Partida Rol por web

—Bien, busquen salidas. Éste no va a pestañear. Va a ser un buen chico, ¿verdad amigo?

—Claro, seré bueno.

Miro al resto de mis compañeros e instigo a todo el mundo a moverse. 

- ¡Comencemos! Voy a echar un vistazo al tanque de combustible (5) y la maquinaria cercana (4). Si encuentro algo les avisaré... Revisen el resto de la caverna, esto es muy grande y tiene que haber alguna salida. - comienzo a andar con paso distraído hasta el tanque de combustible.

Casi al llegar es cuando me percato de que ya no cojeo... Miro hacia abajo y palpo mi pierna... ¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible? Me agacho y me remango el pantalon hasta por encima de la rodilla y busco donde debería estar la cicatriz...*

- De acuerdo, yo si no les importa no quiero pasar ni un segundo más de lo imprescindible con este energúmeno. Voy a explorar el fondo de la caverna (9) a ver si encuentro algo de interés, vuelvo en seguida...

Dice alejándose en dirección a la otra punta.

-Señores... Algo pasa con los motores, y con la bañera. Por bueno que sea nuestro prisionero ocultando sus emociones, tengo cierta experiencia profesional interpretando a las personas... Y parecía resultarle agradable la idea de la bañera y de apagar los motores. El pozo, en cambio, no le hacía tanta gracia. 

Asiento. Collins es bueno interpretando a las personas y yo me fío de su criterio.

- No desenchufemos nada. Sólo miremos, investiguemos y luego pongamos en común lo que hayamos descubierto. Quizá nos hagamos una mejor idea global de qué es este sitio... y si hace falta interrogaremos a Knegin apropiadamente. - hablo como si el prisionero no estuviera ahí, como si no me importara nada su vida.

La verdad es que después de lo vivido es prácticamente así.

Sabiendo que el tal Knegin quedará bajo custodia, opto por echar un vistazo al pozo (2) y a la caja con rejillas (3). Lo cierto es que la idea de escapar por el portal está resultando no ser tan buena, si se quedan atrapados allí dentro, su muerte será algo seguro. 

El depósito de combustible (5) debe contener unos ochocientos litros de gasoil, lo que supone una autonomía energética importante para el laboratorio. Está conectado directamente a los motores, con lo que no da suministro a ninguna otra máquina.

Los generadores eléctricos (4) tienen sus tubos de escape conectados a la caja metálica, que resuena como un fuelle. Sin embargo lo que haya en su interior no debe ser exactamente un fuelle porque no suena igual. Quizá más que un fuelle evoca el sonido de la respiración de un viejo fumador. La tapa se puede abrir. Lo que sí que está claro es que debe ser algún tipo de reciclador de aire.

El pozo (2) parece que no tiene fondo. Sus aguas son frescas y parecen potables. Collins puede ver incluso un pez errático merodeando.

Cerca del pozo hay unos bidones de madera. Contienen una bebida alcohólica muy fuerte.

Steiffen indaga entre el equipo de Freygan. El olor que emanan los tanques es bastante repelente. Los controles eléctricos parecen complicados. Sobre una banqueta hay cinco atuendos de internos, con el número correspondiente de habitación y debidamente plegados. Concretamente C-21, C-19, C-13, C-11, C-8.

Tras la exploración vuelvo mi interés al celador tarado.

- Entonces dijimos que te gustaba el pozo y que querías darte un bañito reparador, con tantas heridas es normal. Venga, arreando que es gerundio.

Le indico el camino amablemente apuntando con mi arma.

El jefe White se queda mirando a Palance. No le gusta que un espontáneo ejerza la labor de pistolero en su presencia. Él es la Ley en Greenwood, y que un fulano se acerque a un sospechoso con intenciones de tortura sin pedir permiso siquiera no es algo que esté dispuesto a tolerar. No es que la idea de utilizarle para investigar el pozo más a fondo le desagrade, es la falta de respeto.

Le mantiene la mirada a Palance mientras hace una pregunta cuya respuesta resulta obvia:

—Oiga, ¿qué pretende hacer con este hombre?

—Tranquilo Jefe White! Tendrá a este charlatán en su prisión para interrogarle, pero antes nos debe facilitar cierta información que a Ud. también le vendrá bien conocer.

—Deje de hacerse el tonto y explíquenos, primero, cómo salir de aquí y segundo, para qué quería Freygan todo esto! Le advierto que detectaremos sus mentiras... y cada una supondrá algo más de dolor. ¿Esta de acuerdo White?

White hace un gesto de aquiescencia. Se pone un cigarrillo en los labios.

—Yo de usted no jugaría y sería claro y preciso, o podemos jugar a cuántos dientes suyos pueden caer al suelo de un solo golpe.

—Uno, el portal, la salida es el portal. Dos, el doctor usa esta cueva como extensión del laboratorio del manicomio, no hay más espacio dentro.

Enfoco con la linterna a través de la rejilla para observar mejor el interior de esa caja metálica, mientras pregunto al crío sin mirar:

- Jeffry, ¿qué sabes de este sitio? - A lo mejor Knegin no quiere hablar, pero Jeffry sabe mucho más que ese patético celador.

Me acerco, decepcionado, tras la somera inspección realizada en aquel lugar. Parece que vamos a tener serios problemas para salir de allí.

-¿Y el aire? ¿De dónde sale? Quizás se podrían aprovechar los conductos para salir de ésta maldita cueva. 

Mientras hacen cantar al celador voy a explorar la réplica del laboratorio al detalle (8) y los detalles del otro tanque (9).

En respuesta a Collins, Kellemport puede comprobar de dónde sale el aire de la cueva. En el interior de la caja metálica hay una especie de pulmón gigante y canceroso que absorbe dióxido de carbono y crea oxígeno. Varios tubos de los motores están conectados directamente al mismo. Sus venas oscuras son horribles, y desde luego está vivo. No hay conductos que conecten con el exterior, la cueva es un compartimento estanco. Sólo respiráis el aire producido por el pulmón.

—No sé nada, es la primera vez que estoy aquí. Sin embargo, Freygan estaba muy interesado en el desarrollo de tejido de shoggoth, y ese pulmón es la prueba de que sus experimentos han ido en ese sentido. Indagar en el laboratorio nos dará más luz sobre el particular.