Partida Rol por web

La puerta da a una sala bastante grande, la pesada puerta se abre automaticamente cuando Janet entra. El interior de la sala es bastante calida y acogedora, varias lamparas bastante lujosas pueden verse a lo largo de la estancia, suelo y techos estan totalmente hechos de madera, las ventanas bastante grandes y numerosas estan cerradas por unos cristales.

La sala da a una puerta que esta cerrada y a unas escaleras en un lado, la escalera sube a la otra planta, una planta superior que no se ve desde la sala en la que estan. La sala en otro tiempo esta claro que se usaba como sala de audiencias del noble que vivia antes durante la edad media.

Janet entra y deja a todos entrar antes de pararse en el centro de la sala, la mujer dice:

- Bien, aqui no pasareis frio, tras un rato si quereis podeis ir al comedor a comer, tambien os asignaremos unas habitaciones individuales para que podais descansar esta noche, si quereis mas informacion o teneis dudas podeis preguntar ahora antes de que hagamos un pequeño tour que si no me apetece nada hacer

Entro

El lugar era, con diferencia, más cómodo que estar helándose el culo. Siguiendo a Janet, Nyara se despegó de la mujer para ocupar un lugar  lejos de la entrada, ocupándose de estar lo más separada posible del grupo de turistas cuasi secuestrados.  Apoyó la espalda en la pared de piedra y se cruzó de brazos bajo el pecho mirando a la mujer mientras el resto entraba.

Enarcó una ceja, ladeando la cabeza en un movimiento felino de quien acecha una presa, deslizando la mirada por los presentes, incluyendo a su hermana.

¿Son niños a los que darles varias oportunidades para que pregunten?...Pffff

Había sido cordial y su escasa sociabilidad se había helado en el helipuerto. Le sobraba todo el mundo y, cuanto más gente había, más asco sentía. Su agente habría denominado eso el "síndrome del ermitaño postruptura", reticencia a verse rodeada de desconocidos... pero, pese a que lo había intentado, le daban mucho asco. Cada cual más petulante o más retardado.

Cinco días y quizá se larguen todos a casa. Si no siempre puedo volverme yo si se quedan... a no ser que ella siga aquí.

Después de todo había arrastrado a su gemela, su bien más preciado, su otra mitad, a aquel lugar en mitad de la nada donde afirmaban que la magia era real.

El comentario de Liz hace que yo también me sonroje, generando una situación incómoda ante la que prefiero apartar la mirada. Supongo que le dará más vergüenza si la estoy mirando, y más aún si me ve colorado. Y yo me pondré más colorado si la miro... En fin, la pescadilla que se muerde la cola. Vaya dos patas para un banco nos hemos juntado, aunque la cosa tiene su gracia.

Entramos al edificio y la sargento de hierro nos da unas pocas explicaciones más. Comer no es una de mis prioridades, porque ya me he puesto morado a bocatas en el helicóptero, aunque tengo curiosidad por conocer el edificio, explorarlo un poco. Me encantan los castillos, en Winsconsin no tenemos esas cosas. También me interesa ver esa habitación que me van a asignar.

¿Estará muy lejos de la de Liz?

Que preguntas me hago...

Janet observa las reacciones de todos y dice:

- Muy bien empezaremos el Tour por el castillo, como suponeis hay mas habitaciones y salas, pero por el momento no podeis entrar en ellas y no trateis de entrar ya que tienen cerradura electronica y solo podreis pasar con un escaner que de momento no podeis pasar.

La mujer comienza a caminar por diferentes salas mientras dice:

- Al terminar la visita podeis preguntarme lo que querais, despues de eso podeis ir libres por donde querais, y si, teneis acceso a internet, podeis llamar por telefono y hacer lo que querais menos decir donde estais realmente, la ubicacion de este sitio es secreta y debe seguir siendolo por vuestra, nuestra y la seguridad de cualquiera que conozcais.

Tras un rato todos vuelven aqui y Janet dice:

- Bien, la comida esta ya preparada en el comedor si quereis comer, podeis hacer lo que querais aunque no os recomiendo estar fuera de noche ya que ya empieza a hacer mucho frio y hay animales salvajes en estas montañas que son muy traicioneras para quien no las conozca.

 Atorado en aquel lugar durante cinco días, caminó último en la fila como siempre con ese único pensamiento en la cabeza, de ser así no le quedaría más opción que hacer buenas migas con algunos de sus compañeros de “viaje” por lo que dio un rápido repaso mental mientras la señorita oriental les mostraba todos los lugares del castillo que no podría visitar, al menos por el momento. Sonrió al recordar a las hermanas, sus comentarios eran bastante divertidos aunque probablemente iban más en serio; el otro individuo parecía un tipo duro…no era una buena opción.

