Partida Rol por web

Después de la última misión en Atlantis el grupo tuvo un poco de tiempo de relax para ellos mismos. Después de todo se lo merecían, y si no que se lo preguntaran a ellos.
Una semana después de aquello tuvieron noticias del Dr.Drestucción. Le tocaba el turno a Roxanne de estar en los monitores, cosa que no le hacía especial gracia (en realidad a nadie se la hacia y en más de una ocasión se la habían saltado), cuando al bajar al sotano se encontró con el propio Dr en medio de la sala. Cómo había entrado allí sin que lo viera nadie podía haber sido un misterio, si en algún momento se hubiesen preocupado de la seguridad.
El supervillano estaba allí de pie, mirando los monitores y se giró al escucharla llegar.

Hola Roxanne. Si eres tan amable de llamar a tus compañeros tengo una misión para vosotros.

Su lenguaje corporal no indicaba nada, el casco no le dejaba ver su cara, y la voz estaba distorsionada. Así que si estaba molesto o no, no podían saberlo.

-I’m walking on sunshine, woooow!

Roxanne bajaba las escaleras después de haber ido a por el Ipod que había “entregado” en el cuerpo de un hombre que se había “desmayado” frente a ella. No podía entender cómo había vivido tantos años sin música, sin televisión y sin tecnología en general. Desde luego los cabrones que se habían encargado de aislarla lo habían hecho bien.

-I’m walking on sunshine, wooOOoooo

La última semana la había pasado recuperándose de sus heridas y creándose otras nuevas a base de entrenamiento o con sus compañeros o con la escoria que se encontraba en las calles. Ella era una mujer dada más a pensar que la mejor defensa era un buen ataque, así que si golpeaba más y mejor evitaría acabar al borde de la muerte como ya le había pasado anteriormente. Sí, ese era el camino a seguir.

-And don't it feel good?  Hey! Alright no….

La canción quedó interrumpida cuando se encontró frente a ella a Destrucción. ¿Qué coño hacía el tío ahí? Parpadeó un par de veces mientras se quitaba un auricular e inclinó la cabeza en un gesto de saludo que había aprendido fuera. El villano fue directo al grano y la mujer asintió con la cabeza.

-Heeey… claro, sí. Ahora mismo. Por cierto, ¿las vacaciones las pagáis aparte?

La mujer se giró sin esperar respuesta y subió las escaleras nuevamente para ir a avisar a los demás. Joder, podría haber mandado un mensaje a los demás por el cacharro ese. Da igual, así hago ejercicio.

-I feel the love, I feel the love, I feel the love that’s real… vaya mierda de letra. Esas son las más pegadizas.

Uno a uno, Rox comenzó a llamar a las puertas de sus compañeros varias veces golpeando con algo de fuerza para que se despertaran en caso de estar echando una siesta. -¡Destrucción está aquí! ¡Quiere vernos abajo! ¡Moved vuestros culos blancos o morados hasta abajo! Una vez dado el mensaje, la mujer volvió a bajar las escaleras para ver qué trabajito les iba a caer esta vez.

Worm estaba plácidamente dormido cuando el canturreo de Roxanne le despertó.

– ¡Pero que mierda…

Tapó la cara bajo la almohada para tratar de apagar los gritos de su compañera felina. Entonces le pareció escuchar el nombre del Dr. Destrucción. ¿Que decía la mujer de las garras? ¿Qué el villano estaba allí?

– ¡Joder! ¿Y por que coño no manda una puta postal para darnos las gracias y nos deja dormir? Cojones ya.

Pero aquel hombre es el que le había sacado de la prisión en la que los V´sory le habían tenido encerrado un buen tiempo. No es que sintiera agradecimiento por el doctorcito. Más bien Worm sabía que, si ese hijo de puta quisiera, posiblemente volviera a verse prisionero de los mamarrachos del espacio antes siquiera de poder terminar de decirle lo que pensaba de su puta madre.

– ¡Vale! Ya voy. –Se levantó de mala gana de la cama. Completamente desnudo–. Pero, por tus muertos, deja de gritar esa jodida canción.

