Partida Rol por web

Estaba claro que su comportamiento no gustaba mucho por allí. Por eso, cuando esos dos se fueron a hablar de negocios, miró a Jenna cuando hizo su comentario.

-Estaría mejor si no lo dijeras en voz alta.

Se acercó a examinar la moto que estaba reparando, y los vehículos y herramientas que había por ahí, tratando de entender que partes tenían, como funcionaban y todo eso. Entonces hizo un descubrimiento fortuito en la guantera de uno de uno de los "coches" más viejos: un estuche con una pequeña horquilla que iba en el pelo, por lo que pudo deducir. Al colocarla y presionar sobre ella, se desplegaban unas gafas de sol, cuyo gradiente se ajustaba a la luz ambiental.

-Como mola... -susurró.

Le dió otra vez al botón, guardándose la horquilla dentro del guante y dejando el estuche donde estaba. Santa Rita, Rita, lo que se da... etc. Luego, siguió mirando el resto de cacharros, lo más discretamente posible. Era un mundo nuevo. Y quería, necesitaba, conocerlo mejor.

La información es poder.

 "jajaja"

Pasó por mi mente cuando escuché el disparate que Chuck le decía a Jenna. ¿Cómo era posible que después de que había escuchado el cumplido que le había hecho yo, Chuck dijera tal cosa?

Quizás la mente de Chuck era algo difícil de comprender.

Por otro lado me parecía muy sospechoso lo que se traían Swan y Farban, pero no le presté atención y me dispuse a admirar las motos que estaban en aquella especie de taller... increíbles...

El programa sonrió y negó con la cabeza.

-Te han informado mal en parte. Si, le vendo a la resistencia pero no se nada de ellos.

Explicó.

-Normalmente, envian ha alguien que no tiene nada que ver con ella, no sé, una prostituta, un programa corrupto, cosas así. Yo hago los tratos con ellos y luego desaparecen.

Dejó caer el paño sobre una pequeña mesa de montaje.

-Lo siento...

- Lo siento..

Dijo ante la respuesta de Buzz y bajó la mirada al suelo. Se llevó las manos a la espalda y las entrelazó ahi sin saber que hacer, ni que decir. Lo mejor sería estar con la boca callada porque no hacía más que meter la pata.

Observaba a sus compañeros mirando aquellas motos o lo que fueran, nunca le habían llamado la atención. Sabía conducir porque le era necesario, pero no le apasionaba.

Chuck arqueó la ceja cuando vio a Buzz trastear en uno de los coches, pero no le dio mayor importancia. El cerebrito había demostrado ser más que capaz de moverse entre la tecnología de ese mundo, así que cuando comprobó que entendía ninguno de los instrumentos que tenía delante, miró alrededor.

Entonces clavó los ojos en Jenna. Parecía tan triste, tan desvalida. El traje le daba un aspecto de ser mucho más frágil que antes, y estaba seguro de que su comentario no había ayudado a que la muchacha se sintiera mejor. Así que se acercó a ella.

- Oye, Jenn... -  luego se dio cuenta de que estaba cerca de oidos extraños, y la llevó a un lado tomándola suavemente del brazo - Perdona lo de antes, ¿va? Estás preciosa con ese corte de pelo y... bueno, está claro, pero los chicos y yo vamos a hacer todo lo posible por recuperar a Jensen.

Se giró hacia Chuck cuando llamó su atención. Le siguió cuando este se la llevó a parte, para que el resto de sus compañeros no les oyeran, ¿qué querría decirla?. Le miró curiosa y atenta cuando el chico comenzó a hablar.

Pero lo que no se esperaba era que se fuera a disculpar por lo de antes. Sonrió y bajó la cabeza, no pudo evitar reir un poco cuando comentó lo de que le quedaba bien el pelo. Arqueó una ceja sonriendo de lado.

- Gracias.. es todo un detalle

Le abrazó, aunque lo de antes no fue muy acertado, ahora lo había arreglado disculpándose y eso le pareció todo un detalle, estaba siendo todo un apoyo ahí dentro, aunque los demás tambien se preocupaban por ella, Chuck era el que más.

