Partida Rol por web

Un asunto de Honor

Capitulo dos: La ronda del enamorado

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11/06/2015, 18:44
Villa y Corte

La noche era negra y fría; y ningún alma transitaba a esas horas las calles de la villa. Nestor conocedor de la villa y de la casa del conde de Motrico llevo al grupo sin dificultad hasta ella. El palacio del conde ocupaba toda una manzana, era un edificio de dos plantas en forma de “U” con un patio interior cerrado por una tapia que daba a una de las calles. Las ventanas de la planta baja estaban enrejadas y las de la segunda planta estaban tapadas por cortinas. El palacio constaba de tres puertas una principal labrada con el escudo de la familia en el dintel, otra pequeña de servicio y la última que daba al patio trasero.

La puerta principal estaba iluminada con candiles y en una de las calles, a la que no daban ninguna de las puertas, estaba iluminada por las velas de una hornacina donde descansaba la imagen de la virgen de la Almudena, patrona de la Villa.

El enamoradizo sabía que el ángel se alojaba en una de las habitaciones que daban a la calle de la virgen, pero había un problema, los sirvientes. Si era cierto el rumor estos se lanzarían a la calle garrote en mano cuando escucharan el primer soneto y no era menester despachar a los criados de tu futuro suegro a golpe de toledana y vizcaína. Habría que idear un plan para entretener a los criados o desviar su atención si usar el acero, mientras don Diego cantaba como un ruiseñor a la bella  Itziar.

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13/06/2015, 13:28
Diego de Mendoza

Amigos míos -dije mirando el impresionante palacio del conde de Motrico-, que andamos ya aquí, apostados en una esquina, et no hay vuelta atrás. Tiempo no ha dádome a formar soneto como los grandiosos que en papel viajan sólos por la Villa y Corte, pero podré apañármelas con un buen naipe... Ahora bien, abrid bien los ojos, que habrá matasietes por las esquinas, que se esconden tras el fuego de los farolillos, como bien sabréis... Y mi plan, buenos amigos, es el siguiente. Ejem...

Carraspeé un poco, me mojé los labios con la lengua y me rasqué un poco la nariz y el bigote.

Et que al primer verso que mi buena voz pueda darle a la ventana de doña Itziar, los criados creerán que somos monipondios, ¡tal que así que no debemos actuar! Néstor, te apostarás en aquella otra esquina, y tu, Alejandro, en la de más allá -parecía que lo estaba contando como improvisando, pero en realidad, de camino al lugar, estuve dándo unas pequeñas vueltas al asunto-. Et que no dejéis de miraros en todo el tiempo, et no metáis mano si no es menester por mucho rufián que os encontréis. E que luego, vos, Nuño, quedaréis conmigo, como guardia como si en Cása y Cárcel anduviéramos: que mientras miro hacia arriba y cánto con cítola de voz, habréis de desabrigar el sobaco si hace falta, no fuérase que me la hincen por la espalda mientras miro al cielo...

Miré a todos, por si más o menos entendían el plan.

Et que no acaba ahí la cosa: Néstor y Alejandro, tendréis que dar la primera voz. Habréis de vociferar como si fuérais pretendientes, mas no como fulanos o ladrones: se creerán los criados de guardias que estáis, en la otra parte, empapándo con infulosa verborrea a la hija de don Cosme. Et que si salen a buscaros en un avemaría, tenderé yo media pica para vosotros en cantando rápidamente versos rápidos bajo la ventana y reja de mi amada -resoplé, aún relatando el plan, de amor-. ¡Ah! ¡Y tened los dedos acariciando la ropera o la guardamanos, señores!

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15/06/2015, 18:41
Alejandro de Ladero

Alejandro asentía con la cabeza en silencio mientras su amigo hablaba. Todo le parecía bien y bueno. Acaso quedaba el inconveniente de estar cada uno por su cuenta si se llegaban a medir las hojas; pero no encontró manera de justificar su inquietud sin poner en entredicho sus arrestos. Por otro lado, la promesa de buen vino al final de la faena terminó por sacudirle sus dudas.

Se acarició el bigote como gato, ingenioso y hábil, y dio media vuelta para ir a colocarse en su sitio. Según lo hablado habría de hacerse pasar por pretendiente. ¿Cómo hacer, entonces? Pensó en robarse las líneas de algún poeta, porque a él se le daba más la pintura que la letra en verso. Para su desgracia, conocía más bien pocos y por más que se lo pensara "A unas piernas" no parecía el soneto adecuado.

