Partida Rol por web

 Dices la frase, y cuando decides mirar hacia el lado, te acuerdas de que el hombre que estaba en la barra se había ido hace unos instantes con una niña. al piso de arriba, subiendo unos platos de comida. No obstante, el posadero parece interpretar que hablabas con el y te contesta:

-Bueno, ninguno de esos dos era mi amigo, mi amigo es el Ramiro, el comerciante.

-¿Comerciante? ¿Y a que se dedica? ¿También al vino?- le digo, como si solo tratara de entablar conversación.

 El tabernero se ríe:

- Comerciante de trapos, al menos eso me ha dicho.

-¿Se refiere al Ramiro? ¿O a ese? - digo, señalando con un gesto de cabeza a Karlos.

 No no, me refiero a Ramiro, el que sube con "ese"-dice con una sonrrisa.

-¡Aaaaaah! Como está el mundo- digo- Comerciante de trapos, lo que hay que oir...- suelto una sonora carcajada.

-Creo que me terminaré el resto del vino en la habitación. Que tenga buena noche.

Dicho esto cojo mi jarra y me dirijo al piso de arriba, atento para ver si puedo escuchar en que habitación se han metido los hombres, antes de dar la señal.

 Según subes la escalera, ves a Karlos de espaldas, atrancando las escaleras. Por uno de los lados de Karlos consigues ver a otros dos hombres, el tal Ramiro, y el anciano que había hace un rato abajo. A mayores de eso, y a un par de metros por detrás del anciano, ves a una mujer, guapa y, por sus vestimentas, debe ser noble. Ahora mismo están todos callados.

 Aparece, subiendo por las escaleras, el caballero que se estaba tomando la copa en la barra hace un rato, de hecho, véis que sube con la copa en la mano aún.

 Oyes el ruido de alguien subiendo por las escaleras.

 Bien queridos amigos, recordad, post solo para el director, ahora mismo, estáis en una situación algo compleja para vosotros, en cuanto a que os juntasteis muchos en apenas unos metros cuadrados. Estoy peleándome con los malditos tableros. Si hoy a la noche no consigo aprender a hacer uno, os subiré una imagen del paint para aclararos en que posición está cada uno. Un saludo!

 Obviamente, quien sube por las escaleras es el caballero, el sonido fuerte de sus botas y el tintineo de la cota de malla lo hacen inconfundible, y por donde se ha oído la última pisada, dirías que se ha parado justo al lado de los que están en la puerta de tu habitación (cuando digo tuya, me refiero a en la que estás tu).

A parte de eso, una ligera brisa que te recorre los tobillos te hace darte cuenta de que los tienes por fuera de la cama, así que te recoges un poco, doblando las rodillas, por lo que ahora estás perfectamente escondido. Si a nadie le da por mirar debajo de la cama (ni tu haces nada raro, como ponerte a cantar xD), no se darán cuenta de tu presencia

 Ramiro mira al "campesino" que obstaculizaba las escaleras, y dice en tono dubitativo :

¿Que yo causo que?, ¿Sois vos algún enviado de Koldo?.

Acto seguido, se gira hacia la señorita:

- Yo me llamo Ramiro, que deseaís?

 Oye la voz de Ramiro, primero en tono dubitativo

¿Que yo causo que?, ¿Sois vos algún enviado de Koldo?.

Y luego en un tono mas cordial y seguro.

- Yo me llamo Ramiro, que deseaís?

Mmmm asi que el que paga el pato en su totalidad es el tal Koldo..Vaya nombre mas extraño, sera palabra de parla morisca o judaica. En cualquier caso a buen seguro algun malnacido sin bautizar. Bueno esperemos a que Ramiro quede solo para darle la sagra uncion de la cachiporra.

María repasa al resto de personas en el pasillo, y luego alza una ceja

Debo hablar con usted en privado. Tranquilo, no me llevará más que un par de minutos. Estoy seguro de que mi información le resultará interesante

*

Cuándo se apartan, María clava su mirada en Ramiro, y su expresión se torna seria y grave

Le ruego que escuche mis palabras sin mudar su expresión. No se alarme, pero creo que puede encontrarse en peligro

Antes de que Ramiro hable, María hace un gesto con su mano, llevándosela disimuladamente a los labios, pidiéndole que guarde silencio

Escuche, sé lo de la Mandrágora. Tengo poder, tengo espías, y tengo recursos. No se preocupe, no me interesa la criatura, ni tampoco tengo intención de causarle mal alguno. Desde hace unos años, persigo a un viejo enemigo llamado Koldo, que provocó la ruina de mi padre, y casi condena a nuestra familia. Ese hechicero de poca monta sirve a la iglesia desde hace años, cómo un perro amaestrado. Te ha preparado una encerrona, y una vez tenga pruebas de tus tratos con criaturas diabólicas, llamará a sus amos para que te cuelguen. No puedo darte más pruebas con mi palabra, pero si has investigado algo sobre él, sabrás que desde hace tiempo tiene contactos con la iglesia

Espera a su reacción

Ramiro, se acerca a junto tuya, donde le indicas. Ante tus palabras dice:

-Pssé, pero quién se cre usted mujer, todo el mundo sabe que Koldo es un renegado de la Iglesia. Con sus lerias a otra parte jovenzuela. 

Acto seguido se da la vuelta y vuelve junto a los hombres con quienes estaba, mientras murmulla "que una mujer intente darme consejos...habrase visto!"

 Debo hablar con usted en privado. Tranquilo, no me llevará más que un par de minutos. Estoy seguro de que mi información le resultará interesante

 Oyes a la mujer decir

Debo hablar con usted en privado. Tranquilo, no me llevará más que un par de minutos. Estoy seguro de que mi información le resultará interesante

Y unos pasos que se alejan y luego se vuelven acercar. Es la voz de Ramiro de nuevo:

Señor, entre, y usted, o me dice quien es o se queda tan ancho como está en las escaleras, y mejor que se apartase, está tapándole el paso al caballero.

 Ramiro se va unos segundos con la mujer, y vuelve a la puerta de la habitación. 

Señor -dice hacia Leví-, entre, y usted -dice hacia el hombre de las escaleras-, o me dice quien es o se queda tan ancho como está en las escaleras, y mejor que se apartase, está tapándole el paso al caballero.