- No te preocupes..es solo que me siento perdida.. nada más. Sé que hareis todo lo posible.

Se separó de él y sonrió, confiaba en ellos, pero de lo que no estaba segura es de si él estaría allí tambien.

De pronto, fuera se oye un gran escándalo. Varios soldados de rojo entran en las tiendas, parece un registro a fondo y obligado. Los que se oponen o protestan son capturados y llevados hasta el reconocedor que hay fuera.

Varios guardias rodean a un programa, que camina con firmeza, imperioso, mientras revisa un panel, al estilo ipad, pero mil veces mejor, futurista, de una lámina muy fina de color azul, que abre y cierra como si fuera un papiro.

Si no se dan prisa, pronto llegarán allí.

- Es hora de mover el culo - pensó Chuck, y acariciando suavemente el brazo de Jenna para finalizar la conversación, se dirigió hacia donde se habían ido Swan y Farban.

Esquivó los trozos de moto que pululaban por el lugar y llamó a la muchacha, jaleado por los disturbios que estaban provocando los guardias de rojo. Ella era su guía en el lugar, la única manera que tenían de moverse sin ser vistos, y la llave que les abriría la puerta donde se escondía Jensen. Al fin y al cabo era lo que todos querían. Sí, era eso.

- Eh, blanquita, esos tipos de rojo están aquí... y parecen con prisa.

Un minuto.

Ni un minuto había pasado y ya se avecinaba un posible revuelo. Swan cerró los ojos y se llevó las yemas a la frente tras escuchar lo de "blanquita", visiblemente... perturbada. Realmente lo parecía, porque hasta se masajeó las sienes con los dedos, frustrada. Apenas había compartido un par de palabras con Farban...

- ¿...Qué ocurre? - preguntó, dirigiéndose en dirección al grupo para visualizar el problema.

 Justo cuando comenzaba a entender el funcionamiento de aquellas motos, o al menos eso creía, terminó la fiesta, los rojos estaban de vuelta y avanzaban con si no les importara a quien afectar su marchar.

Salí corriendo junto con Chuck y Jenna a la búsqueda de Swan y Farban, me torné sólo para avisarle a Buzz:

-Buzz, toma tus cositas andando

Una vez dentro con los otros cuatro, concordé con Chuck y reafirmé su comentario:

-Así es, los hombres de rojo aparecieron y creo que si no es mucha molestia, deberíamos de salir echando leches...

Me quedé esperando respuesta...

Intentó atar cabos rápidamente, ya que la situación parecía requerir de cierta agilidad mental. Estaban registrando las tiendas una y una, y les iban a interrogar. Farban tendría que explicar que hacía una sirena y varios programas de diferentes colores, potencialmente "hackeados", hablando con él.

-Lo mejor es que piensen que te robamos -dijo de repente.

Luego se montó sobre la moto, pensando que no sería muy diferente a pilotar una moto del mundo real, o una bici. Comprobó que funcionaba y arrancaba.

-Hay que distraerles para que no miren aquí, lo haré. Deux, ¿Vienes conmigo? Vosotros podéis volver por el mismo camino por el que venimos, aproyechando la distracción, y nos esperáis en aquel piso.

Esperó a que Swan se decidiera, aunque no tenía mucho tiempo.

Cuando todos van a avisar a Deux, ella se asoma a la puerta con cuidado para ver que es lo que está pasando ahí fuera. Tienen pinta de ser como sus policías, sacando a la gente a la fuerza de las tiendas y luego haciendo algo extraño que no tiene ni idea de qué es.

Mira hacia dentro para ver que hacen sus amigos.

- Tenemos que darnos prisa!

Les avisó mientras controlaba que esa gente se acercara hacia donde estaban ellos.

Swan ve un control, más bien una redada de varios programas (al menos ocho) y al oficial al mando; era un programa famoso por dar siempre en el clavo, era todo un sabueso en toda regla de nombre Tax. Aunque en cierto modo, era el peor de los males, Swan prefería mil veces a Tax que al oficial Deslan contra el que combatir, sin embargo, no quedaba mucho tiempo y si Tax los encontraba, era solo cuestión de tiempo que le llamaran junto a sus fuerzas de élite.