Así pues llegó a su esquina con la cabeza en blanco... o más bien no, pero repitiendo una rima que bien podía costarle más que unos cuantos palos.

"¡Ay basas de marfil, vivo edificio
obrado del artífice del cielo,
columnas de alabastro que en el suelo
nos dais del bien supremo claro indicio!

¡Hermosos capiteles y artificio
del arco que aun de mí me pone celo!
¡Altar donde el tirano dios mozuelo
hiciera de sí mismo sacrificio!

¡Ay puerta de la gloria de Cupido
y guarda de la flor más estimada
de cuantas en el mundo son ni han sido!

Sepamos hasta cuándo estáis cerrada
y el cristalino cielo es defendido
a quien jamás gustó fruta vedada."

Notas de juego

Que conste que lo piensa, no lo dice. XD

La verdad es que no entendí muy bien el plan y habré de esperar la intervención de Nuño para imitarle en la labor que nos encomendaron. XD ¡Vamos allá!

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15/06/2015, 22:58
Nuño de Calatrava

Encabronado aún por las palabras de la Lebrijana, dispuseme pues a cumplir el plan trazado por el ingenio insigne de mi amigo. Así, presto hube de situarme a su espalda, cubriendo aquesta de ataques traicioneros, presta mi mano en la empuñadura de mi Tizona particular. Pero no hubo manera de no seguir rondando las palabras de la putanga y no estaba en mi ánimo dejarlas correr como agua de molino...

- No guardéis reparos en entregaros a vuestro arte, pues ya sobre aviso el gato, los ratones poco cascabel habremos de ponerlo.

Notas de juego

* Juego de palabras (ya sé que fuera de contexto tal vez, pues Samaniego es posterior a esta época y muy claro no tengo que ya entonces a los madrileños se los llamara gatos, pero no me pude resistir ^^

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15/06/2015, 23:50
Néstor Romerales

Tras escuchar las palabras de mi señor explicándonos el plan a seguir, nos disponemos sin más dilación a seguir sus instrucciones. Mientras Don Diego y Don Nuño se colocan en las cercanías de la ventana por donde llamar la atención de la hermosa de Motrico, a Don Alejando y a mí nos toca apostarnos en otra de las fachadas del caserón para ejecutar la pantomima de unos desafortunados pretendientes que hemos venido a rondar a la joven.

Así pues, sigo los pasos del pintor, que parece meditabundo mientras se dirige a doblar la esquina en busca de un lugar alejado para empezar a recitar con la intención de llamar la atención de los hombres de guardia que pueda tener la casa lo máximo posible. Observo a mi compañero farfullar algo, que intuyo sean las palabras que dedicar como pretendiente, aunque no muy confiado. Por ello, intento infundirle algo de confianza:

-No os preocupéis demasiado, Don Alejandro, pues confío en que a un hombre de artes como vos no os resultará demasiado complicado dar con unos versos más que complacientes. A fin de cuentas, no se trata realmente de encandilar a ninguna dama, sino a los jaques que pueda haber de guardia, que son más fáciles de seducir.-Le dedico una sonrisa pícara, antes de continuar.- Y de todas formas, si las cosas se ponen feas y salieran demasiados aceros a escena, no habrá más que alertar a nuestros amigos y poner tierra de por medio.

No tengo realmente claro el orden de prioridades en la última frase que acabo de decir, pero mejor será no tener que verme en la necesidad de comprobarlo...

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16/06/2015, 12:46
Villa y Corte

Don diego había repartido las cartas situado a cada uno de sus amigos como naipes sobre el tapete. Todos habían criticado soterradamente la idea del enamoriscado pero nadie le había contradicho. Todo fuera por una buena garra de vino. La peor parte le tocaba a Ladero y a Romerales, tenían que hacer de señuelo, y correr como las liebres delante de los galgos del conde de Motrico, alejando a los lebreles de la casa del conde. Listos y en sus puestos solos faltaba que el Pintor comenzara con las estrofas que despertada a los ciados.

