Partida Rol por web

Un nuevo Camino

Prólogo: Capítulo 0. El nuevo comienzo

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11/05/2014, 23:49
Narrador

Undic, año 1493 d.C.

Todo volvía a ser como antes. Tras ciertos temas personales el grupo volví a reunirse, esta vez en Undic y en la taberna que tanto os gusta frecuentar desde que vais juntos, El Topo Ciego. Buena bebida, mejor comida y música y alguna mujer con la que divertirse. u hombre. Allí se reunía todo aventurero, sea de la raza que sea, para conseguir algún contrato o pista que le lleve a amasar una pequeña o gran fortuna. 

Aunque nada más llegar a la ciudad os disteis cuenta de que no todo era como antes. Desde que se cancelaron los concilios la ciudad había perdido parte de su bullicio habitual y la gente no solía hablar tan abiertamente de sus posiciones políticas y su opinión sobre el reino, sino todo lo contrario. La gente se encerraba en pequeños corros para hablar en un tono casi sordo y mirando a cada lado como si temiesen de que sus propias sombras lo mandasen a la horca por tacharlos de traidores a la corona o por el contrario de traidores hacia la causa contra la tiranía.

Escogisteis la mesa de siempre donde la puerta quedaba cerca en caso de problemas con borrachos indeseables pero lo suficientemente cerca para tener la barra a dos pasos y así de paso disfrutar de las vistas de la hija del tabernero.

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11/05/2014, 23:49
Gwyriel

Cuando uno de vosotros se disponía a hacerla llamar para pedir algo para tomar ella misma se acercó a vosotros con una pequeña sonrisa.

- Hola aventureros, hacía tiempo que no se os veía por aquí. ¿Qué queréis tomar hoy? El estofado de ciervo nos ha quedado que ni para un rey es digno de probar.

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12/05/2014, 01:01
Tifon

Aquel dia estaba realmente contento, tras algunos meses poco productivos y repetitivos volvia a estar en marcha junto a mis queridos compañeros. Como otras tantas veces nos encontrabamos en la posada El Topo ciego para ponernos al dia de nuestras aventuras y desventuras mientras nos llenavamos la panza. Mientras charlo animadamente de lo que ha pasado en todos estos meses la camarera elfa viene a preguntarnos que deseamos, es algo descortes pero nunca consigo acordarme de su nombre. Asi la mira sonriendo y le digo:

-Creo que probare ese estofado tan delicioso, al fin de al cabo una camarera tan bella no puede equivocarse.

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12/05/2014, 01:12
Tifon
Sólo para el director

Este dia es maravilloso, por fin empezare mi maravilloso libro de recetas de cocina. ultimamente me he cansado de asesinar sin mas, el dinero me sobra ¿Para que seguir matando viajeros perdidos y asaltar patruyas confiadas? La tortura y la desesperacion de mis presas es placentera pero ya no me llena como antes, asi que aqui estoy, en la posada de siempre con mis letales amigos en busca de alguna causa que nos permita saquear libremente.

No puedo esperar hasta que consiga cazar algo y cocinarlo para mis compañeros ¿Que conseguire primero? ¿Un niño humano? ¿Una joven elfa? ¿Un enano mercader?  Sin duda la espera me puede, con las especias y mi habilidad para cocinar la carne no notaran que se estan comiendo a otros seres como ellos, sin duda es algo estimulante, el canibalismo es una nueva frontera llena de posibilidades, aunque en realidad yo no voy a comerme a otro mediano, asi que a la larga sere el unico que no sea canibal.

Claro esta que debo tomar precauciones, las primeras veces sera mejor mezclar la carne de la presa de turno con la de un animal comun, no quiero arriesgarme a que sospechen demasiado pronto.. La segunda es escribir en clave en mi preciado libro de recetas, creo que si en vez de humano escribo pollo, en vez de elfo ternera y en vez de enano buey todo ira bien.

Mientras charlo con mis compañeros aparece la elfa camarera, nunca consigo recordar el nombre de la fulana, realmente soy malisimo para los nombres. Mientras me habla sobre el venado que han cocinado no puedo evitar pensar en como trocearla viva y luego cocinarla ¿Como sabra mejor?

