Partida Rol por web

Llegó tras una buena carrera hasta el portón, con la respiración agitada, casi jadeante y el sudor resbalándose por la espalda.

-Coñe...-se aproximó andando hasta la puerta, el pecho subía y bajaba de forma irregular y, según andaba se deshacía de parte de la ropa, sentía que le sobraba tras el ejercicio físico.

-¿Hay... hay alguien ahí?-preguntó en voz alta repitiendo la frase al notar que se quedaba sin aire al comenzarla.

Al llegar a la puerta la joven puede ver que se trata de una gran puerta hecha de madera bastante robusta, la puerta esta hecha de una serie de maderas bastante robustas. La puerta esta en perfecto estado, muy cuidada y es de un gran tamaño, por el tamaño podria entrar perfectamente un coche de tamaño bastante grande. La zona de alrededor es una gran puerta de piedra, parece que realmente la puerta antigua era esa, un gran escudo sin identificar puede verse en la parte superior de la puerta.

Las puertas estaban cerradas cuando la joven llega, pero entonces ella hablo y tras hablar se produjo el silencio, es entonces cuando se escucha como una puerta se abre y una puerta mas pequeña se abre, una puerta que da acceso a una persona a la vez.

Desde donde esta puede ver como tras la puerta hay un patio que aparentemente es bastante grande, el lugar parece iluminado pero no hay nadie, solo se ve que tras la puerta hay un pequeño pasillo, una pequeña sala donde no hay nadie y que serviria de puesto de guardia en la antiguedad

Se acercó a la puerta abierta y, al llegar miró sobre su hombro, esperando que su hermana llegase antes que el resto de los turistas. Volvió a alejarse de la puertecilla tras comprobar que daba a un pasillo, retrocediendo para volver a verlo todo desde perspectiva, con la chaqueta colgando del bolso tras habérsela quitado.

Vamos Kya, dime que no estás con los lechosos... quiero seguir adelante sin preocuparme de dónde carajo estás.

Evidentemente no tenía una conexión directa con su hermana por mucho que a veces lo pareciese, pero era una forma de desahogarse. Sacó el móvil y comprobó la cobertura, tendría que haberle mandado un mensaje a Denzel, su agente... pero simplemente no había pensado en él durante el viaje.

-¡Espérame Nya! -gritó Kyara mientras aceleraba el paso para alcanzar a su hermana, que era la que iba en cabeza de ese grupo- ¿Has visto a Ben? Casi se deshidrata, y seguro que es teñida -asintió dos veces como para dar énfasis a sus palabras- y ha sido irte tú y que se convirtiera en la fiesta los blancuchos, chica. No me dejes con tantos desconocidos.

-Ya te dije que nos pusiéramos en movimiento, mi culo estará mejor a cubierto que quedarme ahí tocando un violín imaginario mientras hacen el capullo...brr-Le dio la espalda a su hermana y señaló la imponente estructura del castillo-es maravilloso ¿hm?, ven, cuando ha oído mi maravillosa voz se ha abierto una puerta que da a un pasillo-agarró a su hermana y la arrastró temiendo que se quedase atrás y que la rezagase en su paseo en curiosear el lugar.

Ambas cruzaron la puertecita que solo dejaba pasar a una persona a la vez, yendo Nyara a la cabeza.

-Es... como un pasadizo, imagina que ahora aparecen armaduras haciendo la guardia

Camino sólo por la cuesta hasta el castillo, con las manos en los bolsillos y algo cabizbajo.

Al llegar a la puerta los jovenes pueden ver que se trata de una gran puerta hecha de madera bastante robusta, la puerta esta hecha de una serie de maderas bastante robustas. La puerta esta en perfecto estado, muy cuidada y es de un gran tamaño, por el tamaño podria entrar perfectamente un coche de tamaño bastante grande. La zona de alrededor es una gran puerta de piedra, parece que realmente la puerta antigua era esa, un gran escudo sin identificar puede verse en la parte superior de la puerta.

Las puertas estan abiertas, al parecer se acaban de abrir, se trata de una puerta para personas por la que solo puede entrar en ese momento una a la vez. Desde donde estan puede ver como tras la puerta hay un patio que aparentemente es bastante grande, el lugar parece iluminado pero no hay nadie, solo se ve que tras la puerta hay un pequeño pasillo, una pequeña sala donde no hay nadie y que serviria de puesto de guardia en la antiguedad

El lugar tenía un aspecto absolutamente solemne, cosa que era de esperar, pero lo que más me llamó la atención fue el escudo sobre la puerta. Lo observé mientras me acercaba al portón, y al llegar y bajar la mirada, me encontré con que allí solo quedaba Ben. 

