  con el monje, y lo nombró "silver".

Luego,  se juntó con el grupo,  habían sido sus compañeros,  pero nunca en realidad sus amigos. 

La disciplina y el temple les había fallado,  a muchos de ellos,  incluido el, habían caído en pelea. 

Había deshonrado la disciplina y el orden impuesto en su mente. 

Todo esto pensaba mientras sonreía exteriormente,  en la cantina donde se habían juntado. 

Se mantuvo silente,  asintiendo de vez en cuando, pero ido. 

En un momento de la noche,  cuando no lo veían,  dejo un papel en la mesa y se alejó antes de ser visto. 

La nota decía,  simplemente: Gracias por aceptarme,  los recordaré. 

Ciertamente lo haría. 

Mientras los demás podían continuar con su vida normal el no. 

Mientras montaba a pelo su caballo,  en la parte de atrás de la cantina escuchó pasos, se escondió  de balde pues nadie vino. 

Monto,  y a la luz de la luna partió en la noche. 

No pasaron ni unos segundos y la noche engulló su figura,  que se veía a duras penas ya. 

Ellos no le habían fallado a el... El les había fallado y debía seguir entrenando. Tal vez el destino los volvería a unir,  tal vez no. 

Una cosa si era segura,  el entrenaría mucho tiempo para no defraudar a nadie. 

Mientras galopaba por el camino,  vio un pequeño bosque,  y sin dudar,  salió de la senda,  perdiéndose en los árboles. 

Por mi parte no me habia atado emocionalmente al grupo o a la jefa, mas la oportunidad de trabajar para una organizacion mas grande me tienda fuertemente, su grupo parece tener muchos secretos e intrigas pero es un grupo que parece ya estar establecido en el que se goza de cierto estatus, la posibilidad de unirme a este grupo y poder examinar formar parte de un grupo mas grande y con prestigio es una de mis metas, por lo que de mi parte decido unirme, aunque es posible que sea el unico con esas idea al ver como los demas prefieren retirarse, no tengo problemas con dejarle mi parte de la carreta

Amika se unió sin dudar a Heguz y acabó cantando borracha en el escenario junto a su amiga y encantando con su magia a todos los hombres de buen ver allí presentes. A la mañana siguiente se despertó rodeada de 5 hombretones exhaustos y dormidos. Se escurrió de la cama, cogió sus cosas y se fue como un suspiro en el viento. 

Aquel podía ser el final de la compañia de la caravana pero sólo era el comienzo para la historia de Kara Mason, bardo extraodinaire.