Partida Rol por web

Swan conocía esas calles, de hecho, solía patrullarlas a veces para cazar a sus victimas, ya que no era raro que éstas usaran el mercado para huir.

Contando con que ya tenían el sur y el norte rodeado, lo mejor era intentar atravesar la pared del oeste, si tuvieran suerte de poder esconderse antes de que un reconocedor los detuviera, mejor que mejor, pero no había nada seguro. De hecho, era más seguro ir a pie que en moto, no estaban seguros, siquiera, de que ese escándalo fuera por ellos o no.

De sopetón, Swan dejó la vista fija en Farban.

- Espera - indicó a Buzz, posando una mano en su espalda mientras no separaba la vista del mecánico. De nuevo las estelas de luz volvieron a recorrer vertiginosamente sus iris, posiblemente cargando la información que necesitaban, y Swan volvió al suelo de un salto felino cuando los chicos comenzaron a largarse, dándole un tironcito al informático para que la siguiera.

- Cambio de planes - se dirigió tras los chicos con la intención de guiarles hacia el oeste, no sin antes lanzarle un aviso a Farban - Siento el revuelo. Volveré por aquí.

Farban negó con las manos.

-Nada pero...te vas sin saber mi información...

El programa parpadeó. Tanto problema para verle y luego no espera a que le diera la respuesta. Debían ser cosa de las sirenas.

Información.

- ¡Esperad!

¿...Su información? Hacía un momento le decía que no contactaba directamente con la Resistencia, que la habían informado mal, y aún así tenía información para ella... Fuera lo que fuera, aquella posibilidad atraía a la albina como la miel a los osos, y Swan enfiló sus pasos hacia Farban, quedándose apenas a unos pocos centímetros de él, con unas pupilas contraídas de curiosidad que acentuaban la traslucidez de sus ojos.

- Te escucho - su cuerpo, fibroso, permanecía en alerta, preparado para echar a correr tras escuchar sus palabras. Su mirada, aunque atenta, apremiaba a su interlocutor.

El programa matizó lo que le había contado, moviendo las manos al hablar, gesticulando.

-He dicho que yo no conocía la información, pero conozco a alguien que si lo sabe.

Explicó.

-Se llama Prish, y suele verse en los clubs nocturnos de la ciudad, no sabría decirte donde exactamente, pero es una buena pista por donde empezar ¿no te parece?

Se apartó de Chuck y asomó la cabeza de nuevo a la calle principal, no veía salir a nadie de la tienda en la que estuvieron y tampoco parecía que nadie les seguía.

- Parece que han cambiado de planes..

Mira a un lado y a otro.

- Nadie sale de la tienda, ¿qué hacemos? ¿Volvemos?

Le pregunta.

No le había gustado no enfrentarse a ninguno de esos guardias, pero teniendo en cuenta que ahora se estaba encargando de la protección de Jenna, no habría sido una buena idea. Se asomó también, vigilando, y se preguntó donde narices se había metido Bishop. Ese muchacho tenía la mala costumbre de entretenerse con cualquier cosa.

- No se si Buzz y la blanquita han tenido tiempo de escapar, ni tampoco se dónde anda James. ¡malditos imbéciles! - dijo, golpeando la pared - Sin Swan no se dónde ir ahora... Quizás tendríamos que volver a donde nos llevó ella la primera vez y esperar allí.

Abrió bastante los ojos al ver su reacción, le puso una mano en el hombro.

- Hey.. tranquilo, mientras no nos descubran, estamos bien. ¿Esa gente que sería? Parecía como policía.. llevándose a la gente como si hicieran redadas.

Volvió a asomarse.

- Creo que lo mejor es que esperemos un poco más.. no les vi salir, creo..  si no les vemos salir, volvemos sobre nuestros pasos y averiguamos que pasó. No parecemos sospechosos.. ¿verdad? Mientras yo no abra mucho la boca..

Sonrió por la broma.

Asintió ante el comentario de Jenna, más pendiente de esos tipos que de entender la broma. Seguía observando, sin olvidar lo que significaba recibir un impacto de esos discos que ahora portaban a la espalda. Caer convertido en polvo, eso significaba.

- Parece la seguridad de la zona. Ahora entiendo lo que decía Swan sobre que esto era una dictadura. Es como dices, parecen redadas. Esperemos a ver qué pasa.

Se mantuvo pegado a la esquina, vigilando cada movimiento que le revelera qué les había pasado a Buzz y Swan.

-Identificación.

Se oyó a sus espaldas. Era una voz grave y metálica. Eran dos guardias, con los circuitos rojos, igual de acorazados que los que los pararon en la calle antes de ser destruidos. Uno de ellos portaba una lanza con la punta roja, y el otro iba desarmado, al parecer.

El joven pegó un respingo cuando escuchó la gutural voz de los guardias, y miró un momento a Jenna. ¿Qué quería expresar el musculuso muchacho son esa mirada? Quizás ni él mismo lo sabía. Respiró profundamente un segundo para calmarse, y se dirigió hacia los negros soldados con la mejor de sus sonrisas, caminando lentamente.

- Oh, por supuesto, está claro que ahora tengo que sacar mi disco... - dijo, echando la mano hacia atrás, palpando repetidas veces, debido a la inexperiencia.

¿Qué debía de hacer? Si esos tipos veían que no eran programas, les arrestarían, y no tenía ninguna intención de acabar en una celda... o algo mucho peor. Recordó cómo combatían los rebeldes contra ellos, y cómo había usado ese Virus el disco contra Swan. ¿Sería como lanzar un freesbie? ¿O quizás era más cómo lanzar un balón de fútbol?

¿Y qué pasaría si acababa con ellos? ¿Qué le ocurriría a él, y a Jenna? ¿Y a Jensen? Peor aún, ¿qué pasaba si fallaba? Daba igual, esos tipos no estaban vivos, los segundos contaban, y no tenía muchas opciones, así que sacó el disco, y observó cómo sus bordes empezaban a girar a toda velocidad, como si fuera una luminosa sierra.

La suerte estaba echada. Cogió el disco, y lo lanzó con todas sus fuerzas hacia el soldado que portaba el bastón. Con suerte, si lo pillaba desprevenido...

- ¡Corre! - gritó a Jenna mientras el disco volaba hacia su objetivo.

Perfecto. No sólo tenía el nombre del contacto, sino que además lo conocía. Como respuesta a aquello le regaló una sonrisa agradecida:

- Gracias - una rápida inclinación de cabeza, y la albina se dispuso a acelerar el ritmo, abandonando el taller tras los chicos.

 Había salido con el mismo ritmo que Chuck y Jenna, pero cuando menos lo noté me detuve en seco para esperar a que Buzz saliera junto con Swan, aún con eso observé a la perfección el callejón en el que se habían metido los primeros.

Como ví que no salía ninguno de los dos, decidí apretar el paso y alcanzar a mis compañeros antes de que Chuck intentara alguna de sus acostumbradas tonterías.

-Se quedaron, pero parece que ya vienen... esperémosles no deben de tardar...

Aún cuando estaba un poco acelerado por la carrera que había tomado, para nada me sentía cansado, era parte de mis rutinas diarias salir a correr...

Swan, Buzz y Bishop acuden a buscar a Jenna y Chuck...descubrieron que era demasiado tarde para realizar el plan pensado, puesto que Jenna y Chuck se habían enfrascado en una pelea con varios guardias.

Pronto se reunirían todos los guardias de esa sección ¿qué harían? ¿sobrevivir, rescatarlos o darlos por capturados ya?