-Pero que...

Farban miró a los programas que acompañaban a Swan. Se llevó una mano a la cadera y con la otra señaló a Buzz, mientras lo miraba con ojos de inquisidor.

-¡Bájate ahora mismo de mi moto!

Miró a Swan interrogándola con la mirada.

-¿Pero que es esto?

Deux palideció de súbito (aún más) conforme los "extranjeros" fueron hablando. Aún así su expresión no varió un ápice hasta que el mecánico señaló el vehículo sobre la que iba montado Buzz, momento en que sus párpados se cerraron anunciando una hecatombe de proporciones titánicas mientras un maremágnum de ideas ametralleaban su cabeza. Iba a pasar de estar metida en el ajo a ser el propio ajo.

La tapadera se había evaporado sin dejar ni el recuerdo, limitando aún más las posibilidades de la muchacha, quien empezaba a experimentar un ligero cabreo.

- Te la devolveré como nueva - aseguró al mecánico, montándose de un bote tras el informático. Se aseguró de nuevo la capucha, elevando una palma en señal de calma en dirección a Farban, intentando transmitirle cierta calma con los ojos mientras que con la otra mano se sujetaba a Buzz - Confía en mí. No digas nada.

Sonrió socarrón cuando vio que Buzz cogía una de esas motos y pedía a Swan que se subiera a bordo. ¡Maldita sea, ese cerebrito iba a terminar siendo un tío guay y todo! Pero no era momento de aplausos, tenían que irse a toda velocidad, y de él dependía que fuera inmediatamente.

- Un placer, campeón - dijo, despidiéndose apresuradamente mientras cogía de la mano a Jenna y enfilaba por la calle en dirección contraria a la que habían venido - ¡Vamos James, no te quedes atrás!

Estaba impresionado. Su forma física, la cual ponía a prueba cada día en el gimnasio, ahora estaba potenciada. Se sentía más rápido, más fuerte. ¿Sería por el traje o por su condición de "programa"? No importaba, ya tendría tiempo de que le respondieran a esas y más preguntas. Ahora sólo necesitaban escapar.

Aunque en lo más profundo de sí mismo, deseaba que alguno de esos tipejos de rojos se cruzara en su camino y probar lo duros que eran...

Farban negó con ambas manos, firme.

-¡No, Swan, no! ya me juego bastante el pellejo como para que me pidas favores así. Además, no me fio de ellos.

Hizo un gesto con el pulgar a Buzz.

-¡Baja!

Simple y sencillamente me parecía una completa estupidez el disparate que acabada de decir Buzz, no pude evitar decirle algo, nunca había sido de los que les gustaba quedarse las cosas guardadas:

-Mira Buzz, sé que te la quieres robar, pero no hagas nada estúpido y vámonos ya...

Pero no, lejos de compartir mi opinión, a Swan se le metió no sé qué cosa en la cabeza y decidió seguir a nuestro disparatado compañero:

-¿Pero qué diablos?... bueno, Buzz es un idiota pero con la ayuda de Swan esto podría funcionar

Así es que me hice a la idea de verlos partir en aquella hermosura de vehículo y justo cuando a partir se aprestaban, Farban apareció y casí a punta de golpes, les bajó de la moto.

"¿Es que acaso nadie se quiere ir ya?"

Era lo que pasaba por mí mente, habían ocurrido muchas cosas antes de que entraran los hombres de rojo. Pero aún con todo y ese espectáculo, me dirigí hacia donde Chuck y Jenna para salir corriendo de aquel lugar...

Cuando se quiso dar cuenta de que es lo estaba pasando ahí dentro, ya estaba corriendo de la mano de Chuck. Solo pudo ver como se subían a una moto, pero no lo que pasaba despues.

Sólo corría lo más que podía y miraba hacia atrás para ver si esa gente les había visto y sus compañeros les seguían. Vió que Bishop iba tras ellos, pero faltaban los otros dos de los que no sabía que fueran a hacer.

Empujó a Chuck a un callejón para esconderse allí ambos y esperar al resto de sus compañeros. Se asomaba de vez en cuando para controlar que pasaba allí.

- Tenemos que esperarles..