Se puso la máscara, para evitar que Roxanne se llevara un buen susto si le daba por entrar en su habitación, y solo entonces terminó de vestirse y prepararse para salir a buscar al cabronazo del Dr. Destrucción.

Templario tenía una resaca terrible. Era culpa de las chicas y no de la bebida. La bebida la soportaba bien, pero tenía que beber demasiado para soportar las canciones de Videshee. Y las heridas de los "abrazos y carantoñas" de Roxanne. 

Y ahora garritas se ha unido al coro. Me suicidaría si no fuera por estos noise-cancelling headphones...

Habían salido de fiesta y vuelto y había acudido a su habitación, dispuesto a pasar el dolor de cabeza con una buena botella de... cuando Roxanne, que era a la que le tocaba aburrirse en la sala de monitores, aporreó su puerta. 

—¿Que dices? ¿Ha venido aquí? —dijo abriendo la puerta. 

Quizá trató de llamar cuando estaba viendo películas eróticas en la sala de monitores desconectando toda la señal y no le gustó... Mierda, tienes que pensar algo para salir de ésta.

—Es culpa tuya, garritas, seguro que estuviste viendo porno en los monitores en vez de recibir su mensaje y que ha tenido que venir está enfadado contigo. ¡No te preocupes! ¡Yo te cubro! ¡Tienes que aprender cosas importantes! 

Activó su armadura y se la colocó, sin importarle que llevara una borrachera encima y no se hubiera duchado en tiempo. 

Total, siempre acabo sudado y oliendo a rayos dentro, los que la hicieron se olvidaron de la ventilación. 

—Vamos abajo. Gustanito, no te quejes de la canción de Garritas, es su nuevo superpoder, ondas sónicas suicidadoras... —se ajustó el casco— Y el origen del poder... ¡Te mordió una Rusita Cantarina Radiactiva y ahora no paras de cantar! —buscó a Vid— ¿Donde estás, rusita? Tienes mucho por lo que responder... Lo más importante... ¿Donde la mordiste? 

Abrí la puerta de lo que se había convertido en mi casa cuando escuché a Roxanne cantando, porque la verdad es que aquello sí que era una novedad. Al asomarme a la barandilla del edificio pude ver que bajaba por las escaleras escuchando música con unos cascos y canturreando una de esas canciones que son pegadizas de narices, por lo que al cabo de unos segundos, yo también la estaba cantando, sólo que me volví hacia el interior del piso. 

Claro que al no haber cerrado del todo la puerta, cosa que no iba a hacer falta porque nadie iba a ser tan idiota de venir a tocarnos los ovarios, escuché claramente eso de que el "jefe" estaba aquí. 

- ¡Vaya por dios! - Exclamé. - Se terminó la diversión. 

La verdad es que ya me imaginaba que no íbamos a tardar en tener noticias suyas, porque llevábamos unos días tranquilos... 

Claro que cuando escuché a Worm protestar por la canción me tuve que reír y claramente, sólo por jorobar un poco, bajé cantándola yo también por las escaleras. Y sí, que me gustara cantar y que lo hiciera ya para evadirme del mundo y del aburrimiento desde niña no quería decir tampoco que mi voz fuera lo más angelical del mundo. Al menos, tanto cantar tenía práctica y tampoco graznaba demasiado. 

Llegaba cuando Templario dijo aquello de que la había mordido. 

- Se está empalmando sólo de pensar que te he mordido. - Dije a Roxanne. 

Momentos después estábamos delante de Destrucción. 

- Esto tiene que ser gordo si has venido personalmente. 

Cuando finalmente todos bajaron a la sala de monitores pudieron comprobar que efectivamente Destrucción estaba allí. Su imponente figura resaltaba en la habitación. Era una de esas personas que hacían callar un salón abarrotado de gente en cuanto entraba debido a su presencia y magnetismo personal. A eso, y que seguramente la mayoría de ese salón iba a acabar muerta. Era una de las personas más peligrosas del planeta, V'Soris incluidos.

Estaba de pie, tal y como lo había dejado Roxanne, y les miraba a los cuatro. Si tenía algo que decir del estado de la base no lo hizo. Seguramente lo que le importaban eran los resultados, y de eso no se podía quejar respecto a este grupo de Omegas en concreto.