Supuse que las chicas ya habían entrado, seguramente llegando a patio que se vislumbraba ligeramente al otro lado.

- ¿V-vas a...? - señalé la puerta, tratando de preguntar a Ben si iba a entrar ya.

Bueno, una puerta grande de madera, sí, no hay nada que ver. No hay nadie que nos guíe aquí, supongo que a Bruce se le acabarían los clones, o el tipo que nos tiene que guiar puede hacerse invisible y quiere obsevarnos, o es algún tipo de prueba, o algo, yo que sé. A quién le importa. Entra y empecemos de una vez con esto.

Ignorando a todos los que estén allí, me meto por la puerta y avanzo rápidamente por el interior.

Me quedo observando el marco de la puerta, completamente de piedra y con un escudo sobre ella. Me ha parecido ver a las dos hermanas entrar por la puerta de madera mientras me acercaba, aunque no se si tengo muchas ganas de estar con ellas. Al menos, con la bocazas de Kyara.

De repente, oigo una voz tras de mí, dulce y melodiosa, y me recorre un escalofrío. Parece querer preguntar si voy a entrar, aunque es bastante tímida, más que yo, lo que la hace parecer aún más adorable.

Al contrario que a mí, que me hace parecer un paleto inútil.

Voy a responder algo, alguna tontería, cuando el tío del pelo rizado pasa a nuestro lado y entra sin decir nada. Me quedo un instante sin saber qué decir, mientras el tipo desaparece.

Eh... sí, iba a entrar. Si... si quieres... podemos ir juntos. -Toooodo un galán, sí señor ¡¡Idiota, idiota, idiota!!- Es que no tengo ganas de quedarme a solas con las dos hermanas. Nyara parece maja, pero Kyara es un poco... ¿tocapelotas?

Me encojo de hombros, sonriendo medio avergonzado. Se hace un silencio incómodo, que me apresuro a rellenar con algo de conversación. ¿El tiempo? ¿Lo que hacemos aquí? ¡¡Joder, Ben, busca algo!!

¿Y tú de donde vienes, por cierto?

Antes de que obtuviera una respuesta, otro de los chicos allí citados pasó sin decir palabra. La mayoría parecía tener prisa por descubrir lo que se nos avecinaba, y no es que yo no la tuviera, pero en cierto modo temía el descubrir "mi verdadera naturaleza", como la llamó Bruce.

A ello había que sumar que aquel chico, Ben, me había parecido bastante amable, así que me pareció buena idea esperar e ir con él. Así que cuando me comentó si podíamos ir juntos, porque no quería quedarse a solas con las otras dos chicas, no lo dudé. Sin embargo, me formuló otra pregunta antes de que yo reaccionara.

- De Londres, ¿Y tú? - le devolví la pregunta. - Y si, podríamos ir juntos... - añadí en voz algo más baja.

Yo soy de un pueblecito de Winsconsin, en Estados Unidos, cerca de la frontera con Canadá.

Genial, es una urbanita de una gran ciudad que tengo entendido que es preciosa, y yo no he salido nunca de mi estado, ahora pensará que soy un pueblerino. Mejor no seguir hablando de nuestros orígenes. Vuelvo a levantar la mirada hacia el escudo sobre la puerta.

Bueno, ¿vamos entrando? Igual dentro encontramos un lugar donde calentarnos. -Espera ¿qué he dicho? ¡¡Idiota, idiota, idiota!!- Quiero decir, esto... Donde haga más calor. Aquí hace frío, ya me entiendes. -Lanzo un bufido. Mierda- ¿Entramos? Puedes contarme un poco más sobre Londres, que nunca he estado. Y sobre, bueno, sobre todo esto. ¿Te han contado algo?

Estados unidos. Nunca había estado por allí, pero sin duda tenía que ser interesante. Ben continuó hablando, y ante el doble sentido que podría darse a sus palabras, y su innecesaria aclaración, sonreí; aunque ante su bufido preferí esconder la sonrisa, por miedo de que la pudiera malinterpretar.

- Sobre Londres lo que quieras, pero de esto... Ni idea. - le respondí. - ¿E-entramos? - añadí retomando el jugueteo con mi pelo, nerviosa. El momento de la verdad se encontraba cada vez más cerca, y hacía tiempo que no pasaba con un chico más de 5 minutos "a solas".