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12/05/2014, 01:22
Kyras Quinray

Civilización por fin. Lo peor de pasar un tiempo con unos agradecidos bárbaros nómadas es... quedarse sin jabón. Pero por fin había vuelto a mi ciudad natal, Undic, aunque estaba cambiada, no la terminaba de reconocer... ¿sería el tiempo pasado fuera? No importa primero un buen baño....

Vaya... cuántos cambios con el nuevo Rey... no me gusta, espero que padre se recupere pronto, no es manera de tratar a un anciano... Mis pensamientos se ven interrumpidos al llegar al Topo Ciego, por fin un lugar conocido y que parecía seguir tal como lo dejé, no como todo lo demás en esta ciudad. Me senté con mis compañeros e intercambiamos historias, yo les conté que aprendí un par de trucos nuevos con los agradecidos nómadas a los que ayudamos la última vez, Helmuth nos contó cómo fue la boda de su padre, y los demás estaban en ello cuando llega la bella Gwyriel. -¡Qué bien volver a verte Gwyriel! - exclamo con alegría - Estoy contigo Tifon, quiero una buena comida caliente del Topo Ciego, y si luego no hay mucho jaleo siéntate a tomar algo con nosotros - era poco probable que ocurriese, pero no estaba de más ser educado con tu anfitriona - Gwyriel, si viene el rey, nos aseguraremos que no pruebe bocado de tan delicioso manjar - añado bajando la voz y guiñándole un ojo.

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12/05/2014, 08:35
Caerwyn la Hermosa

Caerwyn observó a su alrededor, deslizando el dedo alrededor del borde de su vaso en un gesto pensativo. La gente tenía miedo. La perspectiva de una guerra civil pendía sobre los ánimos de los aventureros y las gentes sencillas por igual. Todas las guerras eras malas, pero las civiles eran las peores. Si los rebeldes combatían las tropas del rey, por muy justa que fuera su causa, obligaría a los soldados a enfrentarse a sus propias familias, amigos y vecinos. Luchar por la libertad o defender a sus seres queridos. No era una decisión que Caerwyn quisiera tomar.

La arquera salió de su ensimismamiento y esbozó una sonrisa, haciendo que el borde quemado de la comisura del labio izquierdo se torciera.

«Claro, Tifón.» pensó para si con un deje de ironía «¿Cómo va a equivocarse alguna vez una mujer hermosa? Eso está reservado a las feas.»

—Buena luna, Gwyriel. Probaré ese asado —hizo una pausa antes de continuar—. Dinos, ¿qué nuevas traen los viajeros?

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12/05/2014, 11:38
Helmuth Von Kerceus

Me alegraba volver a ver a mis compañeros después de tanto tiempo. El viaje a casa no había ido como esperaba. Pero nada estaba yendo como esperaba.

Desde que había llegado a Undic me había ido fijando en los rostros de la gente. Eran como libros abiertos, probablemente todos lo fueramos. Todos pensabamos en lo mismo. Seguramente mis compañeros debían estar cavilando sobre lo mismo. Hasta yo lo estaba haciendo. Me di cuenta que jugueteaba con el anillo de hueso que llevaba en el meñique, como siempre que meditaba algo en profundidad. Ese no era el momento para hacer esas cosas. Estaba claro que tendríamos que hablar, pero no ahora. Ahora teníamos que disfrutar de la compañía.

Sonreí a mis compañeros al tiempo que sacaba uno de mis cigarrillos y tras escuchar las vivencias de Kyras, me dispuse a contarles los detalles más divertidos de la boda de mi padre. Justo cuando estaba acabando mi historia, se nos acercó Gwyriel, la hija del tabernero. Con una de mis mejores sonrisas repasé su esbelta figura con la mirada. No pude evitar reír ante el comentario de la chica, desconocía si había sido intencionado, pero me hizo gracia el doble sentido de su frase. Di una profunda calada a mi cigarrillo, mientras mis compañeros iban respondiendo. Al final llegó mi turno:

-Creo que ese estofado es perfecto. Pero asegurate de que no tenga una jarra vacía en mi mano, ¿vale?-a continuación añadí sonriendo pícaramente.- Por cierto, llevo todo el día de viaje y estoy de polvo hasta arriba. Necesitaré agua caliente y tienes mucha mejor mano para eso que tu padre. ¿Me harás el favor de subirme el agua después?