Hola Omegas, me alegro de que os encontréis todos en la casa. Como imagino que ya habréis adivinado tengo una nueva misión para vosotros.
He venido en persona porque no quiero que haya mal entendidos al respecto.

Como ya sabéis por experiencia propia, los V'Soris no están tan unidos entre ellos como pueda parecer. Una buena prueba de ello es el propio Battlelord Ikaran con el que habéis..."trabajado" ya.
Hay un científico, en unas instalaciones aquí mismo en Star City que ha contactado conmigo. Dice estar horrorizado por lo que están haciendo los suyos y quiere "desertar".
Llevo hablando con él un tiempo, y me ha dado información valiosa, pero los V'Sori ya han intentado poner trampas a los Omegas con antelación. De hecho hemos perdido a algunas cédulas por ello.

Mis planes están a punto de culminarse, con el ejercito Atlante que me habéis conseguido con la Corona y la ayuda del Dr.Arden, el científico que os he comentado, podemos estar a sólo unos meses de contra atacar con contundencia y expulsar a esos aliens. Necesito a ese alien. Y ahí entráis vosotros. Tendréis que extraerlo sin que los V'Sori se enteren que ha desaparecido. Todo depende de que lo den por muerto, no desaparecido. No pueden saber que está vivo y ayudándonos.

La instalación está en la zona de los muelles. No sólo está vigilada por soldados V'Sori, si no que también tiene vigilancia humana. El alcalde Pérez tiene buenos tratos con el Warlord que dirige la ciudad, y a cambio de que la elite de Star City mantenga su estatus les permite hacer lo que quieran y les da apoyo humano para que los ciudadanos no pongan demasiados problemas y se mantengan dóciles.

Os he mandado a vuestro ordenador la información con algunos planos de la instalación. Son varios laboratorios diferentes, unidos por conexiones con un domo central donde se almacena toda la información. Hay secciones ocultas sumergidas. Por lo que es más grande de lo que parece a simple vista. Tenéis también donde se encontrará Arden mañana. Por lo que tendréis una ventana de actuación muy estrecha.
Y recordad. Nadie puede saber que Arden ha desertado. Cueste lo que cueste.

¿Alguna pregunta? Alguna relevante a la misión.

—Claro que lo pienso. Eso explica cómo se ha puesto a cantar de repente... —respondió Templario a Videshee.

El supervillano jefe tenía otra misión para ellos.

—Ten cuidado con ese ejército de hombres pescado, igual no saben distinguir entre los aliens y nosotros... 

Luego escuchó la misión.

—Todo es sencillo, se trata de causar la suficiente destrucción... doctor —se echó a reir— con despedazar a muchos de ellos y provocar una gigantesca explosión que hunda la instalación en los muelles estará todo solucionado.

—Y para que no le vean escapar, podemos llevar una de tus armaduras y ponérsela al alien ese. Así asociarán la destrucción con el Doctor Destrucción. Necesitaremos además granadas y bombas para que todo pete. ¿Tenías unas cuantas buenas, no?

Una vez en la sala donde les estaba esperando el Dr. Destrucción, Worm saludó a su jefe con una ligerísima inclinación de cabeza antes de tomar asiento.

Mientras el villano de la armadura les explicaba cual iba a ser su siguiente misión, el hombre gusano comenzó a dar cabezazos de cansancio, más dormido que despierto.

Fueron más bien las palabras de Templario, explicando a su manera como veía él el plan de acción, lleno de muerte, dolor y explosiones, las que trajeron a Worm de nuevo a la realidad.

– ¿Podemos entonces matar a civiles? ¿A esos “chupa culos azules”?

Definitivamente su grupo tenía mal despertar, sobre todo Wormy. No parecía disfrutar de la vida como ella, o como Videshee, que se había unido a cantar con una voz mucho más bonita que la suya.

-Yo no pongo las normas, Wormy. Si las pusiera todos me besaríais los pies como desayuno.