  Tras un rato volvieron a  la sala de audiencias y Kurt sujetó el estuche de su viejo violín con la otra mano para descansar un poco, el rugir de su estómago le recordó que no había probado bocado desde hacía un buen rato y viendo una oportunidad para integrarse finalmente al grupo se atrevió a decir con una ligera sonrisa - ¿Alguien más quiere cenar?

Con aquel tour descubrí que el castillo era realmente tan grande como parecía por fuera, y eso que no nos enseñaron todas las habitaciones... Aún así, no puse demasiada atención en los detalles, ya que durante todo el recorrido no hacía nada más que darle vueltas a lo que podía pasar en los próximos días, y a qué es lo que iba a hacer.

Tras el tour, Janet nos comunicó que la cena estaba lista, y que disponíamos ya de tiempo para nosotros. Pensé en que debería comer algo, pues apenas había probado bocado en todo el día, pero la verdad es que tenía el estómago cerrado...

Entonces, uno de los presentes preguntó si queríamos cenar.

- ¿T-tienes hambre? - pregunté a Ben, por si quería compañía.

La visita por el castillo deja claro que aquí hay un poco de todo. Creo que pasaré bastante tiempo en la sala recreativa, porque si no me voy aburrir bastante. Es una pena que las montañas sean tan traicioneras como dicen, porque me encantaría poder caminar sobre la nieve o recorrerlas en una de esas motos de nieve.

La verdad es que no tengo mucha hambre. Me puse morado a sandwiches en el viaje. Supongo que de todos modos habrá que cenar, pero podemos hacerlo ahora o más tarde ¿no? Como tú prefieras... -Me encojo de hombros.

La calefacción central comenzaba a hacer estragos, así que me deshice del abrigo.

- Mejor más tarde. - le respondí. - Debería ir a dejar esto. - comenté a Ben refiriéndome al abrigo y a la bolsa que portaba. - Nos vemos luego en el salón recreativo. Si quieres, claro... - Me despedí agitando levemente la mano y me dirigí a mi habitación.

-cuánta educación, ¿hm?-dijo a Kyara con una sonrisa ácida. No se arrepentía de mantenerse alejada del grupo, visto lo visto no merecía la pena aunque, por otra parte, ella sí que había recibido la suficiente educación para no ignorar a alguien que estuviese dirigiéndose a ella aunque fuese de forma generalizada.

Después de todo o como o le saco las tripas a algún imbécil. Paseó la mirada por los presentes antes de avanzar algunos pasos con gesto felino, como si temiese romper el suelo.

-Voy.-buscó con la mirada la de Kurt con aire inquisitivo, como si le invitara a poner alguna pega.-Vamos-concretó incluyendo a su hermana en la afirmación.

La sala es lo suficientemente cálida y acogedora como para sentirme cómodo, el castillo parece bastante grande, y lo cierto es que se me ocurre un lugar mejor para desarrollar superpoderes, salvo quizás una estación espacial.

Bien, ahora tenemos algo de tiempo libre. Supongo que no empezaremos a hacer lo que quiera que vayamos a hacer aquí hasta mañana, así que vamos a establecer unas prioridades: Primero llamo a mi padre, le explico que me voy a quedar aquí, contándo alguna mentira piadosa, después ceno, y luego ya curioseo todo lo que pueda. Total, no voy a dormir mucho, probablemente, así que podré pasarme la noche dándo vueltas por aquí, o haciendo pruebas con vasos de agua, cerillas o cualquier pollada que encuentre, a ver si surge de la nada alguna afinidad.

No tengo mucho que decir a los presentes, así que me retiro un momento a la habitación que me hayan asignado para avisar a mi padre.

 La chica lobo fue la única que pareció escucharle, o al menos ella fue la única que aceptó su invitación para cenar, ya había logrado un avance con su lento camino a la integración grupal y eso ya era algo. La observó sereno, con la misma sonrisa inocente que había estado cargando en el rostro desde el comienzo, no quería problemas, menos con una chica de carácter tan explosivo y fuerte como ella aparentaba serlo, incluso cuando lo miró creyó que lo devoraría si tuviese la oportunidad.

 - Después de ustedes señoritas - agregó haciendo una pequeña reverencia y dejándoles el paso libre para que fuesen ellas por delante, procurando que su tono no sonase demasiado burlesco o machista, o prepotente en fin, la idea seguía siendo mantener las aguas tan calmas como fuese posible con sus nuevos compañeros de "escuela", solo por cinco días, después podría irse.

- Si alguien más quiere acompañarnos ya sabe dónde estamos - agregó para el resto de los ahí presentes.

-Uy, sí, muy pero que muy educados -dijo Kyara ante el comentario de su hermana, luego vio como seguía al chiquito que había preguntado y siguió a ambos. Al menos ese parecía estar más o menos educado.

-Os sigooooo -canturreó mientras seguía a su hermana y a su nuevo compi.