Tras ello amplié mi pícara sonrisa para encantadora.

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12/05/2014, 17:26
Dalits

Había pasado un tiempo desde la última vez que Dalits había trabajado con tan variopinto grupo. Realmente no llegó a intimar demasiado con ninguno de ellos a pesar de lo dicharacheros que era alguno, como Kyras por ejemplo. Tan solo era una asociación en la que el enano hacía su función y se limitaba a recibir su parte. Pero a pesar de la distancia, Dalits tenía que reconocer aquellos aventureros eran gente intrépida y se las apañaban bien para encontrar algo de acción. Y eso era lo que el guerrero buscaba con cada paso que daba pues blandir su hacha era lo único que necesitaba para alcanzar su destino. Para Dalits no había nada más que eso...

Por lo que el taciturno guerrero decidió esperar a que cada uno volviese de resolver sus temas personales para formar grupo con ellos nuevamente. Hasta entonces, Dalits decidió viajar sin rumbo hasta la fecha acordada. Y aquí estaba de nuevo, en la ciudad de Undic. A pesar del carácter introspectivo del enano, no se le pasó por alto los sutiles cambios en la población. La calma reinaba en las calles, pero era una calma artificial. Sin duda algo había afectado en lo más profundo de las gentes de aquí. Pero todas esas sospechas y preocupaciones se diluían en la mente de Dalits con cada bocanada que le daba a su pipa mientras escuchaba las historias que cada uno creía conveniente contar. Tan solo la presencia de la tabernera interrumpió brevemente la conversación que mantenían sus compañeros de mesa. -Yo tomaré ese estofado con una cerveza.- Dijo Dalits con su grave tono de voz que tan pocas veces se escuchaba. Y tras eso, volvió a contemplar un punto indeterminado en el techo de la taberna mientras escuchaba por encima la conversación del grupo.

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12/05/2014, 19:56
Gwyriel

La elfa sonrió ante vuestros comentarios. Miró a Helmuth y contestó:

- Si vos accedéis a que os traten como a mi y os toquen  vuestro trasero viajeros borrachos durante una semana yo misma os llevaré el gua, si no, creo que algún mozo podrá hacerlo por mi.

Tras una breve risa su semblante cambió a un tono más serio pero sin perder su jovial ímpetu.

- Lo que todos comentáis, que el reino se derrumba y a todos nos caerá encima. Un rey nos daba todo y el otro... De otra forma, pero es ley de vida. Que los respresentantes de los concilios han vuelto a sus hogares y a desempeñar su trabajo como representantes de su ciudad ante sus propios ciudadanos y ante el rey pero sin voz ni voto... 

La mirada de Gwyriel viajó entre los demás comensales y de nuevo volvió a vosotros.

- Que Undic se hunde. Ahora mismo os traigo vuestros estofados y vuestra bebida.

Tras ello la elfa andó con rapidez y delicadeza hacia la parte trasera de la barra y se perdió en las cocinas.

 

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13/05/2014, 00:25
Tifon

Miro fijamente a la camarera mientras se marcha mientras doy golpecitos con mis pequeños dedos en la mesa, cuando estoy seguro de que nadie nos oye comento en voz baja:

-Esa elfa no deberia hablar tan abiertamente de ese tema en estos dias de tension, si lo escucha la persona equivocada podria acabar muy mal-Miro discretamente al nuestro alrededor- El rey sera un tirano, pero dudo que sea tan necio como para no apostar espias de poca monta en las tabernas a la espera de que los plebeyos borrachos suelten todo lo que piensan hacer.

 

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13/05/2014, 08:06
Caerwyn la Hermosa

Caerwyn soltó una risita al imaginarse a Helmult vestido como una mujer y pintarrajeado como una fulana moviéndose entre las mesas esquivando los pellizcos en el trasero de los clientes.