Ante la respuesta de Templario, la mujer se encogió de hombros y siguió caminando. Lo que yo haga con los monitores no es asunto tuyo, pero siempre puedes venir a verlo conmigo la próxima vez- bromeó, o quizá no. Al oír lo que Videshee le dijo se echó a reír mientras asentía, dándole la razón.  Creo que tiene que dolerle la polla de pasarse todo el día empalmado bajo la armadura- respondió justo antes de entrar a reunirse con el gran jefe.

Destrucción volvía a ofrecerles una misión suicida, solo que ahora encima tenían que hacer las cosas como si se cargaran a un tío cuando realmente no lo hacían. ¿Y qué más da que sepan que ha desertado? Si al final se cambia de bando. Porque a mí eso solo me suena a que los traiciona para jodernos luego a nosotros y ponerse la medalla de turno. Pero bueno, tú mandas. Vaya gilipollez.

Lo único bueno que le veía a la misión, tal y como decía Templario, es que iban a tener que hacer explotar muchísimas cosas para que nadie supiera lo que estaba ocurriendo en realidad. Fuegos artificiales, estupendo- Rox se cruzó de brazos y oyó la pregunta de Wormy. Tendremos que matar a todos los que nos vean llevárnoslo, Wormy. Blancos, azules, verdes… lo que sea. Esperemos que nos vean unos pocos- sonrió.

A mí también me escamaba un poco eso de que nadie podía saber que nos llevábamos al doctor, pues aquello parecía tal y como estaban diciendo, un juego a dos bandas, pero imaginaba que alguien como Destrucción ya habría pensando en ello ¿no? 

- ¿Necesitas al doctor entero? - Pregunté sin malicia alguna. - Siempre podemos dejar allí un cacho de su brazo o de una pierna y así que estén seguros de que ha muerto. - Algo me decía que no quería que lo tocáramos, pero bueno, yo por si acaso preguntaba que dejar cachos de cuerpo siempre era una gran manera de pensar que alguien había muerto. 

Por lo demás, la misión parecía estar clara esta vez y mis compañeros con ganas de hacer unas cuantas maldades, así que por mí no había problema, aunque algo me decía que nos iba a escocer ya que aquel alien en cuestión nos tenía en el punto de mira.  

- De todas maneras, yo quiero decir que ya confiamos una vez en uno de ellos, o al menos, nos fiamos un poco de él y ahora quiere exterminarnos. No sé si es buena idea confiar en alguno de ellos. Eso del enemigo de mi enemigo es mi amigo lo veo como un cuento chino. - Acto seguido dije "cuento chino" en chino precisamente. 

Gusanito tenía un poco de confusión, pero Templario estaba dispuesto a resolverla.

—Si trabajan para los aliens no son civiles. No vamos a matar a nadie por la calle —hoy— sólo a poner bombas en el complejo cuando nos vayamos para que haya muchos muertos y tengan que estar meses buscando cadáveres y no encuentren algunos. 

Las chicas se hacían ilusiones, pero como se referían a su virilidad, no las disuadió. —Uf... es un dolor. A ver si me ayudáis con ello, quizás un día en la sala de monitores...

—En fin, centrándonos. Que lo pillaremos, salvo si es una trampa, que los mataremos a todos y nos largaremos ¿Donde tenemos que entregarlo luego? 

Eso ya hacía muchas preguntas. ¿Qué hacían en el centro? ¿Les podría dar una armadura de Destrucción? y ¿Donde llevarlo?

Garritas le explicó más el plan al Gusanito. Templario colaboró —Nosotros no queremos matar a nadie... —dilo sin reírte, dilo sin reírte— Has visto que no matamos a nadie por la zona —si hubiera muertes contínuas se irían e ir de bares sin gente es muy aburrido— sólo algunas palizas y alguna matanza de proxenetas, chulos y pandilleros, que dejan el barrio mejor— y tienen dinero— y nos hacen ser populares, pero ésto es necesario para salvar la Tierra, y son colaboradores besaculos de Aliens, así que no cuentan. 

Rusita dijo lo del brazo —¡Me lees la mente! ¡Otro superpoder! La verdad es que lo del brazo es un buen plan...

Si se trataba de civiles o no parecía tratarse de un asunto de perspectiva y a Worm la perspectiva se la traía floja -algo que al parecer no podía decirse del tipo de la armadura. ¿Sería importante cargar a la izquierda o a la derecha cuando se llevan calzoncillos de acero? El hombre gusano se alegró de llevar látex.

