Partida Rol por web

- Lo cierto es que no he visto rastro de Kellemport allá dentro, por cierto, cuando sonaron los disparos aquí fuera tuve que "encargarme" del celador herido...

Estaba explicando mi pequeña aventura dentro del manicomio cuando diviso a Collins.

- Aquí Collins...

- Me han dejado como un colador... ¡Malditos locos! si es que ha sido culpa mía... a quién se le ocurre... me muero, me muero seguro. De esta no salgo... ¡Y mi libro a medias!- Muy mal enfermo era Edward, muy malo.

Echo un vistazo a un lado y a otro antes de adelantarme, visiblemente débil, pero con la escopeta en las manos y sin ninguna luz alumbrando mi camino.

-¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde están el resto?

- Collins si está usted bien y no hay nada amenazante cerca, entonces es momento de entrar a por Kellemport. Steiffen está muy débil, quédese fuera con Collins por si estos bichos preparan alguna. Aunque mejor sería haberles dado boleto.

Abro la puerta del manicomio y me dirijo a Marlowe:

- Si le parece acompáñeme a por Kellemport, es posible que esté en las últimas y necesite de sus conocimientos, o quizá pueda certificar su muerte... jejeje.

Y con una risa nerviosa y el arma en ristre me adentro de vuelta al manicomio.

-No creo que sea buena idea...-digo por lo bajo, pero parece que Pallance ya se va, así que no queda más remedio que esperar. No estoy en mi mejor forma física, de hecho tengo varios impactos de bala recientes de nuestro paseo por el manicomnio... Pero hay que sacarles de allí. 

Camino del manicomio un pensamiento recorre mi cabeza... ¿Podremos vencer a Freygan?

Definitivamente si! He visto que si que se le puede hacer daño, por lo que entre todos derrotaremos a ese mónstruo. Tendremos bajas... pero el fin habrá merecido la pena.

Apoyo las arengas contra el anticristo, los demonios, las brujas y los comunistas. Todo motivo de exaltación y motivación ha de ser invocado en estos momentos.

Cuando llegamos a la altura de los restos del coche, decido echar un vistazo minucioso por los alrededores en busca de algún trozo de carne o pista que me indique hacia donde se dirigió la cosa o si puede seguir por los alrededores.

Si encuentro algo de carne, se la enseño a la muchedumbre para que vean que la cosa es vulnerable.

Entráis en el manicomio. Escucháis movimiento en el piso de arriba, como si hubiera un ir y venir bastante frenético. Por otra parte, hay un reguero de sangre por el pasillo que va desde la sala de exploraciones hasta las escaleras del sótano. No hay rastro del cuerpo de Bristol Knegin, que Palance dejó a simple vista listo de papeles.

El coche está tan hecho polvo como lo dejaste, pero no hay rastro del cuerpo físico de Freygan. Probablemente todos los pedazos han vuelto al huésped original. Sí que hay un rastro de la cosa metiéndose hacia el bosque, visible fácilmente ante signos de aplastamiento de malezas, aunque luego el rastro desaparece y no resulta tan obvio. Probablemente fue en el momento en el que Freygan se regeneró del todo y se dedicó a desplazarse entre árboles. Podría seguirse con buenas habilidades de rastreo y la habilidad apropiada.

Collins se queda esperando fuera, agazapado tras un seto con la escopeta en ristre. Esperando que la bestia aparezca de un momento a otro y avizor para dar parte a sus amigos de cualquier cosa.

—El demonio ha huido por ahí, pero en el bosque y en plena noche seríamos vulnerables. Quizá deberíamos tomar el camino principal, no se atreverá a tendernos una emboscada siendo tantos como somos.

Me quedo fuera ojo avizor, sin fiarme demasiado de lo que pueda ocurrir. No ha sido buena idea que vuelvan a entrar. No ha sido buena idea haberme acercado tanto. Y no va a ser bueno lo que venga a continuación, de éso estoy tan seguro como de que el cielo es azul. 

- Aquí había un cadáver hace escasos minutos... señalo el lugar con el pie, sin querer tocar la sangre. Mi voz se ha convertido casi en un susurro, es evidente que algo o alguien ronda por la casa. Espero que sea Kellemport haciendo limpieza.

Si el rastro es como de cuerpo arrastrado propongo ir hacia arriba, si son gotas de sangre como de alguien herido mi opinión es bajar al sótano, podría ser Kellemport intentando esconderse.

Algo ha trepado por una zona sombría del muro. Cae en el interior del recinto del manicomio dejando marcas de garras en el barro. Se mueve silenciosamente y observa a su alrededor, de su cuerpo brotan tentáculos acabados en ojos que le permiten ver por todas partes. El celador muerto llama su atención. Gruñe enfurecido, pero sin hacer demasiado ruido, la cosa está de caza.

Con unas bocas creadas de la nada para la ocasión, la bestia arrastra el cadáver hasta una sombra y lo devora en cuestión de segundos. Parece que se hace más grande.

Con la puerta de hierro cerrada y sin las llaves, pues las tiene Olmer en su bolsillo, el rectángulo es una ratonera. Si haces ruido la bestia irá a por ti y si permaneces callado tus amigos están vendidos dentro del edificio del manicomio.

El rastro nace del punto exacto donde cayó Bristol, probablemente sólo quedó inconsciente y gateó hasta el sótano retorciéndose de dolor.

—Y si no lo había, pronto lo será. Con ese ritmo de pérdida de sangre no puede haber llegado muy lejos.

- Maldito, debí asegurarme de su muerte. Ya da igual, estará agonizante, vayamos hacia arriba, algo se cuece con tanto jaleo.

Al acercaros hasta la puerta blindada, escucháis que una multitud está bajando dando gritos. Lo que dicen es raro, se escuchan cosas como llamadas a Napoleón, a la madre de alguien, «fuego a la casa, fuego a todo» y un «mataremos a todos los enemigos, señor Snuccums». Están a punto de abrir, podéis recibir a los desconocidos o intentar ocultaros con el poco tiempo que os queda. La decisión es vuestra.