Partida Rol por web

En Otros tiempos, este enorme edificio de piedra fue un priorato, que actualmente sirve como depósito de los marginados de la sociedad.

Bethlem ha formado parte de Londres desde 1247, inicialmente como priorato de los hermanos y hermanas de la Orden de la Estrella de Belén, de dónde el edificio toma el nombre. Está ubicado en Bishopsgate Street (y si alguien conoce Londres puede quizás recordar la estación de Liverpool Street ubicada en la parcela que inicialmente ocupaba este edificio). En 1330 se convirtió en un hospital y comenzó a admitir a enfermos mentales en 1357 aunque su dedicación exclusiva como hospital psiquiátrico no llegó hasta algo después.Muy cercano a Bishopsgate, el complejo se compone de varios edificios de piedra, incluyendo una iglesia.

Las condiciones de vida de los internos son terribles. se trata de un hospital Real, pero desde 1557 su control no corresponde a la corona, sino a la ciudad de Londres y su dirección corresponde a los gobernadores de Bridewell.

El control del hospital a diario correspondía a un custodio que recibía su salario de las aportaciones individuales sobre cada paciente de su parroquia o familiares.

Al golpear la aldaba de la puerta del edificio principal, unos pasos comienzan a escucharse apresurados en el otro lado. Un hombre calvo y vestido con ropas modestas abre ligeramente la puerta tras descorrer unos cuantos cerrojos.

E incluso a través de los postigos de las cerradas ventans pueden escucharse desde el interior los gritos de dolor, de locura o ambos que emiten los infortunados que llaman hogar a Bethlehem.

Doctores, ¿eh? ¿y dicen que vienen a tratar al maestro Moore, pues?. Realmente no se aceptan habitualmente las visitas, pero...pero la elocuencia de Will O´Connel (que dejo en un fundido en negro haciendo como que me ha escrito un párrafo de la hostia), le termina por convencer
Bien, síganme y espero que ustedes puedan hacer algo por ese pobre desgraciado.

Recorreis multitud de laberínticos pasillos repletos de celdas. De algunas de ellas salen espantosos aullidos, quejidos, llantos, risas frenéticas, alaridos animalescos.

Mientras camináis el custodio va contando algo sobre el maestro Moore.

Sigue siendo un genio. No ha perdido sus dotes artísticas en esta casa de locos. Canta constántemente. Ninguna de sus canciones se parece entre sí y ninguna es parecida a otra que nunca haya podido oir.

Una vez le escuché componer un tema en unos 20 minutos. Primero cantaba la voz principal. Luego hacía las otras voces y coros ideados para otros instrumentos.

Increible: empezaba con una melodía, la desarrollaba y volvía arepetir la melodía original.

No habla de nada. Bueno, habla del rey. Imagino que se refiere al rey Enrique, porque no hemos tenido rey desde hace 60 años.

Os lleva hasta una gran sala, donde el olor a orina, a podredumbre y a excrementos es muy persistente. La humedad y el frío son elevados. Varios internos mugrientos conviven con las ratas en una sala repleta de camastros hediondos.

En una de estas salas, se encuentra en una esquina el Maestro Moore, vistiendo los harapos de lo que en algún momento fueron unos buenos ropajes.

Una cicatriz adorna la parte derecha de su rostro, así como una maraña de pequeñas cicatrices hace lo propio en el pómulo izquierdo. Su pómulo derecho parece haber sido arrancado y su ojo es ahora una horrible cuenca vacía.

Sus manos están llenas de suciedad, al igual que sus pies desnudos, que además poseen restos de sangre, y apesta. Sentado en un rincón entona una serie de melodías y cánticos. Y sigue siendo espectacular escucharle. Canta con una extraordinaria voz, clara y limpia, desarrollando una serie de fugas, contrapuntos y cánones propios geniales.

- Cielo Santo, qué horror. - Coloco la mano en mi cara, intentando que tape nariz y boca mientras observo estupefacto el lamentable estado del compositor. - Parece más muerto que vivo, pero aún así continúa cantando

Mi voz es suave como un susurro, asegurándome de que sólo mis dos compañeros pueden oírme. No quiero estropear lo que la magnífica interpretación de Willfred ha conseguido.

Con la mayor naturalidad del mundo, Lester se pone un pañuelo sobre la boca y sigue al anfitrión. No deja que los aullidos desvíen su atención, como si estuviera acostumbrado a ello (después de todo es médico).