– Me da igual que coño son, siempre y cuando podamos reventar a unos cuantos. Mi psicoanalista me ha dicho que sirve para liberar tensiones y encontrar el karma.

Sabía que no iban a hacerle ni puto caso, era el nuevo y su palabra no contaba demasiado, pero igualmente se atrevió a poner en tela de juicio el plan de Videshee.

– Y no sé de que sirve dejar uno de los brazos del medicucho. No por eso van a reconocerlo. Digo yo. Mejor ponerle el uniforme de doctorcito a otro extraterrestre, romperle la cabeza hasta que no le reconozca ni su puta madre y luego meterle un cartucho de dinamita en el culo. A ver quien es el guapo que luego los diferencia.

Destrucción esperó a que todos hubieran dicho alguna de sus barbaridades habituales. Eran uno de los mejores equipos de Omegas que tenía, pero también era de los más caóticos. Todavía no entendía cómo habían salido tan bien parados hasta el momento. Pero los resultados era lo que contaba en este caso. Además, normalmente tenían recursos para salir con bien de algunas situaciónes complicadas.

No quiero matanzas indiscriminadas porque sí de humanos normales. Una cosa es que tengáis que eliminar a algún guardia en medio de una pelea, es comprensible. Pero tened en cuenta que la gente a veces colabora porque no tiene más remedio, por coacción o desesperación.
Además, ya bastante jaleo estáis montando por esta zona. De momento no han venido a hacer preguntas, pero si seguís...divirtiendoos tan salvajemente van a acabar por venir a investigar. Procurad relajaros un poco.

Iba mirando a todos a medida que hablaba. No parecía estar enfadado. Aunque nunca lo habían visto enfadado que supieran.

A Arden lo quiero entero. Y vivo. Obviamente.
Y sí, claro que existe la posibilidad de que sea una trampa. Pero tenemos que arriesgarnos. La recompensa merece la pena. Podría adelantar aún más la expulsión de esos V'Sori. Una vez lo tengáis, tendréis que llevarlo al almacen que ya habéis utilizado varias veces para que os recojan. Allí os estará esperando un transporte que lo llevará directamente a mí presencia. Si es un traidor lo sabré y morirá horriblemente, pero algo me dice que de verdad quiere ayudar.

Tened cuidado mis Omegas, y no os toméis las cosas a risa. Vais a colaros en una de las instalaciones más peligrosas que tienen los V'Sori. Preferiría que todos salieséis con vida de esta. En especial Arden.

Dicho esto accionó una sección de su guantelete y desapareció de allí como si nunca hubiese estado.

Después de cargar con las armas y munición extra que les había preparado el Dr. Destrucción (si al final quizás tuviera su lado bueno y todo y les daba juguetes para divertirse), salieron a cumplir con su nueva misión.

Llegar hasta el puerto no fue especialmente difícil, más problemático era acercarse hasta las instalaciones sin ser vistos.

De haber ido solo posiblemente hubiera excavado un agujero en el suelo por donde escaquearse y aparecer en el edificio al que iban, pero yendo acompañado… Prefirió adaptarse a sus nuevos compañeros. Aprovechando las cajas y contenedores repartidos de manera al parecer indiscriminada por toda el área, Worm tomó la iniciativa y avanzó indicando a sus compañeros por donde ir para acercarse hasta la valla que rodeaba el complejo que era la base de los V´Sori.

La parte complicada aún estaba por llegar.

No entendía por qué Destrucción nos estaba dando aquella clase de moralidad o como quiera que se llamara aquello de "tenéis que sentir alguna clase de pena por las personas que estén allí". La verdad es que la pena era algo que se me había gastado antes de llegar a los ocho años. 

- Si estás tratando de ganarte un puesto en algún tribunal de derechos humanos lo estás haciendo genial. - Le enseñé el dedo pulgar como diciendo que lo estaba haciendo genial. 

Por lo demás no agregué nada al respecto, pues seguiría matando a los que necesitara o quisiera matar. De todas maneras, tampoco es que me parara a matar a nadie en mi tiempo libre, pero si estaban en medio no era problema mío, siempre y cuando no hubiera niños. 