—No les tomes en serio, ya sabes cómo son  —dijo la arquera—. Recuerdo que cuando estaba prisionera en la guarida del nigromante, llegó un aventurero antes de vosotros, y estaba desabrochándose el cinturón antes de abrir la puerta de mi celda. O de matar al mago. El hechicero lo encontró con los calzones bajados hasta el tobillo, hurgando la cerradura con una ganzúa. Recuerdo su expresión de perplejidad antes de mandarlo al infierno con un rayo.

Nego con la cabeza y tomó un sorbo de vino.

—No seas agorero, mi pequeño salvador —dijo cuando se quedaron a solas y habló Tifón—. Estoy segura de que los espías reales tienen mejores cosas que hacer que arrestar borrachos y camareras.

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13/05/2014, 20:26
Tifon

-Los espias no siempre son agentes bien pagados, la mayoria de las veces son plebeyos en busca de unas monedas de plata por tener las orejas abiertas mientras se emborrachan como de constumbre- Me inclino un poco hacia delante, apoyando los codos en la mesa- Y sinceramente le he cogido cariño a esta posada para que un sadico capitan mande a sus hombres a quemarla. Pero bueno basta de hablar de este tema tan peleagudo ¿Os he contado la historia de como un pueblo entero de mi propia raza le puso precio a mi cabeza por robar una gallina?

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15/05/2014, 16:38
Helmuth Von Kerceus

Reí a gusto ante la respuesta de Gwyriel, me encantaba el humor mordaz de las camareras de taberna. Lo que no me gustó fue lo que dijo a continuación. Pero esta situación no afectaba solo a Undic, todo el reino se estaba hundiendo lentamente. Quería evitar la conversación durante un rato, pero estaba claro que no lo iba a conseguir.  Diablos, yo también estaba deseando hablar de ello.

Me froté los ojos con el pulgar y el índice y di otra calada al cigarrillo antes de decir nada. Suspiré. Escuché a Tifon. Vi que mi pequeño compañero cambiaba de tema y respiré tranquilo.

-Los dos tenéis un poco de razón, pero esta vez me decantaré del lado de Princesa. La gente aún no está desesperada como para venderse a este nivel. Los que necesitan el dinero, se estarán alistando ahora mismo en el ejército. Además si el rey es lo suficientemente listo, no se dedicará a arrestar borrachos charlatanes. Aunque claro, quizás no sea tan listo visto los hechos.

Sentí como mis sienes latían. No, no iba a dejar que el malhumor me dominara aún. Miré al mediano y sonriendo burlonamente dije:

-Pero vamos a ver Tejón. ¿Precio a tu cabeza por una gallina? ¿Ponía huevos de oro o qué pasa?-exagerando mi expresión con teatralidad hice como que me ponía serio.- ¿Sigues conservando la gallina?

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15/05/2014, 17:41
Kyras Quinray

-Bah, a nadie le ha hecho gracia lo de los concilios, pero de ahí a que plante espías en todas partes... - digo con un encogimiento de hombros - me parece mucho más interesante la historia de la gallina de Tifon, pero acláranos si sigue habiendo un precio y cuál es - añado jocosamente

Escucho el relato de Tifon y del resto de la mesa, cuando me toca contar a mi, digo: - Bueno, aprovechando la boda fui al campamento de los Harjaz, y ahí me enseñaron algunos trucos interesantes aparte de a aullar a la luna como los lobos a los que veneran - hago una pausa para dar un buen trago al vino especiado que ha traído Gwyriel - Así que ahora mis pies son más ligeros que nunca, aparte de eso, ¿recordáis cuando su jefe Hrothwulf peleó a nuestro lado? No al mismo nivel, pero me enseñaron. Sobre civilizarlos... yo lo intenté, pero mi gran misión del jabón no tuvo mucho éxito. ¡Pero aún tengo esperanza contigo Dalits! - agregué sonriendo a nuestro callado enano - ¿Qué tal se han portado mis chicos Helmut? Espero reanudar su entrenamiento en cuanto tengamos tiempo - pregunto refiriéndome a los caballos del carruaje

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16/05/2014, 01:05
Tifon

Me aclaro la garganta antes de contar mi historia, sin duda algo digno de contar en una taberna mientras todos nos dejabamos lo ganado ultimamente en comer y beber:

-Pues vereis, estaba yo en uno de mis viajes por la bella comarca de mi raza cuando llege a un pueblucho, un lugar tan deplorable que ni un cerdo osaria a revolcarse en su plaza, pues vereis normalmente alguien de mi estatus no se arriesgaria a dormir en un lugar asi para despertar a la mañana siguiente con unas garrapatas del tamaño de una moneda- Junto mis dos manos y dibujo un circulo con los dedos- Pero desgraciadamente estaba muy cansado y no me quedaban apenas provisiones, naturalmente en un poblado asi no existia nisiquiera una taberna donde dormir.. Pero consegui negociar con un lugareño quedarme en su "preciosa y limpia"- levanto dos dedos de cada mano de arriba a abajo- morada ¡El rey si que no osaria a dormir alli por nada del mundo! Asi pase la noche a cambio de algunas monedas de plata y a la mañana siguiente desperte maldiciendo haber provado la cena de mi anfitrion- guiño un ojo- Ya me entendeis, asi que cogi mis pertenencias y me fui al corral de aquel tipo a devolverle parte de su comida del dia anterior. Fue entonces cuando paso, vereis habia una gallina enorme en el corral con un lazo- Hago un gesto con mis dos manos para señalar que era grande- El animal parece que sintio curiosidad mientras estaba a lo mio y se acerco rapidamente y yo la agarre con la intencion de lanzarla lejos, entonces todo se tocio- Imito una voz grave- ¡Maldita sabandija estas violando a mi esposa!- Hago un gesto como si me girara con una cara de sorpresa bastante exagerada- Y alli estaba mi huesped, su cara estaba roja como la sangre recien derramada y tenia uno de esos palos con 3 pinchos que usan para recoger la paja de los campos. Sin dudarlo eche a correr sin subirme siquiera los pantalones y con la gallina en las manos- Me rio sonoramente- Consegui escapar a cambio de parte de mi dignidad, pero a cambio obtuve una gallina y una maravillosa leccion- Miro a todos y levanto un dedo de la mano- Nunca toques a un animal que lleva un lazo. Al tiempo me entere de que los lugareños habian creado un fondo comun para atrapar a un peligroso violador y secuestrador, por suerte el granjero opto por describirme de forma tan peligrosa que apenas se parecia a un servidor.

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16/05/2014, 02:01
Dalits

Dalits escuchó con atención las palabras de la elfa y las grabó en su mente. Sin duda no eran buenas nuevas y no hacían más que pronosticar un futuro incierto en el reino. Pero a pesar del tono poco alentador de la camarera, sus compañeros enseguida volvieron a sus despreocupadas historias. 

El enano fumaba tranquilamente cuando escuchó que se le mencionaba en la animada charla. Era Kyras el que hablaba en ese momento. Dalits lo miró sin cambiar su expresión seria. -No es aconsejable tratar de educar a un enano sin su consentimiento. Y mucho menos intentar darle un baño.- Por el contenido bien podría haber sido un comentario divertido, pero el tono que empleó el guerrero sonaba más como una advertencia que como una broma. Sin duda los enanos son una raza orgullosa y no son muy propensos a dejar que hagan las cosas por ellos. Mucha gente mete la pata con esta testaruda raza por esta razón.

Aun así, una recóndita parte de Dalits disfrutaba de las historias y bromas que se hacían en aquella mesa. Una parte que pertenecía a su pasado, cuando todavía era un enano joven y orgulloso que disfrutaba de sus días en Kaylia. Pero era una parte tan alejada que ni el mismo enano era consciente de que todavía se encontraba allí, en un rincón de su mente, observando a través de su mirada fría y distante.

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16/05/2014, 14:45
Helmuth Von Kerceus

Esto es lo que necesitaba. Un poco de charla fútil y ligera. Ha sido demasiado tiempo solo y con el mismo tema en la cabeza. Si hubiera pasado un poco más de tiempo me habría vuelto loco.

-¡Por Boccob Tejón! No podemos dejarte solo. Intentas violar una gallina, te cogen en medio de la susodicha violación, ponen precio a tu cabeza… Vas a tener que invitarme a muchas cervezas para que vuelva a respetarte.