Notas de juego

Alejandro y/o Nestor, tirada de Interpretación para cantarles una buena sonata a los criados del Conde. Tenéis que tira 3d6 y sacar igual o menos que el valor que tengáis en Interpretación. Si no tenéis la habilidad hay que dividir entre dos la característica de la que depende, en el caso de Interpretación depende de Espíritu (El redondeo es hacia abajo).

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16/06/2015, 16:47
Alejandro de Ladero

Alejandro se aclaró la garganta. No se le había ocurrido más nada que la mesma copla que tenía en la cabeza, así que de a eso se aferró. "Ruego a Dios que Don Diego no tome a mal que le mente las piernas a su querida" pensó instantes antes de empezar.

Pero cuando comenzó a cantar, fue evidente que no estaba fino en aquel arte. Los berridos apenas parecían canción y fácilmente podrían haberse confundido con gritería de borracho. Cuando llegó a los agudos la voz prácticamente se le quebró, se quedó sin aire y tuvo que interrumpirse y toser un par de veces.

-¡Pardiez! Prueba tú, Néstor que yo siento como si me hubieran atravesado la garganta con la filosa.-

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sin puntos en Interpretación, tuve que recurrir a mis 14 puntos de Espíritu. Mala cosa.

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17/06/2015, 08:17
Néstor Romerales

¿Que me arranque yo a cantar algo? Este pobre infeliz no sabe lo que me esta pidiendo...

-Señor mío, me temo que entre mis mejores cualidades no se incluye la del canto. Aún así, algo tenemos que intentar.- Y tras una profunda inspiración para llenar mis pulmones de aire, me lancé a tratar de dar tono cantado a un soneto que recordaba haber escuchado a otro de los parroquianos de La Taberna del Turco, que tenía fama de escritor talentoso.

-Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.
(*)

Aunque las palabras, robadas para la ocasión, eran hermosas, el intento de entonarlas fue terrible. Completamente desafinado y con la voz algo quebradiza por el intento de darle buen volumen a mi tonada, el resultado no hacía más que aumentar las posibilidades de que la gente de la casa nos confundiera con borrachos, incluso gentes con problemas mentales. Así que me paré, avergonzado, y comenté con voz queda a mi compañero:

-Lamento haber dejado demasiado patente mi poco arte, Don Alejandro. Esto es un bochorno, solo espero que los rufos de saldo que pueda tener don Cosme vengan de una vez, antes de que provoquemos un nuevo diluvio universal con nuestros cánticos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues yo con mi diez en espíritu tampoco esperaba salvar la papeleta, jajaja!

*Para los interesados, aquí el enlace al soneto completo, del que recordaba haber escuchado algunos versos el pícaro en la taberna: http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/vega/nosabe.htm

 

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17/06/2015, 19:14
Diego de Mendoza

Las trovas veníanseme por la mente. Medio soneta, una rendondilla simple, ¿tal vez repetir un poema de Quevedo tal que fuera mío? ¡No, no, no! Debía improvisar, ¡pardiez!, que las damas notan cuando los fulanos se las dan de versados et cuando lo hacen de preparados...

Me aclaré la garganta, pensé en varias rimas y jugué con ellas en mi mente; luego alcé el oído por si la voz de mi buen Néstor et del de Ladero silbáseme en el oído, et me giraba por si veía librea de criado et palo en la suya mano...

Mirad bien, os lo ruego -decía algo nervioso a Nuño-.

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17/06/2015, 23:47
Nuño de Calatrava

Una sonrisilla picarona asoma a mi faz, antes de hablar por encima de mi hombro a mi enamoriscado compañero de correrías y putañeo:

- Oh, don Diego, no me matéis antes de tiempo con tales gracias, pues sabe vuesa merced que reir y manejar el acero está bien reñido. Y no es cosa de risa precisamente. ¡Ánimo! Pensad en vuestra amada, inspiraos en sus gracias. Pues a buen seguro, amigo mío, que sólo con recitarlas ya saldría poema tal es la belleza y donosura de vuestra dama.

Intento así animar a mi compadre, que no es cosa de estarnos aquí hasta el canto del gallo. Menos tras oir los graznidos que delatan la posición de nuestros compañeros de devaneos y aventuras nocturnas.

