Partida Rol por web

Olmer aparece tras la puerta nervioso. Busca a Kellemport hasta que lo localiza en el coche observando con los prismáticos.

En el momento justo en el que os encontráis, aparece un coche por el camino. No lleva las luces encendidas. Os sorprendéis de que a estas horas alguien llegue al manicomio, y mucho más tratándose de lo delicado de la situación. Cuando estáis a punto de empuñar el arma veis que baja del coche Steiffen. Parece que se ha preocupado sobremanera por lo que os pueda pasar y ha venido desde el pueblo hasta aquí en taxi.

Ya estáis todos juntos.

Estáis frente a la tolva mientras Olmer va en busca de Kellemport. Volverá pronto.

Bajo del coche dejando los prismáticos dentro y observo a Olmer. Cierro bien el coche, me guardo las llaves en el bolsillo de la gabardina y me acerco todo lo rápido que me permite mi pierna hasta Olmer.

- ¿Qué ocurre? ¿Va todo bien? – pregunto con expresión alarmada al ver llegar a Olmer sólo. Giro mi cabeza para ver llegar a Steiffen también... que raro es todo.

-Así que eso eran ésos gritos... Pobre mujer. Aunque esta irregularidad no termina de explicarnos que ocurrió con el hermano del padre Hoyt. 

Nervioso, trato de contarles a mis compañeros lo sucedido.

—Hemos llegado a la Tolva para el carbón y Palance se ha introducido él sólo para echar un vistazo. Nos estábamos poniendo nerviosos e íbamos a entrar cuando ha vuelto bastante alterado. Nos ha contado que los gritos son de una paciente a la que están violando y Palance les va a atacar para impedirlo cosa con la que estoy de acuerdo!

—Si vamos todos podemos dejarlos inconscientes sin que den la alarma ni generar ruido, pero debemos darnos prisa. Definitivamente tenemos pruebas de que el trato a los pacientes no es el que debiera! 

- Vamos. - digo sin dudar y poniendome en movimiento. - ¿Quiénes son los responsables? ¿Empleados? ¿El propio Freygan? - pregunto a medida que avanzo por donde Olmer me indique. La rabia hierve en mi interior... aquellos gritos que escuché antes... y justo tenían que ser de una paciente. Voy a desmantelar esta institución aunque tenga que quemar hasta sus cimientos.

Os encontráis todos dentro del recinto del manicomio, justo en la parte trasera del edificio, frente a la tolva de carbón que abastece el sistema de calefacción. Steiffen seguro que se pregunta cómo habéis abierto la puerta principal de una forma tan limpia. El problema es que el tamaño de la tolva es limitado y sólo un hombre de constitución enjuta puede colarse por el agujero. Palance ya ha hecho su visita al interior, pero él es un hombre delgado.

Han pasado diez minutos desde que Palance viera a los celadores en el acto violatorio.

- Vamos - susurro a Palance... Miro al resto para ver quiénes nos acompañaran y cedo el paso a Palance para que guíe pero me preparo para ir justo tras él... - ¿Cuántos eran? - pregunto para hacerme una idea.

- No ocurre nada señores, tan sólo viene a ver qué ocurría. Cambié de idea y no quería quedarme solo. Así que han descubierto lo evidente, me alegro.

Hace el amago de entrar por agujero pero al ver que no cabe dice

- Es demasiado estrecho para mí. ¿Cuántos de ustedes caben? Lo digo por dar un rodeo para acceder desde alguna ventana de la parte lateral.

-Me temo que yo tampoco entro...-digo, mientras echo un ojo a aquella entrada. No, era bastante poco probable que lograra pasar. Y no era momento de quedarse atascado, sólo faltaba que los celadores de aquel sitio le encontraran así y le hicieran algo. 

—Yo tampoco entro, mierda!!!   Palance! puede decirnos más o menos la zona del edificio donde están? 

—Llevo un elegante bastón con gruesa empuñadura y fina punta metálicas, lo quieren? seguro que les viene bien!

—Si pueden esperar a que lleguemos mejor, de lo contrario, procuren noquearlos sin que se den cuenta! 

Se te ocurre una idea, quizá tus compañeros puedan aprovechar que los celadores están entretenidos para abrir la puerta principal desde dentro y colaros. Puede que haya alguna llave en algún lugar de la planta baja que resulte cómodo a Charity Ballow, al doctor o a los celadores.

En el piso de arriba, por otra parte, Schlecht tenía un cajón lleno de llaves en la garita de vigilancia.

. Eran dos hombres y una mujer, sí, eso es... contesto aún afectado, ayudo a Kellemport a bajar por el hueco y nos preparamos para la incursión... están en el piso de arriba.

Moviendo los dedos sobre el mentón

- hummmm.... ¿no podrían abrirnos la puerta principal desde dentro? si los celadores están ocupados con los internos, no advertirían su presencia. Debe de haber una llave en algún sitio en el piso de abajo o incluso en el cuarto de Schlecht en el piso de arriba, me pareció ver que tenía un cajón de su escritorio lleno de llaves. Podemos esperarles en la parte delantera bien escondidos y cuando abran, entrar disimuladamente.

- De acuerdo, les abriremos desde dentro, aunque siendo sólo dos hombres Palance y yo deberíamos poder reducirles... - comento antes de seguir a Palance por el hueco a toda velocidad. Bueno, a la velocidad que me permite mi pierna.