Fumé un poco mientras escuchaba a Kyras, indicándole con la cabeza que los caballos se encontraban en perfecto estado. Lo que me sorprendió fue escuchar hablar a Dalits. Siempre me había gustado ese aire indiferente y silencioso. Decidí mirarlo seriamente y sostenerle la mirada. Después intentando sin mucho éxito mantener la compostura pregunté:

-¿Quién eres tú y que has hecho con nuestro Tocón? Has dicho demasiadas palabras en muy poco tiempo. ¡Más de dos frases antes de empezar a comer!

Después ya empecé a reírme tranquilamente. Era purificador. Demasiado tiempo dándole vueltas a lo mismo. Demasiado tiempo preocupado.

-Aunque no lo reconozcas sé que nos has echado de menos, si algo tenemos en “La Experiencia Helmuth” es que somos adorables. Aunque hay alguien que está muy callada y eso no me gusta.-añadí mirando a Caerwyn.-A ver Princesa, ¿qué has estado haciendo? ¿Te has echado algún novio? Porque si es así tendremos que darle el visto bueno...

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16/05/2014, 22:05
Caerwyn la Hermosa

Caerwyn soltó una risita encantada tras la historia de Tifón y la gallina. Realmente echaba de menos reír así, despreocupadamente. Dalits, en cambio, parecía demasiado adusto. No parecía encontrarse aún a gusto entre ellos.

«Tal vez con un par de cervezas se relaje un poco...» pensó para si.

Bebió otro sorbo de vino mientras Helmuth le preguntaba por lo que había hecho en las últimas semanas. Le sonrió y dejó la copa en la mesa.

—¿Un novio? ¿Acaso una mujer puede estar rodeada de hombres más apuestos que los que ya tengo a mi alrededor? —preguntó, dejando escapar una risita—. No, aún no he encontrado al pretendiente ideal: mi novio debería ser atractivo, pero no lindo. Divertido, pero no soez. Tierno, pero no blandengue. Solícito, pero no servil. Y podría estar así todo el día.

Volvió a reír. Tenía una risa musical, agradable, que contrastaba fuertemente con la mueca horrible que se le formaba en la comisura derretida del labio.

—Cuando nos separamos fui a Cauce Enroscado, para pasar unos días con mis padres y visitar a mis amigos de la infancia. No hice gran cosa allí, a parte de salir a cazar ciervos con mi padre. Volví a la ciudad hace unos días y estuve indagando sobre magos traviesos para que fuéramos juntos a darles una azotaina. Pero no encontré ningún trabajo interesante. ¿Qué hay de la boda de tu padre, Helmuth? ¿Fue divertida?

Hoy tenía un ratejo libre y he vuelto a redactar el post.

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17/05/2014, 20:50

Notas de juego

Mañana a la noche os actualizo y puede que ya sea para rolear, sino a lo más tardar el lunes.

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18/05/2014, 04:16
Dalits

Tras el comentario de Helmuth, Dalits se giró hacia el aún con la pipa en la boca. Lo miró durante unos segundos muy largos mientras daba un par de caladas. Finalmente el enano dio un bufido acompañado de unas volutas de humo como única respuesta para volver a mirar hacia un punto indeterminado de la taberna.

No pretendía ser maleducado, simplemente no creía necesario dar explicaciones sobre lo que decía y lo que no. Después de todo, tan sólo aclaraba al joven Kyras algunas de las costumbres enanas. Sin duda mencionar su herencia le traía amargos y dolorosos recuerdos, pero había algo innato que le impedía mantenerse callado al respecto, a pesar de haber dejado sus responsabilidades mucho tiempo atrás.

El ruido de fondo de la taberna aderezaba las historias que contaban sus compañeros. A pesar de su silencio, el enano apreciaba el murmullo y el entretenimiento que suponían las alocadas historias que contaban algunos. Pero aún así, Dalits no era capaz de disfrutar con ello pues su subconsciente se negaba a permitírselo. Así que el atormentado guerrero mantenía su silencio, esperando el momento de avanzar y empezar el próximo viaje.