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18/06/2015, 08:30
Villa y Corte

Tanto Alejandro como Néstor demostraron que la copla y la poesía no eran su fuerte, más que dos enamorados cantándole a su amada parecían dos gatos en celo peleándose.  Pero la treta funciono, a los pocos segundos se empezó a oírse en la puerta de servicio como alguien quitaba los cerrojos y reniegos, la puerta comenzaba a abrirse. Seguramente los cantos de los enamorados habían despertado a los sirvientes del conde, que enfurecidos por el sueño perdido, tratarían de desquitarse calentando las costillas de aquellos que habían perpetrado tan horrendo crimen  contra Erato, musa de la poesía amorosa. O si por el contrario eran verdaderamente gatos, espantándolos para que sus señores pudieran dormir tranquilos.

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18/06/2015, 08:31
Villa y Corte

En la puerta asomaron un hombre robusto y alto con la melena negra revuelta como un león, debía de ser Patxi el criado vasco del conde de Motrico, conocido en toda la Corte y Villa por la dureza de su callado de madera de nogal. Detrás de Patxi asomaron otros cuatro criados también armados con sendos callados y faroles, dispuestos a dar caza a los dos enamorados o a los dos gatos. Era tiempo de echar a correr y escapar, llevando a los criados lejos de la casa del conde para que don Diego pudiera cantar a la bella  Itziar.

Notas de juego

Tirada de Callejeo para saber por qué calles es más fácil huir alejando lo más posibles a los criados de la casa de conde, y de Correr para evitar que los criados os cacen.

Ahora sí, no marquéis a Diego ni a Nuño en vuestros post.

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18/06/2015, 08:32
Villa y Corte

Tras los maullidos de los impertinentes gatos se escuchó el consiguiente ruido de pisadas y reniego. Tras esperar un tiempo prudencial don Diego podía empezar con sus sonetos, que por el bien de los oídos de su amada, debían de ser mejores que los cantados por el pintor y su sirviente.

Notas de juego

Diego, tirada de Interpretación.

No marqueis a  Alejandro ni a Néstor.

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18/06/2015, 10:59
Diego de Mendoza

Nuño tenía razón. Darme cuenta de lo que amaba a esa mujer quizá fuera suficiente para perpetrar en mi mente e sacar los buenos versos que habría de brindarle a la tal querida.

Asentí a mi amigo, et que díspúseme entonces a mirar hacia arriba. Allí estaba la suya ventana, enrejada para evitar a matarifes nocturnos, et que pues d'aquesta guisa puse una mano en el mio pecho sobre el coleto oscuro et la otra al aire, dejando fluir mi verborrea mientras mi espada ropera tintineaba con mi pantalón... Ejem... -entonces carraspeé-:

Ojos claros, serenos, 
si de un dulce mirar sois alabados, 
¿por qué, si me miráis, miráis airados? 
Si cuanto más piadosos, 
más bellos parecéis a aquel que os mira, 
no me miréis con ira, 
porque no parezcáis menos hermosos. 
¡Ay tormentos rabiosos! 
Ojos claros, serenos, 
ya que así me miráis, miradme al menos*.

Et tras referirle los tales versos, esperé que el enrejado abrierase et asomara cabeza de ángel por aquella ventana.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*: Gutierre de Cetina, autor sevillano de estos versos, murió en Puebla (México), bajo la ventana de su amante, en un lance de pasión y celos con otro hombre... Espero que la historia no se repita... XDDD

He tirado por Espíritu dividido entre dos, ya que no poseo Interpretación.

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18/06/2015, 11:19
Néstor Romerales
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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18/06/2015, 16:02
Alejandro de Ladero

-Los del de Motrico- soltó Alejandro con baja voz en cuanto los vio, tocando ligeramente el hombro de Néstor para que también los notara. Refrenó el impulso de advertir a sus compañeros en contraesquina. Si por chanza o mala broma del destino los criados se percataban de su presencia, la estratagema sería completamente inútil. Salir corriendo sin más serviría de poco o menos también. Era necesario engarzar en persecución a los criados para que abandonaran los muros que con tanta devoción cuidaban.

-¡Mala cosa es que el Conde mande damas de medio manto a los pretendientes de su retoño!- dijo a grito pelado antes de dar media vuelta y poner pies en polvorosa.

-¡Por aquí, Néstor!- alcanzó a soltar luego de poner algunos metros de distancia entre ellos y sus perseguidores. El pintor, adulador de mecenas ricos, conocía bastante bien la zona y por ladino se había metido ya en algunas de sus propias correrías, así que la situación no era nada nueva. No sabía, esi sí, si el criado de Don Diego podía mantenerle el paso.