- Cuantas trabas... - Respondí a lo del médico, aunque Worm ya había propuesto su plan de hacer reventar a alguien y tampoco era un mal plan. Al final, estaba claro que yo iba a ser la más comedida, que sólo quería quitarle un trozo. 

Al decir aquellas últimas palabras antes de desaparecer miré a mis compañeros. 

- Ya pensaba que nos iba a decir que nos quería vivos, pero luego ha dicho lo del científico y la ha jodido un poco ¿no? 

De todas maneras, tampoco es que lo que pensara Destrucción me supusiera pasarme toda la noche despierta ni nada parecido.

Templario tenía cada vez más calado a Destrucción. Seguramente bajo la armadura había una mujer. Como todas a lo largo de su existencia, no escuchaba las grandes ideas que salían de la boca del supervillano. Le había propuesto el método para no tener que matar a tanta gente, que se llevaran una armadura del villano, una vieja, un disfraza, y sacaran al científico así... y ni le había respondido. 

—Sí... es igual de capacitado y competente que los que trabajan en ellos.

Rusita se quejaba de las trabas. 

—Nah, lo haremos otra vez a nuestra manera, al final... —hice un gesto de pasar un dedo por la garganta, íbamos a liquidar a todo lo que hubiera por allí. 

Se fue y me uní a la reflexión de la rubia —Algo así ha dicho, que nos quiere vivos. Supongo que el resto de subordinados que tiene son unos buenos para nada y se le han muerto en misiones absurdas o se han rebelado tras tratarles como una mierda todo el tiempo. Es que ni sabe hacer de recursos humanos. Es el Guante de Acero en el puño del Retrasado. 

—Y lo de las matanzas. ¡Se queja de vicio! Sí cuando salimos a divertirnos a lo bestia lo hacemos fuera de este barrio, para que nos busquen en otros lugares. Si es que...

Llegar a la zona del puerto una vez armados no era dificil. Moverse dentro de la zona, sin ser visto, ya lo era un poco más. Había bastantes patrullas, la mayoría humanas, lo cual era un poco extraño, ya que no había apenas movimientos marítimos desde la invasión. Pero claro, si lo que les había dicho Destrucción era cierto, y no tenían motivos para dudar de él, había una instalación importante V'Sori. Y no solo la parte visible.

El grupo de Omegas tenía que ser sigiloso para que no les detectaran, y cuanto más se acercaban al agua peor era. Y si les detectaban empezaría el jaleo. Cosa que no les venía bien.

El puerto estaba demasiado activo como para que allí hubiera algo interesante, pero claro, eso de que tuviera tanta actividad tenía el grandísimo problema de que sería más difícil pasar desapercibido por allí. 

- Tendremos que tratar de hacer poco ruido. 

La verdad es que con esto de las misiones al final una iba practicando esto de caminar sigilosamente y eso, que antes de comenzar a trabajar para destrucción, mis pasos solían hacer el mismo ruido que un elefante en una cacharrería. 

Al final, todos nos teníamos que ir amoldando a aquella nueva vida, aunque la idea era echar a aquellas criaturas de mierda y volver a recuperar el planeta que nos habían quitado. 

Eso sí, entonces me vino a la cabeza Destrucción. 

- Imagino que querrá ser el mandamás cuando recuperemos el planeta. Si yo me lo estuviera currando para echarlos, también lo querría. 

Había muchas patrullas por la zona de los muelles, sí. Pero Videshee se conocía bien los alrededores. La mayoría de las transaciones ilegales que se hacían antes de la Invasión era en esa zona, por lo que tuvo que ir varias veces para que la Bratva y las Triadas se entendiera. Gracias a ella llegaron con facilidad a la zona que querían.

Tal y como les había dicho Destrucción había unas instalaciones nuevas en el agua. Los dos edificios estaban conectados al puerto por unas pasarelas metalicas situadas a medio metro por encima de la superficie. Y si bien no había mucha distancia, aquí ya se encontraban con presencia V'Sori aparte de la humana haciendo guardia. Sabían que había más ocultas, pero no podían verlas sin estar sumergidos.