Al llegar a la habitación donde está David intenta, desde que se oye su voz, quedarse con algún trozo de la letra que cante (cuando cante con letra).

Cuando llegamos a su altura paro a mis compañeros, como dejando a David concluir su composición (en realidad es una excusa para que cante más tiempo)...

- ¿Podría dejarnos a solas, por favor? El tono revela que realmente no es una petición...

- No se preocupe, si necesitamos algo le mandaremos llamar.

Eres un crack de las matemáticas, y puedes percibir cosas que quizás pasen desapercibidos al resto gracias a tu formación como contable en la Compañía de las Indias orientales. Generalmente son cosas inrascendentes y aburridas, pero en esta ocasión te llama enormemente la atención la precisión y pureza matemática en la medida y en el ritmo del tema que está entonando Moore. Pese a haber perdido la razón, sin duda no ha perdido sus dotes como compositor.

El custodio parece incluso alegrarse de la petición de Lester. Evidentemente no se encuentra cómodo entre estos despojos de la sociedad londinense, y por supuesto no me refiero a vosotros.

Les deseo suerte, doctores. se despide. Estaré en las oficinas. Avísenme cuando terminen.

Moore continúa con un sinsentido en sus palabras:

Yeah, musha rain dum a doo, dum a da, ha, yeah Whack for my daddy, oh Whack for my daddy, oh There's whiskey in the jar, oh Yeah, whiskey, yo, whiskey Oh, oh, yeah Oh, oh, yeah

Moore acaba su melodía, que parecía una simple canción infantil, mezclada con alguna pincelada obscena, pero sin sentido en cuanto a la letra, pero de gran belleza melódica. Sonríe y comienza a silbar un acompañamiento "instrumental" para su reciente composición.

Observo al despojo humano que canta y silba frente a nosotros. A pesar de la indudable pérdida de cordura reflejada en sus letras, aún mantiene la capacidad de componer brillantemente respetando la métrica con precisión. Aunque su mente ya no sea capaz de discernir lo que es real, su capacidad cerebral todavía permanece intacta.

Espero unos segundos hasta que los pasos del alguacil indiquen que ya está lejos de nosotros y espero a que sea Lester quien tome la palabra. Sin duda es el menos afectado por lo que nos rodea.

Willfred derrumba la coraza que mantenía a su alrededor de médico acostumbrado a ver horrores peores que los que se han encontrado aquí y se apoya en sus compañeros.

-Amigos, no se como demonios he contenido el vómito hasta ahora... esto es el maldito infierno.

Willfred toma un poco de aire tras un pañuelo y observa a Moore...

-David Moore... ¿puede oirme?

Alto y claro. parece interrumpirse durante breves instantes para seguidamente comenzar a componer las partes de la percusión de su composición con golpeos de suspies desnudos conra el suelo de madera.

Dum a dum da oh. Pum Pum.

-Increíble... parece lúcido - comenta a sus compañeros.

-Bien amigo, ¿podrías dejar tus obras y hablar con nosotros unos minutos?

Puedo escucharles y hablarles caballero. Puedo retomar en cualquier momento mis obras. Veamos, ¿terceras puras? ¿O acaso podríamos hacerlas agresivas casi como cuartas disminuidas para dar mas énfasis a la sensación de vértigo que causa el dum-da-oh? ¿Y qué habría pensado Boecio sobre ésto? parece pensar en voz alta sin daros demasiada importancia mientras su único ojo sano se pierde en la lejanía, detrás vuestro mientras cavila tan trascendental cuestión.

JAJAJA ¡podría escandalizar a Boecio! ¡Usemos otro género! ¡El diatónico!

-David, estamos aquí para saber, para que nos ilumines con tu sabiduría... nos gustaría que nos contases que pasó con Christopher Marlowe.

¿Marlowe? Morirá mañana en Deptford, claro. Ah, las malas compañías. Idiota, ¡tenía que haberlo dejado a tiempo! cruch cruch., ¡Maldita afición a estúpidos cristales! contesta en un sinsentido y mezclando sucesos que sucedieron hace 10 años, con lo que sucederá ¿mañana?

Unos mueren y otros no. Yo me pegué un tiro, ¡Y no he muerto! tralari tralará entona melódicamente una insana cadencia como alegato final a su absurda naración

- Moore, sé que el recuerdo no te va a gustar, pero quiero que nos contestes a una cosa. ¿Quien te trajo aquí? Sabemos que fueron dos amigos tuyos. ¿Cómo se llaman? ¿Dónde podemos encontrarlos?