 

- Tiradas (2)
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18/06/2015, 22:46
Néstor Romerales

Tras ver salir a aquella mole de hombre y los otros cuatro detras, no pude evitar soltar:

-¡Voto a tal! Que prefiero el diluvio universal antes que recibir una caricia de ese tipo, ni de sus compinches tampoco. Será mejor salir por piernas de aquí que meter mano. ¡Vamonos!

Cuando me giré para escapar, noté que mi compañero ya había tomado la misma decisión, e incluso se arrancó con una provocación para asegurarse de que nos siguieran antes de reparar en la presencia de mi señor y su amigo.

Como el pintor había cogido la delantera, me tocaba tratar de seguirle los pasos. Pero, en un momento en que me volví a mirar a nuestros perseguidores y calcular la distancia, al volver la cabeza la figura del de Ladero había desaparecido del frente. Instintivamente, me giré en la primera bocacalle lateral que encontré, pensando que habría tirado por ahí, pero me equivocaba. Me había metido en un callejón que, en apenas cincuenta metros, quedaba cerrado por una tapia. Concentrado y espoleado por la adrenalina, apreté la carrera y de un salto trepé para dejarme caer al otro lado del murete, que resultó cerrar un huerto de alguna noble casa del vecindario.

"Solo espero que ese mastodonte no me haya seguido, que es capaz de tirar la tapia abajo de un manotazo."

Comprobé, para mi fortuna, que no había perro ni ninguna otra bestia guardando el huerto. Así, esperé un par de minutos agazapado junto a un limonero para cerciorarme de que el grupo de criados no me seguían. Tras todo ese rato en calma, me dirigí, orientado por la claridad, hacia la calle más próxima en la dirección contraria a la que había llegado saltando aquella tapia.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Que rabia haber fallado esa tirada de callejeo! Supongo que ahora tanto mi buen amigo pintor como un servidor, tendremos que hacer la guerra cada uno por su cuenta.

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22/06/2015, 18:58
Villa y Corte

Los criados fijaron sus presas y se lanzaron a la carrera detrás de los dos gatos, pero estos demostraron ser más agiles doblando esquinas y saltando tapias. Los reniegos y voto a tal se escucharon por todos las calles de la villa y seguro que serían tema de conversación a la mañana siguiente en los mentideros. La persecución se alargó tanto como dos rosarios, un avemaría y tres padrenuestros; tiempo suficiente como para que don Diego terminara su ronda y la dama le diera una muestra de su aprecio. Los gritos bajaron de intensidad y los criados cansados por haber corrido a los dos gatos e insatisfechos por no haberles calentado las costillas dieron media vuelta.

Durante la carrera por las sucias y polvorientas calles de la villa, los dos amigos se habían separado, mientras que uno había dado la vuelta a una esquina otro había saltado una tapia. Pero el encontrarse no sería cosa difícil, a esas horas había poca gente por la calle y nadie se iba a atrever a salir después de los gritos de los criados.

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22/06/2015, 18:59
Villa y Corte

La interpretación de don Diego no fue la mejor de su carrera, aunque el poema era correcto el hidalgo no lo interpreto con la pasión debida.  La ventana del segundo piso de abrió y un rayo de luz salió de ella. ¿Sería la bella Itziar que se asomaba a la ventana para ver quién era el intrépido que se atrevía a rondarla a pesar de los impedimentos que su padre había puesto? Pero tan rápido como se había abierto la ventana esta se volvió a cerrar. ¿Qué había pasado?

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22/06/2015, 18:59
Niccola de Carmenatti,

Al mirar hacia la esquina de la calle, veis como un grupo de jóvenes bullicioso y jaranero se acercan, no son criados, todos visten jubones de terciopelo, sombreros emplumados y llevan espadas en el cinto. Las caras de todos son de sorpresa, los jóvenes del grupo se miran inquietos pero nadie echa mano al acero.

Uno de los jóvenes con pinta de pisaverdes  y un laúd en la mano da un paso al frente. ¿Mis ojos me engañan o está usted pretendiendo a la bellissima signorina de Motrico? Pregunto con fuerte acento italiano el pisaverdes. El código de honor del hidalgo exige que, si se encuentran dos rivales de amores, se batan en duelo.